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Alcance de la teoría de la complejidad

Luisa Redondo Botella

Como es sabido el movimiento es la forma de existir de la materia y del pensamiento. Si se observa la materia en sus manifestaciones exteriores, a veces puede parecer estática, pero incluso en ese momento, las partículas que la integran se hallan en continuo movimiento. Por otra parte, ninguna manifestación de la materia y del pensamiento se hallan aisladas, sin comunicación con otras, y eso es movimiento, porque se desenvuelven, no son estáticas. ¿Son conocidas todas las formas de movimiento? He aquí una pregunta para los cientistas.

Hay situaciones en las que se puede predecir con seguridad lo que va a suceder de inmediato, incluso a mediano y largo plazo. Esto ocurre en la naturaleza y en la sociedad, como su parte más avanzada. Así si un alumno estudia, es seguro que aprobará, si no lo hiciera, también el resultado es previsible. Es movimiento determinístico. No obstante la calificación que obtenga en el primer caso, obedece a la ley de la probabilidad. Pero si aparece un factor inesperado, que lo altera todo, entonces se produce el caos, ¿qué pasará? No es posible valerse del determinismo ni del probabilismo.

Pero ¿acaso es posible conocer la posición inmediata de una pequeña partícula componente de un átomo? No. También eso es un caos. De manera semejante, tampoco es posible fijar el rumbo de un acontecer social si hay algo nuevo que lo intercepta o si varía significativamente la intensidad de presencia de los elementos concurrentes. Es un caos.

Por otra parte, dado el elevado nivel de abstracción alcanzado por las matemáticas, es posible que reflejen estructuras que todavía no poseen vigencia en el mundo real. De aquí que si reflejamos un fenómeno, natural o social, en un sistema de ecuaciones diferenciales, al introducir este en una computadora y dejar que se produzca la secuencia de pasos que habrán de llevarle a su solución, puede suceder que se rebasen los límites preconcebidos y exprese situaciones desconocidas hasta entonces, cuyos protagonistas son factores internos del hecho de que se trate y externos, entre ellos, y con frecuencia apreciable, los hay inesperados, al menos su comportamiento es inesperado. De aquí que la teoría de la complejidad les interesa a los cientistas investigadores. Se está dentro de la teoría de la complejidad y dentro de ella, se maneja con frecuencia la del caos para estos asuntos.

En la reflexión anterior, es preciso considerar en la sociedad a la ciencia política tercermundista como la más afectada, puesto que las variaciones inesperadas en la influencia de los factores externos pesarán más en los países en desarrollo, porque, en general, su situación económica es más permeable a ellos, y cuando externamente se presenta algo inesperado su respuesta será más débil, además de que en ambos casos su influencia en factores internos puede se mayor en estos países. En resumen, los politólogos tercermundistas tienen sobrados motivos para estar interesados en el estudio de la teoría de la complejidad.

Si teóricamente se elabora una representación gráfica del fractal y valiéndose de las técnicas de computación se deja que tal fractal se desenvuelva su albedrío, este describe trayectorias que se van alejando de un espacio central. Se aprecia en ello un orden ¿pero cuál? Porque ese orden sea todavía desconocido, a mi entender, no justifica negar su existencia y pretender solucionar la cuestión afirmando que es una expresión de caos, tal como actualmente lo entendemos, el cual se halla presente en la naturaleza y en la sociedad, y teóricamente en la teoría de la complejidad, la cual va más allá.

Las trayectorias señaladas no marcan una única dirección. Como un ejemplo, entre otros, los cuerpos celestes describen trayectorias sin dirección única, las cuales se repiten por miles de millones de siglos, a lo largo de oda su vida. ¿Habrá algo de común en esto?

