Utopía // 24 de enero de 2005

Del secuestro de Granda al Chavismo sin Chávez

Disculpe Compañero Presidente pero su discurso no encaja con la realidad

Hoy 23 de enero se realizó la marcha en defensa de la soberanía. Ya en los días previos a la marcha, los discursos de algunos funcionarios del Gobierno nos tenían preocupados, especialmente el de José Vicente Rangel (JVR). Hoy, Presidente, su discurso se centró en que el secuestro de Granda y sus consecuencias es realmente, una jugada del Departamento de Estado Norteamericano para obstaculizar la marcha hacia la unidad Latinoamericana.

No tengo la menor duda de que la administración Bush y las transnacionales que representa se sienten muy preocupadas por su pérdida de influencia al Sur del río Bravo con los planes de integración Latinoamericana y Caribeña que el Gobierno Bolivariano impulsa diligentemente. Tampoco tengo dudas de que su discurso, Presidente, contribuye al despertar de nuestros Pueblos y por tanto resulta intolerable en el tiempo para el Imperio, la Revolución Bolivariana. Sé que el imperio no se juega una, sino todas las cartas a la vez a ver cual logra abortar la Revolución Bolivariana (Magnicidio, traiciones, Golpes Militares, Terrorismo, Aislamiento, etc.). Todo esto debe impulsarnos a prepararnos y mantenernos alertas, pero nunca obviar los análisis concretos que sobre la realidad debemos hacer como actores políticos.

Si el secuestro de Granda hubiese sido tal como lo plantea la totalidad del Gobierno, es decir, un hecho aislado en las relaciones con Colombia, le compro todo el discurso nacionalista sin cuestionamiento. Pero lo cierto es que este tipo de secuestros se vienen realizando desde hace algún tiempo durante su Gobierno, aunque asumo que usted no está enterado.

Permítame recordarle que poco tiempo atrás funcionarios de la inteligencia Española, conjuntamente con funcionarios de inteligencia venezolana secuestraron también a dos ciudadanos vascos, quienes tenían más de 15 años en el país y sin ningún procedimiento legal los sacaron del país. Aquí hubo muchas protestas de organizaciones venezolanas y nada pasó.

El año pasado, organismos de inteligencia venezolanos detuvieron en diversos momentos a varios representantes políticos (civiles) de la insurgencia colombiana en los Estados Zulia, Táchira, Mérida y Apure, y también, sin un procedimiento legal, fueron entregados a los funcionarios de la dictadura de Uribe, quienes los torturaron casi hasta la muerte, como lo hacen siempre cuando detienen a alguien en Colombia.

El año pasado se realizó en el Estado Táchira un evento que reunía a organizaciones políticas y sociales de los dos países. Al salir de las conferencias que dictaron, varios dirigentes sociales y gremiales Colombianos fueron seguidos hasta el paso de frontera, donde fueron detenidos y ajusticiados por el ejército Colombiano. Obsérvese que hablamos de dirigentes sociales y gremiales, civiles.

Entonces, ¿Por qué el caso de Granda si es una provocación del Imperio y los otros no?. Sencillo, porque el secuestro de Granda no obedece a una provocación del imperio, sino a una política sistemática de secuestros internacionales en nuestro territorio a la que nunca ha faltado la contribución de funcionarios venezolanos. La diferencia en este caso fue que, además de tratarse de un alto vocero de la Guerrilla Colombiana, se hizo a los pocos días de dos importantes eventos internacionales: El I Encuentro Internacional de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad y el II Congreso Bolivariano de los Pueblos, cosa que causó la indignación de un grupo importante de participantes venezolanos y extranjeros, los cuales publicaron una serie de documentos que obligaron al Gobierno a dar Respuestas. Si la presión internacional de los intelectuales no hubiese ocurrido, este caso hubiese quedado como el de los vascos. También hay que señalar que, lamentablemente, muchas organizaciones venezolanas que se definen progresistas, solo atienden la denuncia cuando viene del extranjero.

