Resolución 1441: el
CS cede a las presiones de EEUU y otorga carta blanca a la Administración
Bush para atacar Iraq unilateralmente
11 de noviembre de 2002. Nota informativa
CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
Las presiones estadounidenses
han forzado una negociación en la que han primado los
intereses nacionales de los estados del CS sobre el futuro de
Iraq. EEUU refuerza así su posición como única
potencia hegemónica mundial y afirma su 'derecho' a actuar
sin consentimiento de NNUU para lanzar la guerra contra Iraq. Convirtiendo al ambiguo lenguaje
diplomático la línea dura de la política
belicista de la Administración Bush, el CS otorga carta
blanca a EEUU para que invada Iraq al no exigir a EEUU que se
someta a la decisión del CS una vez se conozcan los resultados
de las investigaciones del equipo de desarme de NNUU.
El pasado 8 de noviembre el CS de NNUU aprobaba por unanimidad
la resolución 1441 que respalda las condiciones impuestas
por la Administración Bush para conducir las inspecciones
de armamento en Iraq y que favorece mediante un lenguaje
lo suficientemente ambiguo- la determinación de EEUU de
lanzar su guerra contra Iraq [1].
Tras ocho semanas de presiones estadounidenses fundamentalmente
ante los miembros permanentes del CS -pero también ante
los no permanentes, como México y Siria- el secretario
de Estado Colin Powell ha hecho aceptable lo inaceptable: convirtiendo
al ambiguo lenguaje diplomático la línea dura de
la política belicista de la Administración Bush,
el CS otorga carta blanca a EEUU para que invada Iraq al no exigir
a EEUU que se someta a la decisión del CS una vez se conozcan
los resultados de las investigaciones del equipo de desarme de
NNUU.
La aprobación por el CS de la resolución 1441
constituye un triunfo del unilateralismo promovido por la Administración
Bush porque, al estar unánimemente respaldada por el CS,
refuerza su posición como única potencia hegemónica
mundial y afirma su determinación de actuar sin consentimiento
de NNUU en la guerra contra Iraq. De hecho, ésta ha sido
la razón por la que EEUU ha mantenido una activa presión
y negociación con los miembros del CS en las últimas
semanas. Frente a la posición del Pentágono que,
a través del secretario de Defensa Rumself y el vicepresidente
Dick Cheney, ha mantenido que EEUU no necesita autorización
alguna para ejecutar sus planes belicistas, el departamento de
Estado, encabezado por Powell, ha insistido y prevalecido-
ante Bush sobre la conveniencia de presionar a la comunidad internacional
representada en el CS para que se reconozca el derecho
de EEUU de atacar Iraq. Por ello, la prensa estadounidense destaca
la aprobación de esta resolución como una victoria
de Powell. [2].
La determinación de Powell ha permitido que, utilizando
las presiones directas ante los miembros del CS más reacios
a reconocer y aceptar las imposiciones de la política
exterior estadounidense, hayan funcionado como mecanismo para
comprar voluntades, posiciones políticas y, al final,
votos.
Ruisa y Francia -os miembros permanentes del CS que más
públicamente se opusieron en las últimas semanas
a aceptar las propuesta de EEUU- ya habían fijado un calendario
de negociaciones limitado a la fecha de las elecciones estadounidenses
al Congreso y al Senado a la espera de que un resultado menos
beneficioso para la Administración Bush permitiese obtener
mayores contrapartidas para los intereses particulares de Francia
y Rusia que se han estado potenciando en las últimas semanas
[3]. Nada ha trascendido a la prensa sobre el alcance
y las conclusiones de las negociaciones que tanto Francia como
Rusia impulsaron ante EEUU al respecto de los contratos petroleros
que las multinacionales francesas y rusas tienen firmados con
Iraq ni de la exigencia rusa de renegociar su deuda externa con
EEUU. Pero la contundente victoria republicana en ambas cámaras
que intensificará el apoyo de la clase política
y empresarial estadounidense a la política belicista de
Bush- ha podido rebajar a los mínimos las exigencias francesas
y rusas.
Por tanto, a falta de una capacidad de presión e intervención
más fuerte, Rusia y Francia han tratado de salvar su imagen
como potencias internacionales en el marco del CS, condicionando
formalmente su decisión a la utilización de un
lenguaje que limita el "incumplimiento material" de
Iraq al pasado y no al presente, y que, por lo tanto, hace depender
las "graves consecuencias" que deberá afrontar
Iraq del resultado de las tareas de las inspecciones que marca
la presente resolución. Sin embargo, ni la posición
francesa ni la rusa se han opuesto a la ausencia de determinación
en la resolución al respecto de la exclusiva legitimidad
del CS para determinar cuáles deban ser tales consecuencias.
