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Globalización neoliberal: reflexiones para Cuba

Jesús García Brigos

Mucho se habla en los últimos tiempos en términos de globalización y mundialización, de las diferencias entre estos conceptos, sobre todo para analizar lo que es manifestación tangible de un fenómeno que afecta a toda la humanidad: la globalización neoliberal.

Independientemente de disquisiciones terminológicas, que sin dudas deben dar su contribución al esclarecimiento de la esencia de los procesos que enfrenta la humanidad en este cambio de milenio, sobre lo que sí parece haber consenso es que estamos ante una complejización del proceso de desarrollo social a extremos tales, que se halla en juego la existencia de la humanidad, por amenazas paradójicamente derivadas del propio progreso seguido hasta el presente.

La objetiva globalización neoliberal que tiene lugar en el mundo de hoy ocupa la atención de investigadores de las más diversas especialidades y escuelas de pensamiento, de políticos profesionales y activistas de todas las tendencias.

Cuba no es la excepción, o quizás lo sea, pero en un sentido que nos atreveríamos a evaluar como positivo.

Y es que las discusiones sobre la globalización neoliberal y el neoliberalismo, no son en Cuba patrimonio exclusivo de unos cuantos especialistas, sino tema que se encuentra entre las preguntas que nos puede hacer un estudiante de la enseñanza elemental, o los juicios que emite prácticamente cualquiera de nuestros trabajadores, amas de casa o jubilados.

Pero aún así, nos sentimos insatisfechos ante lo alcanzado en nuestros análisis y debates. En particular, en relación con los aspectos que con mayor frecuencia debatimos acerca de la globalización neoliberal.

Y es que, por su importancia estratégica, consideramos debe ocupar un lugar más priorizado el análisis de los desafíos que presenta al proceso de desarrollo socialista emprendido hace casi cuarenta años por Cuba, la forma actual de globalización imperante.

En tal sentido es muy importante el debate conceptual que se ha venido propiciando dentro del país en foros académicos, con la participación de dirigentes políticos que reconocen la necesidad de profundizar en la teoría como premisa para la adopción de las decisiones que requiere el momento.

Con este trabajo nos queremos sumar con algunas modestas reflexiones sobre el tema en sus aspectos más generales, pero tratando además de contribuir a llenar el vacío que no nos satisface, con algunas valoraciones resultado de nuestras investigaciones durante los últimos años.

Globalización y desarrollo humano

La globalización neoliberal actual es un proceso objetivo, pero solo una de las orientaciones posibles que surgen ante el desarrollo humano, generadas en el salto cualitativo que tiene lugar a fines del siglo XX dentro del, proceso inevitable para el progreso social, de globalización del desarrollo(1) como un todo, en tanto tendencia objetiva y necesaria a la creciente interdependencia entre las diferentes facetas del desarrollo humano y entre su decursar en los más apartados rincones del planeta.

La globalización -sin apellidos- o mundialización, vista como esa tendencia que acabamos de mencionar, es un proceso objetivo e inevitable para el desarrollo de la humanidad en el sentido del progreso, el cual pasa a una nueva etapa en esta frontera de siglos que vivimos.

Como tal, su esencia es compleja y contradictoria. Sin profundizar en esta esencia es imposible identificar precisamente los elementos que determinan el carácter progresista, para actuar en favor de su consolidación, en particular accionando sobre aquellos que, como la globalización neoliberal, se presentan como necesarios a determinadas fases del desarrollo capitalista.

Este comportamiento determinante en la tendencia al desarrollo en el sentido del progreso de la sociedad humana, es un proceso con naturaleza dual, determinada por lo que conforma la esencia de sus fundamentos objetivos:

el funcionamiento y desarrollo de los sistemas de las fuerzas productivas.(2)

Es la tendencia a la creciente complejización del "proceso del trabajo"(3) en tanto proceso entre el hombre y la naturaleza, "...en el cual el hombre con su actividad propia media, regula y controla el intercambio de substancias entre él y la naturaleza..."(4)...; creciente complejización que requiere a su vez de distintos grados de extensión más allá de las fronteras de un espacio geográfico dado de las diferentes manifestaciones concretas del proceso del trabajo.

Pero a la vez, y teniendo como su núcleo este comportamiento del proceso del trabajo, es una tendencia en el desarrollo del proceso de producción social, ante todo del proceso de producción material que determina su naturaleza:

se complejizan las interacciones entre las diferentes fases de estos procesos, la interacción entre el proceso de producción material y el de producción de la vida social como un todo, y la interacción entre las diferentes manifestaciones concretas en su funcionamiento y desarrollo, que se desenvolverá sobre la base de vínculos causales y relaciones espacio- temporales cualitativamente diferentes a las existentes en etapas anteriores.

Esta tendencia objetiva y necesaria a la creciente interdependencia objetual y espacio- temporal, sufre un cambio cualitativo a fines del siglo XX, que genera un conjunto de sentidos de desarrollo probables en diferente grado, con un núcleo común. Uno de esos sentidos corresponde a mantener la orientación capitalista, condicionada por el funcionamiento de la actividad social sobre la base de relaciones de producción con esa naturaleza, por demás dominantes en el contexto universal actual.

Se produce así en la práctica, un proceso de globalización que responde al "...carácter internacional del régimen capitalista"(5), identificado y abordado por Marx en diferentes obras,(6) y en estos momentos adopta la forma de la globalización neoliberal.

