La catástrofe económica
de Iraq
Zaid Al-Ali
Al-Ahram
Weekly,
7 de abril de 2005
CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 18 de abril de 2005
Traducción para CSCAweb de Raquel del Amo Martínez
"Aunque
el gobierno iraquí es en parte culpable de la mala gestión
económica del país, la comunidad internacional
también tiene su parte de responsabilidad. De hecho, a
pesar de que los donantes internacionales anunciaron en voz
alta la donación de mil millones de dólares para
la reconstrucción de Iraq, tan sólo un porcentaje
pequeño de estos fondos ha sido desembolsado realmente,
mientras otra gran proporción ha pasado por los bolsillos
de funcionarios corruptos. Por ejemplo, aunque Estados Unidos
había prometido 12.000 millones de dólares para
los proyectos vitales de reconstrucción en Iraq, antes
de fin de 2004, sólo cerca de 2.000 millones de esa cantidad
se han recibido realmente. El gobierno iraquí ha intentado
compensar el déficit reduciendo subsidios e incluso ha
anunciado planes para eliminar la ración de alimento de
la que muchos pobres del país dependen para sobrevivir.
¿En que ha quedado la famosa declaración de Paul
Wolfowitz, uno de los arquitectos de la invasión en 2003
y el nuevo presidente del Banco Mundial, afirmando que Iraq podría
financiar su propia reconstrucción? ¿Por qué
no mencionó que esto sería posible tan solo si
el gobierno dejaba morir de hambre a sus ciudadanos?"...
Durante 13 años, los
iraquíes debieron vivir el régimen internacional
de sanciones más severo creado jamás. No se les
permitía vender o comprar cualquier cosa en los mercados
internacionales, los negocios fueron desmenuzados, la infraestructura
descompuesta y las familias morían de hambre. La única
suspensión temporal de este increíble sufrimiento
fue el programa Petróleo-por-Alimentos de las Naciones
Unidas, que fue financiado enteramente por los mismos iraquíes.
Las quejas que afirmaban que el programa era utilizado como
medio de continuar la represión del pueblo iraquí,
y la corrupción que existía en la administración,
llegaron a oídos sordos [1]. Como resultado de
esta situación desesperada, muchos discutieron que la
única manera de mejorar la situación sería
un cambio totalmente drástico, barajando incluso la posibilidad
de una invasión americana, que sucedería en el
2003. La guerra se presentaba como un desempate, un punto de
partida pero, ¿quién hubiera pensado que dicha
guerra deterioraría aun más la situación
en Iraq?
Esta situación, aunque
pueda parecer increíble, en los últimos dos años
ha empeorado la situación: los estándares en los
que vivían los iraquíes han bajado, y tanto la
pobreza como la desnutrición de los niños ha aumentado.
Según las organizaciones no gubernamentales en Iraq, el
índice de desempleo podría alcanzar el 65 por ciento,
cantidad que acepta la oficina central de estadística
en Bagdad. Además, el World Food Programe estima que uno
de cuatro iraquíes sobrevive gracias a las raciones de
alimento que son distribuidas por el Ministerio de Comercio,
mientras que 2'6 millones de iraquíes son tan pobres que
se ven forzados a revender parte de sus raciones para comprar
necesidades básicas tales como medicinas. Mientras tanto,
según la ONU el informe de la Comisión de Derechos
Humanos y el instituto Fafo en Oslo para la ciencia social aplicada,
la desnutrición de los niños se ha doblado en casi
un ocho por ciento desde la caída del régimen Saddam
Hussein. Finalmente, debido al estado decrépito de la
infraestructura del país, millones de iraquíes
tienen que vivir sin agua potable durante días, al mismo
tiempo que otros muchos solo tienen electricidad durante cuatro
horas al día y otros tienen que guardar días de
cola para comprar gasolina.
Aunque el gobierno iraquí
es en parte culpable de la mala gestión económica
del país, la comunidad internacional también tiene
su parte de responsabilidad. De hecho, a pesar de que los donantes
internacionales anunciaron en voz alta la donación de
mil millones de dólares para la reconstrucción
de Iraq, tan sólo un porcentaje pequeño de estos
fondos ha sido desembolsado realmente, mientras otra gran proporción
ha pasado por los bolsillos de funcionarios corruptos. Por ejemplo,
aunque Estados Unidos había prometido 12.000 millones
de dólares para los proyectos vitales de reconstrucción
en Iraq, antes de fin de 2004, sólo cerca de 2.000 millones
de esa cantidad se han recibido realmente. El gobierno iraquí
ha intentado compensar el déficit reduciendo subsidios
e incluso ha anunciado planes para eliminar la ración
de alimento de la que muchos pobres del país dependen
para sobrevivir. ¿En que ha quedado la famosa declaración
de Paul Wolfowitz, uno de los arquitectos de la invasión
en 2003 y el nuevo presidente del Banco Mundial, afirmando que
Iraq podría financiar su propia reconstrucción?
