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Internet:
Nuevo elemento de desestabilización política |
Luciano Álzaga
Ponencia presentada en el Congreso Mundial de Intelectuales
En Defensa de la Humanidad. Venezuela 2004
Cuando analizamos el papel que juega Internet en la lucha anticapitalista
no debemos perder de vista que el punto clave de combate está en
la calle. Internet, al igual que otras formas de comunicación, de
ninguna manera va a ser punto de partida para conquistas populares
importantes, las cuales llegarán del quehacer de los movimientos
sociales.
A pesar de esto, hay que situar la capacidad de este medio en su
justa medida. Los relativos bajos costes económicos, técnicos y
humanos que exige mantener un medio de comunicación alternativo
en Internet, lleva a muchos activistas a infravalorar el potencial
desestabilizador de éste. Cosa que los poderosos no hacen, como
vamos a intentar demostrar a lo largo de este escrito.
¿Peligro potencial o real?
Como señala la argentina Mónica Álvarez (Equipo de Investigación
Rodolfo Walsh), la prensa oral y escrita, el cine, la televisión
se utilizaron y se utilizan para apoyar el ejercicio del poder de
los grandes grupos antaño políticos y hoy económicos. En los años
70 Armand Mattelart y Ariel Dorfman escriben "Para leer al Pato
Donald". Este libro fue concebido por sus autores como un manual
de descolonización; marca cómo aquello que es aceptado como "entretenimiento
infantil sano" por toda la sociedad está en realidad trasvasando
formas de ser de una sociedad a otra. De esta manera se generan
pautas conductuales naturales en la sociedad receptora, ajenas a
la misma, que responden a necesidades concretas de la sociedad emisora.
El colonialismo informativo es esencial para dominar, porque como
bien decía John William Cooke, la politización de la clase dominante
implica la despolitización de las clases dominadas. No pensar, no
actuar, no vivir.
En esa línea, el cubano Iroel Sánchez analiza cómo la prensa liberal,
que califica el revelador documental Farenheit 9/11, de Michael
Moore, como un "ataque demoledor contra Bush", silencia la denuncia
que hace el escritor y cineasta norteamericano de la complicidad
racista de los senadores demócratas en el fraude electoral, de la
utilización de los pobres como carne de cañón y el escandaloso divorcio
entre la clase política y el pueblo norteamericano. Los bien disciplinados
columnistas, reporteros y críticos de cine que nos enseñan a mirar
para no ver y canalizan adecuadamente nuestra indignación contra
Bush, tratan de evitar que cuestionemos el sistema: estemos contra
la guerra, incluso contra Bush, pero nunca contra el capital. Quizá
aquella incómoda pregunta de Brecht nunca haya sido formulada: "¿De
qué sirve estar contra el fascismo -que se condena- si no se dice
nada contra el capitalismo que lo origina?" (Ver Elogio
de la disidencia, Congreso Civilización o barbarie: los
desafíos del mundo contemporáneo, Portugal 2004).
Hoy el poder ha empezado a utilizar Internet no sólo como espejo
de sus grandes medios, sino también como forma de penetrar en el
segmento "alternativo". En Rebelión hemos publicado un buen análisis
sobre el caso de Libertad Digital, donde se explica detalladamente
la conexión de esa alternatividad de derechas con las más grandes
empresas españolas.
Internet nació de un proyecto financiado por las estructuras militares
norteamericanas, con el objetivo de permitir la comunicación entre
ordenadores. Fue concebida de forma que, sin necesitar de una administración
central, fuese tolerante a una gran heterogeneidad de medios de
transporte, capaz de soportar dinámicamente alteraciones de la geometría
y fiabilidad de la red, y así poder soportar los peores escenarios
que la paranoia militarista de los años 70 conseguía admitir. Con
el aumento de la capacidad tanto de los ordenadores personales como
de las líneas de comunicación, el patrón de utilización muda de
una participación más o menos activa, en los primeros tiempos y
mientras la WWW no es hegemónica, hacia un "navegar" de página en
página, esencialmente pasivo, y por tanto, donde la apetencia de
consumo es mucho mayor. En los medios de comunicación tradicionales,
como apunta Chomsky, el hecho de que su financiamiento ya no se
basa en el resultado de las ventas directas al consumidor, como
tampoco ocurre con la venta de ejemplares en el caso de la información
escrita, los convierte en prisioneros de la maquinaria de publicidad
y propaganda comerciales y acaba por reducirlos a la condición de
meros vehículos de esa misma publicidad. En esa misma línea, en
Internet el financiamiento de la producción de páginas (en el fondo
de la información que se consulta), y el pago realizado por el consumidor
a los operadores de red (ISP) no pueden estar más distantes. Internet
es así un vehículo de publicidad por excelencia. (Ver Rogério Reis,
Internet:
controlo e cidadania, Congreso Civilización o barbarie:
los desafíos del mundo contemporáneo, Portugal 2004)
La red, de la misma forma que es un frente más de propagación del
consumo y dominación, en tanto que mayormente sirve y fue creada
para satisfacer necesidades del sistema capitalista en sus distintos
niveles, también es un frente más de lucha. Esto es algo que el
sistema lo tiene perfectamente claro.