Independientemente de la forma actual, el nivel de consolidación a principios del siglo XXI de esta tendencia objetiva del desarrollo social, coloca a niveles nunca antes alcanzados el papel que en el desarrollo de un organismo social histórico concreto desempeñan los vínculos con su entorno geopolítico- económico. Esto no puede ser ignorado ni abordado ingénuamente desde cualquier contexto que se enfoque, pero mucho menos desde la realidad de los países del llamado Tercer Mundo.

¿Qué implicaciones tiene todo esto para Cuba?

Después del triunfo revolucionario el 1 de enero de 1959, Cuba entra en una fase de su desarrollo social que ha devenido crucial en su destino como nación independiente.

Culminadas en lo esencial las tareas necesarias para la etapa democrático- popular y nacional -liberadora de la revolución encabezada por Fidel Castro,(7) las acciones entran con relativa rapidez en una etapa cualitativamente diferente:

se inicia el proceso de construcción socialista, como nos parece más adecuado categorizar a lo que comúnmente se ha venido denominando "construcción del socialismo",(8) para identificar la fase que inicia la transformación comunista de la sociedad, revolución social de naturaleza diferente a las anteriores que registra la historia humana.

Cuba desde hace casi cuarenta años inició la construcción socialista, proceso extraordinariamente complejo, como ha mostrado las historia contemporánea. Pero, además, la inicia a partir de la condición de país subdesarrollado, peculiar neocolonia de los Estados Unidos de Norteamérica, condición que impone particularidades significativas.

Por tales motivos, nuestro análisis de las incidencias del proceso de globalización sobre el caso cubano, debe empezar por abordar aunque sea someramente un problema teórico más general:

construcción del socialismo, subdesarrollo, y globalización: ¿cómo se relacionan estos fenómenos del proceso social?.

¿Socialismo desde el subdesarrollo?

El paso a la Formación Económico Social (FES)(9) Comunista presenta peculiaridades que lo distinguen de todas las revoluciones sociales anteriores. Ello está vinculado esencialmente a que este cambio formacional representa la negación de toda la etapa anterior de desarrollo social basada sobre la enajenación del productor respecto al resultado de su trabajo, y en general, del individuo, en diferentes grados, respecto al proceso de producción de la vida social como un todo, con peculiaridades propias en los diferentes tipos históricos de propiedad privada sobre los medios de producción.(10)

Acerca del contenido de este proceso de transformación social, de sus rasgos esenciales, fueron adelantadas importantes ideas por Marx, Engels y Lenin. Las mismas constituyen un insoslayable fundamento teórico, que se ha visto sometido al criterio de la práctica revolucionaria, desarrollada en condiciones históricas complejas, cuyos detalles era imposible tener en cuenta por los fundadores del marxismo- leninismo. Y no siempre el desarrollo ha sido consecuente con la esencia de las ideas originales.

Entre esas ideas, los trabajos de Marx y Engels expresan la importancia cardinal que tiene para la revolución comunista el desenvolvimiento de la interacción universal que, con carácter de contradicción dialéctica,(11) existe entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Y en lo metodológico se señala hacia las peculiaridades en el desenvolvimiento de esa contradicción, y del modo de producción que ellas conforman, en su interacción con las restantes facetas del organismo social, vinculado todo ello al carácter esencialmente nuevo de la transformación revolucionaria que se plantea.(12)

Con posterioridad, en el pensamiento marxista se acepta la presencia de la interacción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción como la existente entre dos facetas del movimiento social determinantes en el p r o c e s o de su desarrollo formacional.

No obstante, cuestiones como -precisamente- el carácter de contradicción dialéctica que determina la naturaleza de esa interacción, la esencia formacional del lugar que ocupa la interacción fuerzas productivas - relaciones de producción en el proceso de desarrollo social, y por ende la necesidad de la apreciación justa de su lugar en el desenvolvimiento y estudio de los procesos reales,- que conlleva la necesidad del análisis de la realidad según cortes complementarios que revelen la dinámica real de importantes interacciones de otro orden en los sistemas,(13) y muy vinculado a esto la indispensable rigurosa apreciación de la "dialéctica específica del objeto específico"-, han pesado y pesan, tanto en la actividad cotidiana de transformación social como en los estudios realizados, sin haberse agotado la necesaria reflexión al respecto.

Estos y otros elementos "aceptados", pero en realidad insuficientemente desarrollados y aprehendidos, revelan su papel determinante en la reflexión científica y en la práctica cotidiana de los procesos de construcción socialista en las condiciones reales en que estos han tenido lugar hasta el presente, en desigual lucha con el modo de desarrollo social capitalista.

Precisamente con el establecimiento y consolidación de la formación económico- social capitalista, una gran parte de la humanidad pasa a ser testigo y protagonista de ritmos y niveles de progreso inimaginables en siglos anteriores, a partir de las transformaciones que ocurren en la interacción entre el hombre y la naturaleza.

Como señalan Marx y Engels en su obra fundacional " El Manifiesto del Partido Comunista":

"...En menos de cien años de su dominio de clase la burguesía creó unas fuerzas productivas más numerosas y grandiosas, que todas las generaciones precedentes juntas".(14)

Y el propio desarrollo que acompaña al progreso de las fuerzas productivas, "portador involuntario"/Marx/ del cual es la burguesía en el poder, da lugar en el siglo XX al colosal despliegue de algunos procesos y a fenómenos desconocidos cuando los fundadores del Marxismo - Leninismo adelantaron sus ideas acerca de la revolución comunista como paso necesario en el progreso de la humanidad.

Los rasgos particulares de la revolución comunista y la objetivamente creciente interdependencia entre las diferentes facetas del desarrollo humano y entre su decursar en los más apartados rincones del planeta, son de los procesos necesarios, apuntados ya por Carlos Marx y Federico Engels, cuyos detalles, magnitud y expresiones concretas era imposible precisar en la segunda mitad del siglo XIX.

