Index | Mundo Árabe
Actualidad
MUNDO ÁRABE / LÍBANO


* Linda S. Heard
ha trabajado como editora de revistas en Dubai, Bangkok y Beirut; en la actualidad es escritora y columnista independiente. Sus trabajos aparecen regularmente en Gulf News, Arab News, Ahram Weekly, Counterpunch...

Partido Comunista de Líbano

Iniciativa de Estabilidad Nacional

Comité Político del Partido Comunista Libanés

Beirut, 22 de febrero de 2005
Al-Oufok.net
CSCAweb (www.nodo50.org/csca),
7 de marzo de 2005

"El crimen cometido sobre la persona de Rafik Hariri tiene lugar en el marco del nuevo panorama regional, nacido tras la ocupación norteamericana de Iraq y el refuerzo de la relación israelo-estadounidense, cuya expresión mas evidente es el apoyo incondicional a los dirigentes israelíes; también lo es el retorno de antiguos proyectos de partición que redibujen el mapa geopolítico de la región, permitiendo a los EEUU controlar con mano de hierro su destino y las riquezas que alberga, a partir de su parcelación en pequeños estados étnicos y confesionales antagonistas".

Líbano vive unos momentos históricos de enorme gravedad, tras el crimen perpetrado contra el ex Presidente del Consejo, Rafik Hariri. Este crimen horrible se inserta en una operación de escalada política interna, cuyas primeras etapas ya se hacían sentir tras las aprobación de la resolución 1599 de la ONU -que respondía a presiones francesas y estadounidenses- en el marco de la prolongación del mandato del presidente de la república libanesa. En esta escalada se están empleando las acusaciones más graves y las amenazas más directas, sobre todo tras el encuentro Bush-Chirac en Bruselas. Todo ello resulta, dentro del panorama interno libanés, en la creación de dos polos antagonistas, no sólo en lo relativo a las relaciones árabes e internacionales de Líbano, sino también en el equilibrio político interior y sobre las reformas políticas necesarias para salvaguardar este equilibrio.

De hecho, el crimen cometido sobre la persona de Rafik Hariri tiene lugar en el marco del nuevo panorama regional, nacido tras la ocupación norteamericana de Iraq y el refuerzo de la relación israelo-estadounidense, cuya expresión mas evidente es el apoyo incondicional a los dirigentes israelíes; también lo es el retorno de antiguos proyectos de partición que redibujen el mapa geopolítico de la región, permitiendo a los EEUU controlar con mano de hierro su destino y las riquezas que alberga, a partir de su parcelación en pequeños estados étnicos y confesionales antagonistas.

En este contexto de tensión interna y regional, los peligros aumentan y las nubes de la discordia se acumulan; nuevos elementos de desequilibrio vienen a sumarse a los que ya existían en la realidad libanesa. Todos estos factores expresan la responsabilidad del poder y de todos los que le han seguido en la incapacidad de garantizar elementos que inmunicen a Líbano de cualquier posibilidad de riesgo respecto a su unidad, su régimen, las relaciones interciudadanas y las establecidas con otros. El poder al que concierne esto es, al mismo tiempo, el de Siria y el de Líbano.

Estamos en disposición de afirmar que el origen del desequilibrio proviene de numerosos factores básicos, entre ellos la no aplicación de los Acuerdos de Taíf que se refieren a la efectividad de artículos esenciales en los planos de la seguridad y la política, que afectan a las relaciones interlibanesas y siriolibanesas. Si el contenido de estos acuerdos se hubiera aplicado de una manera correcta, probablemente se hubiera ayudado a consolidar la situación interna y también a garantizar una plataforma equilibrada para las relaciones bilaterales con Siria, y a reconstruir las instituciones del país sobre bases modernas, liberándolas de criterios y cuotas confesionales y clientelistas... De tal manera incluso se hubiera podido plantear el problema de la soberanía en el mismo momento en que se liberara el territorio libanés de la ocupación israelí ... en lugar de que el problema se presente, tal y como se plantea en la actualidad, en contradicción con los conceptos y objetivos que lo determinan.

He aquí porque nuestra prioridad se dirige a día de hoy a garantizar la paz civil, por una parte, y a replantearnos los factores que permitan la salvaguardia de la nación, por otra. Esto quiere decir que el gobierno libanés debe ponerse en marcha para permitir lo antes posible una investigación sobre el asesinato de Rafik Hariri, incluso si ésta precisa de expertos internacionales, a los que se les garantizarán todas las facilidades. En este sentido, hacemos un llamado al Parlamento para que constituya una Comisión formada por diputados tanto "leales" como de la "oposición", y cuyo papel será supervisar la investigación judicial. Además, es estrictamente necesario poner fin a la escalada de tensión política y mediática, a fín de preparar el terreno que permita volver a establecer un diálogo nacional que sustituya todas las soluciones previstas por fuerzas exteriores ( regionales o internacionales), las cuales siempre han situado al país frente a situaciones de peligro reales.