Internet ofrece buenas posibilidades para los que hacemos comunicación
alternativa, pero se suele argumentar que "no es la panacea". Esto
es cierto, de la misma manera que los medios tradicionales tampoco
son la panacea, porque como en Cuba no hay papel, ni en las villas
miseria argentinas hay dinero como para siquiera sacar un periódico
trimestral que más o menos llegue a la gente, ni hay televisión
porque no hay electricidad... Internet es una nueva herramienta
de comunicación (un medio por donde circula la información), como
siempre lo han sido el papel, las ondas, la televisión y las paredes.
Tiene sus cosas buenas y malas, pero cumple una función igual de
importante y que aún hay que desarrollar. En definitiva, es un frente
más que hay que cubrir en la guerra de la comunicación.
Teniendo esto claro, debemos profundizar en el análisis del papel
que juega Internet en la lucha anticapitalista. Los movimientos
sociales llevan varios años dando pequeños pasos en dirección a
sacar todo el fruto posible de las facilidades que este medio ofrece,
lo que está desembocando en que la red sea un instrumento práctico
de difusión de contrainformación, de denuncia, de debate y de coordinación
organizativa. Y no nos cansaremos de insistir en que los poderosos
son conscientes del potencial de Internet, por ello arremeten contra
él cada vez con más frecuencia.
De hecho, hoy en día se puede empezar a plantear que Internet ha
finalizado una etapa inicial de "peligro potencial" y ha metido
un pie en la etapa de "peligro real".
Si hacemos un repaso de algunos de los zarpazos represivos más importantes
que se han dado en el campo virtual y en organizaciones vinculadas
a él, podemos deducir que mientras los activistas sociales discuten
sobre si Internet es o no "la panacea", la clase dominante, con
más visión de futuro, toma la iniciativa de torpedear lo que ya
es, conscientes o no, un nuevo campo de acción política. No vamos
a detenernos en los ataques a Rebelión por parte de fascistas chilenos
o colombianos, ni en el ataque dirigido contra Cubaweb, portal que
reúne las páginas en Internet de los principales medios de prensa
cubanos como el diario Granma o La Jiribilla, que los dejó tres
día en blanco, ni en las frecuentes campañas mediáticas contra webs
alternativas venezolanas. Pondremos el eje en algunos de los hechos
más comentados por la comunidad cibernética alternativa.
Censura a la web de la Asociación Contra la Tortura, Estado Español
El 16 de marzo del 2000, el servidor alternativo español Nodo50
difunde un comunicado en el que denuncia que a través del diario
conservador ABC habían podido conocer que el Director de la Agencia
de Protección de Datos dio orden de "clausurar cautelarmente" la
página web de la Asociación
contra la Tortura, alojada en dicho servidor.
En efecto, al día siguiente llegó la orden mediante la cual se pretendía
obligar a Nodo50 a cerrar parte de la web de la Asociación Contra
la Tortura, más precisamente los documentos que hacían mención a
policías, guardias civiles, políticos y funcionarios de prisiones
procesados por torturas y malos tratos.
En un comunicado posterior, Nodo50 aseguraba que los informes de
la Asociación Contra la Tortura ya habían sido publicados en diferentes
formatos, desde 1998. Incluso habían sido utilizados por varios
organismos internacionales como Naciones Unidas y Amnistía Internacional.
Curiosamente, al ser datos públicos editados en papel no podían
ser sujeto de represión judicial alguna, ya que su publicación se
acogía "al derecho de libertad de expresión, de carácter fundamental,
universal". Al parecer, estos derechos no corrían en Internet. "La
diferencia es el formato en el que han sido editados y al que se
aferra algún sindicato policial y la Dirección General de la Policía
para presentar su denuncia ante la Agencia de Protección de Datos.
Por lo visto, desde un punto de vista estrictamente jurídico, esta
denuncia no prosperaría si se centrara en la publicación en papel
de los listados", denunciaba Nodo50.
El día 29 del mismo mes llegaba la respuesta de la Agencia de Protección
de Datos a las alegaciones de la Asociación Contra la Tortura y
de Nodo50. "Las han desechado y en un documento juríco-policíaco
nos han dado de plazo hasta dentro de un rato (a las 12 de la noche)
para quitar los listados de policías y demás implicados en procesos
por tortura y malos tratos, ya que consideran que nuestro servidor
es responsable del tratamiento de los datos de las webs de las organizaciones
que forman parte de Nodo50", aseguraba el servidor alternativo en
una nota pública urgente. La censura se consumaba con una amenaza
de multa astronómica.
Nodo50 acordó con la Asociación Contra la Tortura reducir su espacio
web a un sólo documento en el que se informaba que esa página había
sido censurada y en la que aparecerían las direcciones de otros
servidores (17 en total) que solidariamente decidieron alojar la
información completa. De esta forma, Nodo50 retiraba de su servidor
los informes anti-tortura, evitando así la acusación de delito,
pero estos seguirían visibles en servidores de otros países.