Como los experimentos en las ciencias naturales son más fáciles de realizar que en la sociedad, los tomamos como base explicativa. Al pretender visualizar las trayectorias de un fractal se observa que cada vez abarcan un espacio mayor. Cabe preguntarse si en las trayectorias el fractal habrá experimentado cambio en su cualidad, porque, entiendo, que en el proceso se produce cierta acumulación medible, por lo menos de tiempo. Hay más cuestiones a dilucidar. Todos los puntos, o momentos, de las trayectorias sucesivas no tienen un nivel más alto que los equivalentes por posición de las trayectorias primarias. ¿Por qué? ¿Es que el desarrollo no implica que absolutamente todas sus manifestaciones sean más avanzadas?

Lo anterior no niega que después de cambios cualitativos mediante desenvolvimiento o integraciones de fractales y de otras partículas "superiores" se alcance el cambio cualitativo general, en lo cual todo sea más elevado.

Por lo anterior, el cambio cualitativo que se aprecia en última instancia, ¿será resultado de cambios cualitativos ocurridos en partículas en distas esferas de la estructura de la materia? ¿En todos los niveles estructurales se producirán cambios preludios del general? ¿Habrá niveles en que no se presente cambio alguno?

Estos cuestionamientos, guía conducentes al descubrimiento, abren un amplio y atrayente horizonte para el investigador en la sociedad. A los cienistas de las ciencias sociales particulares y a los filósofos, se les presenta la tarea de cómo incorporar los conocimientos que ofrece la teoría de la complejidad a sus respectivas metódicas. Habrán de comenzar por dilucidar el significado del fractal cuando se trata de la sociedad. Sin embargo, desde ahora se puede afirmar que es necesario indagar con mayor acuicidad las singularidades, o bien las individualidades, tanto si son pequeños grupos, comunidades, familia o personas que actúen aisladamente. Esto llevaría a cómo asimilar el fractal en las ciencias sociales.

El cambio cualitativo es lago fundamental en el desarrollo de los pueblos. Pero todos los factores y singularidades de la sociedad ¿realmente cambian en el momento del gran salto? Por otra parte, es que en algunos, ¿se produce el cambio anticipadamente? Y en otros ¿no habrá cambio?

A la luz de estas reflexiones, se siente la necesidad de desmenuzar la conocida frase de que el desarrollo de la sociedad se mueve en zigzag.

Por lo expuesto se infiere que el estudio del salto cualitativo se torna complejo. No es que dicho fenómeno se haya complicado, sino que empezamos a estar en condiciones de profundizar más en él. Algo que hemos considerado como inesperado pudiera ser la manifestación de que en capas menos avanzadas de la estructura de la materia o en hechos sociales que se presentan en entornos limitados, se han producido cambios cualitativos, los cuales propician el cambio general, lo que sucede es que no ha sido suficientemente estudiado en la actualidad. Por otra parte, es aconsejable plantearse la inquietud de conocer sin en cambio cualitativos producidos en algunas singularidades, está el preludio del cambio general, o si se necesitaría que cualitativamente dichos cambios singulares rebasaran un límite. En cualquier caso, es evidente que propiciar cambios cualitativos en pequeñas singularidades puede tener un importancia mayor que la concebida hasta ahora.

Lo expuesto se refiere, implícita o explícitamente, a que para producirse el cambio cualitativo se necesita que el aspecto cuantitativo rebase determinado nivel. Lo novedoso es la amplitud que puede adquirir el proceso de cambio y también la categoría cantidad de la materia, sin que por ello varíe su esencia. También es un planteamiento atrevido que el salto cualitativo no se ofrezca como un todo, de una sola vez, sino que sea un proceso en el cual se van produciendo saltos en distintas estructuras de la materia, o en pequeñas singularidades de la sociedad, si bien la cualidad de los resultados, tanto en lo limitado como en lo general, habrá de diferir de las cualidades de los participantes en el salto.

Conocer la teoría de la complejidad y utilizarla es un reto que el nuevo siglo plantea a los cientistas.


Luisa Redondo Botella. Doctora en Ciencias Sociales

     
   
   
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