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Estabilidad macroeconomica y financiamiento externo: la inversion extranjera directa en Cuba

Omar Pérez Villanueva

LA ESTABILIZACIÓN MACROECONÓMICA

Las relaciones con los países exsocialistas antes de 1990 contribuyeron al desarrollo cubano, en especial, a través de inversiones, programas y proyectos de desarrollo que requerían de cuantiosos recursos. El intercambio comercial con esos países se basaba en precios preferenciales dada la condición de país subdesarrollado de Cuba, y en un intercambio comercial relativamente estable y mutuamente beneficioso.

La desarticulación del socialismo en estos países tuvo consecuencias dramáticas para Cuba porque se cerraron los créditos y la asistencia para el desarrollo, se redujeron los mercados externos y sus fuentes de abastecimiento; y provocó por segunda vez en pocas décadas una ruptura abrupta en las relaciones de integración económica que se habían desarrollado. O sea se eliminaron las condiciones externas en las que se había insertado la economía, y quedaron al descubierto las ineficiencias en el modelo económico.

A inicios de los años 90, derivado de los factores anteriores, se crea la peor crisis en la historia económica de Cuba. Desde el comienzo de la crisis se decidió distribuir parejamente su costo, a la par que se implantaba un complejo sistema de medidas encaminadas a facilitar el acomodo productivo y recobrar los equilibrios macroeconómicos básicos. Por un lado, se introdujeron medidas de estabilización macroeconómica, y por otro se incorporaron cambios institucionales de cierta envergadura.

Esta crisis singular se caracterizó, por un lado, por insuficiencia de demanda (externa) con desocupación de hombres e instalaciones y, por otro, por el extremo racionamiento de la oferta de insumos esenciales (divisas, energéticos, alimentos) que dejo semiparalizada a otra parte del aparato productivo. La escasez generalizada y el cierre de mercados exportadores redujeron el ámbito de acción y la capacidad reguladora de la planeación central.(1) La crisis arranca de desequilibrios masivos en la Balanza de Pagos, en parte de nuevo cuño y en buena parte ocultos en las singularidades de los arreglos externos anteriores.

El país se vio carente no sólo de mercados y materias primas, sino que desaparecieron sus fuentes tradicionales de financiamiento, y sin posibilidades reales que en el corto plazo se reactivara la entrada de capitales externos. Esta situación, como es natural, repercutió negativamente de manera considerable en la economía, provocando decrecimientos del Producto Interno Bruto de forma sistemática.

Unido a ello, la no-existencia de una contrapartida material que garantizara aceptables niveles de oferta frente a un fondo de salarios que mantenía su estabilidad, provocó la acumulación de un importante volumen de liquidez monetaria en la economía, y el déficit del presupuesto llegó a niveles inmanejables. Es decir la consecutiva disminución de las ventas de mercancías y servicios a la población produjo el incremento de la masa monetaria en manos de la misma, provocando visibles desequilibrios en el balance de ingresos y egresos de la población. Esta situación ha constituido un desestímulo al trabajo, al logro de la eficiencia y al mantenimiento de la disciplina laboral, y por otro lado la economía informal llegó a niveles fuera de todo control, llegando el dólar a cotizarse a 150 pesos.

A partir de 1990 hasta 1993 comienza un proceso de reformas, caracterizado como un proceso de ajuste, administración de la crisis y de apertura externa. Se adoptó un programa de emergencia nacional denominado "Período Especial en tiempo de Paz", cuya finalidad principal fue la de tratar de administrar de forma racional la crisis, así como reducir y distribuir los costos sociales, adecuar la economía interna a las nuevas realidades y establecer las bases para un desarrollo futuro.

El mayor impulso estuvo dirigido a realizar una apertura externa, que permitiera captar en el menor plazo posible, los recursos externos que se limitaron a niveles mínimos. Esta apertura económica de Cuba fue decisiva para reactivar la economía y enfrentar la realidad de la economía mundial e insertarse en ella.

Los aspectos más importantes de esta apertura económica en el plano externo fueron: la promoción y apertura a las inversiones de capital extranjero, la reestructuración del comercio exterior y el desarrollo acelerado del turismo internacional.

La etapa 1990-1993 logró los objetivos de administrar la difícil situación económica que tenía el país, pero no logró crear los mecanismos de reactivación económica, ya que las medidas tomadas apelaban a resortes morales, a esfuerzos colectivos, entre otros elementos; en ellas se destacó el plan alimentario, pero seguía existiendo un déficit de recursos materiales y financieros especialmente externos.

A mediados de 1993 se hizo evidente la necesidad de modificaciones fundamentales en la esfera del consumo y en las relaciones externas, así como en la estructura socioeconómica del país.

A partir de esa fecha, Cuba enfrentó un proceso de transformaciones y reestructuración económica complejo, contradictorio y no acabado, que se concreta en un sinnúmero de medidas de política económica instrumentadas en el período. No obstante, hay que reconocer que este proceso de transformaciones por su naturaleza contradictoria y porque dadas las particularidades cubanas se ha intentado mantener, por sobre todas las cosas, la estabilidad social y el control político en el contexto de las transformaciones económicas efectuadas, no ha sido lineal, y por tanto su trayectoria ha descrito fases o etapas de mayor o de menor dinamismo transformador.(2)

Las medidas encaminadas a la corrección de los desequilibrios macroeconómicos, posibilitaron una recuperación gradual de la economía en los últimos años, que aunque todavía resulta insuficiente, se ha logrado en medio de un contexto exterior complejo. Como parte de la política de estabilización activa emprendida se han podido corregir los indicadores macroeconómicos internos de carácter monetario y fiscal. La tasa de desocupación esta alrededor del 6%, el Índice de Precios al Consumidor ha sufrido un incremento, pero manejable, dado los diferentes mercados que funcionan en el país.

La política económica, tenía el propósito de restablecer recesivamente, como única vía posible, los equilibrios macroeconómicos e iniciar un ajuste estructural, sí bien con diferencias de contenido y resultados sociales respecto a políticas similares aplicadas en economías de mercado.

Se comenzó un proceso de saneamiento de las finanzas públicas con resultados alentadores, donde de un déficit fiscal de más de un 33% del PIB en 1993, se pasó en 1999 al 2.3%, es decir, se implementó una política de gran austeridad del gasto público.

La masa monetaria en pesos cubanos se ha incrementado, aunque según las autoridades gubernamentales, se encuentra ya en una situación controlada. Pero se mantiene una política restrictiva de créditos en moneda nacional, para mantener en control esa masa monetaria.