Creemos que todas las fuerzas politicas, sin excepción, deberían participar en este diálogo, de manera que puedan abordarse todos los temas. Porque el diálogo que sugerimos es un auténtico diálogo nacional libanés. Y el poder político está obligado a garantizar todos los factores que puedan ayudar a su consecución, empezando por la fijación de una fecha para celebrar elecciones legislativas; en las que el poder asegure su neutralidad, así como la de sus organizaciones policiales. También que se actualice una ley electoral democrática; consideramos que la que esté basada en la proporcionalidad (frente a la de sistema de cuotas etno-confesional) constituye la única garantía para una mejor representatividad, ya que permite eliminar otras formas de injerencia, internas o externas, sobre todo teniendo en cuenta que las discusiones en torno a las circunscripciones (electorales) fueron antes parte integrante de los elementos de tensión que desembocaron en la inestabilidad de Líbano.

La aplicación rápida y directa de los Acuerdos de Taif es la base del diálogo tal y como lo concebimos, ya que la aplicación (meramente) parcial de sus cláusulas puede desembocar en el vacío constitucional, y por consiguiente recrudecer la tensión. Para nosotros, lo primero en este diálogo debe ser la organización de las relaciones libano-sirias, en el sentido de aislar la presencia armada y policial siria de los asuntos internos libaneses y precisar la fecha límite de retirada tal y como está pervisto en los citados Acuerdos.

Además, es necesario confirmar la necesidad de estudiar las reformas ligadas a la modernización del régimen político, con la intención de crear un Parlamento no confesional y un Senado que reagrupe a los representantes de las confesiones religiosas, tal y como se recoge en los artículos 22, 24 y 95 de los Acuerdos de Taef.

Sobre estas bases, proponemos la siguiente iniciativa que tendrá como punto de partida dos agendas complementarias:

1- El gobierno libanés presentará su dimisión el primer día del "Congreso de Estabilidad Nacional" y los ministros continuarán con sus actividades hasta la creación de un gobierno formado por personalidades cuya integridad esté garantizada, de manera que se ofrezca confianza a la opinión pública libanesa.

2- El Congreso de Estabilidad Nacional tendrá lugar en la sede del Parlamento y por demanda de éste. El orden del día del Congreso será el siguiente:

a) Acuerdo sobre la ejecución de artículos aún no cumplidos de los Acuerdos de Taif, en sus dos aspectos: la retirada siria y las reformas políticas interiores, entre las cuales se destacan la formación de la "Comisión nacional por la supresión del confesionalismo" y la ley electoral democrática basada en la proporción prevalente sobre la que se basa en cuotas confesionales.
b) La proposición destinada a la creación de un gobierno de unión nacional que tendrá por misión supervisar las elecciones legislativas. Tal gobierno deberá en su primera reunión tomar las siguientes decisiones:
- Retirar el proyecto electoral y presentar uno nuevo basado en la proporcionalidad, sea que se considere el Líbano una única circunscripción, sea que se adopte el sistema de circunscripciones menores (muhafazatos); tal ley electoral será acompañada de otro proyecto de ley, el de la creación del Senado.
- El gobierno solicitará la celebración del Consejo Superior Sirio-libanés. Durante esta reunión, todas las formalidades de la retirada siria hasta la Bekaa, así como la retirada final serán discutidas. Al mismo tiempo, el gobierno realizará una serie de nombramientos en la Judicatura y la Seguridad (ambas del Estado) basados en la no ingerencia en los asuntos políticos de ambos organismos, impidiendo toda interferencia política en ambos sectores.

Se dispondrá un calendario de reuniones del Consejo Superior y de la Comisión Económica y Social que tendrán como objetivo monitorear los acuerdos sirio-libaneses: estos organismos podrán recurrir a expertos académicos de los dos países.

La agenda para la retirada siria debe ser dispuesta antes de las elecciones legislativas libanesas.

Las elecciones legislativas y para el Senado deberán realizarse en la misma fecha.

El orden del día del "Congreso para la Estabilidad Nacional" deberá contener un punto concerniente a la Resistencia contra el enemigo israelí: su futuro, su papel y sus objetivos. Debe tratar así mismo el problema de los campos de refugiados palestinos, teniendo en cuenta la Resolución 194, garantizar a los refugiados sus derechos civiles y estudiar la situación de la seguridad en estos campos bajo el enfoque de las necesidades del Estado libanés de hacer valer su poder en el conjunto de su territorio. Todo esto a partir de lo que estipula en los "Acuerdos de Taif" respecto a la arabidad de Líbano y su posición en el conflicto árabe-israelí, según sus posibilidades. El Congreso estudiará la situación económica y social que prevalece en Líbano, de manera que se atenúen sus repercusiones sobre las masas y se limite la emigración de la juventud.