¿Por qué no mencionó que esto sería
posible tan solo si el gobierno dejaba morir de hambre a sus
ciudadanos?
La corrupción
Mientras tanto, varios informes
independientes han destacado los altos niveles de corrupción
que son frecuentes en el país a día de hoy. Transparency
International ha dicho que si no se toman medidas urgentes, Iraq
se convertirá en el "escándalo de corrupción
más grande de la historia". La corrupción
existe a todos los niveles, corruptos cargos públicos
que venden artículos tales como medicinas robadas, equipo
médico y petróleo en el mercado negro. Además,
una investigación realizada por KPMG para el International
Advisory and Monitory Board publicado en julio del 2004 afirmó
que los réditos del petróleo estaban siendo "mal
utilizados". La investigación citó "las
debilidades en los controles de la extracción del petróleo"
y las "debilidades del control en la administración
de los recursos manejados por la Autoridad Provisional de la
coalición", "los inadecuados controles llevados
a cabo por algunos ministros" la "desviación
de procedimientos, y la inadecuada supervisión de los
contratos con la Autoridad provisional de la Coalición
referente a pagos a nombre de los ministerios iraquíes".
Pero el más increíble de los documentos publicados
hasta el momento, a comienzos de 2005, es en el que el Inspector-General
estadounidense para la reconstrucción de Iraq, en el que
revela que en los 14 meses que el CPA gobernó Iraq, 8.800
millones de dólares de su presupuesto simplemente desaparecieron.
Esto hace preguntarnos si las autoridades que gestionan la ocupación
no pueden proteger su propio presupuesto y que ha pasado con
el dinero que debía ser utilizado para la reconstrucción
de Iraq.
La corrupción es tan
solo uno de los factores que explican el estado actual de la
economía. La necesidad de rehabilitar la industria de
petróleo es otro factor importante. Históricamente,
la producción petrolífera iraquí llegaba
a los 3.5 millones de barriles por día en los años
70 y comenzó a declinar tan pronto como Saddam tomo el
poder. Sin embargo, en el período inmediato antes de la
guerra de 2003, las tarifas de la producción se habían
estabilizado en 2.5 millones de barriles. En los primeros meses
después de la guerra, la ocupación y los funcionarios
americanos publicaron unos pronósticos optimistas, según
los cuales las tarifas de producción sobrepasarían
los niveles de la preguerra en un corto periodo de tiempo. Su
optimismo se ha visto truncado desde entonces, después
de los resultados de la corrupción crónica, la
mala gestión de los fondos y el sabotaje. El presupuesto
del 2004 del país indicó que la producción
durante ese año estaba en un promedio de 1'5 millones
de barriles por día, y que se esperaba que alcanzaran
1'8 millones en el 2005. Sin embargo, las fuentes de información
que llegaban por aquel entonces revelaron que en los últimos
dos meses Iraq exportó un promedio de 1'46 millones de
barriles por día. Los funcionarios del gobierno y de la
ocupación lógicamente no están contentos
con dichos resultados ya que contradicen sus predicciones.
De hecho, el 22 de diciembre de 2004, el Ministro de Hacienda
iraquí dijo: "esperamos alcanzar 3,5 millones [por
día], quizá antes de fin de 2005".
Para asegurar unos precios
más altos de la producción, las fuerzas de los
EE.UU. han estado sometiendo al personal iraquí, en las
terminales petrolíferas del sur este del país,
a un tratamiento violento. Los empleados mantuvieron entonces
una huelga en protesta por este tratamiento que alarmó
a ciertos funcionarios. Los EE.UU. tienen suficientes enemigos
en Iraq. Enemigos que barajan la posibilidad de destrozar las
infraestructuras petrolíferas como único medio
de sabotear la ocupación. Los ataques han continuado,
y como resultado de los cuales las exportaciones de Kirkuk a
través de Turquía han sido difíciles por
no imposibles en los últimos dos años. Las reparaciones
de la tubería principal fueron terminadas el 28 de marzo
de 2005 pero fue nuevamente bombardeada al día siguiente.
El gobierno ha decidido movilizar a una parte del ejército
para asegurar las secciones de la tubería, pero estos
esfuerzos son inútiles ya que los propios soldados confiesan
la huida tan pronto como se lance un ataque contra la infraestructura
[2].