Aunque hay cierta estabilidad macroeconómica, ésta es insuficiente, pues existe aún un conjunto de distorsiones que es necesario resolver, entre ellas, los salarios, la productividad, la eficiencia, la tasa de cambio, los precios, etc. Por lo que Cuba debe emprender la consecución de metas, para eliminar las deficiencias que aún subsisten en algunos sectores y ramas de la economía, con vistas a lograr un crecimiento económico significativo.

La combinación de significativos esfuerzos de estabilización y reordenamiento de algunos cambios estructurales generan un largo proceso de saneamiento de la economía y de modificación de las formas tradicionales que regían su funcionamiento. Sin duda, la programación estratégica de corto plazo logró avances sustanciales, aunque todavía sé esta lejos de completar transformaciones de mayor envergadura.

La política de estabilización instaurada con plena fuerza después de 1993 año ha resultado en gran medida exitosa, a juzgar por las menores presiones inflacionarias en los mercados de bienes de consumo, la reducción de los excedentes monetarios, la corrección de los déficits públicos o la evolución del tipo de cambio paralelo. Los riesgos de la hiperinflación se redujeron, y la economía inicia, con debilidades marcadas, cierta recuperación en los niveles de actividad productiva.
Los problemas asociados al financiamiento externo de la economía cubana se han convertido en una tarea de primer orden, ante la imposibilidad de generar los niveles de ahorro interno para el crecimiento y el desarrollo.

El gran dilema es que se necesita financiamiento para crecer y sin embargo, no hay mucha posibilidad de financiamiento sin crecimiento, por tanto, resulta indispensable mantener el proceso de recuperación iniciado en 1994 aunque a mayores tasas de crecimiento porque ello permitirá reducir las restricciones financieras externas.(3)

El financiamiento externo se ha considerado tradicionalmente un complemento importante del ahorro interno para aumentar la inversión y estimular el crecimiento económico sostenido, pero son conocidas las restricciones que ha tenido la isla para resolver capitales, lo que se agrava por la poca diversificación de sus exportaciones.

Crecimiento y financiamiento

Los países en desarrollo tienen generalmente recursos abundantes de talento, capacidad de producción de su propia población, recursos naturales, entre otros. La transformación de estos recursos en instrumentos efectivos de desarrollo exige, en primer lugar, un incremento constante de su utilidad económica potencial mediante las inversiones: inversiones en conocimientos especializados y en recursos humanos e inversiones en capacidad física de producción (es el caso de Cuba y otros países que invirtieron mucho en recursos humanos), eso exige que el potencial que se capte sea plenamente canalizado mediante una distribución efectiva.(4)

Las inversiones necesarias para transformar los recursos en agentes de desarrollo requieren a su vez financiación, y el volumen que se disponga para ese fin será a la larga uno de los principales factores determinantes del crecimiento y la estabilidad macroeconómica.

Es evidente que la fuente principal de los recursos financieros para el desarrollo es el propio ahorro de los países, no obstante, se necesita siempre en la etapa de despegue e incluso en la consolidación de recursos adicionales en forma de capitales, tecnologías o mercados, ya sean por mecanismos bilaterales o multilaterales; buscarlos es el reto que tienen las autoridades gubernamentales cubanas en el corto y mediano plazo.

Hay un debate centrado en determinar si los programas macroeconómicos que se basan en la necesidad de un ajuste a corto plazo por problemas de Balanza de Pagos o de desequilibrios en indicadores macroeconómicos, constituyen una base adecuada para sostener a más largo plazo los programas de Desarrollo. En el caso cubano esta todavía por ver si esas inquietudes son válidas o no.

Durante la década en que América Latina y el Caribe atravesó por su crisis más profunda, -el decenio de los 80’s- se pudo comprobar que la tendencia de los programas económicos era a la preferencia por la estabilización más que por el crecimiento.

En la región de América Latina y Caribe se tomaron medidas especificas para la recuperación y el desarrollo, entre ellas se destacaron(5)

Ø La optimización del uso de las divisas en la promoción de actividades productivas, combinando la expansión de las exportaciones con la sustitución de importaciones.
Ø La atención de las necesidades colectivas por razones sociales, y con un enfoque económico de la expansión del mercado interno.
Ø Las inversiones selectivas en el desarrollo tecnológico con un horizonte de largo plazo, buscando mejorar la posición relativa del país en el contexto internacional.
Ø El aumento del ahorro interno para sostener el esfuerzo de inversión mediante medidas que incrementaran la productividad.
Ø La mejora de la eficacia del sector público, en lo relativo al gobierno central.

La utilización eficiente de los recursos en la esfera productiva, evitando desviaciones innecesarias al consumo, la generación de ingresos en divisas que permitan satisfacer con holgura las obligaciones financieras que con él se originan y el mantenimiento de corrientes estables en condiciones razonables, constituyen requisitos básicos para que el financiamiento proveniente del exterior no genere más problemas que soluciones duraderas.

La gran complejidad de Cuba es que es una economía muy abierta, con grandes desequilibrios externos, por ende se han tomado decisiones de frenar el volumen de importaciones para no seguir incrementando el déficit comercial; pero a la vez es muy necesario retomar niveles de vida alcanzados y para eso es necesario un crecimiento sostenido a tasas más elevadas, mas para crecer se necesita incrementar las importaciones, de ahí el equilibrio que se debe alcanzar en la solución de esta problemática.

En el contexto financiero internacional los flujos financieros que llegan a los países subdesarrollados se presentan bajo distintas formas.

Ø Asistencia Oficial para el Desarrollo
Ø Préstamos
Ø Inversiones Directas y en Cartera

El financiamiento oficial para países en desarrollo, proveniente de fuentes bilaterales y multilaterales, mostró una trayectoria ascendente durante la pasada década. La mayor participación de las fuentes oficiales en el financiamiento externo tenía por objetivo suavizar los efectos negativos de la brusca caída que experimentaron los flujos privados a raíz del estallido de crisis de endeudamiento externo en una gran cantidad de estos países.

El financiamiento externo que se recibe en forma de Asistencia Oficial para el Desarrollo ha sido muy limitado en el caso cubano. Cuba desde hace muchos años no recibe créditos blandos, tanto por razones políticas como económicas, los cuales son necesarios para la consecución de determinadas metas.

