'El derecho de los pueblos
a resistir'. Declaración de Beirut, 19 de noviembre de
2006
Declaración Final de la
"Conferencia Internacional de apoyo a la resistencia",
Beirut, 16-19 de noviembre de 2006
www.aturemlaguerra.com
/ CSCAweb: 10-01-07
Durante
los días 16 y 19 de noviembre de 2006 se ha celebrado
en Beirut la "Conferencia Internacional de apoyo a la resistencia"
dentro del marco del derecho de los pueblos a resistir y en respuesta
a la invitación de los organizadores del evento: Hezbollah,
el Partido Comunista Libanés, el Movimiento del Pueblo,
el Fórum de Unidad Nacional y la Formación El-liqaa
(el encuentro). El objetivo de la convocatoria era transformar
la victoria histórica lograda por la resistencia libanesa
para hacer frente a la agresión sionista israelí
dirigida contra el pueblo libanés el pasado 12 de agosto
de 2006, y llevarla al punto de partida para volver a impulsar
la lucha de liberación del mundo árabe en contra
del proyecto imperialista norteamericano y sionista y para reforzar
el movimiento de solidaridad internacional a favor de la lucha
de los pueblos árabes y de sus movimientos de resistencia
nacional en Líbano, Palestina e Iraq. Participaron unas
400 personas delegadas de todo el mundo, representantes de organizaciones
políticas, sindicales, sociales, movimientos anti-globalización,
en contra del imperialismo y en contra de la guerra, y a favor
del derecho de los pueblos a resistir cualquier agresión
y a alcanzar la libertad y el progreso.
Durante la conferencia los
participantes abordaron las distintas dimensiones de la agresión
a la que está expuesto el mundo árabe y musulmán
en especial, y el conjunto de implicaciones de la vía
ofensiva norteamericana que amenaza el desarrollo futuro de los
pueblos del mundo y el futuro de la paz mundial. Tras extensos
y serios debates, los conferenciantes llegaron a la conclusión
de una visión compartida sobre los peligros que acechan
a la región de Oriente Medio y al mundo, así como
los métodos para hacerles frente y los mecanismos para
unificar a las fuerzas vivas que se oponen a estas amenazas.
Asimismo también se puso de manifiesto la necesidad de
mejorar el nivel de coordinación entre ellas a distintos
niveles, de cara a garantizar las condiciones para derrotar el
proyecto norteamericano y sionista que tiene en su punto de mira
a la región árabe y al mundo en general.
Se acordaron los siguientes
puntos:
A nivel político
general:
Considerar el proyecto del
Gran o Nuevo Oriente Medio como una iniciativa norteamericana
agresiva que persigue la desintegración de la región,
exponiéndola a enfrentamientos y guerras, para perpetuar
su control sobre ella y poder continuar expoliando sus recursos.
Rechazar el "choque de
civilizaciones" que promueve la Administración norteamericana
y que dirige su política hegemónica y de guerra
permanente, premisas que está instaurando como norma,
hacia el establecimiento de una nueva guerra mundial.
Continuar trabajando con el
objetivo de construir un marco de solidaridad internacional que
reúna a todos los movimientos de la resistencia, las fuerzas
que la respaldan en el mundo árabe y musulmán y
a nivel mundial, y que forme parte de la red internacional existente
y no se convierta en una corriente paralela o sustituta.
Trabajar para desarrollar
y fomentar las relaciones entre las corrientes de izquierdas,
demócratas, nacionalistas y los movimientos islamistas
y de la resistencia, con la finalidad de consolidar y fortalecer
las orientaciones que se oponen a la alianza imperial-sionista
en la región y en el mundo y poder así responder
a los retos presentes y futuros.
Cristalizar las bases teóricas
e intelectuales para conseguir el acercamiento entre las corrientes
de izquierdas y nacionalistas y las islamistas y de apoyo a la
resistencia, para defender al movimiento de liberación
en el mundo árabe y musulmán y en el mundo entero.
Desarrollar una visión
intelectual revolucionaria que abarque las distintas aspiraciones
de liberación, desarrollo, unidad y democracia.
Presentar una concepción
renovada del nacionalismo árabe que de respuesta a las
necesidades de integración regional y que respete más
la diversidad en el seno de la propia Comunidad árabe
(la Umma).
Popularizar y difundir la
cultura de la resistencia y rechazar la normalización
y el servilismo a la alianza estadounidense-sionista.
Destapar los planes estadounidenses
en Iraq, reafirmando el apoyo a la resistencia iraquí
en contra de la ocupación norteamericana, de sus proyectos,
repercusiones e instrumentos.