Desde entonces, al entrar a la dirección original de la Asociación
Contra la Tortura se puede leer: "Esta página ha sido censurada
por la Agencia de Protección de Datos, que ha obligado a la Asociación
Contra la Tortura y a Nodo50 a retirarla de su dirección habitual,
bajo amenaza de una multa de 50.000.000 a 100.000.000 de pesetas
(de 269.000 a 538.000 euros)".
La policía arrasa el centro de medios de Génova
El último día de movilizaciones contra el G8 en Génova, el 22 de
julio del 2001, la policía irrumpió en el Centro
de Medios del Foro Social de Génova (FSG), golpeando a los ocupantes
y deteniéndoles, destruyendo y secuestrando material informativo.
Ya durante los primeros incidentes de ese fin de semana y las primeras
acciones violentas de las fuerzas del orden, los canales informativos
independientes (Indymedia, Radiocap, ECN, Decoder, etc.), publicaban
en tiempo real informes, crónicas, fotos y filmaciones de todo lo
que estaba sucediendo.
A las 00.00 horas del sábado al domingo la gente empezó a gritar
que venía la policía y que ya habían entrado en la sede del FSG.
Se empezó a oír el ruido de los helicópteros, la policía y las ambulancias.
Tras lanzar gases, la policía entró golpeando a los presentes. Subieron
directamente al primer piso donde trabajaban los abogados y fueron
directos al ordenador con las bases de datos sobre los detenidos
e incautaron cintas de vídeo y fotos. Esto dejó en evidencia, como
muchos sospechaban, que tuvieron a gente infiltrada dentro del movimiento,
porque sabían perfectamente donde estaba todo.
Los activistas del Centro de Medios tuvieron el tiempo justo para
avisar a todos los medios de comunicación y llamar a la sede del
FSG, en el edificio de enfrente, para ver si estaban bien. Parece
que allí alguien acertó a descolgar el teléfono pero no podían hablar:
a través del teléfono llegaron los sonidos de los golpes, gritos,
llantos... Desde el Centro de Medios pudieron ver poco después como
del FSG salieron 50 heridos, algunos de ellos graves. La gente salía
en camillas, casi sin poder moverse. El edificio quedó lleno de
sangre por todas partes: charcos por las escaleras, los muebles,
todo destrozado. Incluso en un principio se pensó que había nuevos
muertos porque la policía estuvo sacando bolsas de plástico negro
con forma humana y heridos completamente tapados con sábanas.
El ataque a la estructura informativa que difundió las atrocidades
cometidas por la policía en Génova no se quedó ahí.
Meses después de los sucesos de Génova, a principios del 2002, las
fuerzas del orden se presentaron en varios Centros Sociales italianos:
El Gabrio de Turín, el TPO de Bologna, el Cecco Rivolta de Florencia
y en la sede de los trabajadores de Taranto (Cobas, sur de Italia).
Camiones blindados, con cientos de agentes antidisturbios, llevaron
a cabo la orden de allanamiento de la Fiscalía de Génova, secuestrando
computadoras, archivos y material de audio y vídeo sobre los hechos
de Génova, especialmente aquellos relativos al asalto al centro
de medios y la sede del FSG.
La orden de allanamiento calificó estos centros como "sedes de Indymedia".
Hostigamiento a páginas de información alternativa en el Estado
Español durante el semestre de presidencia europea
A finales del año 2001 se constituía en el estado español una plataforma
de páginas web denominada "Red de Contrainformación UE 2002". Esta
red estaba formada por Nodo50 (www.nodo50.org),
La Haine (www.lahaine.org),
Rebelión (www.rebelion.org),
IMC-Barcelona (barcelona.indymedia.org),
ACP-Indymedia Madrid (madrid.indymedia.org),
Griesca (www.griesca.org),
Revista Pangea (revista.pangea.org)
y UPA-Molotov (www.nodo50.org/upa-molotov).
Lo que pretendía esta plataforma virtual era coordinar esfuerzos
en la tarea de informar sobre las movilizaciones contra la presidencia
española de la Unión Europea (enero-junio 2002).
Según un comunicado difundido a finales de enero de 2002, la Red
denunciaba que "en una acción coordinada, al parecer desde el Ministerio
del Interior, un entramado de al menos 7 medios de comunicación
de segundo orden comenzaron el lunes 14 de enero la campaña de ataques
contra las webs de contrainformación".
Todos estos medios publicaban un artículo de la agencia informativa
COLPISA, que según la Red de contrainformación, estaba "plagado
de mentiras, insinuaciones sin demostración e intentos de relacionar
a la contrainformación virtual con 'los violentos', utiliza profusamente
términos como 'sabotaje', 'guerrilla urbana', 'radicales antisistema'.
Todo esto a pesar de que la poca información (no manipulada) que
ofrece la plataforma sólo habla de la reunión del 24 y 25 de noviembre
de 2001 en Zaragoza (en la que no se habló de sabotaje ni guerrilla,
los documentos son públicos, ver www.nodo50.org/antiglobalizacion)".