Fenómenos como el subdesarrollo, la objetiva globalización del desarrollo de las fuerzas productivas y su expresión en la globalización neoliberal ya en las postrimerías del siglo, imponen su huella en el inexorable avance de la humanidad hacia la revolución comunista. A la vez, el contradictorio e indetenible avance de las fuerzas productivas como tendencia del desarrollo humano, ha resultado un factor determinante en la creación de nuevas posibilidades en el movimiento social, de gran trascendencia ante las condiciones generadas por el capitalismo; posibilidades que a su vez plantean retos a la teoría y la práctica revolucionarias en la etapa actual.

La realidad de iniciar la transformación comunista en un país individualmente, de los más atrasados en su momento, e incluso la propia interrupción de esa experiencia a más de setenta años de iniciada, tanto como la experiencia de enfrentar el nuevo fenómeno del subdesarrollo emprendiendo la transformación comunista del organismo social en cuestión, no hacen más que confirmar las ideas de Marx y Engels, cuando avanzaban algunos de los rasgos esenciales que debería tener la revolución comunista:

- esta transformación social se inicia con la conquista del poder político, creando un estado proletario, como organización del "poder público"/Marx- Engels, "Manifiesto Comunista"/ mediante la cual la única clase verdaderamente revolucionaria inicia y conduce la transformación radical de las relaciones de producción imperantes hasta el momento

-necesita y organiza el Estado proletario , como instrumento de nuevo tipo para el ejercicio del poder político en manos de la clase históricamente revolucionaria, dirigido a imponer y propiciar la reproducción de unas relaciones de propiedad que llegarán a negar la razón de existencia de ese instrumento y de las clases en general, cediendo el paso a una organización de la sociedad en cuyos marcos "el libre desarrollo de cada individuo es condición del libre desarrollo de todos".(15)

- la nueva forma de organización social se estructurará sobre relaciones de propiedad que se han de erigir haciendo corresponder la naturaleza social de la riqueza y un ritmo acelerado de su desarrollo racional, con su modo de distribución y apropiación, lo cual pasa por la transformación del modo de desenvolvimiento del trabajo vivo, la eliminación de la condición de asalariado.

- la eliminación de la condición de asalariado es determinante en el curso de la revolución comunista, y constituye un proceso complejo, a partir de que dicha condición no se reduce a su manifestación fenoménica en el acto de trabajar a cambio de un salario: la esencia de la condición de asalariado no se reduce a que el individuo a cambio de su trabajo recibe lo que le permite acceder a los medios de subsistencia mínimos para su reproducción como fuerza de trabajo; la naturaleza última de esa condición de asalariado, base de la producción capitalista, estriba en que es ese acto de cambio desigual lo único que posibilita el vínculo, atrae y ata al individuo al proceso de producción de la riqueza social:

la revolución comunista transformará radicalmente la vinculación del individuo al proceso de producción de la riqueza, llevándolo de la simple condición de creador enajenado de valor, a la de productor pleno de "su propia vida material"/Marx/.

En la práctica histórica la revolución comunista se inicia con la toma del poder político por la clase obrera. Y a partir de ese momento es que dicha clase comienza a apropiarse integralmente del proceso de formación de las nuevas relaciones sociales, en primer lugar posibilitando y asegurando la reproducción ampliada de las nuevas relaciones de producción, a diferencia de las revoluciones sociales anteriores en las que la toma del poder político culminaba el proceso, pasando a refrendar en esa esfera los cambios de la estructura económica, generadores objetivos de unas relaciones de producción que serían la base de una etapa superior de desarrollo social, pero de igual naturaleza explotadora que las que eran sustituidas.

Con ello se plantea, entre múltiples cuestiones de interés teórico y práctico, la conformación de un status de la política en su relación con la base económica de la sociedad, en algunos aspectos esencialmente diferente.

Sin perder la economía su condición de determinante en última instancia del desarrollo social en su conjunto, la dialéctica entre la actividad económica y la política se hace más compleja, planteándose facetas de esa interacción, que se renuevan constantemente en las cambiantes condiciones históricas. Sobre todo en las condiciones reales en que han tenido lugar las experiencias de inicio de la transformación comunista de la sociedad en cuanto al nivel y el carácter del desarrollo de las fuerzas productivas en los organismos sociales histórico- concretos en que han tenido lugar los cambios.

Esta condición inicial impone una especial incidencia de los vínculos económicos con el exterior sobre el desarrollo de la interacción fuerzas productivas- relaciones de producción, como condicionante esencial durante el cambio formacional emprendido con la revolución socialista.

El subdesarrollo, fenómeno exclusivo del siglo XX, tiene su núcleo en un bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas- gradación que, ante todo, tiene que ser adecuadamente precisada-, pero en ello no se agota ni con mucho, la esencia que cualifica el status del sistema en cuestión.

Eufemismos con más orientación ideológica o ignorancia que rigor científico, como "países insuficientemente desarrollados" o "en vías de desarrollo", no pueden desviar nuestra atención de los elementos que definen la naturaleza de este fenómeno.

En la esencia del subdesarrollo está presente un bajo nivel de las fuerzas productivas, vistas en su sentido más amplio:

en su doble condición de portadoras de la "actividad racional encaminada a la obtención de valores de uso", que, a la vez, es contenido del proceso de producción social.(16)

Pero en el subdesarrollo se presenta el bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas en una condición dinámica del sistema como un todo, dentro de la cual el organismo social carece de aptitud para negar ese estadio, por no depender la potencial negación exclusivamente de factores internos al organismo social en cuestión. Más precisamente aún, por depender la dinámica de desarrollo del país subdesarrollados de factores externos al mismo.

