Index | Iraq 2004
Actualidad
IRAQ


Imágenes de la batalla en Nayaf
(Al-Basrah.net)

Soldados ocupantes atienden a un marine abatido en las afueras de la ciudad

Marines hacen fuego encaramados a una tumba del cementerio de Nayaf

Elementos de la Guardia Nacional (tropas colaboracionistas iraquíes)

Un peshmerga kurdo de las tropas colaboracionistas iraquíes

Enlaces relacionados:

Diario de la resistencia iraquí - Agosto de 2004

Entrevista con Abdel Yabar al-Kubaysi: "El Frente Político de la resistencia será proclamado pronto"


¿Qué acuerdo en Nayaf?

CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 27 de agosto de 2004
Nota informativa CSCAweb. Loles Oliván

Más allá de los cinco puntos del acuerdo que se han hecho públicos -retirada de las tropas de ocupación estadounidenses de Nayaf, despliegue de la policía iraquí en la ciudad, libertad para as-Sader y sus asistentes, abandono de las armas por parte del ejército de al-Mahdi y compensaciones económicas para la población- no es difícil imaginar que se haya pactado igualmente un compromiso en clave interna shi'í de cuya trascendencia dependerá que as-Sader pueda seguir gozando de respeto ante los iraquíes y seguir con ellos el combate por la liberación de Iraq o quede sumido y relegado en el fraudulento proceso político que la ocupación ha diseñado para el futuro del país.

Tras tres semanas en que el mando estadounidense y los medios de comunicación han dirigido la atención militar y mediática a Nayaf por los intensos combates mantenidos entre las fuerzas de ocupación y los milicianos asociados con el ejército de al-Mahdi en esa ciudad, as-Sistani, el clérigo shi'í de Irán asentado en Iraq ha vuelto a intervenir en la ecuación a tres bandas de as-Sader, EEUU y el tutelado "gobierno de transición" de Allawi. Si ante la inminencia progresiva de un asalto definitivo de las fuerzas ocupantes contra el mausoleo de Ali en Nayaf [1] donde se atrincheraban los combatientes del ejército al-Mahdi, la milicia de as-Sader, se produjo la salida del país de as-Sistani, el impasse creado por la estrategia de asedio y cerco progresivo a la ciudad y a los combatientes en el recinto sagrado del mausoleo, por un lado, y la ausencia de una vía de salida para el propio clérigo que no fuera el ataque al mausoleo y el martirio, con las previsiones de que ello pudiera generar una mayor explosión popular en Iraq, por otro, ha dado pie a que tanto los ocupantes como el propio as-Sader hayan vuelto, una vez más en este año y medio de ocupación, a utilizar la figura de as-Sistani como factor de contención.

As-Sistani, regresado "inesperadamente" de Londres a través de Kuwait, ha sido escoltado por las fuerzas de ocupación desde la frontera sur de Iraq hasta Nayaf -aviones de combate británicos custodiaban el convoy desde el aire mientras efectivos de la policía iraquí lo hacían por tierra [2]- con el objetivo explícito y acordado previamente de pactar con as-Sader una salida que pretende poner fin a la insurrección en Nayaf, desarmar a los milicianos y dejar el control de la ciudad a las denominadas "fuerzas iraquíes" sometidas al mando militar de EEUU. As-Sistani había llamado previamente a sus seguidores para que se desplazaran desarmados con él hasta Nayaf, retomando de nuevo la consigna por él lanzada desde enero de este año de no confrontar la ocupación por la vía armada. Mientras esta marcha rompía aparentemente la escalada de los enfrentamientos de las dos últimas semanas, en Nayaf las fuerzas de ocupación apostadas y lanzando ataques desde los últimos días a las puertas del mausoleo de Ali, lugar emblemático de la Sh'ía, han seguido atacando a los insurgentes hasta la llegada del convoy de as-Sistani [3]. Igualmente, a la entrada de la ciudad vieja, la policía iraquí ha cargado contra los manifestantes que se apostaban en las inmediaciones del mausoleo matando a 15 personas.

Habiéndose declarado una tregua de 24 horas por parte de las fuerzas de ocupación anunciada por el "primer ministro" Allawi, y anunciado ya que el "gobierno" iraquí "[...] acepta el pacto As-Sader y as-Sistani" [4] difícilmente cabe esperar, sin embargo, que las tropas estadounidenses vayan a retirarse de Nayaf como pretende as-Sader, que la ciudad quede a cargo de las "fuerzas iraquíes", y menos que la movilización popular intensificada en las últimas semanas contra las fuerzas ocupantes y contra el "gobierno" de Allawi vaya a neutralizarse por más que pueda existir un arreglo pactado entre las altas jerarquías de la shi'a iraquí que incluya compensaciones a la población por los daños sufridos en las tres semanas de asedio.

