Economía
principal
economía | política
pensamiento
| marx siglo XXI
debates | eventos
institucional
| enlaces
Buscar


Cuba: Efectos sociales de la crisis y el ajuste economico de los 90's

Viviana Togores González

Resumen

Este trabajo tiene como objetivo determinar cuáles han sido los efectos sociales de la crisis económica de los noventa en Cuba y del paquete de ajuste económico aplicado. Con tal fin se presenta una panorámica de la distribución del ingreso de la población y del resto de los indicadores sociales. Las tendencias distributivas del ingreso se analizan desde dos puntos de vista: las del ingreso monetario y las del impacto del gasto social sobre la distribución secundaria del ingreso que de conjunto mostrarán el ingreso verdaderamente recibido por los individuos.

Introducción

A partir de los años 60's y durante tres décadas el país desarrolló una política inversionista que le permitió pasar de una economía netamente de agroindustria a una con un grado de desarrollo industrial medio. Ello fue posible a partir del establecimiento de relaciones comerciales con el campo socialista, a través del CAME, y en especial con la URSS basadas en una preferencialidad económica unilateral y el acceso a líneas de créditos en condiciones blandas, que permitieron mercados seguros con mejores precios a nuestras exportaciones, así como la adquisición de materias primas y fuentes de energía.

De aquí que la desaparición del bloque socialista, fuese el detonante de una crisis, que comienza a gestarse a mediados de los 80's, y en la que este shock provoca un fuerte deterioro de los términos de intercambio comercial, además de una reducción en la cantidad, lo que es de gran repercusión para la economía pues en esta área se concentraba el 80% de la actividad de comercio exterior para la que se intentó con urgencia una reubicación geográfica, aunque en condiciones menos favorables(1).

Por otra parte la desaparición de los créditos blandos a que se tenía acceso, quedando como fuente alternativa de financiamiento los que ofrecían las economías de mercado a corto plazo y con altas tasas de interés, provocó la paralización de las inversiones y la semiparalización de varias industrias por no disponer de un conjunto de suministros de materias primas y combustibles de origen importado, utilizándose en los momentos más críticos, año 1993, entre el 10% y el 15% de sus capacidades(2).

Todo ello se reflejó en la abrupta caída experimentada por el producto interno bruto que a partir de 1990 no logra frenarse hasta 1994, año en que se alcanza una ligera reanimación de la economía y un crecimiento del PIB del 0.7%, tendencia que se mantuvo en los años sucesivos, sin que aún se acerque a los niveles de 1989. Siendo esta reanimación la resultante de la aplicación de un conjunto de medidas y transformaciones económicas que tuvieron como objetivo fundamental amortiguar los efectos de la crisis, adaptar la economía a las nuevas condiciones económicas y financieras para evitar que colapsara y crear bases para el desarrollo futuro.

Tanto la crisis como el conjunto de decisiones tomadas para aliviarla, han tenido una repercusión en el nivel de vida de la población que ha experimentado un deterioro, aunque menos traumático que el de otros países, por el compromiso social de la política económica, pero no por ello menos urgente como problema a solucionar por cuanto ha producido:

a) el empobrecimiento de vastos sectores de la fuerza laboral,

b) la aparición de una élite trabajadora,

c) el surgimiento de niveles de vida divorciados de los resultados del trabajo,

d) la exclusión de importantes segmentos de la población del consumo en ciertos mercados o al menos de la reducción del acceso a un grupo muy limitado de productos,

e) la reestratificación social.

De aquí que el análisis de esta problemática no se limite únicamente al consumo, e intente abordar un conjunto de desequilibrios asociados a éste.

Consumo

A la parte del producto nacional bruto(3) que es adquirida por el sector privado se le llama consumo. La compra de entradas para el cine o de productos alimenticios, el pago del dentista, la compra de una lavadora, son ejemplos que entran dentro de esta categoría(4). Cómo se comporta este indicador en el caso cubano, es la pregunta que se intentará responder a continuación.

Durante los primeros tres años de la década del 90, el consumo total, que hasta ese momento había tenido un ritmo ascendente, comienza a decrecer, contrayéndose un 27% que estructuralmente se refleja en una disminución del consumo social y del gobierno de un 16% y del 33% en el caso del privado.

Fuente: La Economía Cubana. Reformas estructurales y desempeño en los 90's. Anexo estadístico. CEPAL. 1997. México.

Ello fue causado por diversos factores entre los que se encontró la abrupta caída experimentada por el producto interno bruto (PIB) de aproximadamente un 34%(5), lo cual provocó una contracción en la oferta de bienes y servicios, que quedó muy deprimida por la reducción de la oferta en el principal mercado – el normado(6)- y por la desaparición de los mercados paralelos(7) como alternativas legales de éste, quedando sólo otra posibilidad en el mercado negro o subterráneo donde los precios se elevaron por día.

También se produjo un incremento del índice de precios del consumidor que se desplazó, en este período, de 1.4 a 6.6, provocando una disminución del salario real de la población, que limitó la posibilidad de consumo. De otra parte se produjo la acumulación de dinero en manos de la población sin una contrapartida material, que en un corto tiempo alcanzó la cifra de 14 meses de salario, además de reflejarse en el incremento de los depósitos bancarios con alta concentración monetaria, que se mantiene en la actualidad, y que polarizaron el consumo de los bienes y servicios no provenientes del mercado normado.

Fuente: Balance de Ingresos y Gastos de la Población. Ministerio de Finanzas y Precios. Varios años

Esta tendencia a la baja del consumo total solo logra ser revertida a partir 1993, mostrando incrementos hasta 1996 de un 5.2%, al que solamente contribuye el crecimiento experimentado por el consumo privado (13.7%), ya que el social y del gobierno continuó cayendo, acumulando para este período un decrecimiento de 7.3%, debido a las restricciones financieras que afronta la economía.

El cambio en la dinámica del consumo fue posible por el comportamiento de factores tales como: a)el incremento que experimenta la producción a partir de 1994, b)el incremento, aunque no suficiente, de los ingresos de la población y c)la consolidación de un conjunto de transformaciones económicas relacionadas con la propiedad, las finanzas internas y el mercado. Estos factores no tienen igual repercusión en los niveles de ingreso y consumo de la población por lo que ameritan un análisis de cada uno de ellos.

a) Incrementos de la producción

En lo que a consumo se refiere, el incremento de la producción ha sido el factor menos determinante para la población, pues se mantienen los bajos niveles de oferta de bienes de consumo normados de primera necesidad, dado que los crecimientos se han producido fundamentalmente en producciones intermedias y sectores que de alguna forma se relacionan con el turismo y el mercado interno en divisas.

Las producciones que pudieron tener un impacto en el consumo alimentario, como la agricultura(8), comenzaron a crecer a partir de 1995 y hasta 1996 sólo lograron niveles del 22.3%, situación que no experimenta variaciones significativas para 1997, mientras que para el 1998 sufre un decremento de 11.6%, niveles que se mantienen muy por debajo de las cantidades alcanzadas en 1989 debido a la caída del 54.3% experimentada entre el período 1990-1994.

Lo que entre otros factores hace imperceptible la reanimación experimentada.

Fuente: La Economía Cubana. Reformas estructurales y desempeño en los 90's. Anexo estadístico. CEPAL. 1997. Estimados del autor a partir de las cifras publicadas en el Informe de los resultados económicos del 1997 a la Asamblea Nacional. Periódico Granma 16/diciembre/1997.y Informe de José Luis Rodríguez, Ministro de Economía en Periódico Granma del 23/diciembre/1998

Por otra parte, históricamente la producción agrícola nacional solo ha logrado cubrir el 50% de las necesidades alimentarias de la población, cifra que en la actualidad se deteriora estructuralmente porque los crecimientos están dados en producciones de un reducido grupo de renglones de viandas y hortalizas que no contribuyen a la elevación de los bajos aportes de proteínas y grasas, además de estar muy deprimidas en cuanto a la producción de los dos alimentos básicos de la dieta del cubano(arroz y frijol).

Producción por habitante (Kg)

Producto
1970
1981-85
1986-1990
1991-95
Viandas
24.0
77.9
94.5
89.4
Hortalizas
25.0
58.4
55.0
37.9
Cereales y Leguminosas
46.9
55.7
54.3
30.9
Frutales
28.1
61.0
108.0
73.0
Leche de vaca(Litro)
80.8
112.6
98.8
45.5
Carne total en canal
30.0
40.6
41.3
23.5
Huevos(uno)
188.0
240.0
241.0
164.0

Fuente: MEP. "Escenarios 2000: El sector productor de alimentos".1996.

