Utopía // 3 de junio de 2004

Los reparos para el referendo revocatorio

Crónica de un fraude anunciado

Culmina el evento, los voceros líderes del Comando Ayacucho cierran con sonrisas, anuncian que podemos dormir tranquilos, pues, triunfó la democracia. Sin embargo desde el viernes gente con radios, policías de civil daban señales de anormalidad, algo se estaba cocinando. Después las evidencias: un sin número de cédulas de identidad falsas eran incautadas, aumentaban los allanamientos, el nerviosismo crecía, el ambiente estaba enrarecido, el fraude estaba en desarrollo. Pero esto contrastaba con las imágenes de VTV, la sensación de tranquilidad y confianza transmitida por microondas no era reflejo de lo que El Pueblo vivía en la calle. Comenzó la inteligencia popular, la movilización del Pueblo en defensa consciente del proceso que protagoniza evitó que el daño fuese aún mayor.

El imperio del capital, guiado por las águilas del norte, actualiza sus instrumentos, la derecha opositora saltó de la falsificación de firmas a la reproducción sistemática y masiva de documentos de identidad ilegales, rompiendo marcadamente con la legalidad, sobre la cual basa su dominio político, económico y social.

A la par de ello el Comando Ayacucho, cuerpo tripartito encabezado por Ismael García dirigente de Podemos, encargado de la planificación y puesta en marcha de la estrategia electoral, ha demostrado su ineptitud en anteriores oportunidades, pero ahora la falta de preparación logística, el silencio mediático, la carencia de acciones contra el fraude, los convierte en cómplices de éste. Más aún cuando en sus declaraciones descalifican las acciones de control del movimiento popular etiquetándolas de vandálicas y desadaptadas.

No hay duda que se negociaron las firmas para revocar diputados. Ismael García quien ha aprovechado sus cuotas de poder dentro del Comando Ayacucho para permitir a Podemos acaparar las candidaturas a las alcaldías, ahora conspira contra el proceso, negociando el chavismo sin Chávez, pretendiendo aceptar un referéndum, cuando la experiencia de la recolección de firmas y los reparos demuestran que no hay capacidad de garantizar elecciones limpias y “democráticas”.

Consideramos al Comando Ayacucho ilegítimo y usurpador de espacios que debe ocupar el movimiento popular.

No permitamos que traicionen esta vez definitivamente la Revolución. Es tiempo de que El Pueblo se haga escuchar e imponga una decisión soberana.

Contra de la negociación, movilización popular

¡REVOLUCIÓN EN LA REVOLUCIÓN!

Utopía


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