Marcha sobre Washington contra el Racismo
y la Guerra
¿Por qué
se puede llamar "histórica" la protesta del
20 de abril?
Brian Becker*
Texto difundido por el International Action
Center (IAC)
Traducción de Beatriz Morales para CSCAweb (www.nodo50.org/csca):
8-05-02
¿Cómo
será recordada la movilización del 20 de abril
en Washington D.C en la historia de los movimientos contra la
guerra y contra el imperialismo en EEUU? ¿Cuáles
son las principales lecciones que hay que aprender de esta movilización
que sacó a las calles a más de 100.000 personas
en la que, hasta la fecha, ha sido la mayor protesta contra el
programa político tanto interno como externo de la administración
Bush?
Puesto que a lo largo de los años en Washington
ha habido muchas manifestaciones organizadas por organizaciones
tanto progresistas como reaccionarias, se necesita algo especial
para indicar que una manifestación particular ha alcanzado
una categoría de notable duradera o histórica.
Muy pocas acciones de masas adquieren importancia decisiva en
el proceso histórico, y la excepción son las revoluciones
o las contra-revoluciones, pero una manifestación masiva
asume una importancia "histórica" especial si
significa el desarrollo de algo nuevo en la sociedad o, cuanto
menos, un fuerte giro o un gran avance para un movimiento de
masas.
Según esta definición, la manifestación
del 20 de abril debe ser recordada como un momento histórico.
Su valor histórico no sólo reside
en el singularmente importante hecho de que fue la mayor manifestación
en solidaridad con el movimiento de resistencia del pueblo palestino
en la historia de EEUU. También constituye un gran avance
para el movimiento contra la guerra norteamericano y un repudio
del bochornoso y atrasado legado político de ignorancia
de la justa causa del pueblo palestino.
Para los medios de comunicación dominantes
del gran capital de EEUU no pasó desapercibido el hecho
de que la manifestación significaba algo totalmente nuevo.
"Los manifestantes se concentran por la causa palestina"
fue el titular principal de la portada del Washington Post
bajo una foto en color a tras columnas de la enorme multitud.
El artículo cita a organizadores de la concentración
de la coalición A.N.S.W.E.R ante la Casa Blanca que afirmaron
que el acontecimiento era el mayor acto pro-Palestina de la historia
de EEUU.
El artículo del Washington Post indicaba
también que la policía calculaba en 75.000 los
asistentes a las distintas manifestaciones que acabaron reuniéndose.
Cualquiera que esté familiarizado con los cálculos
de la policía sabe que estos son considerablemente inferiores
cuando se trata de actividades progresistas.
A pesar de que el 20 de abril se trataron varios
problemas, está claro que el central fue la resistencia
palestina a la ocupación israelí apoyada por EEUU.
Por así decirlo, el apoyo a la lucha del pueblo palestino
en EEUU ha "salido del armario".
Su legitimidad histórica -que durante décadas
han negado importantes sectores del tradicional movimiento de
paz y pacifista- ha sido audazmente afirmada por un nuevo movimiento
en contra de la guerra que ha surgido en EEUU. No cabe duda de
que este impulso creciente de solidaridad con el pueblo palestino
va a resonar por todo el movimiento progresista.
Valiente resistencia al
furor racista
La
movilización de masas del 20 de abril tuvo consecuencias
muy importantes en otro sentido: representó la valiente
reafirmación de la vida política pública
y masiva por parte de las comunidades arabo-norteamericanas,
del sur de Asia y musulmanas en EEUU después del 11 de
septiembre de 2001. El hecho de que decenas de miles de personas
pertenecientes a esas comunidades vinieran a la manifestación
ante la Casa Blanca fue extraordinario dado el frenesí
racista que hay desde el 11 de septiembre.
Estas comunidades han sido demonizadas como "terroristas".
Miles de ellos han sido detenidos ilegalmente. Decenas de miles
han sido "visitados" por el FBI..
Incluso organizaciones dominantes y de caridad
como Holy Land Foundation [Fundación de Tierra
Santa] han visto sus oficinas y haberes embargados por "apoyo
a terroristas" porque habían hecho declaraciones
en apoyo de la causa palestina.
Dos coaliciones, dos orientaciones
políticas
La
manifestación del 20 de abril fue fundamentalmente fruto
del trabajo de dos coaliciones contra la guerra distintas: la
coalición A.N.S.W.E.R y la coalición United
We March [Marchamos Unidos]. Había muchas diferencias
en el programa político y en la orientación estratégica
de ambas coaliciones. La más importante tenía relación
con la lucha del pueblo palestino.