Los créditos externos o préstamos en la promoción del desarrollo deben permitir a un país que aspira a salir de su subdesarrollo, movilizar recursos materiales y técnicos para impulsar una nueva producción que permita generar el ahorro interno, adquirir tecnologías y elevar las exportaciones necesarias para pagar ese financiamiento. A partir de 1991, la mayor parte de los prestamos que ha recibido Cuba, han sido créditos de exportadores, por ende a corto plazo y con elevadas tasas de interés.

Cuba ha estado accediendo a esquemas de prefinanciamiento en determinadas actividades. Esta modalidad apareció en el contexto de la búsqueda de soluciones a la crisis y ha permitido resolver urgencias dentro de la agricultura, específicamente en cítricos, azúcar, tabaco y arroz. Los recursos obtenidos por esta vía se contratan en condiciones muy tensas que comprometen las cosechas y con tasas de interés muy altas que han oscilado entre el 15-20% por lo que debe verse sólo como un "paliativo" de corto plazo.

Algunos países han otorgado garantías a sus empresas que comercian con Cuba, entre los cuales se mencionan los casos de México, Argentina, Italia, Alemania, Francia, Chile y España, lo que ha posibilitado mantener los vínculos comerciales con los mismos.

Los contratos con proveedores se establecen en condiciones que también pueden ser catalogadas de tensas, los créditos en condiciones favorables son prácticamente puntuales y por la vía de la ayuda, las donaciones y la colaboración científico-técnica los ingresos se presentan con poco margen de crecimiento.

Una variante de financiamiento que ha venido desarrollándose en los últimos años son las remesas familiares provenientes del exterior; pese a que las estadísticas son poco confiables, los estimados reflejan cifras con tendencia al crecimiento, se manejan cifras desde 500 millones hasta 1000 millones de dólares, por lo que en los diseños de política monetaria, hay que tener en cuenta este factor.

La interacción de todas estas fuentes de financiamiento ha permitido al país obtener recursos para atenuar las dificultades y llevar a cabo la reforma, pero éstos resultan insuficientes, costosos y con escasas posibilidades de crecimiento hasta tanto no se resuelvan algunos problemas, especialmente el tema de la deuda y su servicio.

La vía más expedita para Cuba en estos años, para la obtención de recursos financieros ha sido a través de la inversión extranjera directa.

La Inversión Extranjera Directa (IED) ha jugado un papel destacado en la contribución a la financiación del desarrollo, en muchos países, sobre todo en países asiáticos con resultados alentadores, y en algunos países latinoamericanos. Pero no basta con que el país receptor introduzca mejoras en su política de inversiones extranjeras para que la IED juegue un papel más importante en la financiación del desarrollo, sino que se debe hacer un esfuerzo nacional para recuperar el crecimiento y la viabilidad financiera.

En un contexto internacional nada favorable a Cuba, se hace necesario, obtener mayor cantidad y mejor calidad de los recursos financieros externos, además de contar con un enfoque sistémico de inserción del país en la economía mundial que tenga como base priorizar aquellas actividades capaces de estimular el ahorro interno, este es un camino aún no-recorrido, y donde se necesita rapidez, pero a la vez cautela.

Esencialmente es preocupante el hecho de, en qué medida el actual flujo de capitales por sus características y destino, es compatible con la estabilidad macroeconómica, el crecimiento, la competitividad internacional y el bienestar social de los países receptores.

La reestructuración económica cubana, ha sido gradual, ya que la isla no dispone de muchos márgenes de maniobra, ni se pueden tomar riesgos mayores o complejos. El actual aislamiento económico internacional, impone, además, limitaciones extraordinarias al ritmo asequible en la reconstrucción nacional. Mucho podría ganarse, por ejemplo, a través de la distensión de las relaciones Cuba-USA, que se expresase en al menos la atenuación del bloqueo.

No obstante los esfuerzos recientes de reestructuración económica de la economía y el dinamismo del comercio exterior, la estructura productiva sigue estando determinada por las características del modelo anterior de inserción en la economía internacional.

Así, la necesidad de disponer de fuentes estables de financiamiento externo ha llevado a promover y liberalizar el régimen de inversión extranjera. Algunos países exsocialistas sé acentaron en su reforma en el abundante financiamiento foráneo.

La Inversión extranjera directa en Cuba. Peculiaridades

En los 90’s comienza en Cuba un proceso de reinserción en el mercado internacional para el que, la Isla no contaba con ventajas aparentes después de más de 30 años de virtual ausencia del mismo, siendo un aspecto importante de esa apertura económica las Asociaciones Económicas con el Capital Extranjero (AECE).

El estado de descapitalización de la economía a partir de 1990 afectó con fuerza a los sectores industriales, lo cual fue un elemento importante en la búsqueda de IED. De conjunto, la infraestructura productiva aún está sometida a fuertes presiones; al deterioro de los medios sin sustituciones posibles, insuficiencia de mantenimientos y sobrecargas generadas por la explotación más allá de lo recomendado técnicamente. Así la falta de materias primas y la necesidad de una reconversión industrial, demandados por la reinserción en mercados cada vez más monopolizados y exigentes, presionó hacia el perfeccionamiento empresarial, por ende a la búsqueda de tecnologías, y en el caso cubano actual esta puede ser posible a través de asociaciones extranjeras.

El proceso de apertura al capital extranjero ha estado orientado a la solución de problemas puntuales del proceso de crecimiento de la economía cubana, entre ellos: la diversificación de las exportaciones en calidad y cantidad, la adquisición de materias primas, la necesidad de capitales frescos, la inserción en nuevos mercados, la adquisición de tecnologías avanzadas, y la introducción de prácticas modernas de gestión económica.

En este ordenamiento de necesidades asociadas al proceso dinamizador de la participación del capital extranjero en el logro y en la sustentabilidad de la recuperación de la economía cubana, desempeña un papel destacado el tamaño de la empresa cubana que debe replantearse en función del fomento a la pequeña y mediana empresa y al desarrollo de las infraestructuras necesarias para potenciar sus niveles de competitividad.

Desde el punto de vista perspectivo los flujos dependen de la profundidad y dirección de la reforma, de la sustentabilidad de la recuperación y de la coherencia e inteligencia que se desplieguen para reducir los efectos de la práctica de extraterritorialidad de la política comercial norteamericana y en particular de la ley Helms-Burton.

