Axis for Peace: La fundación
de un movimiento internacional contra la dominación mundial
Red
Voltaire, 23 de noviembre de 2005 / CSCAweb, 2 de diciembre de
2005
La implicación
de los servicios secretos anglosajones en la creación
y utilización del terrorismo islámico fue presentada
por el ex agente David Shayler. "Abandoné los servicios
secretos británicos cuando el MI6 decidió financiar
a los socios de Osama bin Laden", declaró durante
una destacada intervención. "Traté de dar
la alerta, pero fui yo quien fui a prisión", lamentó
Shayler, quien explicó que "ese terrorismo está
coordinado por el MI6 y la CIA".
Primera de su tipo, la conferencia
internacional Axis for Peace 2005 se celebró los días
17 y 18 de noviembre de 2005 en Bruselas. Ciento cincuenta personalidades
procedentes de 37 países se reunieron por invitación
de la Red Voltaire para elaborar un discurso eficaz en defensa
de la paz.
Especie de "Davos contestaria",
Axis for Peace se parece a los encuentros de Davos por su público,
formado por dirigentes políticos, diplomáticos,
militares y líderes de opinión, y se acerca al
Foro Social Mundial por su discurso contestatario en relación
con el orden mundial establecido. Durante dos días, los
participantes se reunieron bajo la presidencia de Thierry Meyssan
en mesas redondas y sesiones plenarias para analizar las diferentes
formas de injerencia y opresión que se ponen de manifiesto
en el mundo. Trataron de discernir las técnicas utilizadas
y de concebir estrategias comunes para oponérseles.
El 18 de noviembre, firmaron
una Declaración final en la que denuncian a la coalición
encabezada por Estados Unidos y el peligro que ésta representa
para la paz mundial. "Una coalición militar se ha
lanzado a una explotación desenfrenada de los recursos
energéticos y materias primas, expresan preocupados. Impulsada
por los neoconservadores, ha incrementado sus depredaciones y
ha reanudado todas las formas de injerencia, desde el cambio
de régimen hasta el expansionismo colonial. Se burla permanentemente
de los principios del derecho internacional elaborados por las
conferencias de La Haya y enunciados por la Carta de San Francisco."
Durante su discurso de apertura,
el ex primer ministro libanés Salim Al-Hoss recordó
que no puede haber paz con injusticia y opresión. "Los
países colonizados ven cómo sus pueblos se convierten
en rehenes, declaró. No podemos entonces hablar de paz."
Contribuyendo a esclarecer un debate socavado por la retórica
neoconservadora, Salim Al-Hoss precisó: "Cualquier
persona que tome las armas para defender la libertad de su pueblo
es tildada de "terrorista". En cambio, debemos decir
claramente que tan pronto como se produce una violación
de la soberanía de un Estado nos encontramos ante un acto
de terrorismo". Rechazando calificar como "terroristas"
a las personas y grupos que resisten a la superpotencia estadounidense,
el ex jefe de estado mayor ecuatoriano, el general René
Vargas Pazzos, afirmó igualmente: "Si se dice que
son "terroristas", hay que decir que todas las guerras
son "terroristas"."
Organizador de la conferencia
de apoyo a la resistencia iraquí, el iraquí Subhi
Toma rindió un vibrante homenaje a su pueblo, que en este
momento resiste a la opresión. Al finalizar la conferencia,
fue reafirmado el derecho de los pueblos a disponer de sí
mismos. La Declaración Final hace un llamado a los miembros
del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. " Les pedimos
que hagan respetar la soberanía de los Estados, base del
derecho internacional y condición indispensable para el
desarrollo de una auténtica democracia", reclaman
solemnemente los participantes en Axis for Peace.
La Coalición "crea y manipula grupos terroristas"
El terrorismo islámico
internacional fue objeto de una mesa redonda durante la cual
los participantes coincidieron en su carácter ficticio
y en su utilización mediante la propaganda de la Coalición.
El ex ministro alemán Andreas von Bülow detalló
la escenificación de los atentados del 11 de septiembre
de 2001, explicando cómo habían sido realizados
en los propios Estados Unidos con el objetivo de legitimar las
actuales operaciones militares. El periodista estadounidense
Webster Tarpley explicó que "es imposible comprender
la política actual de Estados Unidos si se subestima el
alcance real del 11 de septiembre. Los atentados cometidos en
esa fecha constituyeron un golpe de Estado. La guerra contra
el terrorismo está basada en un mito y se ha convertido
en una religión de Estado obligatoria a partir de esos
acontecimientos. La única manera de luchar contra los
neoconservadores es destruir ese mito." El ex vicefiscal
general de Pensilvania, Philip Berg, explicó que en los
propios Estados Unidos un buen número de ciudadanos no
cree en la versión oficial de los atentados del 11 de
septiembre de 2001. Berg representa a las familias de las víctimas
que "no aceptaron las indemnizaciones previstas para comprar
su silencio" e hicieron una denuncia contra el Estado Mayor
Conjunto y la Casa Blanca por su responsabilidad en las acciones
terroristas.