El subdesarrollo es un status cuyas cualidades se hallan vinculadas en lo interno de un organismo social, al estado de sus fuerzas productivas y a un sistema de relaciones de producción deformadas, que no favorecen el desarrollo del sistema de las fuerzas productivas como fuente del autodesarrollo del organismo social en cuestión.

Las relaciones de producción en el país subdesarrollado se conforman objetivamente respondiendo al proceso de producción y reproducción de la neometrópoli (en general, del sistema capitalista desarrollado, del cual él es apéndice, periferia). Esas relaciones de producción en todo momento actúan como una "barrera moderadora" del nivel, carácter y grado de desarrollo en general de las fuerzas productivas del país subdesarrollado, "conduciéndolas" por los cauces que imponen las relaciones de producción dominantes (las de la parte desarrollada del sistema),(17) en una condición de permanente antagonismo en lo interno al país subdesarrollado, determinante a su vez de toda la superestructura política, social e ideológico espiritual del mismo.

Pero el subdesarrollo es un status que trasciende en sus vínculos genéticos los marcos del organismo dado, al conformarse bajo la acción de determinadas relaciones con el exterior sobre la base de condiciones internas en lo estrictamente productivo material, y otras no menos importantes que se conforman en especial en la esfera política:

es una falta de aptitud del sistema para su autodesarrollo progresivo, en cuya dinámica es un aspecto decisivo la relación entre todas las facetas del desarrollo social interno, en sentido amplio, con el contexto externo en que se desenvuelve el sistema.

En el fenómeno del subdesarrollo se revela particularmente el carácter formacional de la interacción fuerzas productivas- relaciones de producción, la importancia de su estudio para el análisis de las tendencias en la evolución dinámica diacrónica de un organismo social histórico- concreto, y la necesidad de complementar dicho estudio con el análisis sincrónico a través de la relación entre las diferentes esferas de actividad social.(18)

El alto grado de apertura de la actividad económica en los países subdesarrollados, en el contexto de las restantes relaciones sociales, los convierte en sistemas "apéndices" de la formación económico- social capitalista, dentro de la cual cada uno de los países subdesarrollados resulta un sistema secundario, marginal, con su desarrollo determinado por las necesidades de la dialéctica del desarrollo externo. (19)

De ahí que para los países del llamado Tercer Mundo, subdesarrollados, adquiera significación especial el proceso objetivo de globalización neoliberal que hoy marca el sentido y las particularidades del desarrollo humano. Y que Cuba no pueda ignorar su influencia en el proceso de construcción socialista emprendido hace casi cuarenta años.

La entrada en el tercer milenio añade nuevos elementos a tener en cuenta a la hora de analizar el fenómeno de subdesarrollo, el propio desarrollo del capitalismo y la transformación comunista de la sociedad en el contexto de un mundo unipolar, cuyo comportamiento se halla objetivamente marcado por el proceso de globalización neoliberal.

Se impone profundizar en la comprensión del contenido de la relación dialéctica entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción para las nuevas condiciones; profundizar en como se desenvuelven los vínculos directos entre estas dos facetas del desarrollo social y sus mediaciones a través del modo de producción como un todo, y a través de los "procesos de la vida social, política y espiritual en general",(20) y con ello a interpretar y aplicar creadoramente a las condiciones concretas de cada país, los rasgos esenciales que definen y hacen necesaria y posible la transformación comunista, que marca el fin de la época del desarrollo clasista de la sociedad en las nuevas condiciones.

Para Cuba el papel de los vínculos económicos con el exterior sobre el funcionamiento y desarrollo del sistema social como un todo se ha mostrado con distintos matices y signos en las diferentes etapas del proceso revolucionario cubano, mediado en todo momento por los elementos de enlace entre las esferas económica y política de la sociedad.

Los cambios ocurridos en Europa del Este a inicios de la década de los noventa, además de contribuir decisivamente al surgimiento del escenario internacional actual, con respecto a Cuba específica y directamente intervinieron como catalizadores de la crisis económica que se ha denominado Periodo Especial.(21)

Esos cambios tuvieron lugar en momentos en que la sociedad cubana se enfrentaba a un proceso de perfeccionamiento (Proceso de Rectificación), vinculado genéticamente al agotamiento de su modelo de desarrollo en lo económico, que en esencia había reproducido una condición s u i g é n e r i s de subdesarrollo(22) y a la necesidad de mejorar aspectos del sistema político, condicionada en particular por las insuficiencias presentes en la estructura y funcionamiento de éste y sus efectos sobre el progreso en el establecimiento de las relaciones de producción socialistas, específicamente en cuanto a las relaciones de distribución.(23)

De tal modo Cuba se encamina al siglo XXI con un sistema de relaciones de producción en proceso de reordenamiento. De hecho nos encontramos ante un sistema que se está estructurando a partir del que existía a fines de la década de los ochenta, mediante acciones orientadas de modo consciente, dirigidas al perfeccionamiento de dicho sistema, las cuales se entrecruzan con las tensiones derivadas del contexto en que se desenvuelve el proceso cubano, marcadas por el objetivo proceso de globalización social.