En Cuba el sector productor de alimentos, se ha caracterizado por una relativa inelasticidad de la oferta, aun en condiciones económicas favorables, por lo que no podía esperarse que evolucionara de manera diferente en la década de los noventa, donde ha decrecido y aunque en algunos renglones se observa mejoría, sin embargo no se logra una recuperación por lo discreto de los ascensos en comparación con el declive experimentado.

Razón por la que el 60% restante del consumo debe cubrirse con importaciones(9) en las que tienen alta representatividad el frijol y el arroz, además de otros que como la leche es de vital importancia y prioridad para un segmento de la población y a los que en los últimos años se le incrementaron los precios en el mercado mundial, implicando una mayor erogación de divisa para poder cubrirlas sin que puedan incrementarse en cantidad o surtido.

De ahí que estas importaciones deban, en lo posible, suplirse con la búsqueda de la eficiencia en cultivos rentables para producción nacional y estimulándolos a través de la flexibilización de los precios de acopio y de los mecanismos de comercialización establecidos que limitan hoy esta fase del proceso y ocasionan cuantiosas pérdidas en el trayecto del productor al consumidor por lo centralizado de las decisiones dentro de la esfera de la circulación y las formas organizativas y sistemas de gestión vigentes que entran en contraposición con el dinamismo y la flexibilidad que requieren los productos, en su mayoría de ciclos de vida cortos, y que atentan contra la calidad y la cantidad de la oferta, reduciéndolas.

En esta sustitución de importaciones es preciso centrar la atención en productos como el arroz, el frijol y la leche que constituyeron el 58% de las importaciones de alimentos para el consumo humano de 1996, lo que en valor significó una erogación de 250 MM$. Cifra que en los próximos años tenderá a incrementarse, por el efecto "Ronda Uruguay", ya que dichos productos se encuentran en el grupo de los más sensibles al aumento de precios.

b) Incremento del ingreso

Esta es una variable de gran importancia ya que, de su disponibilidad depende directamente la demanda y por tanto el consumo de la población, en los diferentes mercados.

Un seguimiento a la trayectoria del ingreso nominal muestra una tendencia histórica al crecimiento que, por excepción se ve afectada en 1995 cuando cae en 4.4%, como consecuencia, en lo fundamental, del declive de 30.1% que experimentan las extracciones bancarias en cuentas personales. Este comportamiento de los niveles de ingreso que se logra a través de un conjunto de factores a los que se hará referencia a continuación.

El salario medio nominal ha mantenido un comportamiento en el tiempo, con pocas variaciones que muestran un decrecimiento entre 1991 y 1994, punto a partir del cual comienza a elevarse rápidamente alcanzando para 1998 los 217 pesos que, comparados con el existente en 1989 significan un aumento del 14.8% para todo el período de crisis.

Fuente: Combinación de cifras estadísticas del Ministerio de Finanzas y Precios y cálculos realizados por el autor sobre la base de información publicada en la prensa nacional.

Aun así, este comportamiento no logra superar el deterioro ocasionado, por el incremento del índice de precios del consumidor (IPC), en el salario real de la población que ha descendido en un 44% entre 1989 y 1998, pasando de 131 a 73 pesos lo cual pone en dificultad a la mayoría de las personas que cuentan con éste como la más importante fuente de ingresos. En esta evolución pueden distinguirse tres momentos; el primero entre 1990 y 1993 donde se produce una abrupta caída del salario real, el segundo entre 1994 y 1995 donde crece el salario y el tercero posterior a 1995 con una desaceleración y estancamiento del crecimiento por agotamiento de la efectividad de las medidas.

Si se analizan las fuentes del ingreso según la procedencia pueden agruparse de la siguiente manera:

Los que fluyen de la producción

a) Remuneraciones por el trabajo

b) Ingresos no laborales

Transferencias; en las que media el estado y son producto de la redistribución.

Acotando el problema a la distribución que sigue en el caso cubano se corrobora la importancia de las remuneraciones por el trabajo estatal y los pagos por concepto de Seguridad y Asistencia Social. La primera de las variables está relacionada a vastos sectores de la fuerza laboral ya que el sector genera el 76.8% de la ocupación y de hecho implica que a esta fuente también esté supeditada la mayoría de la población dependiente, sobre todo menores y adolescentes en edad escolar siendo los grupos que han visto afectados sus ingresos y las posibilidades de consumo de manera sustancial.

Fuente: Balance de Ingresos y Gastos de la Población. Ministerio de Finanzas y Precios.

A pesar de que una parte de los trabajadores(10) (37% de los ocupados del sector estatal y cooperativo) reciben estímulos(11), que aunque mejoran el consumo no resuelven el deterioro experimentado. Por demás el estímulo es un gasto que se carga a la producción vía costo, de donde proviene la interrogante de hasta cuándo es sustentable económicamente la medida sin que se afecte la competitividad de las producciones y por qué no el efecto esperado en el trabajador.

Existe un factor que no es fruto del trabajo nacional (el monto en remesas familiares que se reciben desde el exterior) pero que puede considerarse entre los ingresos no laborales y que ha tendido a incrementar los recursos monetarios de una parte de la población, y que aunque no puede establecerse su cuantía por no hacerse a través de transferencias bancarias podría al menos hablarse de una tendencia ascendente si se toma como referencia el comportamiento del consumo en las tiendas de recuperación de divisas (TRD) el cual se ha incrementado.

Por otro lado existen fuentes de ingresos en divisas vía prestaciones de servicios a turistas y a nacionales en el mercado de trabajo por cuenta propia que, también contribuyen al incremento y recirculación o redistribución de tales beneficios, aumentando del número de personas que por una u otra vía poseen divisas que oscilan, en 1997, entre el 30% y el 65%(12) de la población, tendencia que se mantiene para 1998, dado a que la proporción varía en los diferentes territorios del país. Por otra parte se produce una apreciación sustancial de la moneda nacional en el mercado cambiario donde su valor pasó de 78 pesos por dólar en 1993 a 19.2 en 1996 (cifra más baja), ya que para el 1998 se incrementa hasta 20 pesos, aunque esta oscilación se da en los límites de banda considerados como normales para esta variable.

Evolución del tipo de cambio nominal Tasa de cambio extraoficial

Año
Mitad de año
Fin del año
Promedio anual
1990
….
7.0
….
1991
….
20.0
….
1992
35.0
45.0
….
1993
55.0
100.0
78.0
1994
130.0
60.0
95.0
1995
35.0
25.0
32.1
1996
22.0
19.0
19.2
1997
Nd
nd
22.8
1998
Nd
nd
20

Fuente: CEPAL, La economía cubana. Reformas estructurales y desempeño en los noventa Anexo estadístico. 1996.y Rodríguez, José Luis. Informe sobre los resultados económicos de 1997 y el plan económico y social de 1998. Periódico Trabajadores. Diciembre15/1997, Informe económico de 1998 periódico Granma 23/12/98.Sondeo de precios del mercado informal. Oficina Nacional de Estadísticas. Varios números.

Pero aún así, y por lo insuficientes que resultan los ingresos para dar cobertura a sus gastos, la población mantiene insatisfechas un conjunto de necesidades básicas. Un análisis de algunas de las partidas del Balance de Ingresos y Egresos de la población ilustra esta afirmación.

Periodo
Circulación
mercantil
minorista (a)
Salarios, sueldos y
pagos a las UBPC
Salario por peso
de Circulación
mercantil minorista
1989
9354.2
9041.3
0.97
1990
9135.2
9238.5
1.01
1991
8089.2
9011.4
1.11
1992
7809.6
8808.4
1.13
1993
6897.0
8617.7
1.25
1994
9962.4
8310.5
0.83
1995
10154.1
8537.3
0.84
1996
9945.6
8839.5
0.89
1997
10237.3
8888.6
0.87

Fuente: Balance de Ingresos y Gastos de la Población. Ministerio de Finanzas y Precios.
a)Este indicador incluye venta de mercancías y alimentación publica.

La circulación mercantil minorista que, hasta 1993 había disminuido, a partir de 1994 tiende a incrementarse por la apertura de nuevos mercados y la reanimación de la economía, claro que ambos desplazamientos estuvieron muy influenciados por el comportamiento ascendente de los precios que enmascaran la real circulación, tendiendo a inflarla.