Así mismo, se denunciaba un nuevo ataque contra Nodo50. "El jueves
17 de enero el servidor Nodo50 fue objeto de un ataque informático
y el diario El Mundo se hacía eco el viernes 18 de la 'polémica'
generada alrededor de las paginas web que desde hace varios meses
se coordinan a través de la Red de Contrainformación UE 2002", señalaba
la Red. El gobierno pretendía crear un ambiente tenso y propenso
a una posible actuación de las fuerzas represivas, en caso de que
se estimara necesario.
La policía quería "garantizar el orden" durante el semestre europeo
y entre sus frentes represivos estaba el control a los medios alternativos,
los cuales respondían al juego de las amenazas e intimidaciones.
El 15 de marzo, Nodo50 difundía un detallado informe donde se hacía
público que "desde hace meses, la policía rastrea en Nodo50 las
actividades del movimiento antiglobalización en Internet. El movimiento
antiglobalización y Nodo50, servidor telemático de casi 500 organizaciones
sociales, actúan con total transparencia. Esto permite al Ministerio
de Interior saber todo lo que el movimiento hace, piensa y discute.
Sin embargo, les investiga y filtra informaciones falsas a los medios
de comunicación sobre supuestos manuales de sabotaje y preparación
de acciones violentas. (...) Nodo50 ha detectado las direcciones
IP de los ordenadores que usan las Fuerzas de Seguridad para esta
vigilancia, lo que nos ha permitido averiguar todas sus actividades
en nuestro servidor, incluyendo: infiltración en listas de correo
privadas, búsquedas de palabras clave y exploración de la web una
media de 12 horas diarias, los 7 días de la semana".
El informe fue presentado por el servidor alternativo a los medios
de comunicación en una rueda de prensa en el Parlamento, junto con
Endika Zulueta (abogado) y Gaspar Llamazares (coordinador general
de Izquierda Unida).
Además, el informe de Nodo50 ayudó a la Red de Apoyo Zapatista en
Madrid a descubrir a un policía infiltrado en los movimientos sociales
desde hacía 10 años. El grupo informaba en un comunicado que "al
leer dicho informe, observamos, no sin sorpresa, que una de las
direcciones de correo ahí mencionadas, correspondía a una persona
que pertenecía a nuestro colectivo". Al reflexionar sobre el escaso
conocimiento personal que estos activistas tenían de él, les surgieron
multitud de dudas. Tras hablar por teléfono con el infiltrado, éste
"dijo que no iría a la reunión en la que todo el colectivo iba a
hablar del problema porque pensaba que era lo mejor para todos.
Además, aseguro que se encontraba tan mal, que estaba pensando seriamente
en irse de Madrid. Y desde ese momento, no hemos vuelto a saber
nada de él", aseguró la red madrileña de apoyo al zapatismo. Lo
que se dedujo de este caso y, en definitiva, lo que sorprendentemente
el informe de Nodo50 logró confirmar, fue lo siguiente: un infiltrado
en los movimientos sociales madrileños escribía e-mails a sus "compañeros"
desde la misma estación de policía.
Redada en el Centro de medios de Dinamarca
A las 11:00 de la mañana del 13 de diciembre de 2002, segundo día
de las más importantes movilizaciones en Copenhague contra la presidencia
danesa de la UE, la policía se encontraba realizando una redada
en el local del servidor Catpipe. Unos 45 policías registraron y
copiaron los registros de visitas del servidor que alojaba las páginas
alternativas más importantes que venían informando sobre las movilizaciones.
Entre ellas estaban la web de la agencia de contrainformación Modkraft
(www.modkraft.dk); Sumit Info
(www.summitinfo.dk), una
página con información sobre la cumbre y cuyos administradores,
entre otras cosas, desarrollaron un servicio de envío de noticias
cortas por medio de mensajes de móvil a los activistas interesados;
y el sitio de "Global Roots" (www.ulydighed.dk),
colectivo antiglobalización que llamó a realizar acciones durante
la cumbre, entre ellas una acción en la red con el propósito de
"bloquear" al servidor oficial de la cumbre de la Unión Europea
en la capital danesa. Esta fue la razón dada por la policía para
la redada.
Otra consecuencia de esta acción policial fue que todos los mensajes
de correo electrónico, nombres de usuario y contraseñas, así como
los registros de visitas en esos ordenadores, pasaron a manos de
la policía.
Amenazas a Indymedia Madrid
Entre el 20 y 22 de marzo de 2003 se producen en Madrid combativas
jornadas de protesta contra la guerra a Irak, en la que participaba
el ejército español. Durante esos días la violencia policial fue
terrorífica, contándose por cientos los heridos y sucediéndose en
televisión las imágenes de la brutalidad empleada por los antidisturbios
para disolver a los manifestantes.
Indymedia Madrid realizó
una intensa labor informativa en directo a través de Internet, y
mostró con imágenes, entrevistas y reportes lo que estaba sucediendo
en las calles. El 26 de marzo, apenas unos días después de estos
hechos, llega por sorpresa la orden de desalojo contra el centro
social okupado El Laboratorio 3, lugar de trabajo de los activistas
de Indymedia y tercera tentativa de disponer de un local sin condicionamientos.