En la fase actual, la acción de los elementos externos al desarrollo de la sociedad cubana en el sentido planteado casi cuarenta años atrás,(24)ha sufrido un cambio cualitativo que ha renovado y reforzado su influencia sobre el proceso de desarrollo de la interacción fuerzas productivas -relaciones de producción socialistas en establecimiento, con particular trascendencia en la conformación de las posibles tendencias de evolución de las relaciones de producción, al estar conformado un escenario político-económico internacional determinado por las leyes del desarrollo capitalista.

A partir de ello, resulta objetivamente planteado un desafío al proyecto socialista cubano, ligando de manera muy estrecha la salida de la crisis del "Periodo Especial" y el cumplimiento de los objetivos esenciales del "Proceso de Rectificación":

- la superación del Periodo Especial es posible solo como superación socialista de la crisis económica: cambios económicos que conduzcan en otro sentido, llevarían a una situación incompatible con la propia existencia de Cuba como Nación independiente.

- la superación socialista en las condiciones de Cuba a fines de los años 90, pasa a través de un salto cualitativo respecto a los niveles existentes en 1989, en la salida del sistema de las fuerzas productivas,(25) muy ligado al perfeccionamiento del proceso de conformación de las relaciones de producción socialistas, en primer lugar en lo concerniente al principio de distribución en sus dos aspectos. Y ello exige cambios en el modelo económico.

- los cambios en el modelo económico y su funcionamiento real no resultan ajenos a la influencia del contexto internacional, el cual está determinado por las tendencias del proceso de globalización neoliberal, opuestas antagónicamente a cualquier variante socialista de desarrollo, y si favorecedoras de las condiciones asociadas a los elementos regresivos introducidos en las relaciones de producción cubanas actuales.

El desafío está claro:

niveles superiores de salida en la producción material, en volumen y eficiencia, son imprescindibles; pero tienen que ser alcanzados en el marco de relaciones de producción socialistas, cuyo proceso de establecimiento hoy no solo exige el perfeccionamiento de lo alcanzado hasta la segunda mitad de los ochenta, sino la neutralización de nuevos elementos introducidos, portadores de una orientación regresiva capitalista subdesarrollada..

Para el enfrentamiento exitoso a este desafío trascendental planteado ante la sociedad cubana, la misma cuenta con importantes fortalezas en los elementos socializadores socialistas, predominantes en el sistema actualmente por la estructura y la salida de la fase de producción y el desenvolvimiento de las restantes del ciclo de reproducción material de la sociedad. Su acelerada consolidación puede impedir que los elementos introducidos trasciendan más allá de lo positivo que deben aportar en la fase de producción y se constituyan en rasgos desocializadores regresivos respecto al proceso de construcción socialista.

Los elementos socializadores progresistas descansan en la presencia estatal y cooperativa en la actividad económica, lo cual refuerza la importancia de la actividad política, la otra componente esencial que definía el sentido del Proceso de Rectificación emprendido en la segunda década de los ochenta, al tener los institutos del sistema político, en particular el sistema de organización estatal en lo concerniente a los Organos del Poder Popular, un protagonismo directo en la consolidación necesaria a niveles superiores de la salida del sistema de las fuerzas productivas, núcleo de la primera fase del ciclo de producción material:

el estado actual de la interacción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción coloca en primer plano de importancia el fortalecimiento del papel del Estado socialista en la actividad económica, el papel del plan económico como elemento ordenador, aglutinador y regulador de la actividad en esta esfera, en la condición de componente de la unidad que debe conformar el plan de desarrollo social en su contenido más amplio. Y, vinculado a todo lo anterior, el fortalecimiento del papel del Partido Comunista en su condición de máximo dirigente político, desarrollando su labor de "conducción"/Ché Guevara/ del desarrollo de la sociedad.(26)

Lo concerniente al Estado particularmente, significa ante todo el indispensable perfeccionamiento de la gestión de gobierno y administrativa, que permita elevar el volumen y la eficiencia de los resultados de las actividades vinculadas a elementos estatales de propiedad, eliminando las inarmonías , deficiencias e insuficiencias actuales.(27)

Pero, además, por el contenido, alcance y carácter de la labor estatal en el contexto cubano, su papel es decisivo en la definición, instrumentación y aplicación de un plan de desarrollo económico que articule y encauce según los intereses sociales socialistas la participación de los elementos no estatales en el desarrollo de la interacción fuerzas productivas- relaciones de producción.

En el momento actual esto obliga, desde la economía, al perfeccionamiento del carácter socialista del Estado cubano, lo cual en la etapa actual se halla aún vinculado al fortalecimiento de su lugar como vehículo de participación en el proceso de dirección de la actividad social, en particular la económica:

el perfeccionamiento de las vías y modos de la participación popular en la dirección del desarrollo social, atendiendo en primer lugar a lograr la correlación que resulte históricamente progresista entre democracia directa e indirecta, democratismo y centralismo, mecanismos directos e indirectos de participación, necesidades individuales, particulares y sociales, ante todo de la esfera económica.(28)

Este perfeccionamiento necesariamente ha de pasar a través del fortalecimiento del papel de los colectivos laborales y de los territorios en la labor de los Organos del Poder Popular,(29) siempre como acción sistémica sobre todos los elementos que conforman esta forma de organización estatal.

