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PALESTINA

* Nabil Mahmud al-Sahly es investigador de la Oficina de Estadística de Palestina (Damasco).

Palabras del Traductor

Ayer, 15 de mayo del 2005, y 57 años después del día en que se estableció el Estado racista de Israel, he querido y desde la subjetividad que aporta una experiencia personal como hijo de palestinos directamente afectados por "Al-Nakba", escribir unos párrafos con la intención de introducir luz humana al buen trabajo realizado por el investigador Nabil Mahmud Al-Sahly.

No es nada fácil tratar de describir el dolor causado en las generaciones de palestinos nacidos fuera de Palestina, siendo éstos hijos de palestinos afectados directamente por la gran tragedia del primer éxodo palestino. Tampoco lo es el llevar la palestinidad anclada en el alma como una hermana siamesa imposible de separarte, porque compartes con ella arterias básicas para la supervivencia. Siempre he pensado que si el alma tuviese cuerpo, éste tendría el esqueleto fracturado y escayolado por los cuatro costados para los palestinos que viven el exilio forzoso y llevando su palestinidad incrustada en el corazón. Nuestra memoria, nuestros recuerdos heredados a lo largo de 57 años y nuestra reivindicación diaria de la identidad árabe-palestina se convierten en una continua acción de legitima resistencia al atropello cometido por el salvajismo ideológico del capitalismo colonialista, cuya punta de lanza en nuestra querida Palestina, es el sionismo racista que ha creado el Estado ficticio y fascista de Israel sobre los cadáveres de cientos de miles de palestinos y el continuo dolor de más de cinco millones de refugiados, que jamás renunciarán a su derecho al retorno dure lo que tenga que durar la contienda.

Para los palestinos del exilio, el simple ejercicio de reivindicar nuestra palestinidad y enseñarla a nuestros hijos se transforma con el tiempo en la mejor herramienta de resistencia y lucha desde la distancia, que nos capacita para golpear a diario al proyecto sionista que sueña en que nuestra identidad y cultura se diluyan en los países de acogida, tratando así de impedir el cumplimiento de las resoluciones internacionales, siendo el derecho al retorno el principal escollo y la espina que atraviesa la garganta de cualquier proceso de paz cuya pretensión es que los palestinos acaben aceptando renunciar a éste elemental derecho. Nadie puede afirmar poseer la autoridad para renunciar a éste sagrado derecho para los palestinos, ni nadie lo tendrá nunca, porque es un derecho de todo el pueblo libre y soberano, garantizado por todas las leyes y convenciones internacionales.

Una frase que traduje hace poco y que hablaba de la mujer iraquí, decía lo siguiente: "Quien no es capaz de romperme, me convierte en acero." Así es la voluntad del pueblo palestino y así es la voluntad de todos los que luchan por la justicia, accionando a las conciencias vivas para mantener el ritmo de la lucha y para mantener el natural ritmo de la vida.

¡Nosotros, ineludiblemente venceremos!

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Datos sobre el pueblo palestino y las transformaciones demográficas que ha vivido a lo largo de más de ochenta años

Nabil Mahmud al-Sahly*

Web del FPLP, 9 de mayo de 2005
CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 16 de mayo de 2005
Traducido para CSCAweb por Jamal Halawa

"La necesidad de que intelectuales, investigadores y periodistas árabes y palestinos se deben replegar alrededor de unos términos de expresión que ayuden a mantener la Unidad Nacional Palestina y apartarse lo más posible de la crispación partidista. Los intelectuales podrían utilizar los medios de comunicación, particularmente los que emiten vía satélite e internet, para difundir un discurso cultural adecuado para mantener la unidad del pueblo palestino dentro y fuera de Palestina, ya que existen tentativas por parte de los enemigos para implantar la conspiración entre el pueblo palestino dentro y fuera de Palestina, bien sea a través de la firma de los acuerdos de Oslo con todo lo que los acompañó de repliegues y retiradas del ejército israelí de algunas aéreas de Cisjordania y Gaza, o bien sea a través de las reocupaciones por parte del mismo ejército de las mismas tierras durante la masacre del campamento de Jenin en Abril del 2002"