Se les da una semana para abandonar voluntariamente un edifico okupado
desde hacía más de un año.
La versión oficial de la salvaje actuación policial durante esos
días debía ser acaparada por los medios corporativos, cosa que no
sucedió y que desembocó, de esta forma, en represalias para los
cyberperiodistas.
Miembros de Indymedia señalaron en un comunicado que "quizá esta
amenaza no sea ajena a lo que ha pasado estos días en Madrid. Quizá
han decidido acabar con todo lo que disiente, lo que se rebela,
lo que crea, lo que no sé deja domar, lo que no claudica".
El desalojo del centro social se consumó 2 meses después. Anteriormente
habían sido desalojados del Laboratorio 1 y 2, posteriormente lo
fueron del 4.
Desalojo del local de Indymedia Argentina
En abril del 2003 la Policía Federal argentina desalojó el ex-Banco
Mayo de la calle Suárez 1244, okupado por la Asamblea de Lezama
Sur nueve meses antes, tras años de suciedad y ratas, en el que
venía funcionando una oficina de redacción de Indymedia
Buenos Aires. El colectivo de Indymedia denunció que "este desalojo
no es un hecho aislado, sino que se encuadra en una política del
gobierno de la ciudad, política a la que la policía responde activamente,
como siempre le gustó." Mediante un gran despliegue de patrulleros,
carros de detención y motos, un total de 50 efectivos incluido personal
de civil y de infantería, cortaron toda la cuadra al acceso peatonal
y vehicular. La policía desplegó un vallado en las dos esquinas
de la calle para impedir que los vecinos se acerquen al edificio,
luego varios oficiales la emprendieron violentamente con hachas
contra las cortinas del edificio, también destruyeron la puerta
de entrada. Al entrar comenzaron a arrojar todos los muebles y pertenencias
colectivas de la asamblea y de grupos que participan del espacio.
No dejaron entrar a la prensa, como tampoco a los abogados. Las
personas que estaban dentro del edificio fueron expulsadas a la
calle. Destruyeron el valioso material que se utilizaba para realizar
talleres de periodismo, así como otros de recreación y también un
merendero para los niños de La Boca, uno de los barrios con mayor
índice de desnutrición de la ciudad.
Numerosas colectivos sociales y organizaciones de trabajadores mostraron
su solidaridad ante el desalojo. Los obreros y obreras de Cerámica
Zanon, la fábrica bajo control obrero más importante de Argentina,
denunció el desalojo y destacó que "repudiamos y estamos en contra
de todo ataque contra los compañeros de Indymedia Argentina, quienes
son agredidos por solo cubrir las noticias de manera independiente
y contar la verdad de lo que ocurre en cada lugar donde haya conflicto,
y es por eso que se los ataca, porque piensan que de esa manera
van a hacer callar la voz del pueblo".
Asalto al centro de medios alternativos de Ginebra
Las pasadas movilizaciones contra la Cumbre del G8 en Evian (junio
2003) conllevaron terribles actos represivos por parte de las fuerzas
de seguridad suizas y francesas.
El 1 de junio, día en que tuvieron lugar las principales movilizaciones
contra la Cumbre, la policía entró a la fuerza en el Centro
de medios de Ginebra, desalojó e interrogó a periodistas y activistas.
Entraron por la puerta principal del edificio agentes de paisano,
vestidos como manifestantes del Bloque Negro, algunos muy jóvenes,
de no más de 22 años (según testigos). Llevaban brazaletes con la
señal de "policía" y la mayoría tenia la cara tapada. Después de
haber cacheado, registrado, revisado los pasaportes, interrogado
a varios de los presentes, les dijeron que debían irse porque iban
a cerrar el local. Las insistentes quejas de los activistas y la
presencia de gran número de testigos lograron deponer la provocadora
actitud policial, pero no evitaron el deterioro del servicio cuando
más necesario era.
Por otra parte, durante esta jornada de movilizaciones fueron detenidos
dos miembros de Indymedia Suiza y resultó herido en la cabeza otro
activista de Indymedia Italia, producto de las cargas policiales.
Marzo 2004. Intimidaciones contra La Haine
Entre el 10 y 11 de febrero de 2004, desde un ordenador situado
en la Dirección General de la Guardia Civil española (institución
militar del estado) fueron publicados en la agencia de contrainformación
La Haine varios mensajes a
continuación de una noticia que llamaba a la movilización contra
la tortura en el País Vasco:
"La paz y la solución [al conflicto vasco] es el exterminio". "Es
necesario la toma militar de Euskadi y la imposición de un Estado
de guerra". "El gobierno Español no tiene valor de tomar las armas
a las claras". "[El torturado vasco] Unai agredió al policía dándole
con la cara en el puño, seguramente este policía tendrá derecho
a pedir daños y perjuicios. (...) le tenían que haber pegado más".