Consolidar el desarrollo progresivo acelerado del sistema de las fuerzas productivas manteniendo la orientación socialista del desarrollo como su forma social dentro del contexto actual de globalización neoliberal, es el gran desafío que enfrenta Cuba en la actualidad. Para acometerlo debe resultar decisivo positivamente el fortalecimiento de la actividad económica estatal socialista, acompañado necesariamente del fortalecimiento socialista del sistema político cubano, en particular del sistema de Organos del Poder Popular. Un paso práctico crucial en este sentido, encrucijada en la decisiva interacción entre la economía y la política dentro de nuestro proceso transformador, es el Proceso de Perfeccionamiento Empresarial, del que se aprobaron sus bases generales en 1998, cuyas fortalezas y debilidades es necesario atender desde la fase inicial en que se encuentra actualmente .(30)

Pero, además, la continuación de las acciones de transformación de la sociedad cubana, atendiendo a la complejidad de la situación actual y los escenarios previsibles, plantea continuar reforzando el papel de las ciencias sociales en la dirección del proceso, y a estas, la clara demanda de continuar los estudios multidisciplinarios integrados sistémicamente, de modo creador, consecuente con el espíritu del marxismo- leninismo y de los aportes teóricos que ha generado la revolución cubana.

En el enfrentamiento a este desafío se juega el destino de la Nación cubana, y lo mejor de su pueblo está decidido a salir victorioso.



Notas:

1. El actual proceso de globalización neoliberal trae a primer plano en el debate teórico, y con indiscutible importancia para la práctica revolucionaria, lo correspondiente a los contenidos de las categorías progreso y desarrollo. La discusión filosófica al respecto es indispensable, y ser verdaderamente útil en la medida que interactúe con las elaboraciones según proyecciones particulares de análisis del movimiento social, en particular la economía y la política. Nuestra respuesta en el plano filosófico identifica la tendencia al progreso con el desarrollo en el sentido definido por el ideal comunista, como proceso emancipatorio humano en su contenido m s amplio, respecto a las fuerzas de la naturaleza como contrario dialéctico de la sociedad, y a las propias fuerzas generadas en la producción y reproducción ampliada de la vida social, vinculadas durante toda la etapa de desarrollo clasista de la humanidad a diferentes grados de enajenación del individuo en este proceso. Una exposición m s extensa al respecto se puede consultar en nuestro informe final de investigación "Fuerzas productivas y relaciones de producción: estado actual, tendencias y perspectivas", Instituto de Filosofía, CITMA, 1999 (soporte electrónico). En particular el capítulo I, "Consideraciones metodológicas generales".

2. Ver el informe final de investigación "Fuerzas productivas y relaciones de producción: estado actual, tendencias y perspectivas", Jesús P. García Brigos, Instituto de Filosofía, CITMA, 1999 (soporte electrónico). En particular el capítulo I, "Consideraciones metodológicas generales".

3. Idem anterior.

4. Marx, C.,"El Capital", T. XXIII, p. 188, Marx, C., Engels, F. Obras Completas (en ruso), 2da. edición, Politizdat, Moscú, 1960.

5. Marx, C., "El Capital", T. XXIII, Obras Completas, (en ruso), 2da. edición, Politizdat, Moscú, 1960, p.772. En el apartado "La tendencia histórica de la acumulación capitalista", hay un párrafo que muestra genialmente la complejidad del "juego de las leyes inmanentes a la propia producción capitalista", cuando describe que "Un capitalista aplasta a muchos capitalistas. A la par de esta centralización, o expropiación de muchos capitalistas por unos pocos, se desarrolla la forma cooperativa del proceso del trabajo en dimensiones sostenidamente crecientes, se desarrolla la aplicación técnica consciente de la ciencia, le explotación planificada de la tierra, la transformación de los medios de trabajo en tales medios de trabajo que solo permiten su utilización colectiva, la economía de todos los medios de producción por medio de la aplicación de los mismos como medios de producción del trabajo social combinado, la atracción de todos los pueblos a la red del mercado mundial, y junto con ello el carácter internacional del r‚gimen capitalista". Sobre el proceso de globalización actual, y especialmente los desafíos que el mismo plantea al movimiento revolucionario mundial, se publicó recientemente una valiosa obra de la autora chilena- cubana Martha Harnecker "La izquierda en el umbral del siglo XXI", que consideramos material obligado de consulta en esta temática.

6. Aunque de modo incompleto, según sus propios propósitos. Marx, como escribe en carta a Engels del 2 de abril de 1858, se planteaba la preparación de seis libros (con lo que concebía "adecuadamente investigado" el capitalismo, según destaca el investigador canadiense Michael Lebowitz en su libro "Beyond capital",St. Martin's Press, New York, 1992):"1. Acerca del capital.2. La propiedad de la tierra.3. El trabajo asalariado. 4.El Estado. 5.El comercio internacional. 6.El mercado mundial." T.29, O.C. ed. cit., p. 254.

7. Ver Fung Riverón, Thalía, "En torno a las regularidades y particularidades de la revolución socialista en Cuba", Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1982.

8. El planteo teórico en términos de "construcción del socialismo" ha tenido indiscutibles repercusiones negativas en la práctica social. Condiciona una tendencia a enfocar lo que es objetivamente un proceso que no se puede interrumpir, como una sucesión de etapas, de escalones a alcanzar, que han sido reducido a metas en buena medida definidas y comprobadas voluntaristamente. El caso más claro es el de la propia Unión Soviética, que ya en el XVI Congreso del PCUS afirmaba que se iniciaba la fase de construcción del comunismo, y era irreversible ya el triunfo de la nueva sociedad, cuestión que lamentablemente la vida refutó. Este es un tema que necesariamente tiene que ser muy atendido por los teóricos marxistas, sobre todo para poder desarrollar la necesaria labor de fundamentación para la práctica transformadora en las actuales condiciones.

