La izquierda sionista israelí se
quita la careta
Benny Morris, de
(pseudo) historiador a profeta
Vanesa Casanova
Fernández *
CSCAweb
(www.nodo50.org/csca), 14 de enero de 2004
Washington D.C. (EEUU), 11 de enero de 2004
"La
filosofía de Morris, al igual que la de un populoso sector
de la denominada 'izquierda' sionista israelí reconvertida
en la actualidad en principal soporte de las tesis militaristas
que defienden el mantenimiento de la ocupación, puede
resumirse en una frase: los palestinos nos han traicionado"
El pasado viernes 9 de enero,
el suplemento semanal del diario israelí Haaretz publicó
una entrevista de Ari Shavit al historiador israelí Benny
Morris [1], autor de The Birth of the Palestinian Refugee
Problem: 1947-1949 (Orígenes del problema de los
refuguados palestinos, 1947-1949), obra en la que documentó
casos de expulsión de palestinos dirigidos por el Ejército
hebreo durante el transcurso de la guerra árabe-israelí
de 1948. Morris, uno de los iniciadores de la nueva corriente
historiográfica israelí conocida como la "Nueva
Historia" [2] modificó radicalmente su postura
a raíz del estallido de la segunda Intifada en octubre
de 2000. Desde entonces, Morris ha venido profesando en artículos
de prensa y entrevistas varias un odio visceral hacia todo lo
árabe y palestino. La filosofía de Morris, al igual
que la de un populoso sector de la denominada izquierda
sionista israelí reconvertida en la actualidad en principal
soporte de las tesis militaristas que defienden el mantenimiento
de la ocupación [3], puede resumirse en una frase:
los palestinos nos han traicionado.
El retrato
victimista del sionismo
La entrevista publicada por
Haaretz no es de fácil digestión. En ella,
Morris reconoce que David Ben Gurion fue un firme partidario
de la expulsión de los árabes palestinos del territorio
de la Palestina histórica: "[P]or supuesto, Ben Gurion
estaba a favor de la expulsión. Ben Gurion comprendió
que no habría un Estado judío teniendo a una minoría
árabe hostil en su territorio. Tal Estado no existiría,
no podría existir". Pero no queda ahí la cosa:
"Ben Gurion tenía razón. De no haber actuado
como lo hizo, el Estado no se habría formado. Que quede
claro. Es imposible evadir esta cuestión. Sin la expulsión
de los palestinos, el Estado judío no podría haberse
levantado". Históricamente, el argumento de Morris
es una valoración objetiva de la realidad: fue la expulsión
masiva de la población palestina lo que permitió
el establecimiento de un Estado judío en 1948. Pero Morris
va más allá. El (pseudo) historiador deja atrás
los ropajes propios de su disciplina, y no se avergüenza
de ello a la hora de defender la necesidad de la expulsión
masiva del 48 como hecho fundacional en la historia israelí:
"De ninguna manera se
pueden justificar actos de violación, o actos de masacre.
Eso son crímenes de guerra. Pero bajo ciertas condiciones,
la expulsión no es un crimen de guerra. No creo que las
expulsiones de 1948 fuesen un crimen de guerra. No se puede hacer
una tortilla sin romper unos cuantos huevos. Hay que ensuciarse
las manos."
Y así, a lo largo de
toda una entrevista en la que Morris dibuja para sí mismo
el retrato victimista del sionista clásico, que comprende
los crímenes fundacionales del Estado de Israel y no los
condena moralmente por considerarlos una necesidad histórica.
Una necesidad que, según Morris, tiene paralelismos en
otros contextos: "Incluso la gran democracia americana no
podría haber sido creada sin la aniquilación de
los indios".
El problema de Ben Gurion no
fue, según Morris, haber expulsado a una parte de los
palestinos, sino el no haberlos expulsado a todos:
"Si [Ben Gurión]
ya había iniciado el proceso de expulsión, a lo
mejor debería haber terminado la tarea. Sé que
esto sorprende a los árabes, a los liberales, y a los
'políticamente correctos'. Pero creo que este habría
sido un lugar mucho más tranquilo y se habría sufrido
menos si la cuestión se hubiese resuelto entonces de una
vez por todas. Si Ben Gurion hubiese expulsado en masa y hubiese
limpiado el país, toda la Tierra de Israel, hasta el río
Jordán [...]. Bien podría ocurrir que este fue
su error. De haber sido una expulsión masiva -en lugar
de una parcial- Ben Gurion podría haber estabilizado el
Estado de Israel para las generaciones futuras".
'Necesidad'
de destruir al pueblo palestino
Por razones que en el momento
de escribir esta nota se nos escapan, Morris no se muestra partidario
de la expulsión de los palestinos de los Territorios Ocupados
"en este preciso instante". No es, dice Morris, "ni
moral, ni realista". Claro que el pseudo historiador convertido
en profeta nos lo dice bien claro, para que llegado el momento
no nos pille de sorpresa:
"Pero puedo decirle que,
en otras circunstancias, en circunstancias apocalípticas
que pueden darse de aquí a cinco o diez años, veo
expulsiones. Si nos encontramos rodeados de armas nucleares,
o si se produce un ataque árabe y se da una situación
bélica con árabes disparando por la espalda a los
convoyes que se dirigen al frente, las expulsiones serían
enteramente razonables. Podrían incluso resultar esenciales."
Naturalmente, a Morris se le
olvida que Israel es la única potencia nuclear
en la región, pero para alimentar aún más
los temores de una sociedad ya de por sí aterrorizada,
azuza aún más los fantasmas interiores llamando
a los palestinos con ciudadanía israelí "una
bomba a punto de explotar".
Invitamos a los lectores se
acerquen al texto original de la entrevista y juzguen por sí
mismos. No obstante, la publicación de esta entrevista
pone de manifiesto algunos de los puntos esenciales a los que
ya hicimos referencia en el artículo "Sionismo y
postsionismo: la Nueva Historia de Israel," publicado en
el número 47 de Nación Árabe. Hace
tiempo que este Pío Moa israelí se quitó
la careta, desvelándonos una imagen apocalíptica
que proclama la necesidad de destruir por completo al
pueblo palestino como única solución al conflicto.

Notas de
CSCAweb:
1. Disponible
en la página web del diario israelí Haaretz:
www.haaretzdaily.com. [Nota de la autora.]
2. Para una discusión detallada de los orígenes
de la "Nueva Historia" israelí y los problemas
representados por esta corriente historiográfica, véase
el artículo de la autora "Sionismo y post-sionismo:
la Nueva Historia de Israel," publicado en Nación
Árabe, núm. 47, Año XV, 2002 (véase
en CSCAweb: Nación
Árabe 47)
3. Véase en CSCAweb: Lev Grinberg: 'Benny Morris: el
cruzado global'
[Nota de CSCAweb.]
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