Más aún, al contrario de lo que se anuncia tras el "acuerdo de Nayaf", las derivaciones que pueda tener la demostración de poder de convocatoria que ha dado este mes de agosto la insurgencia en Nayaf -miles de iraquíes se han desplazado para apoyar la insurrección o llevar ayuda humanitaria-, sumado al mantenimiento de los frentes de la región centro -en Faluya la resistencia combate la ofensiva a gran escala que las tropas estadounidenses han vuelto a lanzar en las últimas 48 horas sin que a penas haya trascendido mediáticamente-, a las acciones imparables en el corazón de la capital -la "zona verde" ha sido reiteradamente atacada en las últimas semanas y dos "ministros" del nuevo "gobierno" han sufrido sendos atentados- a el mantenimiento de los sabotajes contra los oleoductos bajo control estadounidenses -ocho ramales que conectan dos grandes campos de crudo del sur han sido objeto de una acción ayer, 26 de agosto- son un claro signo de que Iraq sigue estando en pie de guerra contra la ocupación. No en vano, en lo que va de mes se han producido 58 bajas mortales de soldados estadounidenses en Iraq [5].

¿Qué estrategia tras el acuerdo de as-Sader?

Más difícil es prever cuál sea la estrategia que sostiene el último movimiento del Muqtada as-Sader y a dónde conduce. Si la lógica militar ejecutada durante estas semanas por la resistencia en Nayaf ha sido la de hacer frente al cerco estadounidense librando combates durísimos que se han cobrado más de 450 vidas, la estrategia política de as-Sader ha sido mucho menos clara: el clérigo ha basculado entre el llamamiento a la resistencia armada -como vía para demostrar a EEUU su implantación social y su fuerza, y contando para ello con el respaldo no sólo de sus seguidores sino de combatientes de otras ciudades como Faluya, Basora y Bagdad al llamado de la resistencia- y la ambigüedad de "cederr" el control del mausoleo -"entregar las llaves", decía la prensa-a un as-Sistani que, convertido en dirigente shi'í en el vacío de poder que ha generado la ocupación, y por su posición de acomodamiento a los planes estadounidenses, es un canal directo y abierto a las autoridades extranjeras.

¿As-Sistani versus as-Sader?

Pero en esencia, quizá la clave que expresa esta ambigüedad mantenida de as-Sader, al igual que las piruetas del propio as-Sistani a lo largo de este año y medio de ocupación, se expresa más en términos de ajuste interno en el marco del control y la influencia de los resortes políticos y económicos del shi'ísmo en Iraq; influencia que la propia ocupación estadounidense ha abierto intencionadamente a la intervención de Irán a través de grupos como el Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq (CSRII), al-Dawa (integrantes del nuevo "gobierno" iraquí) y del propio as-Sistani, y que pretende servir en primera instancia como mecanismo de contención de la movilización armada y popular, sin fisuras, de los sectores shi'íes del país contra la ocupación.

Irán, la ocupación y el shi'ismo iraquí

A diferencia de as-Sistani, cuyo referente doctrinal y político es iraní, as-Sader se está forjando una imagen que representa un shi'ísmo propiamente iraquí ajeno a la influencia que pretende Irán y enmarcado en la defensa de la identidad nacional iraquí. Su evolución desde que emergiera públicamente pocos meses después de iniciarse la ocupación como un dirigente con ascendencia entre las clases más populares shi'íes de Iraq ha estado marcada por la tensión entre dejarse atraer por EEUU y asumir una intervención en el proceso político impuesto por la ocupación, lo que indefectiblemente le conduciría a situarse a la sombra de los dirigentes shi'íes colaboracionistas y pro-iraníes, o la de incorporarse activamente a las filas de la resistencia popular, asumir un papel referente en la dirección de la insurgencia [6] y reivindicarse a si mismo como el depositario d un shi'ísmo propiamente iraquí.