Nuestro Partido ha decidido presentar un plan de acción y contactos con todas las fuerzas políticas del pais, ya sean las de la Oposición reunida en el hotel Bristol, ya sean los lealistas de Ayn Attineh. Con los resultados de estos contactos, decidiremos nuestra postura a fín de preservar la paz frente a todos los elementos de discordia, y salvaguardar la situación nacional. Así, creemos poder reparar la pérdida causada con la muerte de Rafik Hariri, ya que haremos de su martirio un punto de partida para salvar la patria, y no un punto de partida hacia lo desconocido.

El Comité Político del Partido Comunista Libanés
Beirut, 22 de febrero de 2005

Enlaces relacionados

Zeina el-Tibi: ¿Por qué el Líbano y por qué en este preciso momento?

Anders Strindberg: La disparatada política de EEUU hacia Siria: palo sin 'zanahoria'

Ignacio Gutiérrez de Terán: Siria, EEUU y la ocupación de Iraq: el tenso equilibrio


Líbano, Siria y EEUU

Los intereses imperialistas en Líbano y Siria

Linda S. Heard*

Arab News / CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 7 de marzo de 2005

"Ahora que Iraq está en proceso de ser "domesticado" ­ si bien está por ver que esto se consiga - lo último que los americanos quieren es una Siria renegada en sus fronteras. Tampoco quieren que Siria siga apoyando a Hezbollah, cuyos militantes sirven como contención de Israel en el sur de Líbano. Pero, ¿cómo conseguir que Siria sea demonizada de manera que la comunidad internacional se sume en este punto a la agenda de la administración Bush?"...

Palestina está ocupada. Iraq está ocupado. Afganistán, Oriente Medio, el Golfo y el Caspio están plagados de personal militar, pilotos, submarinos, barcos de guerra, cazas de combate, helicópteros, y aviones-espía de los EEUU. Pero lo que resulta absolutamente imperativo es que Siria salga de Líbano al instante, o al menos eso prentede la Casa Blanca.

Naturalmente, la inmensa mayoría del pueblo libanés quiere una retirada completa por parte de Siria, al igual que los palestinos reclaman su tierra y los iraquíes (a excepción de los que están enfangados en el gobierno) quieren que se marchen los invasores. ¿Qué ser humano quiere a un extraño imponiéndole lo que debe y no debe hacer, o dirigiendo su país?

Sin embargo, existe una diferencia fundamental entre la "ocupación" siria y las arriba mencionadas. Los sirios fueron invitados a entrar en Líbano en 1976 cuando la guerra civil libanesa era más cruenta, para aportar estabilidad. Con el tiempo, ayudó a conseguirlo.

Mas áun, los sirios llevan diciendo desde hace tiempo que disponen de un plan de retirada por etapas, que es algo más de lo que pueden decir los americanos respecto a Iraq. Sin duda, el perfil de las tropas [sirias en Líbano] ya es muy bajo.

Es cierto que el anterior presidente Sirio, Hafez Al-Assad, solía considerar a Siria y Líbano como dos partes de un mismo país. La ausencia de una embajada siria en Beirut da fe de ello, al igual que las visitas de dignatarios sirios nunca recibieron un tratamiento diplomático, salvo en la última visita del actual presidente Bashar al-Assad, a quien se le dispensó protocolo de alfombra roja.

Sinceramente, los sirios han abusado de la invitación que se les hizo, aunque ya que Líbano no posee un auténtico ejército, siempre han mantenido que se retirarían en cuanto Israel abandonase territorio libanés (y todavía colea la cuestión de las Granjas de Shiba) y se les conceda su ansiado Estado a los palestinos. Al mismo tiempo, Siria ha intentado durante mucho tiempo establecer negociaciones de paz con Israel, quien todavía ocupa el estratégico emplazamiento sirio de los Altos del golán, y siempre se ha visto rechazada.

Además, Siria fue siempre una pieza clave en la "guerra contra el terror" durante los meses siguientes al atentado del 11-S; entonces se recibió como huéspedes de honor a Bashar y su esposa en Downing Street y en el palacio de Buckingham. ¿Qué es lo que ha cambiado?

Siria fue uno de los pocos paises árabes que se opusieron pública y vehementemente a la invasión de Iraq, encabezada por EEUU, y esto nunca se le ha perdonado. Desde prácticamente el primer dia de la guerra, el Péntagono le acusó de exportar equipamiento ­como equipos de visión nocturna- a los iraquíes, y más tarde, de ser el principal conducto de entrada y salida de Iraq para los insurgentes. No importa que se haya demostrado mil veces que tan sólo un pequeño porcentaje de ellos no sean iraquíes. Incluso hubo intentos de acusar a Siria de guardar las inexistentes armas de destrucción masiva iraquíes.

