Cumbre Países
Árabes-América Latina
Entre al apoyo al
gobierno Talabani y el reconocimiento del derecho a la resistencia
Alberto Cruz
CSCAweb
(www.nodo50.org/csca), 16 de mayo de 2005
"El
gobierno iraquí logró otro de sus objetivos en
esta cumbre, la condena de las acciones armadas no ya contra
civiles, sino contra "la infraestructura y el gobierno democrático".
Esta propuesta no estaba incluida en el borrador de Marrakech,
por lo que es un éxito evidente de Talabani. Según
este documento se ha catalogado de forma inequívoca como
"terrorismo" las acciones guerrilleras contra instalaciones
petrolíferas, oleoductos, empresas eléctricas y
funcionarios del gobierno de Talabani. Y se hace en unos momentos
en los que la estrategia guerrillera iraquí pasa precisamente
por estos parámetros: ataques sistemáticos y coordinados
contra oleoductos, refinerías, centrales eléctricas
y sistemas de abastecimiento de agua para quebrar las pretensiones
imperialistas de control absoluto de las reservas energéticas
iraquíes; sin petróleo no hay electricidad, y sin
electricidad no hay petróleo puesto que no puede ser bombeado
o refinado. Al mismo tiempo, los atentados contra funcionarios
vinculados al gobierno Talabani no han cesado desde el mismo
momento de las elecciones del 30 de enero"
La cumbre celebrada los pasados
días 10 y 11 en Brasilia entre altos representantes de
América Latina y de diferentes países árabes
puede ser considerada en sus resultados como de cal y arena.
Algunas agencias internacionales han titulado con términos
que revelan un cierto entusiasmo ("Washington se lleva las
críticas", IPS del 11 de mayo) pero ahondando un
poco en lo sucedido antes, durante y después de la cumbre,
así como en el documento final, hay que hacer muchas matizaciones
debido a dos factores importantes: desde el punto de vista de
los países árabes y de su mentor estadounidense-
los dos principales objetivos de la cumbre (reconocimiento pleno
del gobierno iraquí surgido de las elecciones del 30 de
enero y el apoyo a la "hoja de Ruta" palestina) se
han cumplido; desde el punto de vista de los países latinoamericanos
el resultado es más modesto, puesto que sólo se
puede considerar a Brasil como reforzado (en su intento de lograr
un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU como
representante de América Latina) y la suscripción
de un acuerdo comercial entre el Mercado Común del Sur
(MERCOSUR) y el Consejo de Cooperación del Golfo. El resto
de países latinoamericanos, que asistían a esta
cumbre con la no disimulada intención de que los países
árabes ricos tuviesen interés en realizar inversiones
económicas en ellos, no ha visto frutos concretos.
Hay que centrarse, por lo tanto,
en los aspectos políticos de esta cumbre. Y hay que comenzar
por el principio, por los acuerdos establecidos en Marrakech
durante una reunión previa de Ministros de Asuntos Exteriores,
en la que ya se dejaban claras dos cosas: que iba a haber un
apoyo a Palestina y un reconocimiento expreso del nuevo gobierno
iraquí surgido de las elecciones del 30 de enero y representado
en la cumbre por el flamante nuevo presidente, Jalal Talabani.
En el borrador allí elaborado se reconocía "el
derecho de los Estados y pueblos a resistir la ocupación
extranjera" y esa simple mención provocó las
alarmas de EEUU, que presionó a sus aliados árabes
para que no acudiesen a la cumbre o rebajasen el nivel de sus
delegaciones. Así sucedió con los reyes de Arabia
Saudí, Marruecos y Jordania y el presidente de Egipto,
Hosni Mubarak, que declinaron estar presentes a última
hora. Por parte latinoamericana, el principal gendarme estadounidense,
Álvaro Uribe, presidente de Colombia, también declinó
asistir.
Finalmente, de los 34 asistentes
(Arabia Saudita, Argelia, Bahrein, Comoras, Djibouti, Egipto,
Emiratos Árabes Unidos, Iraq, Jordania, Kuwait, Líbano,
Libia, Mauritania, Marruecos, Omán, Palestina, Qatar,
Siria, Somalia, Sudán, Túnez y Yemen, por el mundo
árabe, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador,
Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay, Venezuela por
América Latina) estuvieron presentes 16 jefes de Estado
o de Gobierno, ocho por cada parte, y el resto representado mayoritariamente
por sus ministros de Asuntos Exteriores. Como se ha dicho antes,
también hubo delegaciones de menor nivel.