En esta dinámica, es revelador como el denominado ejército de al-Mahdi, reconocido como la propia milicia de as-Sader, se ha configurado como un grupo de nueva creación integrado esencialmente por jóvenes shi'es de Nasiriya, Kufa, Imara o Basora, así como de áreas humildes de Bagdad como Ciudad Sadr o al-Shuella, para defenderse de las facciones militares de otros grupos shi'íes pro-iraníes como las milicias Badr, del CSRII, o de al-Dawa; milicias que operan en Iraq con la protección de las fuerzas de ocupación y que, al igual que los peshmergas kurdo-iraquíes, han sido ya integradas a las filas de la recién creada "guardia nacional" y nueva policía iraquí desde las que combaten a la resistencia de todo signo [7]. Asimismo, el movimiento de as-Sader y sus apoyos han ido en aumento principalmente porque muchos de sus representantes políticos son miembros de tribus y familias reconocidas en Iraq que han adquirido una posición de fuerza en la comunidad shi'í del país precisamente porque se han posicionado por la defensa nacional contra la ocupación [8] en abierto contraste con los dirigentes de esos nuevos grupos políticos shi'íes que, favorables a la ocupación, han llegado a Iraq con las tropas estadounidenses desde un exilio prolongado en el vecino Irán y defienden intereses espurios y personales.

Por todo ello, el factor shi'í en Iraq y el propio papel que el movimiento emergido alrededor de as-Sader puede desempeñar en la resistencia nacional tiene unas derivaciones que trascienden el mero sesgo confesional y fragmentador que la ocupación pretende darle como "mayoría confesional" ya que representa para muchos la defensa de un shi'ísmo propiamente iraquí frente a Irán en el contexto más amplio de la lucha nacional por la liberación y la independencia.

No es de extrañar por ello, que las diferentes corrientes políticas que conforman la resistencia en el interior de Iraq hayan acabado afirmando y reconociendo el papel del movimiento de as-Sader, especialmente en este último mes. Tanto es así que ba'asistas, nacionalistas árabes, comunistas, y dirigentes religiosos suníes y de tribus de todo el país han dado su apoyo a as-Sader reforzando las filas de sus combatientes con combatientes propios y promoviendo incluso el entrenamiento militar y las técnicas de la insurgencia desarrolladas en otros puntos como Faluya, Ramadi o Bagdad a los miembros de su milicia [9].

Está por ver ahora cuál es la salida que la dirección política de este movimiento que hace parte de la resistencia nacional iraquí toma tras el pacto de su máximo dirigente as-Sader con as-Sistani. Más allá de los cinco puntos del acuerdo que se han hecho públicos -retirada de las tropas de ocupación estadounidenses de Nayaf, despliegue de la policía iraquí, libertad para as-Sader y sus asistentes, abandono de las armas por parte del ejército d al-Mahdi y compensaciones económicas para la población [10]- no es difícil imaginar que se haya pactado igualmente un compromiso en clave interna shi'í de cuya trascendencia dependerá que as-Sader pueda seguir gozando de respeto ante los iraquíes y seguir con ellos el combate por la liberación de Iraq o quede sumido y relegado en el fraudulento proceso político que la ocupación ha diseñado para el futuro de Iraq.

Notas de CSCAweb

1. Véase en CSCAweb: Diario de la resistencia iraquí - Agosto de 2004
2. al-Jazeera, 26 de agosto de 2004
3. Associated Press, 26 de agosto de 2004
4. al-Jazeera, 27 de agosto de 2004
5.
Iraq Coalition Casualities
6. As-Sader "[...] Juega un papel ambiguo. Por un lado sus seguidores de las clases empobrecidas ejercen una presión considerable sobre él para que se una a la resistencia. Estamos en contacto permanente con muchos dirigentes de su movimiento que honestamente han prometido cooperar. Por otro lado, existe una fuerte influencia iraní sobre él que opera en otra dirección. Hay que tener en cuenta que es un muchacho de 24 años. En una sociedad donde la antigüedad es un valor, él parece virtualmente dividido por las diferentes fuerzas que intentan arrastrarlo. En cualquier caso, nosotros intentaremos mantener relaciones con él pero no podemos permitir que esa oscilación de fuerzas hablen en nombre del frente político [de la resistencia]. [As-Sader] proclama un día un contra-gobierno y la construcción de un ejército, y al día siguiente declara que los estadounidenses son amigos y que la resistencia solo puede utilizar medios pacíficos" Abdel Yaber al-Kubaisy, dirigente de la Alianza Patriótica Iraquí en entrevista. Véase en CSCAweb:
Entrevista con Abdel Yabar al-Kubaysi: "El Frente Político de la resistencia será proclamado pronto"
7. al-Basrah.net, 26 de agosto de 2004
8. Abdel Jaber al-Kubaisy en entrevista personal, 23 de agosto de 2004
9. Nayi, Z.:
"Combat Training, Courtesy of Fallujah"
10. Associated Press, 27 de agosto de 2004