La consideración de algunos aportes recientes a la teoría de la inversión, en los que se tiene en cuenta la incertidumbre y las irreversibilidades de las decisiones, proporciona un marco analítico pertinente que ayuda a esclarecer el cauteloso comportamiento de algunos inversionistas extranjeros en Cuba, a pesar de las mejoras logradas en el entorno económico y de otros factores que deben estimular su presencia.(6)

La nueva teoría de la inversión(7)

La mayoría de las decisiones de inversión comparten dos características importantes que, hasta hace poco, generalmente se ignoraban en la literatura: resultan en alto grado irreversibles y se pueden diferir, sin que por ello se pierda la oportunidad de llevarla a cabo más adelante. Debido a la existencia de un alto grado de incertidumbre sobre el desarrollo futuro de las condiciones que se deban enfrentar, las decisiones de invertir tienen especialmente en cuenta determinadas acciones que pueden resultar irreversibles y ello, de acuerdo con la evidencia empírica recogida en la literatura, tiene el efecto de deprimirlas considerablemente.

Los gastos de inversión incluyen determinados desembolsos que, si la empresa decide dejar de operar porque las condiciones generales son adversas, resultan irrecuperables. Más aún, si una vez que el entorno se muestra otra vez favorable para la inversión, la empresa desea volver a producir tendrá, por fuerza, que realizar nuevamente tales desembolsos.

Los inversionistas adversos al riesgo reducirán el valor que dan a las decisiones de invertir inmediatamente en la medida en que crezca la incertidumbre y las empresas incumbentes tenderán a diferir sus planes de expandirse para acumular más información (incluso cuando sean neutrales al riesgo) siempre que la opción de la espera sea factible. La resultante de éstos dos componentes es un desplazamiento en el tiempo la inversión. La evidencia empírica sugiere que una política óptima de inversión puede llevar a que los potenciales entrantes lleven a cabo sus decisiones sólo cuando encuentren la posibilidad de obtener niveles de beneficio muy superiores a aquellos que corresponden a los procedimientos tradicionales de cálculo del valor presente neto de los flujos futuros de ingresos.

Se puede decir, en un sentido amplio, que la cautela, junto a la posibilidad de mantener abierta la oportunidad de invertir más adelante -en lugar de hacerlo en el presente- hace que los inversionistas sigan estrategias inerciales y que actúen en espera de más información con la que puedan reconsiderar sus decisiones perspectivas.

Si bien algunas de las dificultades presentes en la economía cubana tienen que ver con factores exógenos -entre los que sobresale el diferendo con los EE.UU.- los elementos de tipo endógeno reciben una buena ponderación en los criterios de los inversionistas.

Entre las razones que motivan la espera y actitudes cautelosas por parte de los inversionistas se destacan en especial los riesgos asociados con las posibilidades de iliquidez debidos a los niveles de endeudamiento externo, las dificultades de financiamiento y la ausencia de información sobre los niveles de reservas internacionales; los riesgos de reversión de las políticas económicas y de las medidas tomadas; los relacionados con la todavía excesiva dependencia estructural de la economía de algunos pocos renglones productivos, entre otros.

O sea que con independencia de las mejoras en las condiciones macroeconómicas, de los cambios institucionales introducidos y de otras posibilidades favorables que se presentan en la economía cubana, la valoración última de los inversionistas parece tener muy en cuenta además otros factores que determinan el carácter discreto de su presencia en Cuba.

EVOLUCIÓN DE LAS ASOCIACIONES CON CAPITAL EXTRANJERO

No obstante lo planteado anteriormente, en cuanto a la cautela de los inversionistas por el destino Cuba, el número de AECE ha tenido una tendencia creciente, siendo un país que tiene impuesta una ley extranjera que trata de impedir el flujo de recursos de IED hacia ella, y que pasa por la evaluación del llamado riesgo país(8) , por lo que su monto adquiere importancia para Cuba, mayor de la que pueda derivarse de una simple comparación cualitativa entre los flujos de inversión hacia otros países de la región.

El crecimiento sostenido desde 1990, a primera vista parece confirmar la existencia de un patrón de inversión favorable en el entorno doméstico, ya que los elementos adversos a la entrada de capital extranjero en la economía cubana, sean internos o externos, la realidad muestra que los elementos positivos tienen un mejor balance que las adversidades.

Por ejemplo entre 1988 y 1999 se han constituido en Cuba 497 asociaciones económicas internacionales, quedando activas 374 asociaciones al cierre de 1999. En el gráfico siguiente se puede observar la evolución de las empresas vigentes por año de constitución.

Fuente: Estadísticas del Ministerio de Inversión Extranjera y Colaboración. Febrero del 2 000.

Es conveniente observar como las empresas disueltas por diferentes motivos, entre ellos la terminación del tiempo pactado, no sobrepasa el 20 % de las empresas constituidas.

En una correlación de la formación bruta de capital fijo a precios corrientes entre 1991 y 1998, ascendentes a 18 848.56 millones(9) , (aunque son montos pequeños en relación a períodos anteriores, y a las necesidades reales, además que su recuperación no es un tema del corto plazo) y lo informado por las autoridades gubernamentales de que las IED en Cuba ascendían a más de 1 352.6 millones de dólares, el indicador resultante es de un 7%, o sea es comparable con las cifras promedio mundiales, aunque estos distan mucho de solventar los requerimientos de la economía nacional.

En cuanto a los efectos cuantitativos y cualitativos las inversiones foráneas han impactado en el que hacer de algunos sectores económicos, asociados principalmente al turismo, la minería, los combustibles, agricultura, la telefonía y, en menor proporción en la industria.

Es importante reconocer que transcurrida más de una década de la presencia de los capitales extranjeros en Cuba, en el periodo posterior a 1959, estas han llegado a un proceso de maduración con resultados positivos por ejemplo la Inversión extranjera han aumentado sus indicadores en 1999 con respecto a 1998 en:

 
Crecimiento 1999/1998
Ventas Totales
26 %
Exportaciones
25 %
Ingresos Directos al país
27 %

A partir de 1998, se observan asociaciones económicas dirigidas a nuevas actividades, entre ellas a los servicios públicos, por ejemplo se constituyó en 1999 la empresa ENERGAS (cubana-canadiense) para producir electricidad empleando como combustible el gas acompañante de los pozos petroleros de la zona norte de la Habana. Junto a ello apareció la primera empresa de capital totalmente extranjero de Panamá para construir y operar una planta de generación de electricidad en la Isla de la Juventud. Se crearon empresas financieras con Bancos cubanos, como la empresa mixta entre el Banco Popular de Ahorro y Caja Madrid de España.

En 1999 se crearon 58 asociaciones económicas internacionales, siendo las más representativas por las características de las mismas, la realizada por la empresa Habanos. SA, que dio lugar a la entidad Altadis para la comercialización del tabaco cubano; la empresa Aguas del Oeste para la gestión de servicio de agua de algunos municipios del oeste de la ciudad.