¿Cuáles son las huellas de la "Nakba" sobre el pueblo palestino?, ¿cuáles son sus repercusiones sobre el tejido social palestino? y ¿cuál es el papel de Gran Bretaña en la "Nakba"? Son varias preguntas que trataremos de responder a lo largo de nuestra exposición. Tal vez sean importantes las conferencias que proporcionan luz sobre las huellas que dejó la "Nakba", visto lo que ha tenido que sufrir el pueblo árabe-palestino desde el Congreso Sionista de Basilea (Suiza), y la sistemática marcha colonial para imponer sobre el terreno hechos consumados judaizantes en Palestina, redimiendo las propiedades de las tierras a favor de los judíos. La ambición judía en Palestina se centró básicamente en rápidas tentativas de crear una forzosa existencia sobre ella y establecer un Estado judío con la mayor extensión y el menor número de árabes posibles, además de las tentativas de establecer una fuerza militar judía y una economía hebrea que responda a las ambiciones sionistas. Como consecuencia, la evolución demográfica y social del pueblo palestino presenció unas tendencias poco naturales como las que existen en los estados y comunidades estables, puesto que el factor de la inmigración judía hacia Palestina y la expulsión de los árabes autóctonos de su patria tuvo una influencia directa sobre dicha evolución. Así que ¿cuál es la verdadera evolución demográfica? y ¿cuáles son sus horizontes? Preguntas a las que trataremos de responder en éste estudio.

El pueblo palestino durante el mandato británico (1920-1948)

Unos tres meses después del comienzo oficial del mandato británico en Palestina, el gobierno erigido efectuó un censo de la población en la fecha del 23 de octubre de 1922, seguido por otro en noviembre de 1931. Éste segundo censo es más preciso que el anterior por los detalles que contenía: estadísticas vitales, estadísticas sobre inmigración y análisis de la población. Los resultados de las estadísticas británicas indicaban que el total de la población de Palestina en 1919 alcanzaba los 700.000 habitantes, creció hasta los 762.000 habitantes en 1921, de los cuales, el 76'9% eran musulmanes, el 10'6% judíos, el 11.6% cristianos y el 0.9% eran de otras confesiones. La población de Palestina siguió creciendo hasta llegar al 1.035.800 habitantes en 1931, de los cuales 619.438 eran musulmanes (59'8%), 174.000 judíos (16'9%), 91.400 cristianos (8'8%) y unos 10.100 que representaban el 1% aproximadamente eran de otras confesiones.

El gobierno del mandato británico, generalmente, participó en gran medida en la transformación de la población judía de una minoría confesional a una comunidad con un peso numérico en Palestina, ya que su número creció de unos 84.000 en el año 1922, hasta llegar a los 650.000 en el 15 de mayo de 1948. Dicho aumento elevó su porcentaje de representación en la población de Palestina del 11% al 31% entre los años 1922 a 1948, siendo la parte proporcional de la inmigración en el referido periodo de tiempo de 400.000 judíos del total del número de incremento de la población que fue de 566.000. Las estadísticas británicas indican que el aumento del total de la población de Palestina pasó de 757.000 habitantes en 1922 a los 2.100.000 habitantes en 1948, entre los que había 1.450.000 árabes palestinos. Habría que señalar que el Movimiento Sionista consiguió entre los años 1897 a 1948 realizar un importante objetivo demográfico, que consistía en agrupar a 650.000 judíos de todo el mundo en Palestina, además de apropiarse de unos 1.800 kms cuadrados que representan el 6.6% de la extensión de Palestina, que es de 27.009 kms cuadrados. Durante el mandato británico se cometieron 18 masacres contra los palestinos que causaron la muerte a 300 personas.