Siria, con su -en breve obsoleta- ideología panarabista, y estatus de "enemigo de Israel" se ha convertido cada vez mas en un trapo rojo a ojos de los toros neoconservadores. Cierto consejero sobre Oriente Medio del vicepresidente estadounidense David Wurmser ha defendido siempre que EEUU e Israel deberían trabajar en común para "hacer retroceder" al liderazgo baazista de Siria, mientras que el numero dos del Pentágono Paul Wolfowitz ya dijo hace unos años que "debe haber un cambio en Siria" por la "extrema dureza" de su gobierno.

Ahora que Iraq está en proceso de ser "domesticado" ­ si bien que esto se consiga está por ver- lo último que los americanos quieren es una Siria renegada en sus fronteras. Tampoco quieren que Siria siga apoyando a Hezbollah, cuyos militantes sirven como contención de Israel en el sur de Líbano. Pero, ¿cómo conseguir que Siria sea bien demonizada de manera que la comunidad internacional se sume en este punto a la agenda de la administración Bush?

Entonces se produce el trágico asesinato del anterior y muy estimado primer ministro libanés Rafik Hariri, en el centro de Beirut, que fue por él restaurado con tanto amor. ¿Quién lo hizo? De acuerdo con el gobierno libanés pro-sirio, podría haber sido un montón de gente y organizaciones. Hariri era llamado (apreciativamente) "Señor Líbano", pero su perfil le ganó toda suerte de enemigos.

"Siria", afirmó sn embargo de forma no verbal el gobierno de EEUU, llamando a consultas a su embajadora en Damasco, y pidiendo la inmediata retirada de Siria de Líbano. Sin pruebas, sin nada.

De la misma manera que ciertos individuos fueron calificados de cómplices del terrorismo y acabaron encadenados en Guantánamo, Bagram o Abu Graib, Siria ya es considerada como la asesina de Hariri.

La Secretaria de Estado norteamericana Condolezza Rice declaraba recientemente que Siria debía ser considerada indirectamente responsable del asesinato de Hariri "dada su continua injerencia en los asuntos internos libaneses". Si éste es el procedimiento habitual de EEUU para hallar culpables, entonces los EEUU son responsables de todos los asesinato, mutilaciones, huérfanos y abusos que resultan en el Iraq y Afganistán bajo su control.

Por su parte, Siria mantiene que Hariri era un amigo y señala que haberlo matado iría contra sus intereses, sobre todo habiendo tantas garras internacionales ávidas de atacar su garganta. ¿Qué podría ganar Siria con esto? No deberíamos olvidar tampoco, que Bashar está muy formado académicamente y es muy inteligente, y no es alguien que piense que Siria pudiera obtener beneficios con este horrible acto.

Desgraciadamente, esos libaneses que se manifiestan unidos contra Siria tras la muerte de Hariri, han caído de lleno en la trampa.

Deberían tener cuidado con lo que desean. Si Siria comienza de veras a retirarse y reduce relaciones con Beirut, ¿en qué situación quedará el diminuto Líbano, especialmente si se tuerce el actual proceso palestino-israelí? ¿Quién entraría en Líbano entonces? ¿Los americanos, que lideran la cuestión, o su Estado clientelar, Israel? Siria podría decir entonces "os lo buscasteis". No es que Siria no deba abandonar Líbano, es que no es el momento. Primero, habrá que decir adiós a los invasores de Iraq, y luego esperar a que el proceso de paz palestino-israelí de sus frutos. Luego, si Siria insiste en quedarse donde no se le solicita, que su caso se presente al Consejo de Seguridad de la ONU, y que venga lo que haya de venir.

Una vez mas, Siria no es aquí el agresor. Imad Mustafa, embajador sirio en Washington afirmaba que "Siria intenta comprometerse constructivamente con los EEUU. No somos su enemigos y no queremos entrar en enemistad". Con el espectro iraquí como precedente, Siria parece establecer su propia apuesta, y refuerza sus lazos con Irán, actualmente acusado de enriquecer uranio con fines armamentísticos. Rusia parece estar alineándose con ambos y se muestra dispuesta a proporcionar misiles de última generación a Siria.

Es el momento de que los libaneses decidan dónde estar en estos tiempos de amenaza. Sus opciones son claras: pueden avanzar codo con codo con sus primos sirios, o confiar en los americanos para que éstos aseguren su seguridad y properidad futura. Tristemente, de cualquier forma serán los perdedores en un mundo donde las bombas más potentes y los corazones más duros definen a los ganadores.