En la rama de la industria del papel, se crearon 3 asociaciones para rehabilitar fabricas existentes, como la de Cárdenas, Santa Cruz del Norte y Jatíbonico.

Como se infiere en las empresas mixtas, el mayor porcentaje esta vinculado al sector industrial, después al turismo, y en menor medida están los acuerdos en la esfera de los servicios.

Asociaciones económicas con capital extranjero en 1999

Fuente: Estadísticas del Ministerio de Inversión Extranjera y Colaboración. junio de 1999

Adicionalmente hay beneficios tangibles y no tangibles o sea se producen externalidades como resultado de las AECE difícil de cuantificar como pudieran ser las habilidades gerenciales captadas por la población nativa, entre otras.

En un análisis de los emisores de IED, a pesar de que los mismos provienen de más de 40 países, fundamentalmente se concentran en los siguientes países:

Fuente: Estadísticas del Ministerio de Inversión Extranjera y Colaboración. Febrero del 2 000.

Las Zonas Francas

Mediante el decreto ley 165 de 1996 se aprobó en Cuba el establecimiento de estas zonas, las facilidades que el país otorga son las mismas para la IED en general, con algunas especificidades.

En 1997 inician operaciones las tres primeras Zona Franca WAJAY inaugurada el 5 de mayo de 1997, con 21 hectáreas, 13 mil m2 de naves techadas, y 1000 m2 de oficinas, Zona Franca de la Habana (Berroa) inaugurada el 7 de mayo de 1997 con 244 hectáreas, 41 616 m2 de naves techadas y 4 200 m2 de oficinas y Mariel, inaugurada en noviembre de 1997, con 553 hectáreas, 7 000 m2 de naves techadas y 540 m2 de oficinas siendo las concesionarias la corporación CIMEX y Almacenes Universales.

Antes de inaugurar las Zonas Francas (ZF) ya existían 80 operadores comerciales en Havana in Bond y Almacenes Universales en Wajay, que una vez inauguradas estas se cambió su licencia y tomaron el status de operadores, en 1999 existían 294 operadores de ZF de las cuales el 65 % son comerciales o sea 170 operadores. Según cifras del MINVEC hasta 1999 el capital invertido por parte de los operadores extranjeros asciende a unos 11 millones de dólares.

De los 294 operadores en zonas francas en 1999, se observa en el gráfico que la zona franca de mayor alcance es la ubicada en el Wajay donde cuenta con 156 Operadores, le sigue Berroa con 90 operadores y por ultimo Mariel con 48 operadores.

Fuente: Ministerio para la Inversión Extranjera y la Colaboración (MINVEC), febrero del 2000.

España, Italia y Panamá aparecen entre los principales países con operadores de zonas francas.

Los destinos de las exportaciones de las Zonas Francas de Cuba se concentran en:

México
Inglaterra
República Dominicana
Costa Rica
Italia
Nicaragua
España
Rusia
Francia
Suiza
Jamaica

La experiencia internacional demuestra que la tecnología que se transfiere en las ZF es bastante simple, por lo que Cuba debe procurar que las industrias que se ubiquen en las ZF sean más complejas como la industria farmacéutica o biotecnológica, la química, equipos ópticos o electrónicos, o equipos médicos, para que la trasferencia de tecnología sea positiva y permita utilizar eficientemente el recurso más importante del país que son sus recursos humanos bien escolarizados(10) .

No deben sobredimensionarse las posibilidades, para desarrollar una estrategia inversionista destinada a atraer operación de manufactura de bajo valor agregado, ya que esta tiene pocas perspectivas de desarrollo en el país por la competencia que en este sentido ofrecen otros países y por el bloqueo norteamericano, lo que no quiere decir que no sean posibles algunos tipos de negocios asociados a las zonas francas que generarían empleos, diversificación de exportaciones, transferencia de tecnologías, captación de divisas e incluso servirían de "enlace" hacia el interior de la economía con el sector industrial y de servicios domésticos.

Cuba debe buscar que en un futuro las empresas productivas sean mas dinámicas que las otras empresas por las ventajas que ofrece en la utilización de tecnologías modernas y en la generación de empleo.

Un reto para Cuba es lograr que se produzca una real cooperación entre las empresas extranjeras que se ubiquen en esas zonas y el resto de las empresas nacionales.

INMOBILIARIAS

Existen en Cuba 3 sociedades cubanas que se asocian con inversionistas extranjeros Habaguanex (Fenix. SA), CIMEX (Inmobiliaria CIMEX. SA) y Cubalse (Inmobiliaria LARES).

A partir de 1998 el interés en la creación de este tipo de empresas fue muy evidente, existiendo en el año 2000, 19 asociaciones Constituidas y 102 nuevos proyectos por lo cual se debe aprovechar estas circunstancias, por las numerosas bondades que ofrece Cuba para este tipo de empresas.

De las empresas inmobiliarias existentes, 2 se han formado para el alquiler de oficinas, el resto para viviendas, los capitales de estas empresas provienen fundamentalmente de España, Italia, Canadá, Luxemburgo, Francia, Israel, entre otros.

Es significativo observar como el auge del interés por los negocios inmobiliarios se da en un contexto en el cual no ha sido aprobada la ley inmobiliaria, aunque se encuentra en discusión en el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, existe la apreciación que la demora de su promulgación se debe entre otros temas, a las Herencias, a los compradores naturales por nacionalidad, a la necesidad de la modificación de aspectos migratorios relacionados con la entrada y salida de los adquirentes, entre otros.

Una forma de captar fondos de inversionistas internacionales que debe promoverse es a través de los llamados Fondos de Inversión con el objetivo de revalorizar el capital invertido en inversión directa o de portafolio en Cuba o en negocios vinculados con el país de los cuales ya existen experiencias que es necesario dinamizar.

Los Fondos de Inversión para Cuba comenzaron a operar en 1995, su papel es crear oportunidades de negocios en Cuba, estos fondos son una oportunidad más para la dinamización que necesita la economía cubana, para lograr el necesario cambio estructural, aunque aún son casi insignificantes estos montos.

Cuba tendrá que presentar en el futuro nuevas oportunidades de inversión extranjeras relacionadas con los cambios estructurales que necesariamente se tendrán que dar, dado que la economía cubana sé esta moviendo hacia el área de los servicios y deberá moverse hacia el sector manufacturero de mayor valor agregado.

