Monsanto, Syngenta y Bayer* en Iraq
La nueva ley de
patentes iraquí: una declaración de guerra contra
los campesinos
Focus
on the Global South y GRAIN / Ecoportal.net
Tomado de rebelion.org, 30 de abril de 2005
CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 6 de mayo de 2005
"La
nueva ley se presenta como necesaria para asegurar el suministro
de semillas de buena calidad en Iraq y para facilitar el acceso
de Iraq a la OMC. Lo que hace actualmente es facilitar la penetración
en la agricultura iraquí de los productos de Monsanto,
Syngenta, Bayer y Dow Chemical -los gigantes corporativos que
controlan el comercio de semillas mundial. Eliminar la competencia
de los campesinos es un prerrequisito para abrir Iraq a sus operaciones,
lo que están logrando con la nueva ley. Tomar posesión
del primer escalón de la cadena alimentaria es su siguiente
jugada"
Cuando el anterior administrador
de la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA), L.
Paul Bremer III, dejó Bagdad después de la así
llamada "transferencia de soberanía" en junio
de 2004, dejó detrás las 100 órdenes que
promulgó como jefe de la autoridad de ocupación
en Iraq. Entre ellas está la Orden 81 sobre "Patentes,
Diseño Industrial, Información Confidencial, Circuitos
Integrados y Variedades de Plantas" [1]. Esta orden enmienda
la ley de patentes original iraquí, de 1970, y a menos
que y hasta que sea revisada o rechazada por el nuevo gobierno
iraquí, ahora tiene el estatus y la fuerza de una ley
en vigor [2]. Con importantes implicaciones para los campesinos
y el futuro de la agricultura en Iraq, esta orden es otro componente
importante en las tentativas de Estados Unidos de transformar
radicalmente la economía iraquí.
¿Quién
gana?
Durante generaciones, los pequeños
campesinos en Iraq funcionaron en un sistema de obtención
de semillas esencialmente informal y no regulado. Las semillas
guardadas en las granjas y la libre innovación con el
intercambio de material vegetal entre comunidades campesinas
ha sido largo tiempo la base de la práctica agrícola.
Esto se ha hecho ilegal bajo la nueva ley. Las semillas que ahora
los campesinos tienen permitido plantar -variedades "protegidas"
traídas a Iraq por corporaciones transnacionales en el
nombre de la reconstrucción de la agricultura- serán
propiedad de las corporaciones. Mientras históricamente
la constitución iraquí prohibió la propiedad
privada de recursos biológicos, la nueva ley de patentes,
impuesta por Estados Unidos, introduce un sistema de derechos
de monopolio sobre las semillas. Insertado en la anterior ley
de patentes iraquí como un capítulo nuevo completo
de Protección de Variedades de Plantas (PVP) que vela
por la "protección de nuevas variedades de plantas".
PVP es un derecho de propiedad intelectual (IPR) o un tipo de
patente para variedades de plantas que otorga un derecho de monopolio
exclusivo sobre material vegetal a un obtentor de variedades
de plantas que reclama haber descubierto o desarrollado una nueva
variedad. Así que la "protección" en
PVP no tiene nada que ver con conservación, más
bien se refiere a salvaguardar los intereses comerciales que
los obtentores privados (usualmente grandes corporaciones) reclaman
por haber creado las nuevas plantas.
Para calificarse para la PVP,
las variedades de plantas deben acatar los estándares
de la Convención de la UPOV [3], la cual requiere que
sean nuevas, distintas, uniformes y estables. Las semillas de
los campesinos no pueden cumplir estos criterios, haciendo de
las semillas protegidas por el PVP el dominio exclusivo de las
corporaciones. Los derechos reconocidos en este esquema a los
obtentores de plantas incluyen los derechos exclusivos a producir,
reproducir, vender, exportar, importar y almacenar las variedades
protegidas. Estos derechos se extienden al material cosechado,
incluyendo plantas enteras y partes de plantas obtenidas a partir
del uso de variedades protegidas. Este tipo de sistema de PVP
es a menudo el primer paso para permitir la patente completa
de formas de vida. En efecto, en este caso el resto de las leyes
no gobiernan sobre las patentes de plantas o animales.