En cuanto a la proporción de la circulación mercantil que se logra cubrir con el salario nominal, este era más que suficiente en el periodo comprendido entre el 1990 y 1993 lo cual no implica la satisfacción de necesidades ya que esta relación favorable se debe a la contracción de la oferta de bienes y servicios y al exceso de circulante. A partir de 1994 y hasta 1996 se produce un cambio en la tendencia, por la aplicación de medidas como el saneamiento financiero, que permitió reducir el circulante en 24%, y la consolidación de los nuevos mercados, mostrándose de forma objetiva que el salario deja de ser un ingreso suficiente para cubrir los gastos de alimentación y compra de otras mercancías.

Hasta 1997 la circulación mercantil minorista se ha incrementado respecto a 1989 en 9.44% y sin embargo el salario, a pesar de que ha crecido, solo representa el 98.3% del existente en aquel año, lo cual se refleja en la composición de las fuentes de ingresos de la población donde las extracciones bancarias han pasado a jugar un papel fundamental como recurso para cubrir este déficit.

La representatividad de las extracciones bancarias en el ingreso de la población mantuvo una tendencia al crecimiento entre 1989 y 1994, desplazándose del 8.6% al 27.3%. Variando para 1995 y manteniéndose en el 1996 el decrecimiento en las cantidades extraídas para compensar gastos que oscilaron entre el 20 y el 16% del total de ingresos, lo que se justifica por la recuperación del poder adquisitivo de la moneda, la disminución de los precios en los mercados regidos por la oferta y la demanda y el agotamiento de esta fuente financiera, sobre todo en las cuentas que contaban con menores montos.

Fuente: Balance de Ingresos y Gastos de la Población. Ministerio de Finanzas y Precios.

Para 1997 la extracción bancaria se incrementa en un 2% respecto al año anterior, sin embargo su representatividad dentro de los ingresos disminuye colocándose en el orden del 15.4% de los mismos.

Cuentas de ahorro por niveles de saldo

Estructura en %
Número de Cuentas
Importe
Rango
1994
1995
1996
1997
1994
1995
1996
1997
Hasta 200
61.7
66,3
66,5
65.9
4,4
2,8
2.4
2.4
201- 2000
24,2
20,6
20,5
20.9
17,8
13,5
12.7
12.6
2001- 10000
11,9
10,5
10,2
10.2
41,8
42,3
40.1
38.6
10001-20000
1,7
1,9
2,0
2.01
20,0
22,4
13.3
23.3
20001-50000
0,5
0,6
0,7
0.8
12,7
15,0
16.9
17.8
50001-100000
-
0,1
0,1
0.1
2,7
3,0
3.6
4.1
Más de 100000
-
-
-
-
0,6
0,8
1.0
1.2

Fuente: Banco Popular de Ahorro, informe anual varios años.

El análisis del comportamiento seguido por la estructura de las cuentas bancarias muestra la apertura de una amplia brecha entre un grupo y otro de ahorristas, que es a su vez reflejo del comportamiento que sigue la distribución de los ingresos.(13) En el período comprendido entre 1994 y 1997 es posible distinguir que el numero de cuentas de mayores montos disminuye su representatividad de 14.1% a 13.2% y sin embargo el monto que ellas concentran se hace cada vez mayor, pasando a controlar del 77.8% del efectivo al 85%, lo cual implica desigualdad para el aprovechamiento de las oportunidades, aprovechamiento que hasta hace cinco años atrás no dependía de la diferencia de ingresos, que de hecho existe bajo cualquier sistema social, sino de lo justo de las oportunidades económicas o sociales de que partían los individuos. Un ejemplo de ello es el hecho de que, en Cuba, la educación como pilar básico para el aprovechamiento de las oportunidades nunca ha dependido de la posición económica de los individuos. Sin embargo, en el período de crisis han coexistido junto a este elemento, otros como el ingreso y la riqueza que han afectado de manera negativa el ciclo, disminuyendo los efectos de las medidas que tienden a mejorar los niveles de ingreso por la vía de la oferta de bienes y servicios con precios diferenciados o por medio de la inversión para iniciar un proceso de autoempleo.

c) Consolidación de las transformaciones económicas

La consolidación de un conjunto de transformaciones económicas efectuadas en los últimos tres años ha contribuido a la disminución de los precios de los productos que se ofertan de los diferentes mercados, aunque no lo suficiente(14), influyendo en la recuperación del salario real por un decrecimiento en el índice de precio al consumidor (IPC).

Relación entre el Indice de Precios del Consumidor y el Salario.

Año
Indice de precios del consumidor
Salario Medio
Nominal
Real
1989
1.4430
189 130.98
1990
1.5086
191 126.61
1991
1.8302
187 102.17
1992
3.5146
184 52.35
1993
6.5779
184 27.97
1994
5.5748
186 33.36
1995
2.9402
195 66.32
1996
2.8226
207 73.34
1997
2.9045
214 73.68
1998
2.9830
217 72.75

Fuente: Combinación de cifras estadísticas del Ministerio de Finanzas y Precios y cálculos realizados por el autor sobre la base de información publicada en la prensa nacional.

Esta variación está dada en lo fundamental por el comportamiento experimentado por los precios de los productos de los mercados de libre oferta y demanda. Así por ejemplo, entre 1995 y 1996, en el mercado agropecuario los precios disminuyeron un 30% provocando un incremento de las ventas en físico y una disminución del propio indicador en valor ascendente al 25.4% y en el mercado informal disminuyeron en 35.1%, tendencia que se mantiene hasta 1998 con un ritmo mucho menor. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estos precios superan entre 10 y 100 veces a los del mercado normado, situación que es análoga para el mercado estatal en divisas, si aplicamos la tasa que rige en las casas de cambio.

¿Cuál es la razón de este comportamiento, sobre todo en el mercado de precios libres?

Si se asume como centro o referencia al Mercado Agropecuario (en el Informal los precios oscilan sólo un poco por debajo de éste), tenemos que es un mercado en situación oligopólica producto de rigideces que se establecieron para la participación en este mercado y de otros factores que atentan contra los posibles oferentes como por ejemplo:

Evolución de los precios de algunos productos en diferentes mercados y períodos

Productos
UM
Normado
MN
Informal
MI
Variación
1996/95
Variación
1997/96
1995
1996
1997
%
%
Leche
Litro
0,25
15,0
5,0
3,7
(66.6)
(26.0)
Arroz
Lb
0,24
7,0
4,3
4,1
(38.6)
(4.6)
Pan
Uno
0,05
1,3
1,0
1,0
(23.1)
-
Huevo
Uno
0,15
4,3
1,5
1,5
(65.1)
-
Frijol
Lb
0,30
10,0
8,1
7,4
(19.0)
(8.6)
Manteca
Lb
0,30
40,0
30,0
27,1
(25.0)
(9.6)
Carne
Lb
6,00
30,0
20,0
18,1
(33.3)
(9.5)
Azúcar P.
Lb
0,08
5,0
2,5
2,1
(50.0)
(16.0)
Azúcar B.
Lb
0,14
6,4
4,0
2,9
(37.5)
(27.5)
Sal
Lb
0,10
3,0
3,0
2,4
-
(20.0)
Jabón L.
Uno
0,20
15,8
10,0
10,0
(36.7)
-
Jabón B.
Uno
0,25
15,0
8,0
7,1
(46.7)
(11.25)
Pescado
Lb
0,50
5,0
5,0
8,0
-
60.0
Total  
8,56
157,8
102,4
95,4
(35.1)
(6.8)

Fuente: Sondeo de precios del mercado informal, Oficina Nacional de Estadísticas varios números.

Libreta de abastecimiento a la población. Estimaciones del autor La reducción de la oferta en los mercados por la disminución experimentada en la producción nacional, la imposibilidad económica de acceder a los niveles de importación de precrisis, además de los factores antes mencionados, estimularon esta peculiar relación de precios, que expresa la existencia de altos niveles de inflación que deterioraron el poder adquisitivo del ingreso de la población, principalmente de aquella que financia sus gastos esencialmente con el salario y cuenta con poco o ningún ahorro bancario, todo lo cual ha tenido una influencia directa en el deterioro de los niveles calóricos de ingesta de la población cubana, así como de las proporciones de los componentes nutricionales de la misma. (Ver Anexo 1).