Con el establecimiento del Estado de Israel en mayo de 1948, el Movimiento Sionista habría conseguido realizar su objetivo en establecer un Estado judío después de cincuenta años del primer Congreso Sionista en Basilea; sin embargo, y para realizar la parte demográfica de las ambiciones sionistas, expulsaron a alrededor de 850.000 palestinos de sus casas entre los años 1947 a 1948, cambiándose por ésta causa la tendencia de la evolución demográfica de los árabes palestinos de modo forzoso, ya que la emigración tuvo una gran influencia sobre la situación demográfica y sobre el tejido social palestino. Hay que señalar, que durante el mandato británico sobre Palestina entre los años 1920 a 1948 hubo unas intensas oleadas migratorias de los judíos, entre las cuales citamos la siguientes: la tercera oleada entre los años 1919 a 1923 cuando emigraron unos 35.000 judíos hacia Palestina; la cuarta oleada entre 1924 a 1931 llegaron otros 78.898 judíos, la mayoría de origen alemán, de países de Europa Occidental y de Polonia; la quinta oleada tuvo lugar entre los años 1932 a 1939 y fue cuando se realizó la más importante operación de inmigración de judíos a Palestina alcanzándose la cifra de 224.784 inmigrantes, aprovechándose el Movimiento Sionista de la coyuntura internacional dominante, particularmente en Alemania, y así, poder atraer a más judíos hacia Palestina a través de diferentes incitaciones económicas y anímicas; la sexta oleada de inmigración tuvo lugar entre los años 1940 a 1948, donde llegaron a alcanzar la cifra de 118.300 inmigrantes. Todas estas oleadas fueron financiadas por empresas y organizaciones judías emergidas del Movimiento Sionista. Además, las infiltraciones judías hacia Palestina durante el mandato británico, fueron acompañadas con la construcción de más asentamientos, pasando de 110 en 1927 a 291 asentamientos agrarios en 1948, año del establecimiento del Estado de Israel que fue el día quince de mayo. Así pues, Gran Bretaña es responsable política, jurídica y moralmente de la aparición de la "Nakba" de los palestinos en 1948 y por los siguientes motivos:

1. la promesa Balfour en 1917 tuvo una influencia directa para abrir las puertas de la inmigración en Palestina de par en par.

2. Concluyó su ocupación el 14 de mayo de 1948, capacitando a las bandas sionistas que más adelante formaron el núcleo del ejército israelí que se apropió de la mayor parte de la Palestina histórica.

3. Se cometieron 18 masacres durante el periodo de la ocupación británica de Palestina, y a causa del apoyo británico para establecer el Estado de Israel, las bandas sionistas cometieron en el año 1948 unas cuarenta y cuatro masacres y causaron unas 2.500 muertes. Como consecuencia, Europa y los Estados de la Unión Europea, a la que pertenece Gran Bretaña, asumen una responsabilidad política, moral y jurídica ante la cuestión de los refugiados, debiéndoles a estos últimos una justa solución que garantice su retorno a su patria.

La evolución demográfica del pueblo palestino entre los años 1948 y 2005

El desplazamiento de 850.000 palestinos de sus casas entre los años 1947 a 1948, tuvo una destacada huella en las tendencias de evolución demográfica del pueblo árabe palestino después de 1948, puesto que durante el referido año, se estableció el Estado de Israel sobre el 78% de la extensión de la Palestina histórica.

Al comienzo, hemos de señalar, que de 531 pueblos y ruinas palestinos de donde sus habitantes fueron desplazados entre los años 1947 a 1948, el 90% de dichos pueblos fueron desalojados a causa de ataques militares judío-sionistas, y el 10% restante, fueron desalojados a causa de la guerra psicológica y las insinuaciones sobre la posibilidad de un ataque. Y como consecuencia de las operaciones de expulsión forzosa que alcanzó a casi la mitad del total de los palestinos en 1948, el reparto demográfico del pueblo en el año 1949 quedó configurado de la siguiente manera:

A pesar de la referida expulsión forzosa las tierras palestinas, bien sea donde se estableció el Estado de Israel, bien sea Cisjordania o la franja de Gaza, seguían acogiendo a casi el 80'5% del número total de los palestinos. En Cisjordania quedaron unos 323.000 refugiados, en Gaza 219.200 refugiados, mientras que el 19'5% que representaban unos 307.200 refugiados, tuvieron que emigrar forzosamente a los países árabes limítrofes a Palestina después de la "Nakba" de 1948: entre ellos 97.800 se fueron a Siria, 115.600 a El Líbano, 80.800 a Jordania, 4.300 a Iraq y unos 8.500 refugiados se marcharon a Egipto.

Siguiendo el ritmo de crecimiento entre el pueblo palestino, el número total de los palestinos habría aumentado de 644.000 en el año 1918 a los 668.258 habitantes en el año 1922, a 858.707 palestinos en el año 1931 y a 1.415.000 en el año 1948. En estas fechas, el número total de los judíos en Palestina pasó de los 50.000 que representaban el 7'2% del total de la población de Palestina (694.000) en 1918 a los 83.790 en 1922 (11'1%) del total de la población que era de 752.048 habitantes. Después, creció el número de judíos hasta llegar a 174.606 representando al 16'9% del total de la población de Palestina en 1931 y que era de 1.035.800 habitantes; más adelante, y como consecuencia de las facilidades del mandato británico para la inmigración judía, creció el número hasta 650.000 judíos que representaban el 31'5% del total de la población de Palestina que alcanzaba para estas fechas (1948), la cifra de 2.065.000 habitantes.