Poco después, el 2 de marzo, fue introducido en el libro de visitas
de JoTaKe-La Haine (web vasca de la Red La Haine, www.jotake-lahaine.org)
un nuevo mensaje desde un ordenador cuya IP pertenecía a la Dirección
General de la Guardia Civil. El mensaje, firmado con el nombre del
dictador fascista "Franco", lanzaba vivas a la organización parapolicial
y asesina GAL (especialmente activa en España en los años 80), de
la cual muchos miembros de esta institución militar española fueron
participantes. Además, el firmante aseguraba que "todos los que
apoyáis el terrorismo seréis aniquilados y aplastados. (...) Acabaréis
siendo historia como el marxismo en todo el mundo".
El colectivo de contrainformación denunció en un comunicado que
estos mensajes pretendían mostrar que "los que torturan en dependencias
policiales e invaden países bajo el amparo de unos votos que la
mayoría de la población les otorga en elecciones teledirigidas,
pasan por encima de la ley. Nos dicen claramente que no les importa
cometer un delito porque son impunes."
Solo unos días después, el 11 de marzo, se producían varios atentados
en los trenes de cercanías de Madrid, los cuales produjeron cerca
de 190 muertos y 1500 heridos. La Haine dejó de funcionar a las
21:30 horas del sábado 13 de Marzo, día previo a las elecciones
presidenciales y de manifestaciones espontaneas contra Aznar que
La Haine cubría en directo a través de su página web; el servidor
la suspendió luego de un constante ataque informático conocido como
"DoS" (Denegación del Servicio). Mientras esto sucedía, recibían
en varios correos más de 50 mensajes insultantes con el sello de
"Basta Ya", organización ultraderechista vinculada al partido de
Aznar en su "lucha contra el terrorismo".
La página estuvo varios días cerrada hasta que finalmente tuvo que
cambiar de servidor.
Octubre 2004. Cierre de varias páginas de Indymedia por publicar
fotos de policías secretos
En la mañana del jueves 7 de octubre el FBI allana Rackspace (proveedor
de Indymedia, empresa estadounidense con oficinas también en Londres,
www.rackspace.com) y secuestra
los discos duros con toda la información de Indymedia Nantes y de
otras veinte páginas web de esta red en otros países. Tras la acción
del FBI las webs afectadas quedaron inaccesibles. Horas después
varias de estas páginas recurrían a servidores alternativos solidarios
para ponerlas de nuevo en funcionamiento. La mayoría de estas webs
han estado cerradas entre dos y tres días, si bien algunas tardaron
más tiempo en recuperar la normalidad. Unos días después, sin mediar
ninguna explicación, el FBI devolvía los discos duros.
Todo esto ocurría, aparentemente, a raíz de una investigación judicial
abierta por el fiscal general de Ginebra, Daniel Zappelli, tras
la denuncia de dos inspectores policiales de esa ciudad suiza "por
la publicación de sus fotos [de civil]y la dirección y el nombre
de uno de ellos en la versión francesa de Indymedia" (Nantes). Los
dos policías del servicio secreto suizo formaban parte de la célula
G8, encargada de las investigaciones sobre los incidentes ocurridos
en Ginebra durante las protestas contra la cumbre del Grupo de los
Ocho de 2003.
Las fotos de los policías secretos, que hasta ese momento habían
sido vistas en círculos reducidos, de pronto son conocidas por el
movimiento de izquierdas de todo el mundo, ya que se reproducen
y continúan accesibles en Internet en otras páginas.
La información sobre los motivos es mínima. "Abrí una investigación
pero no diré nada más", dijo el fiscal general de Ginebra. El portavoz
de la Policía federal estadounidense (FBI) Joe Parris aseguró que
la petición de intervenir al proveedor de Indymedia procedió de
los gobiernos de "Italia y Suiza", sin dar más detalles. "Los responsables
del Ministerio de Justicia sólo cumplieron las obligaciones legales
contenidas en nuestro tratado de asistencia mutua", insistió.
Como señala el español Roberto Delgado, de lo anterior se puede
deducir que los objetivos principales de esta acción represiva son
dos: dividir a la Red Indymedia y crear miedo entre los activistas
de la prensa alternativa.
Por un lado, con esta acción el poder impone un debate falso en
la lista interna de Indymedia: "¿Es correcto publicar fotos e incluso
datos de policías secretos?". Esta discusión provocada se centraría
en los límites de la ética periodística, la superioridad moral que
debe caracterizar a los militantes de izquierda y la necesidad de
evitar acciones político-informativas que "provocan la represión".
Hay páginas web (Indymedia Madrid, por ejemplo) que en ocasiones,
cuando publican fotos de manifestaciones, manipulan las imágenes
para taparle la cara a los policías antidisturbios. En el caso que
analizamos, el poder intenta quedar al margen. Su argumentación
sería algo así como "nosotros no tenemos intención de cerrar medios
alternativos, pero si alguno incumple la ley no nos queda más remedio
que acatar las decisiones judiciales". Si aceptamos su argumento,
sólo nos queda enfrentarnos entre nosotros, en vez de unirnos en
la oposición a "este gran ataque a la libertad de expresión", por
utilizar sus propios slogans. Algunos activistas de Indymedia cayeron
en la trampa de este debate, que busca resquebrajar la cohesión
de la alternatividad en la Red global.