Desde el principio, ambas coaliciones trataron
muchos asuntos relacionados con la denominada guerra contra el
terrorismo de la administración Bush. Pero A.N.S.W.E.R
había abrazado específicamente la causa del pueblo
palestino y su resistencia anti-colonial a la ocupación
israelí. La coalición United We March afirmó
que no podían llegar a un consenso dentro de la coalición.
Así, durante mucho tiempo no tuvieron una posición
oficial respecto al conflicto.
¿Por qué
A.N.S.W.E.R. fue capaz de centrarse en Palestina?
Después
de que Ariel Sharon emprendiera la asesina reocupación
de Cisjordania el 29 de marzo, la coalición A..N.S.W.E.R.
anunció que concedía a la lucha palestina la categoría
de foco central de la que todavía era su manifestación
sobre varios problemas.
A.N.S.W.E.R podía responder rápidamente
a los nuevos acontecimientos político/militares porque
su comité directivo nacional llevaba meses antes de la
invasión 29 de marzo discutiendo cómo conceder
ayuda política a la lucha palestina desde EEUU. Organizó
actos de masas sobre Palestina, que tuvieron lugar en Nueva York
el 23 de febrero y una semana después en San Francisco
y Los Ángeles, con el objetivo de concienciar acerca de
la lucha del pueblo palestino.
El 20 de abril, la consigna principal de la manifestación
de A.N.S.W.E.R ante la Casa Blanca fue "Palestina libre.
No a una nueva guerra contra Iraq". La concentración
ante la Casa Blanca arrastró a una enorme multitud. En
su cobertura en directo la CNN señaló la cifra
de 60.000 y los organizadores calcularon que el número
de participantes fue mayor.
Los organizadores de la concentración de
la coalición United We March calcularon que en
su concentración ante Monumento de Washington habían
participado de 20.000 a 25.000 personas. Mientras que la mayoría
de los participantes en su concentración simpatizaba con
el sufrimiento del pueblo palestino y varios oradores denunciaban
las recientes atrocidades cometidas en Cisjordania y Gaza, la
coalición United We March prefirió optar
por un mensaje de paz o en contra de la guerra más general
antes que corregir sus seis peticiones para incluir un llamamiento
específico en apoyo del pueblo palestino.
Cuestiones en el frente
unido
La
cuestión palestina y su potencial prominencia -o potencial
falta de prominencia- en la manifestación fue un centro
de varias discusiones entre las dos coaliciones mientras negociaban
si formar un frente unido el 20 de abril. Finalmente, ambas coaliciones
se pusieron de acuerdo en apoyar juntas una concentración
final cerca del Capitolio. Uno de las cuestiones más polémicas
en las conversaciones había sido la concerniente a Palestina
y a la participación palestina en la concentración
final.
Algunas de las fuerzas dentro de la coalición
Unided We March apoyaban entusiasmadas la acción
de frente unido propuesta por A.N.S.W.E.R.. Esto era especialmente
cierto en el caso de la coalición New York City Labor
Against War [Sindicato de la ciudad de NY contra la guerra],
así como en el de otros. Pero algunos miembros de esa
coalición, especialmente los representantes de un grupo
llamado National Youth and Student Peace Coalition citaron objeciones
políticas a las propuestas del frente-unido de A.N.S.W.E.R.
Por ejemplo, ambas partes estaban de acuerdo en
que la presentadora de la concentración final debía
ser Amy Goodman, conocida periodista de radiotelevisión
integrante de "Democracy Now!". A.N.S.W.E.R propuso
que hubiera otra co-presentadora, Randa Jamal, una estudiante
palestina y dirigente activista. La propuesta de A.N.S.W.E.R.
estaba motivada por la premisa de que una co-presidencia palestina
significaría la importancia de la lucha palestina en este
momento. El representante de National Youth and Student Peace
Coalition rechazó rápidamente la idea de tener
una co-presidencia palestina. "Esta idea nunca será
aceptada" por la coalición de jóvenes y estudiantes,
porque la causa palestina es un "asunto más",
afirmo el representante de esta coalición.
Finalmente, la coalición United We March
accedió (el 14 de abril) a la propuesta de A.N.S.W.E.R
de un frente unido e incluyó una co-presidencia palestina
para la concentración final.