La implicación de los
servicios secretos anglosajones en la creación y utilización
del terrorismo islámico fue presentada por el ex agente
David Shayler. "Abandoné los servicios secretos británicos
cuando el MI6 decidió financiar a los socios de Osama
bin Laden", declaró durante una destacada intervención.
"Traté de dar la alerta, pero fui yo quien fui a
prisión", lamentó Shayler, quien explicó
que "ese terrorismo está coordinado por el MI6 y
la CIA". La Declaración Final firmada por los participantes
denuncia el manejo del terrorismo islámico por parte de
la Coalición: " Para justificar sus conquistas, crea
y manipula grupos terroristas, fabrica pretextos, propaga la
teoría del complot islámico mundial y fomenta un
choque de civilizaciones." La Coalición " oculta
sus ambiciones intoxicando a los medios de comunicación
y engañando a las instituciones internacionales",
afirman.
Las conferencias abordaron
la cuestión de las numerosas formas de injerencia, no
sólo militares, sino también políticas y
culturales. El general Leonid Ivashov, ex jefe de estado mayor
de los ejércitos rusos, denunció la corrupción
de las élites políticas: " Por todas partes,
gobiernos y líderes de opinión son comprados. En
cuanto a los medios de comunicación, participan en la
intimidación de personalidades que podrían emerger.
También Rusia enfrenta la corrupción en el seno
de sus instituciones y haremos todo lo que esté a nuestro
alcance para sacar a los corruptos de nuestro gobierno."
La intimidación mediante los medios de comunicación
fue objeto de numerosas intervenciones. En todo el mundo, a intelectuales,
periodistas o artistas se les conmina a no abordar determinados
temas, especialmente la política israelí, so pena
de ser calificados de "antisemitas" y ser excluidos.
El humorista francés Dieudonné Mbala Mbala dio
fe de la campaña de que fue objeto y manifestó
su preocupación por la extensión del racismo: "Hoy
existe un racismo generalizado, un discurso racista liberado
que va más allá de lo que se atrevía a decir
la extrema derecha hace algunos años. El colonialismo
que afecta al pueblo palestino ha desembocado en los medios sionistas
en un discurso racista sin complejos que se encuentra en el tratamiento
comunitarista de la actualidad." La directora de Brecha,
el gran semanario de la izquierda uruguaya, Yvonne Trías,
manifestó su indignación por las acusaciones de
antisemitismo de que son objeto los intelectuales opuestos a
la política de Israel. "Me pusieron en una lista
negra de personas calificadas como "antisemitas" por
un intelectual judío", lamentó. "Mi periódico
ha sido acusado de antisemitismo porque critica la política
israelí. Ha sido objeto de una intensa campaña
de denigración. Hemos sido tratados como "antisemitas"
e incluso como "negacionistas". Al desencadenarse esta
campaña, recibimos presiones de todas partes. Nos llegó
una avalancha de correos. Hubo lectores que nos anunciaron cancelarían
la suscripción. Gente de izquierda vino a vernos para
que renunciáramos a nuestras posiciones críticas."
La reunión de personalidades procedentes de distintos
continentes permitió así observar que son los mismos
métodos de intimidación mediática los que
imperan en diferentes partes del mundo.
Durante la mesa redonda sobre
Siria, los participantes compararon las acusaciones proferidas
contra este país en relación con el asesinato de
Rafik Hariri a las "pruebas" de las armas de destrucción
masiva iraquíes presentadas por Colin Powell ante el Consejo
de Seguridad de la ONU. En la Declaración Final, los participantes
deploran que " Francia, que se había opuesto a la
invasión de Irak, se una a las amenazas proferidas contra
nuevas presas" y saludan, por el contrario, la mediación
de Rusia que defiende la aplicación del tratado de no
proliferación nuclear y la presunción de inocencia
en las relaciones internacionales".
" Por nuestra parte, prosiguen,
nos comprometemos a movilizar a la opinión pública,
a partir del ejemplo de lo que hacen ya los latinoamericanos,
para hacer fracasar la propaganda y el odio, y para rechazar
el proyecto global de dominación y explotación."
Finalizada la conferencia Axis
for Peace, las personas procedentes de Estados Unidos y Siria
decidieron espontáneamente organizar una reunión
común. "¿Cómo impedir la guerra entre
nuestros dos países?" se preguntaron. Durante esta
reunión de trabajo que se prolongó hasta tarde
en la noche, los participantes analizaron cómo se percibe
esta cuestión en sus respectivos países, tanto
desde el punto de vista de los líderes políticos
como de la opinión pública. Las personalidades
estadounidenses y sirias buscaron conjuntamente qué medios
implementar para tender puentes entre sus países.
"Aún es tiempo
de unirse por la Paz" apoyó la Declaración
Final de Axis for Peace firmada algunas horas antes.
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