El período de monopolio
es de 20 años para las variedades de cosecha y 25 años
para árboles y vides. Durante este tiempo la variedad
protegida pasa de facto a ser propiedad del obtentor, y nadie
puede plantar o usar de otra manera esta variedad sin compensar
al obtentor. Esta nueva ley significa que los campesinos iraquíes
no pueden plantar legalmente en libertad ni guardar semillas
para replantar de alguna variedad registrada bajo la disposición
de variedades de plantas de la nueva ley de patentes [4]. Esto
priva a los campesinos de lo que ellos y muchos otros en todo
el mundo reclaman como su derecho inherente a guardar y replantar
semillas.
El control
corporativo
La nueva ley se presenta como
necesaria para asegurar el suministro de semillas de buena calidad
en Iraq y para facilitar el acceso de Iraq a la OMC [5]. Lo que
hace actualmente es facilitar la penetración en la agricultura
iraquí de los productos de Monsanto, Syngenta, Bayer y
Dow Chemical -los gigantes corporativos que controlan el comercio
de semillas mundial. Eliminar la competencia de los campesinos
es un prerrequisito para abrir Iraq a sus operaciones, lo que
están logrando con la nueva ley. Tomar posesión
del primer escalón de la cadena alimentaria es su siguiente
jugada.
La nueva ley de patentes también
fomenta explícitamente la comercialización de semillas
genéticamente modificadas (GM) en Iraq. Pese a la seria
resistencia de campesinos y consumidores en todo el mundo, estas
mismas compañías están promoviendo los cultivos
GM entre los campesinos de todo el mundo para su exclusivo beneficio.
Al contrario de lo que la industria asegura, las semillas GM
no reducen el uso de pesticidas, más bien plantean una
amenaza para el medio ambiente y para la salud de las personas
mientras incrementan la dependencia de los campesinos del agronegocio.
En algunos países como la India, la liberación
"accidental" de cultivos GM está deliberadamente
manipulada [6], desde que la segregación física
de cultivos GM y cultivos libres de GM no es factible. Una vez
introducidos en el ciclo agroecológico no hay posible
retirada o limpieza de la polución genética [7].
Tal como argumenta la OMC,
Iraq tiene legalmente un número de opciones para cumplir
con las reglas de la organización sobre propiedad intelectual
pero los Estados Unidos simplemente decidieron que Iraq no debería
ni disfrutarlas ni explorarlas.
La fachada
de la reconstrucción
Iraq es un escenario más
en el viaje global hacia la adopción de leyes de patentes
de semillas para proteger los derechos de monopolio de las corporaciones
multinacionales a expensas de los campesinos locales. Durante
la pasada década, muchos países del Sur fueron
obligados [8] a adoptar leyes de patentes de semillas a través
de acuerdos bilaterales [9]. Los Estados Unidos han presionado
a favor de leyes de protección de plantas del estilo de
la UPOV más allá de los estándares IPR de
la OMC en el comercio bilateral a través de acuerdos por
ejemplo con Sri Lanka [10] y Camboya [11]. Igualmente, países
que han sufrido conflictos han sido objetivo especial. Por ejemplo,
como parte de su paquete de reconstrucción los Estados
Unidos han firmado recientemente un Acuerdo Marco de Inversión
y Comercio con Afganistán [12], que también incluiría
asuntos relativos a IPR.
Iraq es un caso especial en
cuanto que la adopción de leyes de patentes no fue parte
de negociaciones entre países soberanos. No hubo un acuerdo
del órgano legislativo soberano como reflejo de la voluntad
del pueblo iraquí. En Iraq, la ley de patentes es sólo
un componente más en la transformación exhaustiva
y radical de la economía del país ocupado conforme
a las directrices neoliberales por parte de los poderes ocupantes.