Ambas coaliciones acabaron por llegar a un acuerdo
una semana antes del 20 de abril. El acuerdo estipulaba que ambas
coaliciones convergerían en una marcha masiva por las
calles después de las concentraciones iniciales.
¿Reticencias sobre
Palestina?
¿Cuál
es la causa de que "Palestina" y una critica profunda
a Israel hayan sido casi un tabú en la corriente principal
del movimiento pacifista en EEUU desde 1967?.
Este mismo movimiento apoyó la lucha contra
el apartheid en Sudáfrica y se opuso a la guerra de Vietnam.
Sin embargo, cuando en 1967 Israel emprendió la guerra
contra los países árabes y se apoderó de
Cisjordania, Gaza, los Altos del Golán y el Sinai, sólo
las voces más radicales del movimiento en EEUU pidieron
que el movimiento contra Vietnam abrazara la causa palestina
y árabe como una parte y una parcela del movimiento anti-colonial
que recorría el mundo. El movimiento de paz más
amplio les volvió la espalda fríamente.
Y la historia se repitió en 1982. Entonces
este tabú autoimpuesto permitió a las organizaciones
de paz moderadas y a algunos sectores del movimiento pacifista
convertir una marcha por la paz y en oposición a las armas
nuclear -actividad que el 12 de junio de 1982 arrastró
a más de un millón de personas a Nueva York- en
algo casi irrelevante cuando se negaron a mencionar, y mucho
menos a condenar, la invasión israelí del Líbano
que había empezado una semana antes. Doscientos mil libaneses
y palestinos murieron durante la invasión, mientras que
el ejército israelí dirigido por el general Ariel
Sharon expulsaba a la OLP y a Yaser Arafar de Beirut
La razón de la histórica reticencia
política respecto a la causa palestina frecuentemente
es malinterpretada o falseada como resultado de los defensores
judíos de Israel que son activistas en otras luchas contra
la guerra pero que políticamente están unidos a
Israel y por lo tanto son incapaces de apoyar la justa causa
del pueblo palestino. Aunque esto puede ser un factor, no es
el decisivo.
¿Cuál es
el factor decisivo?
El
problema radica en la orientación estratégica de
algunos sectores del movimiento progresista que tratan de forjar
una coalición de centro-izquierda, a veces llamada coalición
de "amplias fuerzas" y similares. Su objetivo es reformar
el Partido Democrático, reconstruir su denominada ala
liberal en el liderazgo nacional.
Esta orientación fluye desde la concepción
de que el principal objetivo del movimiento progresista es evitar
el triunfo del ala de extrema derecha en la clase dirigente política
capitalista y derrotar su política interior y exterior
promoviendo más "políticas liberales"
Para asegurar el apoyo de la clase dirigente capitalista liberal
o, al menos, formar bloque con algunos de sus dirigentes destacados,
según este enfoque, el movimiento progresista debe limitar
su programa político de manera que sea aceptable o no-amenazador
para el ala liberal de la clase dirigente capitalista liberal.
La clase dirigente norteamericana estaba profundamente
dividida respecto a continuar con la participación en
la guerra de Vietnam y, después, respecto al apoyo norteamericano
al apartheid en Sudáfrica. Había, por lo tanto,
significativas expresiones de apoyo a los movimientos contra
la guerra y anti-apartheid por parte de políticos, e incluso
de los grandes medios de comunicación.
En el caso de Oriente Medio, esta orientación
de tipo centro izquierda ha exigido a este sector del movimiento
que se abstenga de mostrar solidaridad con el pueblo palestino
porque en la clase capitalista norteamericana prácticamente
no ha habido escisión alguna respecto al apoyo a Israel.
El imperialismo norteamericano apoya a Israel porque sirve como
Estado cliente, fuertemente armado y relativamente estable, en
una región en la que se encuentran dos terceras parte
del petróleo mundial. Por lo tanto, se ha pedido a los
grupos que buscan limitar su programa político con la
esperanza de ganar un apoyo sustancial de la clase dirigente
liberal que abandonen su apoyo al pueblo palestino.
La coalición A.N.S.W.E.R. comparte el objetivo
táctico de unirse con todas las fuerzas posibles contra
la guerra, el racismo y la represión, pero no a costa
de liquidar sus principios y su orientación política
anti-imperialista estratégicamente vital.
La movilización del 20 de abril fue histórica
porque rompió el legado de inacción y llevó
la cuestión de la solidaridad con Palestina a un plano
principal.
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