De hecho, EEUU ya se ha pronunciado declarando que cualquier
Estado miembro tiene derecho a determinar si Iraq incumple
y si se le debe castigar con la guerra. Según Powell,
"si Iraq viola esta resolución y la incumple, entonces
el CS tendrá que considerar de manera inmediata lo que
debe hacerse al respecto, mientras que EEUU y otras naciones
animadas por el mismo parecer podrán juzgar lo que deben
hacer al respecto si el CS elige no actuar." [4].
El voto de Siria
El voto de Siria -único país árabe con
presencia como miembro no permanente en el CS- solo resulta explicable
si se considera su débil posición ante EEUU y las
repercusiones que pueda tener para sus intereses regionales la
invasión y ocupación de Iraq en el marco de la
proyectada remodelación política y territorial
del especio árabe que la Administración Bush pretende
llevar a cabo.
Un protectorado estadounidense en Iraq -o un gobierno dependiente
de EEUU- situaría a Siria en una posición de mayor
aislamiento político y económico al quedar rodeado
de regímenes aliados de EEUU que como Turquía,
miembro de la OTAN, al norte, Jordania, al sureste, Israel, al
este y el propio Iraq reconfigurado, al sur, forzarían
una modificación política que amenazaría
muy posiblemente a los fundamentos del propio régimen
sirio. Añádase a ello que la posible fragmentación
de Iraq y la creación de una entidad kurda en la zona
norte del país que limita con la frontera turca y siria,
podría desestabilizar a Siria en igual medida que a Turquía.
Las preocupaciones sirias a este respecto llevaron a representantes
del gobierno sirio a entrevistarse con el Yalal Talabani, dirigente
de la formación kurda Unión Patriótica del
Kurdistán (UPK) y uno de los más firmes apoyos
de EEUU en el Kurdistán iraquí.
Siria -que sigue formando parte de la "lista de Estados
que patrocinan el terrorismo" de EEUU a pesar de la asistencia
que ha prestado a las investigaciones estadounidenses para perseguir
a militantes de al-Qaeda desde el 11 de septiembre- podría
ser un nuevo objetivo de la persecución desatada en la
Administración Bush. La semana pasada cuando se estaban
produciendo las negociaciones para la aprobación de la
resolución del CS- el subsecretario de Estado para el
Control de Armamento de EEUU, John R. Bolton, señaló
por segunda vez en un mes las preocupaciones de la Administración
Bush por el programa de armas biológicas y nucleares de
Siria en un intento de intimidar o de forzar el compromiso sirio
con los planes estadounidenses en Iraq [5]. Igualmente,
el lunes, 4 de octubre, en otra acción intimidatoria,
un avión militar estadounidense penetró el espacio
aéreo sirio cuando patrullaba en la "zona de exclusión
aérea" del norte de Iraq, hecho que no fue mencionado
en la prensa siria [6].
En otro frente, la previsión de que Israel aproveche
la invasión estadounidense contra Iraq para lanzar un
ataque militar sobre las posiciones de Hizbollah en Líbano,
podría haber servido a EEUU para forzar un acuerdo con
Siria que, a cambio de permitir la cobertura siria a Hizbollah,
garantizase no solo el voto favorable de Siria en el CS sino
la no oposición al establecimiento de un gobierno opositor
en Iraq tras la ocupación de EEUU, además de proporcionar
apoyo logístico y cooperación en la invasión
estadounidense [7].
Notas:
1. Véase
en CSCAweb: Enlace al TEXTO de Phyllis Bennis
2. The New York Times, 8 de noviembre de 2002, The
Washington Post, 8 de noviembre de 2002.
3. Véase en CSCAweb: Mientras Rusia y Francia exigen a EEUU
mayores concesiones en las negociaciones sobre una nueva resolución
del CS sobre Iraq, Bush afirma que dirigirá 'una alianza
militar internacional' contra Bagdad
4. Véase en CSCAweb: Phillys Bennis: Las trampas ocultas
de la nueva resolución sobre Iraq
5. The New
York Times, 8 de noviembre de 2002.
6. Ibíd.
7. Ibrahim Hamedi, periodista de Al-Hayat, en Ibíd..
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