Mantener la solidaridad con
la lucha del pueblo jordano en el marco del rechazo a las iniciativas
de normalización de las relaciones con Israel y de cara
a anular el acuerdo de Wadi Araba y sus implicaciones.
Instar a trabajar para aunar
los esfuerzos de la resistencia en todas sus formas y a nivel
de cada país árabe, en la zona de Oriente Medio
y en el mundo entero y cristalizar un proyecto de resistencia
árabe que reúna a las distintas fuerzas de la resistencia
en el Líbano, Palestina e Iraq para vencer a los ocupantes
norteamericanos y sionistas en la región.
Considerar que el éxito
de la lucha en contra de la ofensiva norteamericana y sionista
a todos los niveles requiere la intensificación de la
lucha pacífica en contra de la vía del absolutismo
en el mundo árabe y musulmán y en el mundo.
Adoptar una política
de creación de frentes amplios a ambos niveles, nacional
y regional, en base a unos objetivos comunes y respetando las
especificidades de cada sociedad y de cada país.
Vincular el movimiento de
solidaridad a favor de la resistencia árabe e internacional
con las distintas formas de lucha democrática y social.
Formar una red que agrupe
a las distintas organizaciones políticas y sociales árabes
implicadas con la opción de la resistencia y que son partidarias
de ella, con un comité representativo de coordinadores
locales y regionales que supervise sus actividades y que ponga
en marcha un proceso de comunicación entre las distintas
fuerzas a nivel nacional utilizando diversos métodos (encuentros
periódicos, cartas, correos electrónicos), que
organice amplias movilizaciones populares periódicamente
a lo largo del año en solidaridad con los movimientos
de resistencia árabe: día de solidaridad con el
Líbano y la resistencia libanesa el 12 de agosto; día
de solidaridad con Iraq y la resistencia iraquí el 20
de marzo; con el pueblo palestino el 28 de septiembre de cada
año, en apoyo a la resistencia para conseguir la liberación
de su tierra y por la implementación del derecho al retorno.
Constituir un tribunal de
conciencia árabe para juzgar a los responsables de los
crímenes de guerra en contra de la humanidad que han sufrido
los dos pueblos, el iraquí y el palestino, y la totalidad
de crímenes políticos contra activistas, detenidos
y presos políticos, especialmente los que se encuentran
en las prisiones israelíes.
Fortalecer y ampliar el marco
de esfuerzos destinados a hacer frente y detener las campañas
lanzadas especialmente a través de los medios de comunicación
occidentales, y que persiguen la deformación de la imagen
de la resistencia, dentro de lo que se ha dado en llamar como
"guerra contra el terrorismo" y que intenta adrede
mostrar una imagen negativa confundiendo las acciones de la resistencia
legítima con otros actos de violencia indiscriminada que
llevan a cabo grupos fanáticos radicales.
Hacer un llamamiento a las
distintas fuerzas, a los países árabes y musulmanes
y al resto de países de la zona para que contribuyan de
manera efectiva para preservar la unidad de Iraq, su carácter
árabe y para conseguir su liberación de las manos
de los ocupantes.
Apoyar la lucha del pueblo
palestino para conseguir la totalidad de sus derechos nacionales.
Estar a favor de que los refugiados
palestinos en el Líbano puedan obtener la totalidad de
sus derechos legales y humanos.
Considerar las amenazas norteamericanas
y sionistas a los pueblos de la región y a sus países
como un incentivo para la formación de una estrategia
árabe-iraní de entendimiento que redunde en la
unidad de las fuerzas vivas para hacer frente al proyecto norteamericano
y sionista.
Considerar el criterio del
posicionamiento político el principal componente del frente
aglutinador de la lucha en contra del proyecto imperialista existente
en la zona, y no cualquier otra consideración religiosa,
de credo o de raza.
Condenar las amenazas norteamericanas
e israelíes a los países de la región y
a sus fuerzas vivas y prepararse para el despliegue de las fuerzas
populares y su movilización en contra de cualquier ataque.
Asumir que la posesión
por parte de Israel de armas nucleares es una fuente de amenaza
permanente a la seguridad y a la paz regional y mundial y reiterar
la exigencia por parte de los pueblos del mundo de una postura
firme para conseguir que se desarme de armas nucleares el conjunto
de la región enfatizando en el derecho por parte de los
países de la zona a poseer capacidades nucleares para
fines pacíficos.
A nivel legal:
Crear un Foro internacional
para la defensa de los Derechos Humanos y de los Pueblos, que
incluya a abogados y activistas de los derechos humanos de todo
el mundo, en coordinación con la Unión de Abogados
Árabes y la Organización Árabe de Derechos
Humanos.