Esta crisis en la industria
del petróleo ha significado la carencia de los fondos
que se están dedicando a los proyectos de reconstrucción,
es decir, que los iraquíes seguirán viviendo bajo
las mismas precarias condiciones. A finales del pasado mes de
marzo, el Ministro de Obras Publicas Nasrin Barwari, anuncio
que Iraq necesita 255 millones de dólares cada año
para resolver las necesidades del agua potable, en su ministerio
se recibieron solamente 100 millones de dólares desde
2003. El efecto es duro de imaginar: los iraquíes simplemente
no tienen acceso regular al agua potable. No solo lo sufren las
clases mas humildes sino que también la clase media se
ve afectada, e incluso los que viven en las vecindades más
céntricas de Bagdad que tienen sus abastecimientos de
agua cortados y deben esperar a menudo durante días a
que se restauren. Algunos residentes de Bagdad han recurrido
a los pozos desautorizados que se encuentran en el centro de
la ciudad, esto ha producido centenares de casos de envenenamiento
y enfermedades estomacales. Incluso han habido informes de brotes
de cólera en la ciudad de Basora. El siempre optimista
Barwari ha hecho otro llamamiento a los donantes internacionales
para mejorar la situación, pero a juzgar por los últimos
resultados parece inverosímil que se satisfagan las necesidades
de los iraquíes.
La falta
de electricidad
Quizás lo más
importante para la mayoría de los iraquíes es la
rehabilitación del sector de la electricidad. Los ingenieros
iraquíes afirman que a pesar del increíble impacto
que fue lanzado contra la infraestructura de su país en
la guerra de 1991, en el cual la devastación fue casi
absoluta, pudieron, sin embargo reinstalar la fuente de electricidad
en solo unos meses. La situación de hoy se considera como
una broma lamentable en comparación. En el período
inmediato antes de la guerra 2003, la red de electricidad de
Iraq produjo un promedio de 95.000 MWh, esto no era bastante
para mantener el país entero pero era, por lo menos, una
fuente razonablemente alta y estable. Entre noviembre de 2004
y finales de enero de 2005, la red podía solamente reunir
un promedio de 80.000 MWh, con caídas que llegaban a menos
de 50.000 MWh. El resultado ha sido de apagones severos en todo
el país, dejando a algunas familias con un acceso a la
electricidad de menos de cuatro horas al día.
En vez de resolver esta catástrofe
con una rehabilitación permanente de las redes del país,
se toman soluciones temporales como obtener la energía
de los países vecinos. Esta práctica comenzó
en 2003 poco después la guerra y fue considerada por aquel
entonces como una medida temporal. Sin embargo, Iraq ha continuado
comprando energía de Siria, Jordania, Turquía,
Irán, Kuwait y las negociaciones llegan incluso a considerar
que la energía egipcia llegue a través de Jordania.
También, el 27 de marzo de 2005, el Ministerio de Electricidad
iraquí llego a unos acuerdos que aumentarán considerablemente
la disposición de la energía de Irán en
34 por ciento y de Turquía en más de 300 por ciento.
El resultado es que Iraq ha llegado a ser dependiente de las
importaciones de energía, cuando de hecho debería
exportar energía.
Los funcionarios del gobierno
y de la ocupación han culpado al sabotaje de las innumerables
escaseces, aunque los funcionarios del ministerio admiten que
el problema desde un principio ha sido la falta de fondos. De
hecho, en septiembre de 2004, 3.400 millones de dólares
que fueron originalmente destinados a los proyectos de energía
y agua fueron desviados al sector de la seguridad en su lugar.
Al principio de marzo de 2005, los funcionarios de la embajada
de los EE.UU. en Bagdad han denunciado la carencia de inversión
y han expresado la necesidad de que los fondos se destinen a
la electricidad desde el comienzo del verano.
El problema es, sin embargo,
una cuestión de actitud más que de modificar fondos
de aquí para allá. Uno no puede esperar que se
alcance un resultado honesto en este momento con toda la reconstrucción
en manos de la corrupción, la falta de honradez en Iraq
y en general todo lo que rodea la situación. Seria necesario
un cambio fundamental en Bagdad que permita que un gobierno verdaderamente
representativo satisfaga las necesidades inmediatas de un pueblo
ya agotado.
Durante los siglos XVIII y
XIX, la mayoría de las guerras y revoluciones se han llevado
a cabo con motivo de la falta de alimento, y mas concretamente
la falta de pan. Hoy, la electricidad es la necesidad básica
que se necesita para vivir. Sin electricidad, no puede haber
comunicaciones o ningún sistema en hospitales o industrias.
Todavía hay tiempo para remediar la catástrofe
económica de Iraq, pero si no se hace nada pronto, será
difícil que los iraquíes perdonen algún
día esta catástrofe a sus inquilinos [ocupantes].

Notas:
[1]: Nota
del CSCA: El CSCA no comparte este análisis, puesto
que los propios funcionarios del programa como Dennis Halliday
, Hans von Sponeck y Jutta Bugart dimitieron ante las graves
trabas que para su desarrollo se les ponían desde el propio
Consejo de Seguridad de NNUU. Ver al respecto en CSCAweb: La
situación humanitaria en Iraq, el programa humanitario
'Petróleo por Alimentos' y los derechos humanos e Iraq: 'Petróleo
por Alimentos'
[2]: Sobre estos extremos ver: EEUU obliga al gobierno colaboracionista
a crear una fuerza de protección de la industria petrolífera
iraquí
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