Las estadísticas mostradas en el anexo revelan que, el consumo de un conjunto de importantes nutrientes de la dieta establecida como mínima para el buen funcionamiento del organismo están muy por debajo de los parámetros establecidos, atentando contra la seguridad alimentaria. En el caso de las grasas y los ácidos grasos esenciales, el más significativo de todos, existe una estrecha interrelación ya que la primera es quien permite la formación de estos últimos y ambos forman parte de los fosfolípidos de las membranas celulares, además de que actúan como vehículo para las vitaminas liposolubles.

Otros como el complejo vitamínico B y la niacina, que por demás no son producidos por el organismo y es preciso que se ingieran a través de las frutas y las carnes, sus contracciones están en el rango de entre el 16 y el 54%. Niveles que pueden incidir en la restauración del sistema neurológico por contribuir a la formación de las vainas de mielina que recubren los nervios y en el caso de la vitamina B12 a la importante formación de glóbulos rojos. De aquí el interés y los programas desarrollados por el gobierno para la producción farmacéutica de este complejo y su distribución gratuita a la población en los peores años de la crisis para tratar de compensar el déficit nutricional. La vitamina A, en 1993 había disminuido en la ingesta un 59,34% con respecto a los niveles recomendados y para el 1995 se mantuvo con un 56.03%. Este es un elemento esencial para el crecimiento, la visión y la reproducción e integridad del sistema inmunológico.(15) El grupo más vulnerable a esta carencia es el de las personas mayores de 7 años quienes están excluidas de la protección que brinda el programa de distribución racionada de lácteos.

Consumo de nutrientes según fuente de procedencia para 1995

Fuente
Kcal
%
precio de
la Kcal
Valor
Comercio minorista
1150
57.70
0.02
23.00
Alimentación pública
223
11.19
0.02
4.46
Consumo Social
300
15.05
0.02
6.00
Autoconsumo
254
12.74
0.02
5.08
Mercado Agropecuario
32
1.61
0.52
16.64
Tiendas en divisas
34
1.71
0.52
17.68
Total
1993
100.00
-
72.86
Déficit
225

0.52
117.00
Recomendado(a)
2218

-
189.86

Fuente: Cálculos realizados por el autor a partir de datos obtenidos en; Pérez M., Miranda R. "Situación nutricional de la población Cubana". Publicación de la Asociación de Economistas de Cuba ANEC, Colectivo de autores del Instituto de Investigaciones económicas, "Mercado Agropecuario ¿apertura o limitación?" en: Revista INIE No. 4/1995. y consulta realizada a expertos.
(a) La cifra establecida como recomendación ha variado y la actual se refiere a los requerimientos establecidos por el Instituto de Nutrición e Higiene de Cuba.
(b) Los precios utilizados fueron obtenidos a través de criterios de expertos.

El consumo registrado en la tabla anterior permite asumir que el cubano, como promedio, y a pesar de que el 96.7% de los productos provenía de fuentes relacionadas con el mercado de precios subsidiados, estaba consumiendo en 1995 una canasta alimentaria con déficit calórico de 225 unidades, el cual debido a las restricciones económicas que afronta el país y a la tendencia decreciente seguida por el consumo del gobierno deberá satisfacerse a través del consumo privado en los mercados de precios libres, que implica un incremento del costo total de la canasta de 72.86 pesos a 189,86 pesos y una variación en la estructura del gasto monetario destinado a su adquisición, pasando a ser mayoritario (79%) el que se realiza bajo las leyes de la oferta y la demanda.

Estructura del consumo según fuente de procedencia en 1995

Fuente: Datos tomados y cálculos realizados a partir de la tabla anterior.
Nota: Para el cálculo de los porcentajes se utilizó como total el recomendado y no el consumido.

Una comparación entre el gasto para cubrir los requerimientos mínimos alimentarios (189 .86 pesos) y el ingreso percápita mensual, que para 1995 fue de 113.63 pesos,(16) muestra que el ingreso se hace insuficiente para cubrir sólo necesidades alimentarias básicas.(17) Pero no toda la población está por debajo de este límite, lo cual hace necesario que se determinen los segmentos afectados para poder establecer políticas de ayuda en correspondencia con las necesidades de cada grupo poblacional.

Para medir desigualdad existen diferentes indicadores que han permitido enriquecer los estudios realizados al respecto, sin que de hecho se haya designado uno en específico como el mejor de todos. La elección dependerá entre otros factores de la información disponible y del cumplimiento de dos axiomas enunciados por Sen(18)

1. El de monotonicidad, según el cual la reducción en el ingreso de un hogar pobre (a igualdad de otras condiciones) debiera incrementar el índice de pobreza.

2. El de transferencia, según el cual una transferencia de ingresos de un hogar pobre a uno más rico (a igualdad de otras condiciones) debiera incrementar el índice de pobreza.

El índice de Sen cumple estos axiomas y además es afín a los datos de que se disponen para el análisis, siendo su expresión matemática:

IS = H [ I + (1 – I ) G ] donde:

H es la incidencia de la pobreza. H = q/n
q es la población bajo la línea z
n es la población total
Z es la línea de pobreza; que se determina con el valor de la canasta seleccionada.
i es el Ingreso medio de los pobres
I es la distancia porcentual del ingreso medio de los pobres respecto a la línea de pobreza I = z - i
G es el Coeficiente de Gini de la distribución del ingreso medio de los pobres I
S es el Indice de Sen; mide la severidad de la pobreza
PG es la ë Brecha de pobreza promedio expresada como proporción de la línea de pobreza PG = H • I, donde I = (z – i)/z

Según la distribución de ingresos de la población estimada por el Instituto de Investigaciones Económicas del Ministerio de Economía y Planificación para 1995

Fuente: Indices calculados por el autor a partir de la base de datos estimadas por Quintana Didio y colectivo de autores, "Mercado Agropecuario ¿Apertura o Limitación?". Revista Cuba: Investigación económica. INIE. No. 4. Diciembre 1995.
Nota: La variante I supone que el ingreso promedio mensual es de 240 pesos y la variante II es de 290 pesos. Para cualesquiera de estas variantes el total de población está sobrestimado, aunque, según opiniones de expertos consultados, la distribución del ingreso por grupos utilizada no debe diferir mucho de la que a la cantidad real corresponde.

Para ambas variantes las personas que se ubican en los tres primeros intervalos se encuentran en situación de "pobreza", indicador que en el caso cubano únicamente mide la carencia de recursos monetarios tomando como base de datos solo una parte del ingreso efectivo de la población, sin considerar el proveniente de la redistribución secundaria (las transferencias). En la primera de ellas el ingreso medio es de 92,90 pesos y en la segunda de 97.30 pesos, teniendo un déficit, para alcanzar la línea definida, superior a los 90 pesos, en ambos casos.

Sobre la base de esta metodología, la "pobreza" determinada para el caso cubano, sin que se subestime el parámetro, se da tan sólo desde la perspectiva del ingreso; es decir en términos de poseer una cantidad suficiente de ingresos para adquirir la canasta alimenticia definida como básica, y es muy diferente a la que pudo encontrarse en Latinoamérica o cualquier otro país en desarrollo donde la definición de este término asume la perspectiva de necesidades básicas en la que las personas sufren privación para satisfacer en medida mínimamente aceptable las necesidades humanas, en este caso se va mucho más allá de la falta de ingreso privado, pues incluye la carencia de servicios básicos de salud, educación y otros como el del empleo y la participación social.

Por otra parte si se calcula el índice de Gini de los "pobres", que mide la concentración del ingreso, se constata que para este segmento de población es baja ya que los resultados obtenidos (0.36 y 0.30) se ubican en un entorno cercano a cero. Reafirmándose este planteamiento con la tendencia que mostrada por la concentración de la liquidez y los depósitos bancarios, abordada con anterioridad y que se comporta de manera similar a la que sigue la distribución de ingresos analizada.

Incluso a lo interno de estos grupos existen diferencias que, la información disponible no permite cuantificar, y no por ello dejan de ser importantes para el análisis en cuanto a lo que pueden significar estos resultados a la hora de implementar un conjunto de políticas de apoyo. Por ejemplo pudieran mencionarse las diferencias entre el campo y la ciudad, la capital y el resto del país, y las que se establecen entre los que se encuentran en edad laboral y los mayores de 65, que tienen como ingreso fundamental la seguridad social que, los coloca en peor situación que la media del grupo antes mencionado, y para los cuales se han destinado políticas gubernamentales y recursos que buscan atenuar la brecha a través de los servicios de alimentación social, donde se da cobertura de almuerzo y comida a más de 23 mil personas(19) de este grupo etario.