Por otro lado, a cualquier activista se le ponen los pelos de punta
al leer semejante titular: "El FBI cierra servidores de Indymedia".
Si bien este acto represivo representa a día de hoy el mayor ataque
a la prensa alternativa en Internet, no fue especialmente doloroso,
sino más bien simbólico. La mayoría de las páginas web retiradas
volvieron a estar accesibles a los pocos días, y, más importante,
después de este hecho logran, a través de servidores alternativos
solidarios, una mayor difusión del proyecto y un aumento del número
de visitas. Obviamente el poder cuenta con todo ello, pero la noticia
no deja de ser impactante. Lo que hacen los mandamases es darnos
un aviso que pretende meternos el miedo en el cuerpo: cuando deciden
atacar al movimiento anticapitalista no hay derecho internacional
ni libertades de expresión que valgan; las fuerzas represivas actúan
con total impunidad. (Ver Roberto Delgado, Represión
a Indymedia: El mayor ataque a la prensa alternativa en Internet,
La Haine)
La necesidad de defender los espacios de contrapoder conquistados
en Internet
¿Qué hicimos los colectivos de contrainformación ante esos ataques?
Poca cosa. Los que más se movilizaron fueron los de Nodo50 cuando
el ataque a la web contra la tortura, además de la denuncia mediática
convocaron una manifestación frente a la Agencia de Protección de
Datos, en Madrid, a la que asistieron unas 200 personas y en la
que se rompieron ordenadores viejos como forma de protesta. En el
resto de los casos, no pasamos de denuncias mediáticas y alguna
intervención de partidos políticos de izquierda.
Los hechos resumidos más arriba nos demuestran fehacientemente algo
que ya sabemos: la información es poder y el monopolio que el sistema
ostenta le es necesario para mantenerse e incluso para fortalecerse.
Por tanto, debemos incluir al frente comunicativo virtual en el
debate a plantear entre los medios alternativos: el monopolio de
la información se ve en peligro, y el poder comienza a tomar medidas
de autodefensa. Esta discusión debería ser afrontada por todos los
activistas del movimiento anticapitalista (no sólo los que trabajamos
en los medios). ¿Cómo respondemos a estos ataques? ¿Cómo evitamos
este tipo de acciones represivas en el futuro?
Creo que lo primero es tener claro que estos hechos no pueden quedar
impunes. Deberíamos intentar activar mecanismos de movilización
social en la calle para defender nuestros medios de comunicación,
como charlas informativas, acciones de propaganda y denuncia, manifestaciones,
etc. Aumentar en los movimientos sociales la conciencia de que la
contrainformación es necesaria, y de que no debemos dejar pasar
estas agresiones, al igual que no dejamos pasar otras más evidentes
para el común de la gente. Es cierto que los gobiernos pueden profundizar
la represión a los medios alternativos con detenciones y encarcelamientos,
pero esa fue siempre su forma de defenderse y es un riesgo que siempre
vamos a correr, al menos mientras acompañemos a las luchas populares.
Si por nuestra parte tomamos la decisión de, por ejemplo, dejar
de denunciar públicamente a los policías infiltrados y en general
moderamos la política desarrollada en nuestros medios, estaremos
cayendo en la trampa que nos tienden, resignándonos a realizar una
actividad informativa delimitada por el poder. En definitiva, aceptando
la derrota.
Pero eso debemos hacerlo partiendo de que los medios no somos independientes:
dependemos de los movimientos sociales. Sebastián Hacher, de Indymedia
Argentina, escribe: "Tenemos que partir de que los medios alternativos
solo existen y se desarrollan cuando son necesarios socialmente
(.).La suerte de los medios de comunicación alternativos, si estos
no son una burocracia, está íntimamente ligada a la de la lucha
de clases en general; nacer, morir y resucitar con nuestro pueblo,
hacer latir nuestro corazón al ritmo de la realidad de los movimientos
es la primer tarea".
Efectivamente, nuestra suerte está ligada a la de nuestros pueblo.
Cuando no existen condiciones que muestren un crecimiento político
de los movimientos sociales, como en el caso de las movilizaciones
contra la guerra de Irak en el Estado Español, a principios del
año pasado, poco podemos hacer.
Si las movilizaciones tuvieron tal dimensión multitudinaria fue
debido a la difusión de las convocatorias principales por parte
de los grandes medios, así como al hecho de que el PSOE y su entorno
se pusieran a la cabeza de dichas manifestaciones, sin olvidar por
supuesto cierto sentimiento espontáneo de hastío social ante tanta
tropelía manifiesta demostrada por los jefes de la guerra. Es necesaria
la alegría por los millones de personas que salieron a la calle,
pero no debe olvidarse quién los ha convocado. No debe desmerecerse
la relevancia de esa gran oleada popular en contra de la guerra,
pero sin embargo los colectivos de información alternativa, los
movimientos sociales que constituyen el movimiento antiglobalización,
no estuvimos a la altura requerida. El "No a la guerra" ha significado
perder la mejor parte de lo representado por estos movimientos,
es decir, el No a la guerra contra los inmigrantes, el No a la guerra
contra las mujeres, el No a la guerra contra los precarios, el No
a la guerra en Euskal Herria, el No a la guerra en las cárceles,
el No a las bases americanas, el No a la globalización...