Si bien el documento final
recoge términos y expresiones que han molestado algo a
EEUU, no se puede decir que haya sido una cumbre contra EEUU.
La potencia imperialista se ha asegurado que el anfitrión,
Brasil, no haya salido mal parado como promotor del encuentro
lo que habría dejado todo el protagonismo a Venezuela
y su enfrentamiento con EEUU- y se asegura de nuevo su apoyo
para "moderar" a Chávez o para actuar de "mediador"
en las crisis latinoamericanas que se avecinan, al igual que
lo hizo con la de Ecuador (el haber acogido a Lucio Gutiérrez
tras su derrocamiento es un indicativo de ello). El hecho mismo
de que se haya celebrado la cumbre refuerza el papel de Brasil
como potencia regional incuestionable, en detrimento de México
y Argentina. De hecho, el presidente de este último país,
abandonó la cumbre antes de que se conociese el documento
final, aunque dijo que lo asumía en todos sus puntos,
especialmente después de haber logrado que se incluyese
un punto en el que se reconoce la argentinidad de las Malvinas,
islas hoy bajo soberanía británica.
Apoyo claro
al gobierno iraquí
El documento final recoge un
claro apoyo y aceptación del gobierno iraquí surgido
de las elecciones del 30 de enero, con lo que se respalda de
forma abierta el proceso puesto en marcha en Iraq después
de la invasión por EEUU, principal potencia ocupante.
El punto 2.10 de la declaración final recoge textualmente:
[los firmantes] "Enfatizan
la importancia de respetar la unidad, la soberanía y la
independencia de Irak, así como la no injerencia en sus
asuntos internos; respetan la voluntad del pueblo iraquí
de decidir libremente su futuro, como fue manifestada en las
elecciones generales del 30 de enero de 2005, consideradas como
un paso decisivo rumbo a la transición pacífica
de poder, con miras al establecimiento de un gobierno democrático,
constitucional y federal (si así lo decide el pueblo iraquí)
y a la conclusión del proceso político. Reafirman
su apoyo al gobierno de transición iraquí electo
e instan a la comunidad internacional a apoyar al gobierno en
los esfuerzos emprendidos en el actual proceso, que tiene como
objetivo la estabilidad y la construcción en el país.
Condenan las operaciones terroristas, que tienen como objetivo
la población civil, la infraestructura y el proceso democrático.
Reafirman, también, el papel esencial de las Naciones
Unidas, así como la necesidad de un papel más relevante
de la Liga de los Estados Árabes en la reconstrucción
de Irak y de sus instituciones".
La importancia de este punto
es crucial, puesto que anula, o minimiza, el reconocimiento del
derecho a la resistencia de Estados y pueblos sometidos a ocupación
(punto 2.17):
[los firmantes] "Reafirman
su rechazo a la ocupación extranjera y reconocen el derecho
de los Estados y pueblos a resistir a la ocupación extranjera,
de acuerdo con los principios de la legalidad internacional y
de conformidad con el Derecho Internacional Humanitario").
El gobierno iraquí logró
otro de sus objetivos en esta cumbre, la condena de las acciones
armadas no ya contra civiles, sino contra "la infraestructura
y el gobierno democrático". Esta propuesta no estaba
incluida en el borrador de Marrakech, por lo que es un éxito
evidente de Talabani. Según este documento se ha catalogado
de forma inequívoca como "terrorismo" las acciones
guerrilleras contra instalaciones petrolíferas, oleoductos,
empresas eléctricas y funcionarios del gobierno de Talabani.
Y se hace en unos momentos en los que la estrategia guerrillera
iraquí pasa precisamente por estos parámetros:
ataques sistemáticos y coordinados contra oleoductos,
refinerías, centrales eléctricas y sistemas de
abastecimiento de agua para quebrar las pretensiones imperialistas
de control absoluto de las reservas energéticas iraquíes;
sin petróleo no hay electricidad, y sin electricidad no
hay petróleo puesto que no puede ser bombeado o refinado
[1]. Al mismo tiempo, los atentados contra funcionarios
vinculados al gobierno Talabani no han cesado desde el mismo
momento de las elecciones del 30 de enero.