Considerar desde otros ángulos las posibilidades de acceso a la inversión extranjera nos lleva a las llamadas "nuevas formas de inversión" bajo la cual se agrupan todo un conjunto de posibilidades de negocios que es necesario evaluar y a la inversión de cartera.

En materia de financiamiento por la vía de los bonos se observan tendencias regionales que pueden resultar beneficiosas para Cuba vinculadas al predominio de emisiones de largo plazo y las efectuadas por gobiernos. La posibilidad de emisiones de bonos por parte de diferentes instancias de gobierno ya se ha concretado en casos como los "bonos municipales" emitidos por la Habana Vieja para las obras de restauración de esta área, práctica que puede ser extendida a otras zonas de interés económico y turístico y que permitirá al país ir ganando espacios en un segmento muy dinámico de los mercados internacionales de capital.(11)

En materia de acciones las posibilidades se presentan con mejores opciones, incluso en el corto plazo, pese a lo poco que ha avanzado la reforma económica en términos de resultados, especialmente en el sentido financiero-bancario y a la ausencia de un mercado de valores domésticos. La práctica internacional demuestra que no pocos países han utilizado, en un primer momento, los mercados de valores de otros para vender acciones. Cuba no cuenta con empresas capaces de vender acciones en el mercado internacional, sin embargo, el vínculo con el capital extranjero puede resultarle viable.

Resulta no sólo posible sino también necesario promover la venta de acciones de empresas de capital mixto en los mercados de valores exteriores, incluso prácticas recientes desarrolladas en Canadá así lo avalan. Muchas críticas se le pueden hacer al manejo de esta opción, desde los posiblemente discretos niveles de financiamiento a obtener por esta vía, hasta los riesgos de descapitalización que puede entrañar, no obstante lo que se propugna es que el país acceda, paso a paso, a estos mercados dentro de una política inteligente a la hora de manejar costos y beneficios y sobre la base de la protección más sólida al capital nacional.(12)

En definitiva, la inversión extranjera, como fuente de financiamiento, mucho puede aportar todavía, lo que dependerá, en buena medida, de la manera en que se le logre articular organizadamente a la estrategia de reinserción de la economía cubana.

Sería conveniente explicar de una forma somera, las particularidades de la IED en algunas ramas cubanas, especialmente en aquellas que los resultados obtenidos son más significativos como es el caso del turismo, las bebidas y licores, entre otros.

TURISMO

El turismo a partir de los 90’s introdujo nuevas modalidades operacionales por la presencia de diversas formas de asociación conjunta con el capital foráneo que condujeron a una reestructuración de ese sector, formándose las cadenas Gran Caribe, Horizontes e Isla Azul junto a las corporaciones CUBANACAN y GAVIOTA; estas agrupan hoteles de distintos rangos, así como restaurantes y otras ofertas especializadas.

El dinamismo del sector turístico cubano, con crecimientos en el número de visitantes a tasas superiores al 20% anual entre 1990-1998, en los ingresos brutos superiores al 30% anual y en la construcción de habitaciones a un 13% anual, hacen atractivo la llegada de IED a esta rama.

Si analizamos la concepción teórica de la Rivalidad Oligopólica en su naturaleza preventiva, en él podemos darnos cuenta que en el caso cubano es posible en cierto sentido pensar que muchas de las empresas que hoy muestran interés en el mercado cubano lo hacen previendo que en el futuro se incorporen empresas más poderosas entre ellas las de EE.UU o el mercado turístico norteamericano tenga acceso a Cuba.

En 1990 Cuba recibió 327 mil turistas(13) , con 12 900 habitaciones disponibles para el turismo internacional, la mayor parte requiriendo una rehabilitación. Las habilidades gerenciales eran escasas en los centros turísticos por no haber sido priorizada esta actividad, lo cual lleva a elaborar un programa de desarrollo turístico a largo plazo. Un elemento clave en ese programa era la transferencia de habilidades gerenciales a través de los contratos de administración hotelera y la creación de empresas mixtas en hoteles e instalaciones no hoteleras.

En 1999 se alcanzó la mayor cifra de asociaciones para la construcción de instalaciones hoteleras en el sector del turismo con 7, lo que permitió que estén operando en el país 19 cadenas hoteleras extranjeras

A finales de 1999 Cuba tenía mas de 32 000 habitaciones para el turismo internacional, de esas 3 693 eran originadas en asociaciones económicas con capital extranjero, se construían 1 315 habitaciones con empresas extranjeras y había en etapa de proyecto 4 630 más.

  • Al cierre de 1999 estaban autorizadas 30 empresas mixtas hoteleras con mas de 14 000 habitaciones.
  • El 20% de los hoteles y el 38% de las habitaciones para el turismo internacional se operan bajo contratos de administración.

Las habitaciones de Cuba que están en contratos de administración, no se consideran como IED, pero la UNCTAD en su metodología la considera.(14)

El capital extranjero en las empresas turísticas supera los 1 000 millones de dólares, existiendo 94 asociaciones en operación en el turismo, y 30 clasificaban como hoteleras.

Asociaciones económicas internacionales en el Turismo

En los acuerdos turísticos se han implementado restricciones, como que la inversión externa directa en los polos de la Habana, Varadero y Cayo Largo está generalmente condicionada a que el socio extranjero invierta, anterior o simultáneamente, en otras zonas del país, o se ofrecen segunda línea de playa, entre otras, por la amplia demanda para estas zonas y lo rentable de la inversión en esa área, esto se hace para evitar algunos de los efectos de la IED en el país receptor.

El turismo como tal es un gran importador, de ahí que Cuba deba trabajar en producir algunos de esos bienes, muchos de ellos necesariamente junto a capitales extranjeros, además en el plan perspectivo deberá desarrollarse aún más la infraestructura extrahotelera.

Si Cuba no cambia la estructura productiva, solo para atender esos planes perspectivos turísticos, tendrían que importarse unos 3 000 millones de dólares, para que eso no suceda, ya desde la actualidad se debía dirigir este proceso, y aún no esta muy bien definida la estrategia industrial a 10 ó 15 años, lo que aún se hace, tanto con los financiamientos nacionales como los extranjeros es reanimar las instalaciones existentes. La capacidad de absorción de IED es amplia en Cuba, para eso se debe propiciar la existencia de un mecanismo de coordinación y concertación, el caso del turismo pudiera contribuir a modificar esas deficiencias.