Ahora bien, esto lo señalamos porque el hecho no es un caso aislado, se trata de una práctica común que esta vez se hizo pública. La realidad nos señala que el problema es mucho más complejo y profundo, y que no se soluciona con unas simples disculpas del Gobierno de Uribe que «de alguna manera reivindique la posición de Venezuela».

JVR declara, cada vez con más ahínco que "no albergamos organizaciones terroristas en Venezuela, que no albergamos guerrilleros". Es decir, JVR manifiesta que las Guerrillas Colombianas son Terroristas. Además, gran cantidad de funcionarios del Estado corren a decir que no tenemos que ver nada con terroristas y se esfuerzan por mostrarnos ante el imperio como enemigos de las Guerrillas Colombianas.

Las Guerrillas Colombianas son el resultado de años de dictaduras, masacres, paramilitarismo y terrorismo de Estado. Son la forma de lucha que al Pueblo Colombiano le ha quedado, ya que cada vez que ha optado por la vía electoral, han asesinado a todos sus dirigentes. Usted mismo ha contado la historia de las Guerrillas Colombianas. Entonces ¿quienes somos nosotros para juzgarlos?. Peor aún, usted y sus funcionarios se la pasan denunciando internacionalmente (y con razón) la satanización a la que ha sido víctima la Revolución Bolivariana por parte de los grandes poderes mediáticos, políticos y económicos del mundo. Es que acaso esta satanización nada más ocurre con la Revolución Bolivariana u ocurre con todos los movimientos subversivos al orden mundial (como lo es la Revolución Bolivariana)? ¿No fue Bolívar, Martí y otros patriotas de hoy acusados de terroristas por el orden establecido? Entonces, ¿con qué moral pedimos solidaridad internacional, comprensión de lo que pasa en Venezuela, respeto a nuestras posiciones cuando nosotros ni nos solidarizamos, ni comprendemos, ni respetamos la lucha de más de 40 años del Pueblo Colombiano cuando nos hacemos eco de los calificativos que sobre la guerrilla hace el imperio y la oligarquía colombiana?. Presidente, en esta lucha por construir el sueño de Bolívar, Martí y el Ché ¿quienes son nuestros aliados en Colombia? ¿La oligarquía Colombiana, el Paramilitarismo (de donde viene Uribe) y/o el imperio, o los revolucionarios y antimperialistas colombianos que se han visto obligados a alzarse en armas contra el fascismo?.

Entiendo que como Estado no nos declaremos a favor de las Guerrillas Colombianas, pero lo menos que podemos hacer es reconocerlas como fuerzas beligerantes y declararnos en discurso y práctica neutrales ante la guerra civil colombiana. Por esto la respuesta que está dando el Gobierno venezolano desvía la discusión de su centro de gravedad ya que la respuesta que se debió y debe dar es que Venezuela es un país soberano, que se declara neutral ante la guerra civil colombiana y por tanto ambas partes son bienvenidas a Venezuela en son de paz, por lo que no es un delito ni nos tiene que sonrojar que en nuestra patria bolivariana estén otros revolucionarios del mundo.

Y por último, lo más importante a resolver es la fuerza que ha logrado conquistar la derecha del chavismo dentro del Gobierno y de los partidos que lo apoyan (esa que habla del chavismo sin Chávez) al punto que este sector, dentro del CTN del MVR, llegó a plantear que se debía viajar a Colombia para reunirse secretamente con Uribe y llegar a un acuerdo en el cual Uribe calmaba a los Colombianos, ellos a los Venezolanos y a cambio le entregarían información para que detuvieran más representantes de la Guerrilla Colombiana. Afortunadamente los sectores de izquierda del MVR lograron derrotar esta propuesta (por ahora). Pero me pregunto ¿Qué pasaría si usted desaparece de pronto como muro de contención de la derecha? ¿Qué sector del Chavismo tomaría el poder, el sector de derecha o el de izquierda?. Estas son las preguntas que debemos hacernos para que salgamos de esa borrachera peligrosa del triunfalismo de las elecciones pasadas. Las cosas no se dirigen nada bien, aunque haya calma.


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