La marea feminista toma las calles de València pese a la división política

Miles de personas reclaman el fin de la violencia machista, la igualdad salarial y de género, y acabar con la discriminación patriarcal

Violeta Peraita - València 09·03·23 Levante.emv

La manifestación de la Coordinadora Feminista de València para celebrar el 8 M FERNANDO BUSTAMANTE

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Las mujeres se unieron ayer contra el patriarcado y el machismo pese a las diferencias. Las calles se llenaron por completo. Hasta el más mínimo espacio de cada avenida estaba inundada de mujeres mayores, pequeñas, jóvenes, niños niñas y hombres que salieron a reivindicar de forma colectiva la igualdad de género. Miles de personas que bailaron, cantaron y que señalaron todo lo que todavía queda por conseguir.

Gritaron contra el machismo, contra la violencia sexual, por la igualdad salarial, de trato y el respeto. Recordaba, en cierto modo, a aquella manifestación multitudinaria de 2018 que marcó el revivir de una nueva ola, pero el contexto es bien diferente.

La división dentro de un movimiento que es diverso se plasmó en temas como la Ley Trans, la ley del solo sí es sí o la prostitución y la prueba de que hay diferencias se escenificó en la organización de dos manifestaciones separadas. La división política se notó, pero no logró fracturar un movimiento potente en la voz de mujeres de muchas edades, orígenes y situaciones que se escuchó en las calles.

Manifestación por el 8M de la Assemblea Feminista de València F. BUSTAMANTE / A. IRANZO

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La primera marcha, organizada por la Assemblea Feminista, partió del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores hasta llegar a la Plaza de la Virgen de València. La organización estimó una asistencia de más de 5.000 personas. Preguntadas por el motivo de organizar otra marcha, la asamblea respondió que salieron «a celebrar que las mujeres se organizan y que tenemos un proyecto de feminismo antirracista y anticapitalista, eso es lo tenemos muy presente y queremos destacar». Durante la marcha, se reivindicó un feminismo transinclusivo, que «el trabajo sexual es trabajo» y la derogación de la ley de Extranjería. «El feminista será antirracista o no será». Poco después, en la Porta de la Mar, daba comienzo la segunda convocatoria, organizada por la Coordinadora Feminista que se inició con un «tijeretazo al patriarcado», una acción reivindicativa en la que varias mujeres se han cortado el pelo por las mujeres iraníes que están viviendo «una gran revolución feminista» mientras sufren la represión «de un régimen que les niega sus libertades, no están solas en su lucha, que es también la lucha del resto de las mujeres».

Así ha sido la manifestación de la Assemblea Feminista de València FERNANDO BUSTAMANTE

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Varias visiones en una marcha

Seguidamente comenzó una marcha que aglutinó a decenas de miles de personas, quizás la más multitudinaria desde 2018 y en la que también hubo distintas posturas. Algunas asociaciones, como el Front Abolicionista, lanzaron cánticos pidiendo la dimisión de Irene Montero «los niños y las niñas, no se tocan», así como otros que rezaban «no son clientes, son violadores», en relación a la abolición de la prostitución.

Con todo, también hubo apoyos a la ministra, a las personas trans («a las mujeres trans también las mata el machismo»); así como batucadas, bailes al ritmo de la canción tuneada de Rigoberta Bandini «así bailaba, así así» y el grito de «no es un caso aislado, se llama patriarcado». Marta, una de las manifestantes de la convocatoria señaló a este periódico junto a sus amigas que «el feminismo es unidad y esta tarde lo estamos demostrando, si estamos juntas, somos más fuertes» y otras resaltaron que «en el feminismo, cabemos todas. Ese es el camino», dijeron.

Algo en lo que sí coincidieron ambas convocatorias y que muestra, en gran medida, la fuerza de una marea de mujeres en lucha, fue el lema «mujer, vida y libertad» que abanderan las mujeres iraníes y que acuñaron las mujeres kurdas. Tres términos que confluyen en un mensaje que se repetía en las pancartas: «La revolución será feminista o no será».