El desastre (Al-Nakba) y el desplazamiento de la población condujeron a que el 60'7% del total de la población del pueblo palestino quedara fuera de sus casas, además de la redistribución del mapa poblacional palestino, para quedar configurado como sigue:

Primero: Los habitantes que resistieron en sus casas dentro de la línea verde y cuyo número en 1949 era de unos 156.000 árabes palestinos.

Segundo: Los habitantes habituales, más los supervivientes de la ocupación que se refugiaron en Cisjordania, que entonces y hasta 1967, estuvo gobernada por Jordania, llegaron a contar en 1949 unos 817.000 palestinos.

Tercero: Los habitantes de la franja de Gaza que estuvo bajo la administración de Egipto hasta el año 1967, contaban junto a los refugiados unos 299.300 palestinos en 1949.

Cuarto: Unos 307.000 árabes palestinos quedaron fuera de Palestina, en Siria, Líbano y Jordania que más adelante, muchos de ellos, emigraron a los lugares de atracción económica como Europa y América.

Después del año 1967, cuando se ocupó Cisjordania y la franja de Gaza expulsando a unos 460.000 habitantes palestinos, apareció un nuevo mapa de distribución para los palestinos que se aclaraba después del flujo de la emigración forzosa, originada por el atropello de las limitaciones de la base económica palestina en Cisjordania y Gaza, cuyos cimientos fueron tocados por las políticas económicas de las autoridades israelíes entre 1967 y 2005, obligando a unos 275.000 palestinos, a salir a buscarse la vida en los países y lugares de atracción económica árabes. Se observa, entonces, que Jordania se convierte en el país donde más palestinos se centran después de 1967. Los datos de los grupos estadísticos emitidos por la Oficina de Estadística de Palestina en Damasco, nos indican que el censo total del pueblo árabe-palestino alcanzó la cifra de 4.566.153 habitantes en 1981, creció hasta 5.630.610 en 1990, y siguiendo el computo de crecimiento del pueblo palestino cuyo porcentaje alcanza aproximadamente el 3'5% entre los años 1990 a 2005, nos facilita el dato siguiente: en 1998 el número de los palestinos habría alcanzado 7.389.154 habitantes, en 1999 habría alcanzado 7.647.774 palestinos y se estima que en el 2005 habrían llegado a unos 9.500.000 palestinos aproximadamente.

El reparto poblacional de los palestinos, quedó como estaba, es decir, que el 45'6% del total del censo de los palestinos estarían dentro de su tierra, y fuera de ella, el 54'4%. Recordemos aquí que Israel rechaza la aplicación de la resolución 194 del Consejo de Seguridad de la ONU, que resuelve a favor del retorno de los palestinos a sus casas y tierras ocupadas en 1948; también rechaza la aplicación de la resolución 237 que resuelve a favor del retorno de los desplazados en 1967 a su tierra en Cisjordania y Gaza. Habría que indicar que el número de palestinos que emigraron en 1948 se calculaba en el año 2002 en 3.973.360, elevándose ésta cifra en el 2005 hasta llegar a unos 4.500.000 palestinos, según los datos facilitados por la UNRWA después de acometer algunas sustracciones. Sin embargo, hay otras estimaciones que hablan de que pueden alcanzar los cinco millones de refugiados, puesto que la UNRWA había hecho algunas restas de miles de refugiados palestinos por distintas razones, entre ellas la emigración, haciendo que las estimaciones de la UNRWA a efectos de registro quedasen inútiles. En éste sentido, el total de los desplazados palestinos que emigraron bajo el atropello de los tanques israelíes en Cisjordania y Gaza el año 1967, se habría aumentado de 460.000 a un 1.500.000 desplazados palestinos, la mayor parte de ellos son de Cisjordania, estableciéndose en Jordania hasta que sus circunstancias les permitan volver a sus tierras de origen. Los niños representan el 50% aproximadamente del total del censo del pueblo palestino, a causa del elevado cómputo de fertilidad ya que se calcula que la mujer palestina a lo largo de su vida fértil puede dar a luz a 4'5 neonatos. Según la estadística entre los años 1990-2005, cuando tres décadas antes la cifra era de más de seis neonatos por cada mujer. Siguiendo los datos de fertilidad y del crecimiento poblacional palestino, nos da como resultado que el pueblo palestino se dobla cada veinte años, es decir, que el censo total de la población palestina en el año 2025 será de unos 18 millones de palestinos.