En el contexto de la sociedad cubana, es preciso considerar junto al componente monetario de la población un conjunto de rubros de magnitud elevada que, forman parte de la redistribución secundaria del ingreso como son los gastos en la educación, la salud y la asistencia social que, si bien no han logrado compensar las pérdidas que han experimentado los hogares por el alza de los precios y la disminución de la oferta, sí han influido de forma positiva en la determinación del ingreso familiar de todos los sectores de la población y muy especialmente en los grupos de mayores carencias, evitando que la pobreza asuma otras dimensiones e implicaciones sociales.

Los gastos en servicios sociales básicos, a diferencia de lo ocurrido en otros países, mantuvieron una tendencia creciente, con la finalidad de satisfacer las necesidades de estos sectores y al mismo tiempo amortiguar los efectos de la crisis económica y el impacto de las transformaciones socioeconómicas efectuadas.

DINAMICA DE LOS GASTOS SOCIALES. MMP

Años
Gastos en
servicios sociales
% de variación
1989
3750,1

1990
3816,6
1,7
1991
3743,0
-1,9
1992
3811,2
1,8
1993
4008,0
5,1
1994
4021,6
0,3
1995
4179,7
3,9
1996
4439,0
6,2
1997
4490,2
1,2
1998
4727,0
5,3

Fuentes: Informe Económico del Banco 1994. y Presupuesto del Estado para 1998 y 1999.

Los gastos para los servicios sociales en el período comprendido entre 1989 y 1998 se elevan en 26%, mientras que el PIB, a pesar de haber experimentado crecimientos en los últimos años, sólo representa el 75% del nivel existente en 1989.

Por otra parte se mantiene la tendencia a la reducción del déficit fiscal, un 89% entre 1993 y 1998, que ha ocurrido fundamentalmente por la vía del impuesto y la reducción del subsidio a las empresas; sin que se afecten los recursos destinados para gastos sociales, ya que es política de gobierno la manutención e incremento de los niveles de bienestar alcanzados. Sin embargo para que esta propensión se mantenga en los próximos períodos requerirá de un conjunto de nuevas medidas.

Fuente: Informes económicos del Banco Nacional de Cuba. Varios años.

Una panorámica de la evolución de algunos de estos indicadores denota cierta calidad de vida que, en el caso cubano, son importantes logros del desarrollo social que se han mantenido incluso a pesar de la crisis.

a) Salud Pública

Si se examinan los resultados obtenidos en cuanto a mortalidad infantil, en la etapa de precrisis, puede observarse que a pesar de tener tendencia a la disminución estos niveles se mueven en un rango que va desde 19.6 hasta 11.1 por cada mil nacidos vivos, cifras que son muy superiores a las alcanzadas en la etapa de crisis; lo que en cualquier país de Latinoamérica hubiera evolucionado de manera contraria.

Fuente: Dirección Nacional de Estadísticas del Ministerio de Salud Pública

Ello es posible por el desarrollo social y cultural alcanzado y es la resultante de la priorizada atención que se brinda al programa materno – infantil, que tiene como sustento básico al médico de la familia, así como el personal médico especializado que enfrenta un conjunto importante de carencias en el desarrollo de su labor. Para 1997 este indicador alcanza la cifra de 7.2 por mil nacidos vivos (la más baja de la historia) lo que coloca a Cuba entre los 25 países de más baja tasa en el ámbito mundial.(20) Además se mantiene la tendencia decreciente de los nacimientos con bajo peso y de mortalidad materna, recuperando el primero, en 1996, los niveles del 1989, con una tasa de 7.3% y alcanzado una cifra de 6,9% para el 1997(21) que la coloca entre los cinco grupos de países con indicadores más bajos del mundo, para lo cual fue necesario reforzar la alimentación de las gestantes con el objetivo de eliminar el déficit de nutrientes detectado, que de hecho implicó mayores gastos para el estado. Luego de grandes carencias se logra, para 1996, establecer una regularidad en los abastecimientos de medicamentos de productos farmacéuticos en las redes de comercio a la población, aunque estos continúan muy deprimidos y se experimenta una reanimación de los servicios de óptica y estomatología, muy afectados por la escasez de materias primas y materiales de las que dependen en gran medida, tendencia que se mantiene para el 1998.

Los servicios prestados a la población en hospitales y policlínicas se mantuvieron y mejoraron, así como en los consultorios del médico de familia. Además de que se garantizaron los recursos indispensables para el funcionamiento de los programas priorizados de salud y prevención.

Por otra parte se produce un incremento en el gasto salarial del sector, dirigido fundamentalmente al mejoramiento de los ingresos del personal de enfermería y de apoyo a los servicios médicos, que eran poco estimulantes para permanecer en estos empleos y estaban siendo una de las causas fundamentales de la emigración de la fuerza de trabajo hacia otros sectores mejor remunerados.

Además, a partir de 1994, se realizan inversiones en el mantenimiento constructivo de las instalaciones que sufrieron un proceso de deterioro por la escasez y la reducción de los recursos en los primeros años de la crisis, además de producirse un incremento a partir de 1995 en la erogación destinada a los medicamentos y otros materiales afines.

b) Seguridad y asistencia social

La seguridad social es una de las fuentes de ingresos más importantes que tiene la población, después del salario. El pago de las prestaciones de seguridad social se realizó, en el corto plazo, como estaba previsto. Aunque para ello el estado se vio en la obligación de cubrir el déficit existente entre el porcentaje que aportan las empresas y lo pagado por este concepto a causa de un bajo crecimiento de los salarios y el envejecimiento de la población.

Fuente: Presupuesto del Estado. Anteproyecto 1998, 1999. Ministerio de Finanzas y Precios.

Situación a la que debe encontrarse solución por lo insostenible de la misma, para lo cual pudieran consultarse algunas experiencias en el ámbito internacional donde no son únicamente las empresas las que tributan a este importante fondo.

Respecto a los gastos en la asistencia social, que dan cobertura al funcionamiento de más de 200 instituciones dedicadas a la atención de ancianos e impedidos físicos, así como a las prestaciones monetarias en servicios y especies a más de 130 mil beneficiarios de la asistencia social, decrecieron en 8% entre el 1989 y 1994 incrementándose a partir del 1995 y ya para 1996 sobrepasaron los niveles del 89 en un 30.8%, que en cifras absolutas significa una erogación de 146.0 MMP, propensión que se mantiene con ligeros incrementos hasta 1998.

Por esta vía, se incrementó la atención a las madres solteras con bajos recursos financieros, a los ancianos y a 70 450 núcleos familiares que se han visto seriamente afectados por la crisis y las medidas de política económica aplicadas. Además se garantizó el pago al personal que resultó disponible del proceso de reordenamiento laboral, factor que ha pesado mucho en el incremento de esta partida de gastos en los dos últimos años.

c) Educación

Los gastos destinados a la educación, desde 1989 venían experimentando un proceso de decrecimiento, dado en lo fundamental por factores demográficos(22) y una disminución en las inversiones. A partir de 1994 hay un cambio en la tendencia que se refleja en pequeñas inversiones para reparación y mantenimiento, alimentación, base material de estudio, entre otros.

En 1996 por estos conceptos se invirtieron recursos por 561.2 millones de pesos que permitieron el funcionamiento de 12 mil instalaciones escolares y 145 institutos de la educación superior. Y aunque en 1998 se consolida de esta tendencia con un incremento en las erogaciones estatales por tal concepto, aún no son insuficientes para satisfacer las necesidades acumuladas durante los últimos años.

En cuanto a salarios se refiere, se muestran incrementos a partir de 1995 como resultado de la incorporación de graduados y la aplicación de la legislación salarial vigente que establece el incremento del salario, lo cual se atenúa por las bajas y traslados de personal de esta esfera hacia otras de la economía con mejores condiciones de trabajo y remuneración.

d) Vivienda y Servicios Comunales

Los problemas de viviendas para el estado cubano han estado entre los más importantes a resolver desde los primeros años, y para lo cual desarrolló un plan de inversiones significativo, aunque en el momento de la crisis estaba muy lejos de satisfacer las necesidades habitacionales, problema que se agrava con ésta.