Por lo tanto la única forma de que no se importen insumos para el turismo, es que existan empresas competitivas, que produzcan con estándares internacionales y que se promocionen a la vez, y ahí es donde hace falta la IED, que son mucho más benignas al país, que la mera importación.

En resumen el turismo pudiera ser una locomotora futura en Cuba, por lo que desde ahora debería buscarse la IED para esas ramas y así darle integralidad al desarrollo turístico cubano.

Dado que existen asociaciones en casi todas las actividades, solo a modo de ejemplo, explicaremos el desarrollo de las mismas en el Sector Industria que ocupa el mayor porciento, específicamente en el Ministerio de la Industria Alimenticia que al cierre de 1999 tenía 18 asociaciones.

Asociaciones con capital extranjero en la industria alimentaria y de bebidas

A partir de 1995 se instrumentó el mecanismo de esquemas de financiamiento, en el Ministerio de la Industria Alimenticia (MINAL), en ella las Uniones de empresas de esta industria accedían a determinadas cantidades de recursos en divisas, financiados por sus propios ingresos provenientes de la posibilidad de participar en el mercado interno en divisas y la exportación.(15) La confrontación en estos mercados, con productos extranjeros de calidad, los compulsó a aumentar la competitividad de sus productos y diversificar la producción en función de la demanda.

En 1993 se constituyó la Corporación CubaRon S.A, como resultado de la firma de un convenio por 30 años con la empresa francesa Pernod Ricard, para la comercialización del ron “Habana Club”, revitalizando la exportación de este rubro tradicional. Esta corporación es una entidad privada cubana, que cuenta con 4 gerencias productivas y 2 empresas comercializadoras, una de ellas mixta, Havana Club International S.A.

En el año 1996 se constituyó la Corporación Alimentaria S.A. (Coral S.A) entidad privada cubana, con el objetivo de desarrollar orgánicamente las posibilidades de asociarse con capital extranjero para la búsqueda de mercado, tecnología y financiamiento para el desarrollo del resto de las industrias del MINAL, excepto la referida a la producción de bebidas alcohólicas, así como potenciar la captación de ingresos de las asociaciones que se crean. En la actualidad existen 19 asociaciones económicas internacionales entre empresas mixtas y asociaciones por contratos en diferentes actividades.

ASOCIACIONES CON CAPITAL EXTRANJERO EN LA INDUSTRIA ALIMENTARIA Y DE BEBIDAS


Productora
Producción y comercialización.
Comercializadora
Objetivo
Bravo S.A

X

Cárnicos
Campo Florido S.A.

X

Subproductos. cárnicos
Tasajo Uruguay S.A.
X


Cárnicos
Mercosur S.A.


X
Cárnicos
Bucanero S.A.
X


Cerveza
Biotek S.A.

X

Investig. Soya
Río Zaza Ingelco
X


Lácteos
CORALAC S.A.

X

Lácteos
Francesa del Pan
X


Panadería
Haricari S.A.


X
Molinería
Procesadora deSoya S.A.
X


Ing. Soya
Stella S.A.


X
Confitería
Meztler S.A.

X

Confitería
Cubagua S.A.
X


Aguas y refrescos
Vinos Fantinel S.A.

X

Vinos
Los Portales S.A.

X

Aguas y refrescos

Fuente: Dirección de Planificación. MINAL.

El aporte de capital de los socios extranjeros está en el orden de los 80 millones de dólares, que sumado al aporte de la parte cubana hace un capital total de 118 millones de dólares.(16)

Esto ha traído también como consecuencia que las empresas estimuladas por la venta en divisas se replanteen sus relaciones con el sector agropecuario, suscribiendo compromisos de entrega de materias primas de buena calidad a cambio de adelantos en insumos y financiamiento al productor agropecuario, con precios ventajosos para ambos.

Este es uno de los aspectos, que en un futuro escenario, deberá desarrollarse más a fondo, las relaciones agroindustriales y su integración hacia formas más dinámicas, directas y menos burocráticas, teniendo en cuenta además las nuevas formas de producción que han aparecido en el sector agropecuario.

El balance de este tipo de empresas mixtas para Cuba ha sido positivo dado que se han logrado mercados para productos cubanos, que de otra forma hubiera sido más complejo, además ha permitido a las empresas cubanas tomar experiencias del rigor que exige la competencia en los diferentes mercados que se han insertado, de ahí que es conveniente ampliar estas posibilidades en el futuro inmediato.

Es necesario eliminar el actual fraccionamiento de los mercados derivado de la dualidad monetaria y aplicar medidas para la desdolarización que favorezcan una mayor interrelación entre los productores. Dentro de los elementos señalados que están incidiendo negativamente en la atracción de flujos de inversión extranjera se sitúa precisamente este problema como uno de los más importantes a resolver partiendo del logro de un entorno favorable para el despliegue del dinamismo propio, la autonomía, y el protagonismo en las decisiones económicas del sector empresarial.(17)

El logro de una mayor autonomía y descentralización implica, a su vez, la necesidad de nuevos métodos para fortalecer los vínculos al interior de la economía interna y entre ésta y el capital extranjero, supone la utilización de un sistema de regulación básicamente indirecto que funcione en base a divisas o en una tasa de cambio adecuada del peso cubano que inmediatamente convertiría en innecesarios todo un conjunto de mecanismos y estructuras financieras intermedias.

Cuba no puede estar al margen de los principales desafíos en materia de financiamiento externo ante el próximo siglo, dado que en el marco de las actuales tendencias financieras internacionales no es previsible que se produzca en el futuro cercano una mejoría significativa del acceso de Cuba a los mercados de capitales, debido fundamentalmente a que él amplío proceso de integración financiero internacional determina una fuerte concentración de los flujos financieros al interior de los países desarrollados, por lo que es de esperar que ellos continúen siendo los principales oponentes y demandantes de recursos.

En el caso de aquellos pocos países subdesarrollados que han logrado una mayor participación en los mercados financieros, se constata la liberalización de sus transacciones externas en cuenta de capital y/o significativos avances en términos de crecimiento económico. (18)

Además con el rápido desarrollo de la innovación, desregulación y titularización financiera, surgen nuevos instrumentos, que desplazan progresivamente a los tradicionales préstamos bancarios. Ganan importancia las operaciones con títulos valores para los que resultan imprescindibles la existencia de mercados bursátiles nacionales.

El diseño de una estrategia frente a los acreedores de la deuda externa dependerá en primera instancia de la determinación lo más exacta posible de la capacidad real de pago que en el corto y mediano plazo tiene la economía cubana. Lograr acuerdos con determinados acreedores es imprescindible, sobre todo con aquellos donde prevalecen criterios "comprensivos" de las dificultades por las que atraviesa el país, y con otros donde el peso de la relación comercial y los intereses económicos es significativo.