9. Esta es una categoría del enfoque marxista del desarrollo social que resulta clave para comprender los procesos de desarrollo a escala histórica. Cada Formación Económico Social se corresponde con un modo de producción, formado por la interacción entre los sistemas de las fuerzas productivas (con su componente objetual dado en los medios de trabajo (medios de producción, en tanto elementos del proceso de producción, del cual las fuerzas productivas son el núcleo), y su componente humano dado en el hombre, con sus conocimientos, habilidades, etc.) y las relaciones de producción (aquellas que objetivamente se establecen entre los hombres al actuar interrelacionadamente durante el proceso de intercambio de intercambio entre ellos y la naturaleza para obtener loe elementos indispensables para su existencia y reproducción). La base de la formación económico social son las relaciones de producción, y sobre esa base se alza la superestructura política, jurídica, etc.,, en un complejo proceso de interacción con la base. La historia de la humanidad es descrita así como la sucesión de formaciones económico sociales, iniciada en la Comunidad Primitiva, y seguida de la esclavista, la feudal y la capitalista. El paso de una a otra transcurre en una revolución social.

10. En la "Ideología Alemana" se expresa ya claramente el carácter diferente en esencia de la transición a la FES comunista, y qué determina ese carácter. Ver T.II, Obras Escogidas en 9 tomos (en ruso), Ed. de Lit. Política, Moscú, 1985 pp.35- 36.

11. Esta es otra categoría clave del materialismo dialéctico, que también ha sido distorsionada y es constantemente empleada incorrectamente. Sin entrar a profundizar, la contradicción dialéctica es una interacción entre tendencias, partes, facetas, elementos de un proceso u objeto dado, en la cual dichas partes se oponen, rechazan, niegan, ...mútuamente, a la vez que existe una en dependencia de la otra dentro de la interacción dada. En el proceso de lucha que así se establece entre ambas, se van generando los estadios del desarrollo del proceso, se va pasando a nuevos estados cualitativamente diferentes en dependencia del curso que siga el proceso de resolución de la contradicción, en el sentido de desenvolvimiento de la lucha planteada. Comúnmente se identifica contradicción con conflicto, problema, y. Aunque en el fundamento de uno de estos siempre hay una contradicción, no siempre una contradicción es un problema. Más en detalle se puede consultar nuestro Informe de Investigación "Fuerzas Productivas y Relaciones de Producción en Cuba: Estado actual, tendencias y perspectivas. 1999", Capítulo I, Consideraciones metodológicas generales, Instituto de Filosofía, La Habana, 1999. También en el capítulo 1 del libro "Gobernabilidad y Democracia. Los Organos del Poder Popular en Cuba", Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1998.

12. Ideología Alemana" , ed. Cit.,p. 32.

13. Como señalamos, las categoría Formación Económico Social va a la descripción del proceso histórico, da un corte diacrónico del desarrollo social. Pero a la hora de un corte sincrónico, de estudiar el funcionamiento de la sociedad en un tiempo dado, indispensable para conocer los rasgos dinámicos del proceso histórico en última instancia, ella es insuficiente. Se ha desarrollado así, sobre la propia base de ideas de Marx, el estudio según esferas de actividad social: económica, social, política e ideológico espiritual, interactuantes entre sí, en un funcionamiento determinado por la esfera económica, pero en el cual no se puede ignorar en modo alguno la acción sobre esta de las restantes esferas, en especial de la política, que sobre todo en los procesos de transición resulta decisiva.

14. Marx, C., Engels, F. "El manifiesto del Partido Comunista", T.III, Obras Escogidas en 9 tomos (en ruso), Ed. de Lit. Política, Moscú, 1985 p. 146.

15. Marx, C., Engels, F. "El manifiesto del Partido Comunista", T.III, Obras Escogidas en 9 tomos (en ruso), Ed. de Lit. Política, Moscú, 1985 p.160.

16. Como proceso de producción de valores de uso es indiferente de la forma social en que la misma se desenvuelva,; como contenido del proceso de producción, es el núcleo de este proceso, de su primera fase en el ciclo de producción- distribución- intercambio y consumo, y tiene que ser vista en su interrelación con la forma social.

17..Aunque existe una relativamente abundante presencia del tema del subdesarrollo en la literatura económica sobre todo, el tema lo consideramos aún insuficientemente esclarecido en aspectos muy importantes. Existe una dificultad objetiva para el proceso científico, dada en la heterogeneidad de esta condición social compleja, con un espectro tan amplio de países que va desde Corea del Sur o Brasil, hasta casos como el de Haití. Existe una obra poco divulgada pero muy importante, constituida por las conferencias del Dr Alfredo González Gutiérrez agrupadas con el título de "Aspectos de la estrategia del desarrollo", publicada en La Habana por el Curso Internacional sobre Población y Desarrollo, en el año 1982 (Biblioteca INIE, Ministerio de Economía y Planificación). En el informe final de investigación "Fuerzas productivas y relaciones de producción en Cuba: Estado actual, tendencias y perspectivas. 1999", (Instituto de Filosofía, CITMA, 1999, citado antes y accesible en soporte electrónico), se puede encontrar una exposición más extensa de nuestro enfoque sobre el tema.

18. El enfoque del movimiento social según esferas de actividad está presente en esencia en las ideas de Carlos Marx. Una presentación actual del mismo se puede ver en la obra del profesor V.S. Barulin, "La dialéctica de las esferas de la vida social", Editorial de la Universidad de Moscú, Moscú, 1982 (en ruso).

19. No necesariamente capitalista, si profundizamos en la experiencia histórica, en particular cubana, y valoramos los matices en cada caso. Cuba, a fines de la década de los ochenta, había reproducido unas condiciones sui géneris de subdesarrollo en lo económico, condicionada en este caso por su inserción en el sistema de relaciones de intercambio de los países socialistas. En detalle ver nuestro trabajo ya referido "Fuerzas Productivas y Relaciones de Producción en Cuba:...."