La construcción de viviendas en el período comprendido entre 1989 y 1992 sufre una fuerte contracción al experimentar un decrecimiento del 50 %, como resultado de la casi paralización del proceso inversionista que hasta el momento realizaba el país. Estando mayoritariamente afectada la construcción del sector cooperativo que disminuye un 85%, logrando recuperarse a partir de 1993 cuando se crean las Unidades Básicas Cooperativas y comienza a ejecutarse un programa con el fin de mejorar las condiciones de los trabajadores agrícolas para estabilizar la fuerza laboral en este sector, casi triplicando las construidas en 1989.

Las construcciones de viviendas en el sector estatal también experimentan una mejoría a partir de 1993, aunque en 1996 sólo representaban el 94.8% de las que se realizaban en el 1989. Los privados mantuvieron un ritmo bastante estable con ligeras fluctuaciones que comienzan a ser pronunciadas en 1996 cuando sus obras decrecen en 45% con respecto al año anterior por la disminución que experimentó la oferta de materiales en las entidades comercializadoras estatales.

Construcción de viviendas

Años
Total
Estado
Cooperativas
Privado
1989
39 589
28 296
2 899
8 394
1990
36 326
22 510
1 654
12 162
1991
26 205
16 696
688
8 821
1992
20 030
12 334
429
7 267
1993
27 128
16 933
1 993
8 202
1994
33 465
21 813
3 288
8 364
1995
44 499
24 034
11 324
9 141
1996
45 000
….
….
5 000

Fuente: CEPAL, La economía cubana. Reformas estructurales y desempeño en los 90's. Anexo estadístico pág. 416.

Por otra parte y sobre todo en los dos últimos años se repararon y remozaron un conjunto de edificios multifamiliares y algunas vías.(23) Tal es así que para 1998 se destinaron recursos a este propósito por valor de 96.0 millones de pesos.

Los recursos destinados a los servicios comunales, que también fueron seriamente afectados por la crisis, se incrementan representando en 1996 unos 169 millones de pesos, cifra que aun es baja pero que tiende al incremento pues en 1997 se alcanzaron niveles similares a los de 1989 donde el monto era de 172 millones.

En resumen cabe afirmar que la peculiar relación existente entre las tendencias seguidas por los indicadores de la distribución secundaria del ingreso distingue el ajuste económico cubano de otros realizados en América Latina, dónde las políticas implementadas para lograr el equilibrio presupuestario, en tanto no logran aumentos de la producción, apuntan a la realización de severos ajustes sobre el gasto público.

La situación del mercado laboral

Al triunfo revolucionario la situación del empleo en Cuba, cambió venturosamente en favor de la población. El estado al asumir un grupo importante de actividades económicas, propició que gran número de personas autoempleadas, informales, desempleadas y hasta amas de casa hallaran un empleo estable en el sector, todo lo cual se reflejó en el descenso de la tasa de desempleo que alcanzó como nivel mínimo el 1.3% en 1970, colocándose entre las más bajas del mundo.

La situación económica del país y el proceso inversionista desarrollado en todos estos años posibilitó que este cambio se mantuviera y continuara tendiendo al incremento de la proporción del sector estatal, hasta principios de la década de los 90's, aunque no puede afirmarse que se produjo de manera eficiente para la economía por las implicaciones negativas que pueden constatarse si se analiza el comportamiento de un conjunto de indicadores.

Dinámica promedio anual

INDICADORES
86 - 90
PIB
8.2
Ocupación
2.2
Productividad
(2.4)
Salario medio
0.8
Liquidez
7.7

Fuente: Angela Ferriol "El Empleo en Cuba 1980 - 95". Revista INIE No.1 Enero - Marzo, 1996.

En el período 1986 – 1990 la productividad deja de ser el factor dinamizador de la producción, descendiendo a un ritmo promedio anual de 2,4%, período en que el salario crece, aunque en proporciones ínfimas, lográndose crecimientos económicos por la vía extensiva.

Este comportamiento se agravó en la década de los 90's por la fuerte contracción económica en la que se ve sumergido el país y las políticas sociales, como las de mantener en sus puestos de trabajo al personal sobrante, seguidas por el gobierno para aminorar el impacto de esta crisis en la población. Todo lo cual contribuyó a que el desempleo abierto mantuviera un comportamiento casi constante en todo el período y en algunos momentos hasta contradictorio con el decrecimiento de ocupación.

 

Fuente: Combinación de cifras de CEPAL, "La economía cubana. Reformas estructurales y desempeño en los noventa" y del Balance del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social.
Cálculos realizados por el autor, sobre la base de cifras de CEPAL y serie histórica del salario construida a partir de varias fuentes públicas.

Traduciéndose en subutilización de la mano de obra y disminución de la eficiencia del trabajo Entre 1990 y 1993 la productividad del trabajo disminuye a ritmo acelerado, experimentando una abrupta caída, mientras que el salario tiende a permanecer constante.

Ya a partir de 1994 la productividad crece y el salario lo hace con un año de retardo aunque en proporciones mayores a las de la productividad. Incumpliéndose por tanto el hecho de que las tasas de crecimiento para los distintos indicadores se relacionan como sigue:
Productividad > Salarios @ Precios.

Por otra parte este incremento de la eficiencia de la producción no se debe a la plena utilización de la fuerza de trabajo, sino a la puesta en explotación de un conjunto de capacidades humanas y técnicas que estaban subutilizadas total o parcialmente por la falta de financiamiento para la compra de insumos productivos Estimados que sólo suponen la recuperación de la productividad del trabajo de 1988 indican que la magnitud de la fuerza laboral potencialmente sobreempleada, pudiera alcanzar la cifra de 800 mil personas en la actividad productiva, excluyendo el comercio, localizándose aproximadamente la mitad de esos sobreempleados en la industria.(24) Este sobredimensionamiento en el empleo ha generado gastos que pasan a ser incosteables para el presupuesto de carácter social.

Fuente: CEPAL, "La economía cubana. Reformas estructurales y desempeño en los noventa

En estas circunstancias el sector estatal deja de estar en posibilidad de continuar asumiendo ciertas producciones y servicios, además de los excesos de trabajadores en sus plantillas, lo cual valida la alternativa de liberarlo de esta carga y buscar por vías no estatales la solución a una parte de la producción y el empleo. Lo que ha implicado un cambio en la estructura de los empleados según sectores, a favor de la disminución del número de ocupados en el estatal que, se ha ido desplazando hacia los sectores de la economía con mejor remuneración, como el privado, el cooperativo y el mixto.

Variación de la estructura del empleo (%)

SECTOR
1989
1995
1996
1997
Estatal
95.0
79.5
78.0
76.8
No Estatal*
5.0
18.5
19.5
20.1
Mixto  
2.0
2.5
3.1
Total
100.0
100.0
100.0
100.0

(*) Incluye las Unidades Básicas Cooperativas, las Cooperativas de Producción Agropecuaria y las de Créditos y Servicios, además de los trabajadores privados y autoempleados.
Fuente: Estimaciones del autor sobre la base de diversas informaciones públicas y del MTSS

Por otra parte, se detiene la disminución sostenida por el número de ocupados, en el quinquenio1990-1995 y se produce en esta variable, para 1996, un discreto crecimiento del 1% que se consolida para el 1997 donde la ocupación total crece un 1.9% (66.3 miles de trabajadores)(25) y para el 1998 en unos 133 mil trabajadores,(26) como resultado de la reanimación económica.

Dentro del sector no estatal es razonable hacer mención al Trabajo por Cuenta Propia que si bien, para 1997, globalmente ha disminuido en 23.6% respecto a 1995(año en que alcanza los mayores valores), a causa del proceso de reinscripción, del incremento de las tasas impositivas, de los cambios en la regulación, del establecimiento de mayores controles, entre otros, ha constituido por otra parte una fuente de empleo importante para los desvinculados laboralmente que representan, en la actualidad, el 60.3% del total de empleados bajo esta modalidad, así como una alternativa en la obtención de ingresos para los jubilados que son el 23.5% de los que se encuentran inscritos.(27) Los cambios en las relaciones de propiedad y su impacto en la estructura del empleo han implicado el inicio de un proceso de modificación de la estructura socio-clasista del país.

Aunque continúa siendo predominante el segmento de los obreros y empleados del sector socialista, existe una tendencia al incremento del sector privado, dado en lo fundamental por el crecimiento de los trabajadores por cuenta propia(28), y el fortalecimiento económico de los campesinos privados. Siendo previsible que este sector continúe desarrollándose en el corto plazo, resultante del proceso de redimensionamiento y del desarrollo del mercado.