Continuar explorando alternativas que vinculen variantes de reducción de deuda con el actual proceso de asociación con capitales extranjeros y otros mecanismos de pago, es importante en la medida que permitirá cumplir con las obligaciones externas y facilitar la entrada de dinero fresco que es lo que con urgencia necesita el país.

En Resumen


BIBLIOGRAFIA

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14- Ibrahin Ferradaz. The Economist Conferences Unit: Cuarta Mesa Redonda. Marzo 5 de 1997.
15- Intervención de Ibrahin Ferradaz en la cuarta mesa redonda con el gobierno de Cuba, La Habana, marzo de 1997.
16- Lage, Carlos. Clausura de la II Reunión Nacional del Ministerio de Economía y Planificación. Periódico Granma, 1 de abril de 1997.
17- Lage Carlos. Intervención en el Foro Económico Mundial celebrado en Davos, Suiza. (1995). Periódico Granma. Enero 28, 1995.
18- Lage, Dávila. The Economist Conferences, 23-25 Octubre 1995. Palacio de las Convenciones. La Habana, Cuba.
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27- Pérez, Omar Everleny “Cuba’s Economic Reforms: An Overview”, Special Studies No 30, Perspectives on Cuban Economic Reforms, edited Jorge F Pérez López y Matías Travieso-Diaz, Center for Latin American Studies Press, Arizona State University. 1998.
28- Pérez, Omar Everleny. “La inversión extranjera en Cuba. Peculiaridades. Ponencia presentada en XX International Congress LASA 97, Guadalajara, México.
29- Rodríguez, José Luis. La revitalización de la economía nacional: Perspectivas de la economía cubana para 1996/1997. The Economist Conferences, Cuarta Mesa Redonda con el gobierno de Cuba, La Habana, Marzo 1997.
30- Rodríguez, Carlos Rafael. “Letra con Filo“, Editorial de Ciencias Sociales, 1983. La Habana.
31- Romero, Antonio. ”Las transformaciones económicas en Cuba. CIEI, 1996
32- Salas, Carola y García, Mercedes. “Las finanzas externas de Cuba. Situación actual y perspectivas”. Centro de Investigaciones de la Economía Internacional. 1997.
33- UNCTAD, 1987, “Reactivación del Desarrollo, El crecimiento y el Comercio Internacional, Evaluación y Políticas Posibles” documento TD/328/add.2. Ginebra.
34- Vázquez, Julio A.. Cuba: Inversiones extranjeras, ajuste y modelo económico. CIEI, 1996.
35- Vera, Ignacio y Molina, Elda ¿Incide el NAFTA en los Niveles Actuales de Inversión Extranjera en Cuba? CIEI, La Habana, 1999.

Notas

1- CEPAL. “ La economía cubana. Reformas estructurales y desempeño en los noventa”. Fondo de Cultura Económica. México, 1997.p-11
2- Romero, Antonio.” Las transformaciones económicas en Cuba. CIEI, 1996
3- Salas, Carola y García, Mercedes. “Las finanzas externas de Cuba. Situación actual y perspectivas”. CIEI, 1997.
4- UNCTAD, 1987, “Reactivación del Desarrollo, El crecimiento y el Comercio Internacional, Evaluación y Políticas Posibles” documento TD/328/add.2. Ginebra.
5- Cepal. “La Planificación y las políticas públicas en 1982-1984 y perspectivas para la segunda mitad del decenio“. Cuadernos del ILPES, # 31. Santiago de Chile, 1986.
6- Vera, Ignacio y Molina, Elda ¿Incide el NAFTA en los Niveles Actuales de Inversión Extranjera en Cuba? CIEI, La Habana, 1999.
7- Esta sección se apoya en Molina E, e Ignacio Vera (1998), “Un marco teórico para el análisis de la inversión extranjera directa”, donde puede encontrarse una introducción y un resumen de la literatura sobre el tema. Para una explicación más completa puede verse Dixit, A. y R. Pindyck (1995). The Option Approach to Capital Investment, Harvard Business Review, mayo - junio. pp. 105-15; Pindyck, R. (1991). Irreversibilities, Uncertainty and Investment, Journal of Econoomic Literature, XXIX, pp. 1110-48; Dixit, A. (1992). Investment and Hysteresis, Journal of Economic Perspectives.
8- La mayor parte de las agencias o revistas especializadas en riesgo país han ubicado siempre a Cuba entre los países mas riesgosos para invertir, por diversos factores entre ellos sus indicadores macroeconómicos, especialmente los déficits externos, la deuda, el bloqueo de EE.UU, etc.
9- Anuario Estadístico de Cuba, 1990-1996. Edición Mayo de 1998. ONE y Estimaciones a partir del Informe Económico del Banco Central de Cuba de 1998. Abril de 1999, La Habana.
10- Fernández, María Antonia. ”Las Zonas francas y la Economía Nacional. Cuba en este proceso”. Boletín de Economía Cubana No 31. CIEM, 1997.
11- García, Mercedes, El financiamiento externo actual. CIEI, 1997, La Habana, Cuba
12- Idem anterior
13- ONE. Anuario Estadístico de Cuba 1990-1996. Edición 1998. Tabla XII.8 p-253, La Habana.
14- UNCTAD, World Investment Report, 1997 en su anexo de definiciones dice “Foreign direct investors may also obtain an effective voice inthe management of another business entity through means other tahan acquiring an equity stake. These are non-equity forms of FDI, and they include, inter alia, subcontrating, management contracts, turnkey agreements, franchising, licensing and product sharing. Data on transnational corporate activity through these forms are usually not separately identified in balance of payments statistics, page-296, Ginebra.
15- Víctor Cruz González y Guillermo Benítez Riech "Diagnóstico sobre los bienes de consumo alimenticios manufacturados del MINAL". 1998, La Habana
16- Víctor Cruz González y Guillermo Benítez Riech "Diagnóstico sobre los bienes de consumo alimenticios manufacturados del MINAL". 1998, La Habana.
17- García, Mercedes, “Los mercados financieros internacionales: tendencias actuales y participación de los países en desarrollo“. Centro de Investigaciones de la Economía Internacional. La Habana, 1996.
18- Ibídem.


Dr. Omar Everleny Pérez Villanueva. Profesor e Investigador del Centro de Estudios de la Economía Cubana

     
   
   
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