Esta transformación supondría no sólo la
adopción de leyes favorables sino establecer instituciones
adaptadas a un régimen de mercado libre.
La Orden 81 es sólo
una de las 100 órdenes dejadas atrás por Bremer
y entre las más notables de estas leyes está la
controvertida Orden 39 sobre la cual efectivamente descansa todo
el marco de la economía iraquí, dando a los inversores
extranjeros derechos iguales a los iraquíes para explotar
el mercado local iraquí. Tomadas juntas, todas estas leyes,
que cubren virtualmente todos los aspectos de la economía
-incluyendo el régimen comercial iraquí, la dirección
del Banco Central, regulación de las actividades de las
sociedades comerciales, etc.- son la base sobre la que descansa
el mayor objetivo de los Estados Unidos de construir un régimen
neoliberal en Estados Unidos. La Orden 81 establece normas consistentes
con la "transición desde una economía planificada
centralmente, no transparente, a una economía de mercado
libre caracterizada por el crecimiento económico sostenible
a través de establecer un sector privado dinámico,
y la necesidad de aprobar reformas legales e institucionales
para hacerlo efectivo". Presionando por estas "reformas"
en Iraq ha estado la Agencia para el Desarrollo Internacional
de Estados Unidos, que ha implementado un Programa de Reconstrucción
y Desarrollo Agrícola para Iraq (ARDI) desde octubre de
2003. Para llevarlo a cabo, un contrato de un año por
5 millones de dólares USA fue concedido a la consultora
norteamericana Development Alternatives, Inc. [13] con la Universidad
de Texas A&M como socio. Parte del trabajo ha sido subcontratado
a Sagric International [15] de Australia. El objetivo de ARDI
en el nombre de reconstruir el sector agrario es desarrollar
las oportunidades de agronegocio y de ese modo proporcionar mercados
para productos agrícolas y servicios desde el extranjero.
El trabajo de reconstrucción,
de ese modo, no está necesariamente implicado en reconstruir
economías y capacidades locales sino implicado en ayudar
a las corporaciones autorizadas por las fuerzas ocupantes para
capitalizar las oportunidades de mercado en Iraq. El marco legal
dejado por Bremer asegura que aunque las tropas norteamericanas
puedan dejar Iraq en un hipotético futuro, la dominación
norteamericana de la economía iraquí está
aquí para quedarse.
Soberanía
alimentaria
La soberanía alimentaria
es el derecho de la gente a definir sus propias políticas
agrícolas y alimentarias, para proteger y regular la producción
agrícola local y su comercio, para decidir la manera en
que la comida debería producirse, qué debería
producirse localmente y qué importarse. La demanda de
soberanía alimentaria y la oposición a las patentes
de semillas ha centrado la lucha de los pequeños campesinos
a lo largo del mundo durante la pasada década. Alterando
fundamentalmente el régimen de IPR, los Estados Unidos
se han asegurado de que el sistema agrícola iraquí
permanecerá bajo "ocupación" en Iraq.
Iraq tiene la capacidad de
alimentarse por sí mismo. Pero en lugar de desarrollar
su capacidad, los Estados Unidos han conformado el futuro de
la agricultura y la alimentación iraquí para servir
los intereses de las corporaciones norteamericanas. El nuevo
régimen de IPR paga escasamente las contribuciones de
los campesinos iraquíes al desarrollo de cultivos importantes
como trigo, cebada, dátiles y legumbres. Ejemplos de tales
variedades cultivadas localmente empezaron a ser salvadas en
la década de 1970 en el banco de genes nacional en Abu
Ghraib a las afueras de Bagdad. Existe el temor de que todo eso
se haya perdido en los largos años de conflicto. No obstante,
el Centro con sede en Siria del Grupo Consultivo para la Investigación
Agrícola Internacional (CGIAR) [17] -Centro Internacional
para la Inverstigación Agrícola en Áreas
Secas (ICARDA) todavía tiene entradas de muchas variedades
iraquíes. Estas colecciones que son una evidencia del
conocimiento de los campesinos iraquíes se supone que
son guardadas responsablemente por el Centro. Éstas, que
constiyuyen la herencia agrícola de Iraq, pertenecen a
los campesinos iraquíes y deberían ahora ser repatriadas.