En resumen, el empleo, como un componente importante del modelo de desarrollo social, se ha transformado, tanto por los factores asociados a los efectos de la crisis económica, como por el impacto del conjunto de transformaciones que ha tenido lugar en la estructura, regulación y funcionamiento de la economía cubana.

Ello implicará necesariamente un enfoque nuevo de la política de empleo y un balance más racional entre los fines económicos y sociales de la formación, distribución y utilización de los recursos laborales, debido al acelerado crecimiento de la calificación de los ocupados, así como a las transformaciones en cuanto a edad. Características que si bien constituyen una ventaja de Cuba respecto a otros países subdesarrollados para enfrentar el crecimiento económico, en las nuevas condiciones, hacen que la búsqueda de soluciones se haga más compleja.

De ahí que:

Conclusiones

La política social seguida por Cuba desde hace casi cuatro décadas y las bases sobre las cuales se sustenta la misma son punto de referencia para muchos países del mundo, aunque en el actual período de crisis este modelo se ha visto afectado por la reducción de los recursos disponibles y las reformas económicas realizadas.

En términos de distribución de los costos del ajuste la combinación de los efectos recesivos con los de una inflación alta significó, por un lado, que no todos los agentes económicos pudieran ajustarse con la misma velocidad a la nueva situación y, por el otro, que las pérdidas de ingreso no tuvieran la misma intensidad para cada uno de los agentes sociales. Habiéndose producido un retroceso distributivo que fundamentalmente afecta a la población vinculada al sector estatal de la economía con grandes implicaciones para el deterioro de la fuerza de trabajo calificada por las migraciones de ésta hacia sectores más remunerativos.

Por otra parte existe estancamiento en los salarios de la esfera estatal, a la que pertenece la mayoría de los trabajadores y la población dependiente de los ingresos de ellos. En el sector cuentapropista, sin embargo, los ingresos han tendido al incremento, al igual que el de los vinculados al sector emergente de la economía.

Cabe señalar, además, el cambio que se ha producido en cuanto a la importancia y el peso de los ingresos no laborales, entre ellos los provenientes de las remesas familiares y los producidos por las inflexibilidades de los mercados de precios libres; fundamentalmente producto de las situaciones oligopólicas de estos por concertación previa de precios y barreras a la entrada.

La interacción entre la alta concentración de los recursos monetarios y el volumen de la oferta, permite mantener niveles de precios altos y rentables sobre la base de un equilibrio oferta/demanda asentado en el monopolio de vendedores y compradores, que excluye a los segmentos de la población de bajos ingresos y pocas posibilidades económicas, aunque sin llegar a los límites de la marginalidad.

A pesar de la voluntad del gobierno por mantener e incluso incrementar las transferencias, que son un importante paliativo y una garantía para la población, no se logra dar solución a la situación de los ingresos para una mayoría de las familias cubanas, que se ha tornado muy tensa y se puede afirmar que un gran porcentaje de ellas no llega a cubrir sus gastos con los ingresos que perciben, lo que las obliga a recurrir a fuentes alternativas o prescindir de un conjunto de bienes y/o servicios.

No obstante los avances logrados en materia de precios, saneamiento financiero y en la disminución de la tasa de cambio del dólar, y el incremento de los fondos destinados a transferencias, la situación del consumo y los ingresos continúa tirante y plantea para el gobierno serios retos, donde debe asumir la posición de contraparte para contribuir a la regulación y control de los precios y los ingresos sobre la base de la equidad social. Ello implica incrementar la oferta de bienes y servicios tanto para los mercados con precios libres, como para la distribución normada, lo que significa producir con eficiencia, calidad y surtido.

En síntesis, la dinámica del ingreso y del consumo estuvo signada por las contradicciones entre las medidas de política económica para consolidar el proceso de recuperación de la economía y los efectos y costos sociales inevitables que tales transformaciones traen aparejados. La pregunta está en si ¿Existen posibles soluciones para mitigar esta tirantez? Sin dudas existen alternativas y algunas de ellas pueden estar relacionadas al incremento del salario real de la población por la vía de la disminución de precios a los productos de primera necesidad en el mercado en divisas, flexibilizar las regulaciones al trabajo por cuenta propia de manera que permita incrementar la oferta y aumentar la base impositiva, de gran importancia como mecanismo aportador a la redistribución secundaria del ingreso, focalizar los subsidios de productos a los grupos más necesitados, crear estímulos a la producción y comercialización de productos del agro mediante el incremento justo de los precios de acopio y de la participación en el mercado de los productores del sector socialista.

En lo referente al empleo, como un componente importante del modelo de desarrollo social, se ha transformado, tanto por los factores asociados a los efectos de la crisis económica, como por el impacto del conjunto de transformaciones que ha tenido lugar en la estructura, regulación y funcionamiento de la economía cubana.

El subsidio al subempleo, como opción paliativa al desempleo que pudiera producirse si se supusiera una recuperación de la productividad del trabajo similar a la de 1988, alcanza límites incosteables para la economía cubana, en las actuales condiciones. Una de las soluciones a ello ha sido la liberalización de la fuerza de trabajo, aunque no en la cantidad necesaria, pero que ya muestra sustancial variación en la estructura del empleo, cediendo terreno al sector no estatal y mixto. Este cambio ha traído aparejado un proceso de modificación de la estructura socio clasista del país y aunque continúa predominando el segmento de obreros y empleados, el privado tenderá a incrementarse, lo que implicará necesariamente un enfoque nuevo de la política de empleo y un balance más racional entre los fines económicos y sociales de la formación, distribución y utilización de los recursos laborales Los cambios estructurales, organizativos y funcionales que han tenido lugar en la economía cubana condicionan un proceso de modificación y perfeccionamiento del Modelo de Desarrollo Social.

Dicho proceso, en esencia, consiste en la readecuación de las relaciones entre los criterios de racionalidad y eficiencia económica y los principios de equidad y justicia social. Además de la reconsideración del papel del Estado y el individuo en la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales de la población, que implica la determinación del grado de presencia del sector no estatal y su reconocimiento en la estructura socioeconómica, así como del papel del mercado en la regulación de los procesos económicos.

Los cambios exigen cierto ajuste, en las funciones y fines de la política social, los mismos deben concentrarse en instrumentos, mecanismos y métodos para la consecución de los objetivos estratégicos del desarrollo social. El modelo de desarrollo social deberá encontrar fórmulas de autosostenibilidad y eficiencia, que le permitan mantener los principios de universalidad y equidad.

Anexo 1.
INGESTA PERCÁPITA PROMEDIO


Nutrientes
UM
Recomen-
dación
1992
1993
1994
1995
Variación respecto a la
recomendación (%)
1993
1995
Energía
Kcal
2400
2183
1863
1948
1993
(22.38)
(16.96)
Proteínas
g
72.0
50.31
45.68
47.71
49.66
(36.56)
(31.02)
Grasas
g
75.0
36.94
15.67
28.77
30.09
(65.77)
(59.88)
Acidos Grasos
Esenciales
g
18.7
7.32
4.83
5.65
6.16
(74.17)
(67.06)
Vitamina B1
mg
1.2
0.79
0.91
0.94
1.00
(24.17)
(16.17)
Vitamina B2
mg
1.5
0.86
0.78
0.77
0.81
(48.00)
(46.00)
Niacina
mg
17.0
8.81
7.68
7.32
8.02
(54.82)
(52.82)
Vitamina B6
mg
1.5
1.15
1.05
0.97
1.01
(30.00)
(32.67)
Vitamina B12
mg
2.8
1.94
1.70
1.63
1.70
(39.29)
(39.29)
Vitamina A
mg
700.0
414.70
284.60
300.60
307.08
(59.34)
(56.03)
Vitamina C
mg
87.0
72.95
58.17
50.21
57.67
(33.14)
(33.71)
Acido Fólico
mg
225.0
176.50
151.68
151.92
158.26
(32.59)
(29.66)
Hierro
mg
14.0
11.91
10.87
10.99
11.59
(22.36)
(17.21)
Calcio
mg
850.0
737.70
706.20
699.70
711.10
(16.92)
(16.35)

Fuente: Pérez M., Miranda R. "Situación nutricional de la población Cubana". Publicación de la Asociación de Economistas de Cuba ANEC y cálculos realizados por el autor.


Bibliografía Consultada

1. Adelantado J, Noruega J, Rambla X, Sáez L. "Las relaciones entre estructura y política sociales: una propuesta teórica". Revista Mexicana de Sociología. No. 3/98. Instituto de Investigaciones Sociales. Universidad Nacional Autónoma de México. México.1998.