Poner en marcha en Internet
un sitio web internacional para el intercambio de experiencias
legales en el ámbito de los procesos judiciales en contra
del Estado de Israel y sus criminales de guerra.
Coordinar esfuerzos para reunir
documentación, testimonios y evidencias relacionadas con
los efectos de la agresión en el marco del "Centro
Árabe de Documentación sobre los Crímenes
de Guerra y las Persecuciones Legales" a tres distintos
niveles: el crimen de la agresión, los crímenes
de guerra y los crímenes contra la humanidad, en todo
lo relacionado con:
- Matanzas de civiles, desplazamientos forzosos, destrucción
de edificios civiles, puentes, carreteras, estaciones eléctricas,
puertos, aeropuertos y bombardeos de los distintos medios de
transporte.
- La destrucción medio ambiental y en especial la contaminación
de las costas libanesas, lo cual constituye una amenaza para
el conjunto de costas de los países de la cuenca del Mediterráneo.
- La destrucción intencionada de los medios de comunicación
y de las estaciones de transmisión, como la del canal
de televisión Al-Manar y muchas otras.
Recomendar el apoyo y la participación
en el Tribunal de Conciencia que tendrá lugar en Ginebra
para juzgar a los responsables israelíes de los crímenes
de guerra cometidos durante su última agresión
al Líbano, bajo el auspicio de la Fundación Bertrand
Russell en el primer aniversario de la agresión.
Instar al Gobierno libanés
a que trabaje para el establecimiento de un Tribunal Internacional
especial ad hoc para los mismos fines.
Instar a los abogados y activistas
de los derechos humanos europeos a que trabajen con sus ciudadanos
con la finalidad de presionar a sus propios gobiernos para que
preparen demandas judiciales contra Israel y le obliguen a depositar
indemnizaciones por sus crímenes de guerra, así
como pagar los costes de las tareas de desactivación de
las bombas de racimo que están llevando a cabo las fuerzas
de la FPNUL.
Documentar las violaciones
legales cometidas desde la creación del Estado de Israel
hasta la actualidad y trabajar en el seguimiento legal de las
demandas.
Llamar a todos los pueblos
del mundo y a sus respectivos gobiernos y organizaciones para
que apoyen el derecho al retorno de los refugiados palestinos
a la totalidad de su territorio histórico, de acuerdo
a las leyes y convenciones internacionales.
Preparar la celebración
de una Conferencia internacional de solidaridad con el pueblo
libanés y su resistencia en el primer aniversario de la
agresión, el 12 de agosto de 2007.
Instar al Gobierno libanés
a presentar querellas y alegaciones contra el Estado de Israel
y sus perpetradores de crímenes de guerra ante las distintas
organizaciones internacionales especializadas y entre ellas las
más destacadas son:
- El Tribunal Internacional de Justicia
- El Tribunal Penal Internacional
- Un Tribunal Especial creado por decisión del Consejo
de Seguridad, y en caso de imposibilidad, recurrir a la Asamblea
General que se encargará de la creación de un tribunal
de este tipo en virtud de la resolución 50/377 (La Unión
por la Paz).
Pedir a todos los movimientos
europeos e internacionales que adopten y apoyen los recursos
de los libaneses para crear tribunales nacionales competentes
en sus países de residencia.
Ponerse en contacto con los
comités de derechos humanos y con los sub-comités
pertenecientes a las Naciones Unidas: el Comité de los
Derechos del Niño, de los Derechos de la Mujer, del Medio
Ambiente, el Consejo de los Derechos Humanos
Ampliar las demandas legales
para incluir a Gran Bretaña y a los Estados Unidos y que
participen así en la ofensiva.
Poner en marcha una campaña
mediática legal internacional para explicar las violaciones
de las leyes y convenciones internacionales cometidas por los
israelíes.
Poner en marcha una campaña
mediática internacional para informar acerca de la resistencia
libanesa y de otros movimientos de resistencia árabe en
Palestina e Iraq en contra de las ocupaciones israelí
y norteamericana, aclarando sus objetivos, la justicia de su
causa y la legalidad de su lucha a la luz del Derecho Internacional
General y Humanitario.
Distinguir entre terrorismo
y la lucha de los pueblos en aras de su liberación y por
el derecho a la autodeterminación.
Luchar para establecer un
Oriente Medio libre de armas de destrucción masiva.
Revelar la naturaleza parcial
de la Resolución 1701 que sitúa a las fuerzas de
la FPNUL en un solo lado de las fronteras y luchar contra su
interpretación de tal manera que amenaza con la confrontación
entre las fuerzas de la FPNUL y la resistencia libanesa.