¿Quiénes son los que tienen derecho a retornar?

Los que tienen derecho a retornar son los refugiados palestinos que emigraron en 1948 y sus descendientes hasta el año 2005, en cifras absolutas son cinco millones de refugiados palestinos, de los que cuatro millones y medio están registrados en los registros de la UNRWA, y de los que el 42% viven en Jordania, el 10% en Siria, otros 10% en Líbano, el 22% en Gaza, el 16% en Cisjordania y además de los 44.000 refugiados en Iraq, los 62.000 en Egipto y unos 400.000 refugiados palestinos que se centran en los exilios lejanos.

Resultados básicos:

1. Los estudios que muestran la totalidad del pueblo palestino son considerados como los más importantes, particularmente, cuando el pueblo palestino ha sido perjudicado y en gran medida por las políticas poblacionales evacuatorias sionista-israelíes.

2. El pueblo palestino es un pueblo joven, gracias a la abundancia de nacimientos que puede alcanzar los 5 neonatos por cada mujer a lo largo de su edad fértil, llegando el porcentaje de los niños menores de quince años al 50% en todas las comunidades palestinas.

3. En los últimos años, se centra en la Palestina Histórica y en los países árabes limítrofes el 87% de la totalidad del pueblo palestino, el 42'3% de ellos en los países limítrofes.

4. El desastre (Al-Nakba) y la diáspora palestinos condujeron a una forzosa redistribución de la población palestina, de los que el 45'6% están dentro de Palestina, es decir, el 20'2% en Cisjordania y el 11'9% en Gaza, mientras que en la Palestina ocupada en 1948 viven el 13'5% de los palestinos.

5. A pesar del paso de los cincuenta y siete años del desastre ocurrido en 1948, los refugiados insisten en su derecho a retornar a sus pueblos y ciudades de origen en la Palestina histórica.

6. Gran Bretaña debe asumir un papel básico por lo sucedido en el desastre (Al-Nakba) de 1948 al abrir con la Promesa de Balfour las puertas a la inmigración judía hacia Palestina y al sostener a las bandas sionistas, que más adelante formaron el núcleo del ejército israelí, para luego imponer éste último su dominio sobre la mayor parte de las tierras de Palestina en 1948.

Recomendaciones:

Primero: la necesidad de seguir investigando en cada comunidad palestina para aclarar las tendencias evolutivas de todo el pueblo palestino, y así, poder dar relieve a un número palestino y su pueblo que el Movimiento Sionista e Israel trataron de borrar a lo largo de más de un siglo de conflicto (1897 a 2005).

Segundo: La necesidad de celebrar conferencias que reafirmen la importancia de la unidad del pueblo palestino y las formas de resistencia ante los desafíos israelíes que aún seguimos presenciando como expropiaciones de tierras, extirpaciones del hombre y una continua inmigración de judíos de todo el mundo.

Tercero: La necesidad de que intelectuales, investigadores y periodistas árabes y palestinos se replieguen alrededor de unos términos de expresión que ayuden a mantener la Unidad Nacional Palestina y apartarse lo más posible de la crispación partidista. Los intelectuales podrían utilizar los medios de comunicación, particularmente los que emiten vía satélite e internet, para difundir un discurso cultural adecuado para mantener la unidad del pueblo palestino dentro y fuera de Palestina, ya que existen tentativas por parte de los enemigos para implantar la conspiración entre el pueblo palestino dentro y fuera de Palestina, bien sea a través de la firma de los acuerdos de Oslo con todo lo que los acompañó de repliegues y retiradas del ejército israelí de algunas aéreas de Cisjordania y Gaza, o bien sea a través de las reocupaciones por parte del mismo ejército de las mismas tierras durante la masacre del campamento de Jenin en Abril del 2002.

Cuarto: La necesidad de celebrar conferencias en los centros de investigación, en las universidades e institutos europeos periódicamente para explicar las realidades básicas sobre la causa palestina, en aras de impedir a los medios de comunicación israelíes y sionistas ser el elaborador de la noticia que hace del palestino portador de una justa causa un terrorista, y del soldado israelí que comete las masacres en contra de los niños palestinos diariamente, un desaforado.