El sábado 15 de febrero de 2003 se llevó a cabo una jornada mundial de protesta en contra de la Guerra que EEUU pretende desatar sobre el Pueblo Iraquí. A esta Jornada Venezuela se sumo con una movilización de más de 6000 personas, que culminó en un acto político cultural frente al Hotel Meliá Caracas, por ser este sede temporal de la OEA, Centro Carter, ONU y Grupo de “Amigos” de Venezuela (entre los cuales se encuentra el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y el de España). Todos estos organismos internacionales, con diferentes matices, son identificados por nuestro Pueblo como agentes del Imperio y del Capital Transnacional. Fue una protesta en su contra.

Estas protestas mundiales denunciaron claramente que los únicos motivos de la “Guerra” en contra del Pueblo Iraquí era el Petróleo que se encuentra debajo de sus pies cuasi descalzos y la necesidad de reactivar su mercado que sigue cayendo, anunciando el inevitable colapso del sistema capitalista. En Venezuela, como país Petrolero nos preguntamos, “Después de masacrar a Irak, ¿A quien?”.

La actividad que desarrollamos al Norte de Sudamérica, no solamente fue una manifestación de rechazo contra el inminente genocidio del Pueblo Iraquí por parte del imperio más poderoso en toda la historia de la humanidad y el único que ha usado armas de destrucción masiva contra civiles, fue más bien, un rechazo al atropello del cual han y siguen siendo víctimas muchísimos Pueblos del mundo.

En este sentido, ondearon banderas Palestinas, exigiendo la legítima y añejada aspiración del Pueblo Palestino a tener un Estado propio y a que se respete su soberanía. También las Banderas Vascas, quienes al igual que los palestinos exigen su independencia como Pueblo, la independencia del país Vasco, Euskal Herria.

También Pancartas y pintas desnudaron en todo el trayecto de la movilización otros intentos de dominación de los Yanquis, como el Plan Colombia, donde abiertamente hay tropas Norteamericanas, sumadas a los paramilitares y al ejercito Colombiano luchando contra la Guerrilla Colombiana, para impedir e triunfo de los desposeídos sobre sus intereses.

El ALCA también motivó muchas consignas, ya que esta propuesta será la herramienta de control del mercado Norteamericano, de la soberanía del resto de los pueblos del continente, evidenciando su doctrina Monrroista de “América para los Norteamericanos”.

“Bolivia Aguanta: Serás la chispa que encienda la pradera”, se leía en una pancarta, así como una docena de cuerpos desnudos de hombres y mujeres, pintados cada uno con las banderas de Pueblos agredidos por los Yanquis, marchaban con pancartas en contra del imperialismo Norteamericano. Todo el evento estuvo enmarcado en un ambiente cultural, con música, teatro de calle, zancos, etc.

Sin embargo, ningún medio internacional cubrió el evento y muy pocos medios comerciales nacionales. Los que lo hicieron se centraron en el supuesto “vandalismo” de los marchantes al hacer pintas en el recorrido. ¿Será que acaso existen formas “civilizadas” para expresar nuestro disenso?. “Cuando los medios digan la verdad, las paredes callarán”, se les ha contestado a tan necios comentarios.

Pero lo más importante de la actividad es que, siendo una marcha no gubernamental (No fue organizada por el Gobierno Iraquí ni por el Gobierno del Presidente Chávez, aunque miembros de este último si participaron y respaldaron de manera importante la actividad) sino de diversos sectores y organizaciones sociales, la consigna, el espíritu de la actividad era internacionalista, lo que refleja un crecimiento de la conciencia colectiva internacional, de aquella frase clásica de que la “revolución es en todo el mundo o no es” y de que debemos luchar porque “sea humana la humanidad”.