Alentar a los países
árabes para que firmen el estatuto fundacional del Tribunal
Penal Internacional y el resto de convenciones referentes a los
derechos humanos.
A nivel mediático:
Considerar a los medios de
comunicación como un terreno de combate esencial en la
batalla impuesta en el Líbano, Palestina, Iraq y en el
conjunto de la región.
Adoptar una política
de confrontación mediática que se apoye en la construcción
de un sistema conceptual, de valores y lingüístico
completo cuyos objetivos sean resistir al sistema que propugna
la agresión y que a través suyo practica la hegemonía.
Distinguir la intersección
existente entre las luchas de todos los pueblos y por lo tanto
buscar la manera de construir una red internacional que luche
contra el proyecto norteamericano y sionista, el cual no sólo
atañe a la región sino que afecta a toda la humanidad.
Constituir un grupo de trabajo
formado por gente del mundo de la información y escritores
que puedan participar en el eje de tareas siguientes:
Crear un grupo de discusión
(blog) en Internet.
Llamar a periodistas y escritores
interesados para que se unan a él.
Proponer una definición y un marco de trabajo y su acercamiento
a las cuestiones mediáticas.
Preparar un listado internacional
de periodistas y escritores que estén dispuestos a cooperar
o que tengan posturas que se correspondan con las nuestras y
trabajar para contactarles y poder dar a conocer sus escritos
y publicarlos.
Convocar una reunión
cada dos o tres meses para valorar el trabajo llevado a cabo
y tomar las decisiones correspondientes.
Establecer un observatorio
mediático "Media Watch", que vigile a
los periodistas enemigos de la resistencia y que observe todo
lo que se emita a través de los medios de comunicación
y organice las respuestas, con un alto estilo profesional y una
precisión metodológica, y que nos permita movernos
hacia una ampliación del círculo, creando un aparato
mediático internacional propio partidario de la resistencia
y que pueda hacer frente a los medios de comunicación
adversarios.
A nivel de la reconstrucción:
Los participantes se han puesto
de acuerdo en describir los resultados de la agresión
israelí a los suburbios del sur de Beirut y las aldeas
y pueblos libaneses como un hecho de "aniquilación
del hábitat" puesto que el ataque fue dirigido contra
zonas residenciales habitadas y los desperfectos alcanzaron un
número desorbitado de hogares y de unidades económicas,
más de 130.000 a lo largo de todo el territorio libanés.
Asimismo, la conferencia ha
hecho hincapié en el papel de la resistencia y de sus
estructuras a nivel de organizar la reconstrucción, de
retirar las huellas de la agresión y apoyar el aguante
y la firmeza de la sociedad libanesa durante y después
del ataque e instar a lo siguiente:
Adoptar una visión
de desarrollo social en las tareas de reconstrucción que
tome en consideración las necesidades de los habitantes
tal y como ellos las indiquen, que permita la mejora de las zonas
dañadas y satisfacer el conjunto de las necesidades humanas.
Dirigir el mayor apoyo posible
a las instituciones civiles libanesas concernidas por las actividades
de socorro y de reconstrucción y especialmente a las instituciones
de la resistencia porque desempeñaron y siguen desempeñando
un papel fundamental de apoyo a la sociedad libanesa para poder
hacer frente a la agresión israelí. Y esto requiere
poder superar los obstáculos legales y financieros que
impone el sistema financiero/legal internacional para hacer frente
al influjo de ayudas que les llegan bajo diversos pretextos.
Referente a este asunto, la
conferencia llama a la formación de comités de
apoyo civiles en cada uno de los países que tengan la
misión de apoyar al pueblo libanés para hacer frente
a la agresión.
Prestar atención a
la situación en que han quedado las aldeas libanesas que
han sido demolidas y ocuparse de la reconstrucción de
manera que se garantice la conservación de su carácter
y sus especificidades rurales y patrimoniales.
Poner en marcha una iniciativa
de consulta amplia a nivel internacional, con las organizaciones
y las personalidades especializadas en el ámbito de la
reconstrucción y deseosas de participar en ella, con la
finalidad de llevar a cabo las tareas de reconstrucción
de manera que cumplan con los objetivos humanitarios, sociales
y de desarrollo de la operación.
La conferencia recomienda
en el marco de esta actuación que los supervisores de
la reconstrucción guarden en mente el simbolismo del evento
en lo que concierne a tres aspectos fundamentales: la victoria,
la resistencia y el sacrificio.
Organizar campañas
árabes e internacionales para la reconstrucción
de los lugares culturales, sociales y patrimoniales que configuran
las características fundamentales de la zona y que juegan
un papel crucial en la creación de cultura y de conocimiento.
Beirut, 19/11/2006
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