20. Marx, C., Engels, F. "Contribución a la crítica a la economía política", T.IV, Obras Escogidas en 9 tomos (en ruso), Ed. de Lit. Política, Moscú, 1985 p. 137.

21. El llamado Periodo Especial comienza con la década de los noventa, cuando el país se hallaba inmerso en un proceso de transformaciones, proceso de "rectificación de errores y tendencias negativas", que , a partir de la dirección política , se planteaba precisamente resolver sin crisis los problemas que se habían acumulado en los años precedentes. Si Cuba no desarrollaba tales rectificaciones, una crisis se hubiera desencadenado, pues las líneas de desarrollo mostraban un claro agotamiento en lo económico y en buena medida también en lo político. El cambio en el contexto externo sin haber podido avanzar lo suficiente en las rectificaciones socialistas, hizo detonar la crisis, crisis económica, esencialmente diferente a las crisis periódicas estructurales del sistema capitalista. Ver nuestro trabajo "Fuerzas Productivas y Relaciones de Producción:...." citado anteriormente.

22. García Brigos, Jesús Pastor, Informe Final de Investigación "Caracterización del estado actual de desarrollo del sistema de las fuerzas productivas en Cuba", Instituto de Filosofía, 1990, La Habana.

23. Dentro del sistema de relaciones de producción, las relaciones de distribución (correspondientes a la fase del mismo nombre dentro del ciclo producción- distribución- intercambio - consumo, y muy ligada a la primera y determinante de producción: al extremo que, según Marx, en tanto distribución de los factores de la producción, la fase de distribución es producción) juegan un papel muy importante en el carácter del sistema. En tal sentido, en las ideas adelantadas por Marx y Engels acerca de la transformación comunista de la sociedad, se habla del principio de distribución correspondiente a una primera etapa del desarrollo de esta transformación, "principio de distribución socialista", dado en distribuir los factores de la producción y los resultados de la misma de modo tal que "de cada cual" se obtenga un resultado "según su capacidad" y "a cada cual" se le entregue una parte de la riqueza "según su trabajo", una vez deducido lo necesario para los fondos comunes de la sociedad /Marx, C. "Crítica al Programa de Gotha"/. Acerca de la situación en Cuba en la segunda década de los ochenta ver: Limia David, Miguel; García Brigos, Jesús P.; Delgado Díaz, Carlos, et. al., "Las contradicciones esenciales del desarrollo de la sociedad cubana contemporánea. Informe Final de Investigación", Instituto de Filosofía, La Habana, Mayo de 1990.

24. Externos tanto en lo concerniente al marco espacial como a la naturaleza de las transformaciones y del objetivo socialista de la sociedad cubana.

25. El resultado del proceso de obtención de valores de uso.

26. El papel del Estado, interactuando dialécticamente con el Partido Comunista, formando parte ambos del "nuevo estado" en el sentido de "organización del poder público" de que hablaran Marx y Engels, es decisivo en el proceso de construcción socialista. Un análisis de lo concerniente al Partido Comunista en el momento actual de desarrollo de la sociedad cubana lo presentamos en el trabajo "Las ideas: herramienta decisiva en la construcción socialista", Informe, Instituto de Filosofía, La Habana, Cuba, 2000. Acerca del Estado cubano ver :"Gobernabilidad y Democracia. Los Organos del Poder Popular en Cuba", Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1998.

27. Ver el informe final de investigación "Fuerzas Productivas y Relaciones de Producción en Cuba: Estado actual, tendencias y perspectivas. 1999", Jesús P. García Brigos, Instituto de Filosofía, CITMA, 1999 (soporte electrónico). En particular el capítulo IV y las Conclusiones.

28. García Brigos, Jesús P., "Gobernabilidad y Democracia. Los Organos del Poder Popular en Cuba", Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1998.

29. Limia David, Miguel; García Brigos, Jesús P.; Delgado Díaz, Carlos, et. al., "Las contradicciones esenciales del desarrollo de la sociedad cubana contemporánea. Informe Final de Investigación", Mayo de 1990, p. 51 (Instituto de Filosofía). García Brigos, Jesús P., "Gobernabilidad y Democracia. Los Organos del Poder Popular en Cuba", Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1998.

30. El Proceso de Perfeccionamiento Empresarial es la propuesta cubana de cambios en la forma de organización de la producción en las empresas estatales, y de ellas dentro del proceso de producción material en general. Plantea cambios en los mecanismos de gestión empresarial esenciales. La implementación de este proceso trae a primer plano, con un papel decisivo para el objetivo de "anclar el socialismo en la base" declarado para este importante cambio en la actividad económica cubana, lo concerniente al Estado socialista como Estado de nuevo tipo, con su esencia distintiva en la condición de vehículo de participación dirigida a negar la propia condición de este órgano como aparato especializado dentro del proceso de dirección del desarrollo social. Y ligado indisolublemente a ello, su lugar dentro del sistema político, en particular la relación con el Partido Comunista y los Sindicatos, y los contenidos respectivos de estos institutos. Recomendamos el detenido estudio de las Bases Generales para el Perfeccionamiento Empresarial, Grupo Ejecutivo Perfeccionamiento Empresarial, Decreto - Ley No. 187, Consejo de Estado de la República de Cuba, 18 de Agosto de 1998.


Publicado en la Revista Cubana de Ciencias Sociales, num.32, 2001

Dr. Jesús García Brigos.
Investigador del Instituto de Filosofía.
Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente. Cuba.
     
   
   
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