2. Banco Nacional de Cuba. Informe Económico 1994/1995/1996.

3. Beruff, Alejandro. "Las Finanzas Internas de Cuba en 1996". Memoria-Taller "La economía Cubana en 1996: Resultados, Problemas y Perspectivas". Centro de Estudios de la Economía Cubana. Universidad de la Habana. Enero/1996.

4. CEPAL. "La Economía Cubana. Reformas estructurales y desempeño en los noventa" 5. Ferriol, Angela. "El empleo en Cuba 1980 – 95". Revista "Cuba: Investigación Económica" No.1 Enero – Marzo 1996. Cuba. "Política social cubana: situación y transformaciones". Revista "TEMAS" No.11 Septiembre 1997.Ciudad Habana. Cuba.

6. Ferriol A, Carriazo G, Echevarría O, Quintana D. "Efectos de políticas macroeconómicas y sociales sobre los niveles de pobreza: El caso de Cuba en los noventa". Publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD. Diciembre 1997.Ciudad de la Habana. Cuba.

7. Fress J.C. "Notas sobre la medición de la pobreza según el método del ingreso". Revista de la CEPAL No.61, Abril de 1997.

8. García A, Mañalich I. "La sustitución de Importaciones de Alimentos: Una necesidad impostergable". Revista "Cuba: Investigación Económica". No.4 Octubre –Diciembre/1996 y No.1 Enero – Marzo/1997. Ciudad de la Habana. Cuba.

9. Krugman P. y Obsfeld M. "Economía Internacional. Teoría y Política". Segunda Edición McGraw-Hill. España 1993.

10. Lodoño de la Cuesta J.L. "Brechas sociales en Colombia". Revista de la CEPAL. No. 61, Abril de 1997.

11. Marquetti, Hiram. "El desempeño del sector industrial en el período 1990-1995" Material inédito del Centro de Estudios de la Economía Cubana. Universidad de la Habana. Enero/1996.

12. Ministerio de Finanzas y Precios. Balance de Ingresos y Gastos de la Población. Varios años. Ciudad de la Habana. Cuba. Presupuesto del Estado para 1997/1998.Ciudad de la Habana Cuba.

13.Ministerio del Trabajo y Seguridad Social. Informe de Balance anual. 1996/1997. Estadísticas sobre el Trabajo por Cuenta Propia 1994 –1997.

14.Oficina Nacional de Estadística. "Sondeo de precios del mercado informal" Años 1995/96/97. "Indicadores Sociales y Demográficos de Cuba". Varios años.

15.Pérez M y Miranda R. "Situación Nutricional de la Población Cubana". Publicación de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba. ANEC. Ciudad de la Habana. 1997.

16.Quintana D, Nova A, García A y colectivo de autores. "Mercado Agropecuario. ¿Apertura o Limitación?". Revista " Cuba: Investigación Económica" No.4 Diciembre 1995. Cuba.

17.Rodríguez, José Luis. Informe sobre los resultados económicos de 1996. Periódico Granma 26/12/1996. Informe sobre los resultados económicos de 1997. Periódico Granma 16/12/1997.

18.Sánchez, Jorge Mario. "Inflación y Estabilización". Manuscrito. LASA.1997.

19.Togores Viviana. "El trabajo por Cuenta Propia. Desarrollo y Peculiaridades en la Economía Cubana". Boletín del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de la Habana, 1996. "Problemas del empleo en Cuba en los 90's. Alternativas de solución". Publicación del I Foro de Economía: Galicia – América Latina. Galicia, España,1996. "Enfoque social del desempeño de la economía cubana en 1996". Memoria - Taller "La economía Cubana en 1996: Resultados, Problemas y Perspectivas". Centro de Estudios de la Economía Cubana. Universidad de la Habana. Enero/1996.


Notas

1- Algunos de los renglones exportables no fueron posibles de ubicar por no contar con la calidad u otros requerimientos que los hicieran competitivos en los nuevos escenarios.

2- Marquetti Hiram. Cuba: El desempeño del sector industrial en el periodo 1990 – 1995. Material inédito del Centro de Estudios de la Economía Cubana. Ciudad de la Habana. Enero /1996.

3- El Producto Nacional Bruto Total está conformado por la sumatoria de las partidas Consumo, Inversión, Compras del Sector Público y Exportaciones la cual se le deducen las Importaciones realizadas

4- Krugman P, Obstfeld M. "Economía Internacional. Teoría y Política". Segunda Edición 1993, McGraw-Hill. España.

5- Cálculos realizados por el autor a partir de los Informes económicos del Banco Nacional de Cuba 1994-1996

6- Mercado que surge en 1962 con el objetivo de permitir el acceso equitativo de todos los estratos sociales a los bienes de consumo esenciales.

7- Mercado que surge en la década de los 80´s cuando las disponibilidades de algunos artículos como resultado de incrementos en la producción o la importación permiten colocarlos fuera del mercado racionado a precios superiores a los de este.

8- Esta categoría incluye también los resultados de la caza, la silvicultura y la pesca.

9- Para tener una idea aproximada de la significación de las importaciones en la dieta cubana citamos estimaciones en las que se plantea que en la década de los 80's ellas garantizaban el 50% de la energía alimentaria y el 55% de las proteínas a disposición de la población(Espinosa 1992). En las 90's esta dependencia se profundiza para algunos nutrientes, aproximadamente el 46% del suministro de energía a alimentaria es de origen importado y en el caso de las proteínas se eleva a casi 63% (estimados del MEP).

10- 902 mil 875 están acogidos a sistemas de estimulación directa, como otra fuente de ingreso y estimulo a la producción. y otro grupo recibe, adicionalmente a su salario, ropa, calzado y otros productos de higiene y alimentación que, sumados a los anteriores hacen un total de 1,4 millones

11- Rodríguez, José Luis, Informe sobre los resultados económicos de 1997 y el plan económico y social para 1998. Periódico Trabajadores. Diciembre 15/ 1997.

12- Idem a la anterior.

13- Las medidas tomadas influyeron en la disminución del efectivo en circulación y no en el ahorro que representa el 60% de la liquidez acumulada.

14- Se excluye el mercado de productos normados que ha mantenido los precios bajos y estables desde su creación.

15- Pérez M., Miranda R. "Situación nutricional de la población Cubana". Publicación de la Asociación de Economistas de Cuba ANEC

16- Calculo realizado por el autor sobre cifras obtenidas en el Balance de Ingresos y Gastos de la Población del Ministerio de Finanzas y Precios y en "Indicadores sociales y demográficos de Cuba" de la Oficina Nacional de Estadísticas

17- A pesar de sólo haber sido consideradas las relacionadas con la alimentación. Otras como las del aseo, el vestir y el pago de un conjunto de servicios –transporte, electricidad, agua, combustible para cocinar- de los cuales es imposible prescindir quedan excluidas.

18- Fress J.C: "Notas sobre la medición de la pobreza según el método del ingreso". Revista de la CEPAL No 61, Abril 1997.

19- Pérez M., Miranda R. "Situación nutricional de la población Cubana". Publicación de la Asociación de Economistas de Cuba ANEC

20- Periódico Granma. 3-1-1998.

21- Idem a la anterior

22- Estos procesos demográficos se refieren a que las personas nacidas en el boom demográfico de los 60's salen de las diferentes instituciones educacionales en el año 1989, disminuyendo considerablemente él numero de personas para las que el estado debe garantizar este servicio.
Rodríguez, José Luis. Informe sobre los resultados económicos de 1996 y el plan económico y social para 1997 presentado a la Asamblea Nacional.

23- Periódico Granma 26-12-96.

24- Revista Bohemia: Mesa redonda sobre el empleo. 1995.

25- Informe de Balance del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. 1997.

26- Salvador Valdés, Ministro del Trabajo en Periódico Juventud Rebelde del 14/febrero/1999

27- Para mayor información consultar, Togores Viviana en "El trabajo por Cuenta Propia. Desarrollo y Peculiaridades en la Economía Cubana". Boletín del Centro de Estudios de la Economía Cubana, 1996.

28- En este caso se está asumiendo como tal tanto al cuentapropista como al ayudante declarado.


Lic. Viviana Togores González. Centro de Estudios de la Economía Cubana

     
   
   
  principal | economía | política | pensamiento | marx siglo XXI | debates | eventos | institucional | enlaces