Se pide, también, que
la ONU tenga "un papel esencial" en Iraq, que la Liga
Árabe adquiera un papel "más relevante"
en la reconstrucción y en el apoyo a sus instituciones.
Es decir, se asume de hecho el cronograma diseñado por
EEUU y que quedó patentemente expuesto en la reunión
que en noviembre del año pasado se celebró en el
balneario egipcio de Sharm El Sheij [2]. Por lo tanto,
la ocupación de Iraq se mantendrá hasta el 2007,
cuando menos, y cuenta cada vez con mayor reconocimiento internacional
el proceso político que se está desarrollando allí,
mientras que la guerrilla no cuenta con apoyo internacional alguno.
De ahí la importancia estratégica que tiene que
el movimiento de solidaridad internacional construya un movimiento
claro de apoyo a la guerrilla de liberación nacional iraquí.
Los primeros pasos ya se están dando y fructificarán
el la conferencia que se celebrará el próximo mes
de octubre en Italia [3].
El caso
de Palestina y la sorpresa Siria
La cumbre ha sido más
clara con el tema palestino. El punto 2.8 de la declaración
final recoge el compromiso de los asistentes a:
"alcanzar una paz justa,
duradera y completa en el Medio Oriente, con base en el principio
de tierra por paz y en las resoluciones pertinentes del Consejo
de Seguridad y de la Asamblea General de las Naciones Unidas,
particularmente las Resoluciones 242 (1967) y 338 (1973) del
Consejo de Seguridad, así como el Acuerdo-marco de Madrid
y la "Iniciativa de Paz Árabe", que garantice
la seguridad de todos los países de la región.
Igualmente, subrayan la necesidad de realizar la plena implementación
de la "Hoja de Ruta". Reafirman la necesidad de materializar
los derechos nacionales legítimos del pueblo palestino
y de implementar la Resolución 1515 (2003) del Consejo
de Seguridad, así como de la creación del Estado
Palestino independiente con base en las fronteras de 1967, que
coexista pacíficamente al lado del Estado de Israel, y
la retirada de Israel de todos los territorios árabes
ocupados hasta las fronteras del 4 de junio de 1967 y el desmantelamiento
de los asentamientos, inclusive los de Jerusalén del Este.
Toman debidamente en cuenta la opinión consultiva de la
Corte Internacional de Justicia del día 9 de julio de
2004 correspondiente a "Las Consecuencias Legales de la
Construcción de un Muro en los Territorios Palestinos
Ocupados" y exhortan a todas las partes interesadas a cumplir
con la referida opinión consultiva".
La gran sorpresa de la cumbre
ha sido, sin duda alguna, la abierta crítica que se ha
realizado contra EEUU por su estrategia de acoso contra Siria
(punto 2.11):
[los firmantes] "Expresan
su profunda preocupación con relación a las sanciones
unilaterales impuestas a Siria por el gobierno de los Estados
Unidos de América y consideran que el llamado "Syria
Accountability Act" viola principios del Derecho Internacional
y constituye una trasgresión de los objetivos y principios
de las Naciones Unidas, creando, de este modo, un grave precedente
en las relaciones entre los Estados independientes").
Las apelaciones al Derecho
Internacional y al Derecho Internacional Humanitario son constantes
en el documento, convirtiéndose en el paraguas para la
tibia crítica que se ha realizado contra EEUU y su estrategia
de "guerra preventiva", el hegemonismo y las medidas
unilaterales y sanciones impuestas contra determinados Estados
(punto 1.4). El documento aboga también por una reforma
amplia "e integral" de la ONU -de forma especial el
Consejo de Seguridad- (punto 2.7) y reclama un comercio multilateral
"no discriminatorio y justo" para "superar los
desequilibrios de la globalización" (punto 5.2).

Notas:
[1] Véase
en CSCAweb: EEUU
obliga al gobierno colaboracionista a crear una fuerza de protección
de la industria petrolífera iraquí
[2] Véase
en CSCAweb: Alberto
Cruz: La cumbre de Sharm el Sheij y la condonación de
la deuda a Iraq: un acuerdo que refuerza el mantenimiento de
la ocupación mientras oculta el genocidio de Faluya
[3] Véase
en CSCAweb: Por
una conferencia de apoyo a la resistencia iraquí: Apoyemos
a la resistencia iraquí. Preparación del V aniversario
de la Intifada. Construyamos el apoyo internacional a la resistencia
iraquí
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