Hubo situaciones en que el germoplasma guardado por un centro
internacional de investigación agrícola fueron
"dejados escapar" para investigación y desarrollo
por científicos del Norte [18]. Tal clase de "biopiratería"
está alimentada por un régimen de IPR que ignora
el trabajo previo del campesino y otorga derechos al obtentor
que reclama haber creado algo nuevo a partir del material y el
conocimiento de muchos campesinos.
Mientras la soberanía
política permanezca como una ilusión, la soberanía
alimentaria para el pueblo iraquí se hará casi
imposible gracias a estas nuevas normas. La libertad y soberanía
de Iraq permanecerán en cuestión en tanto los iraquíes
no tengan el control sobre lo que ellos siembran, cultivan, cosechan
y comen.

Notas y
referencias:
[1] "Patent, Industrial Design, Undisclosed
Information, Integrated Circuits and Plant Variety Law" (Patentes, diseño
industrial, información no revelada, circuitos integrados
y variedades vegetales) de 2004, CPA, Orden Nº 81, 26 de
abril de 2004
[2] Las disposiciones sobre Propiedad de Variedades Vegetales
entrarán en vigencia tan pronto como el ministro de Agricultura
iraquí apruebe las necesarias órdenes ejecutivas
de aplicación, de conformidad con esta ley.
[3] UPOV (Unión Internacional para la Protección
de las Obtenciones Vegetales). Con sede en Ginebra, Suiza, es
una organización intergubernamental con 53 miembros, en
su gran mayoría países industrializados. El Convenio
de la UPOV es un conjunto de normas para la protección
de las variedades vegetales, dirigidas principalmente a favor
de los intereses agroindustriales y empresariales.
[4] Capítulo "Threequater", Artículo
15 B: Los agricultores tendrán prohibida la reutilización
de las semillas de variedades protegidas o cualquier otra variedad
mencionada.
[5] La Organización Mundial de Comercio, donde el gobierno
iraquí tiene rango de observador.
[6] GRAIN, www.grain.org/research/contamination.cfm?agenda
[7] "Confronting contamination: 5 reasons to
reject co-existence", Seedling, abril de 2004, pág.
1.
[8] GRAIN, "PVP in the South: caving in to UPOV"
[9] GRAIN, "Bilateral agreements imposing TRIPS-plus
intellectual property rights on biodiversity in developing countries"
[10] GRAIN, www.grain.org/brl/?typeid=15
[11] www.bilaterals.org/
article.php3?id_article=387
[12] www.ustr.gov
[13] www.dai.com
[14] El Programa
de Agricultura de la Universidad "es un reconocido líder
mundial en cuanto al uso de la biotecnología" y la
Universidad trabaja en estrecho contacto con el Servicio de Investigación
Agrícola del Departamento de Agricultura de los Estados
Unidos (USDA).
[15] www.sagric.com.au
[16] www.export.gov/iraq/market_ops
[17] El sistema
del Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola
Internacional (CGIAR, por su sigla en inglés), con sus
16 Centros de Investigación Agrícola Internacional,
de los cuales el ICARDA es uno, tiene en su poder las mayores
colecciones de recursos fitogenéticos del mundo fuera
de su hábitat natural, lo que incluye tanto variedades
de agricultores como variedades mejoradas.
[18] En 2001 se descubrió que un fitogenetista estadounidense
había obtenido las semillas de la cepa original del famoso
arroz tailandés Jazmín, Khao Dok Mali (KDM) 105,
del centro CGIAR con sede en Filipinas - Instituto Internacional
de Investigación sobre el Arroz (IRRI, por su sigla en
inglés). Pero en el proceso no se firmó ningún
Acuerdo de Transferencia de Material, a pesar de las obligaciones
internacionales que pesan sobre el IRRI para que observe esa
exigencia.
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