La gran diversidad del movimiento antiglobalización se afirmó en
el "No a la guerra", pero a través de dicha consigna también se
negaron sus rasgos identitarios principales. Es decir, se vació
de verdad y contenido transformador al movimiento, convirtiéndolo
en un cuerpo grande sin personalidad ni autonomía. (Ver Quiénes
somos, de dónde venimos, a dónde vamos, Javier Corazón -
CAES, La Haine)
Aunque hay mucho para discutir sobre la vida, pasión y ¿muerte?
del movimiento antiglobalización (este no es el momento), queda
claro que en esas condiciones no podía servir de muro de contención
a los ataques a medios de contrainformación.
Conclusión
Las webs alternativas no son sólo espacios de "libertad de expresión",
es decir, donde cada uno dice lo que quiere sin censura de ningún
tipo. Son mucho más que eso: son espacios de denuncia de las injusticias,
de difusión de información antagónica, de coordinación entre organizaciones
de varias ciudades o barrios, de debate anticapitalista, de análisis
político, etc. Los movimientos sociales están construyendo en Internet
espacios de poder alternativos; debemos ser conscientes de ello
y luchar con firmeza para defenderlos.
Por otro lado, es de destacar que en situaciones de estallidos populares
la violación de derechos humanos por parte de la policía se intensifica
y la represión se torna más salvaje. Podemos deducir de los ejemplos
citados más arriba que en esos casos los medios de información alternativos
juegan un papel fundamental. Las facilidades de contrainformar a
través de Internet y el uso que los movimientos sociales han hecho
de ello, han conseguido atacar el cerco de impunidad que rodea a
las fuerzas represivas y el silencio de los grandes medios en situaciones
de crisis. Por eso, muchas de estas redadas a centros del periodismo
cibernético se producen durante cumbres antiglobalización u oleadas
de protestas en las calles, es decir, cuando se agudiza la batalla
por la concienciación ideológica y la lucha política.
Los medios de contrainformación son visitados por muchísimas personas,
gente de muchos países y nacionalidades. Esto es lo que no pueden
soportar los poderosos, que los activistas se organicen y ataquen
el monopolio de la información empresarial, multiplicando la fuerza
comunicativa de los movimientos sociales anticapitalistas. Esta
es la causa, y no otra, de la criminalización a la que los medios
alternativos en Internet se ven sometidos.
Siguiendo con las reflexiones de Mónica Álvarez, vemos que en las
grandes rebeliones sociales de los últimos años, la comunicación
entendida como coordinación del comportamiento jugó un papel decisivo.
Los medios alternativos y lo que Umberto Eco define como guerrilla
semiológica (serie de intervenciones y actuaciones producidas, no
desde el sitio de partida del mensaje, sino en el lugar al que llega,
induciendo a los usuarios a discutirlo, a criticarlo, a no recibirlo
pasivamente) son las formas que se generan para combatir la potencialidad
de controlar "el mensaje" y "ejercer influencia sobre la opinión
de los usuarios y hasta directamente moldear su conciencia". De
esta forma se puede explicar la reacción de los españoles a la campaña
de Aznar para inculpar al ETA de los atentados del 11M y la respuesta
del pueblo venezolano a la justificación del golpe de estado por
parte de la derecha dirigido a la clase media antichavista.
Este tipo de difusión de la información veraz por medios informales
modifica en ocasiones puntuales, casos de España y Venezuela, los
designios de las transnacionales y de allí la importancia que reviste
el desarrollo de los medios alternativos como trincheras de combate
en una guerra de guerrillas semiológica contra la dictadura de los
medios de comunicación masivos sobre la ciudadanía.
Pero lo fundamental, insistimos, es saber que los medios alternativos
en Internet, por nosotros mismos, no conseguiremos sobrevivir a
la renovada persecución del sistema. Debemos comprometernos con
la lucha diaria de las organizaciones sociales; tener claro que
los medios alternativos solo existen y se desarrollan cuando son
necesarios socialmente. Y además, hacerlo sabiendo el lugar que
ocupamos. Citando al desaparecido periodista argentino Rodolfo Walsh:
"Nuestro rango en las filas del pueblo es el de las mujeres embarazadas,
o los viejos. Simples auxiliares, acompañantes. Eso estaría bien,
de todos modos, si fuéramos modestos".
Sólo saldremos adelante si contamos con el apoyo del activismo y
de los espacios de lucha popular. Para ello debemos ser parte de
estos círculos, y no "gente de fuera que se dedica a eso de Internet".
Sobreviviremos en la medida en que el poder tenga claro que si toca
a estos medios, la respuesta social va a ser contundente.
Luciano Alzaga es editor de Cuba Siglo XXI y de Rebelión

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