Actualmente se encuentran bajo el control del pueblo las instalaciones del lado A de la antigua facultad de educación de la Universidad de Carabobo, siendo estas custodiadas en función de la instalación de una aldea universitaria para los estudiantes de la misión Sucre.

Grande ha sido la revuelta que ha recaído sobre este acontecimiento, por un lado la represión que ha utilizado la rectora de la UC (Universidad de Carabobo) Maria Luisa de Maldonado, quién ha arremetido contra la toma utilizando amenazas, sabotaje de la electricidad, corte del servicio del agua y un efectivo despliegue policial para evitar que el proyecto de la aldea avance; Por el otro la evidente necesidad de instalaciones físicas para la educación por parte de la misión Sucre, escenificándose así un conflicto de múltiples matices y grandes repercusiones en la política nacional.

Pero ¿Por qué tanto interés de parte de las autoridades de la UC por mermar la movilización popular en unas estructuras que en principio iban a ser demolidas por orden de las mismas?, ¿Qué se está jugando con la consecución o el abandono de estos espacios?, ¿hablamos simplemente de otra aldea más para la misión Sucre?, para resolver este enigma es necesario ir más allá del tímido debate que desde los medios se ha abierto sobre esta toma.

Cuando las instituciones del estado burgués comienzan a entrar en crisis, por su incapacidad de asumir ciertas reivindicaciones de las masas; nuevas instituciones populares surgen al calor de la lucha de clases en una dinámica creadora para llenar los espacios necesarios en la marcha hacía el socialismo; así están concebidos planes estratégicos como: los consejos comunales, las EPS (Empresas de producción social) y el frente nacional de Vuelvan Caras.

Sin embargo marchar hacia el socialismo no puede ser concebido como una consigna romántica e idealista, sino como un propósito extraído de un análisis objetivo por las propias contradicciones que en Venezuela presenta el sistema capitalista; de allí a que asumamos con responsabilidad la comprensión de la actual formación económica- social de Venezuela para su transformación.

La economía venezolana se caracteriza por ser una economía rentista (renta petrolera) y fundamentalmente comercial; la burguesía de nuestro país, ha invertido poco en la producción, mas bien se ha caracterizado por ser intermediaria de la mercancía transnacional, lo cuál ha ocasionado el retroceso de las fuerzas productivas y la dependencia del imperialismo, lo cuál continúa en la revolución bolivariana.

Para ir hacia el socialismo debemos aumentar la producción, es decir reconstruir la cadena productiva de modo que podamos romper con la actual dependencia de las transnacionales (50% de la producción consumida en Venezuela es importada), sin embargo este difícil reto dependerá de la calificación de la mano de obra de los obreros venezolanos, y de los diferentes actores de la economía popular (cooperativas, EPS, cogestión y frente nacional de Vuelvan caras), combinado a un considerable aporte de la ciencia y la tecnología.

Las universidades autónomas venezolanas, responsables del desarrollo científico y tecnológico, pese a ser públicas aportan poco o nada al desarrollo productivo de nuestra nación; ofreciendo su trabajo intelectual al capital privado, entiéndase transnacional; es por ello que necesitamos de una nueva universidad movida por principios morales y por el máximo estimulo de contribuir al progreso de la revolución.

La misión sucre ha sido una gran idea para captar la atención de quienes han sido excluidos del academicismo universitario, sin embargo la esencia de este proyecto no es revolucionaria, dado que sus pensum académicos y profesores buscan imitar lo que acontece en las universidades de donde provienen, sin embargo, la necesidad de una producción intelectual acabada, que provenga del proceso Acción- reflexión- acción y que termine por aportar lo mejor de la ciencia y la tecnología en la practica con las necesidades de producción que ostenta nuestra revolución, se espera en proyectos donde la formación ideológica revolucionaria sea el eje transversal del mismo.

Esta universidad buscada por los revolucionarios puede encontrar inicio en la aldea bolivariana “Héroes de Canaima”. El hecho de fundarse en el mismo campus de la universidad burguesa (Universidad de Carabobo) inicia una nueva lucha entre dos proyectos que se niegan el uno del otro; tal contradicción obligará constantemente a revisar los orígenes del proyecto bolivariano y así cada vez más con una practica coherente avanzar por eliminar los cimientos que levantan la exclusión y el egoísmo de la Universidad de Carabobo.

De darse esta victoria que el pueblo está luchando, se iniciaría una nueva fase de contraste en el mismo campo universitario, donde los estudiantes de la UC podrán ver más de cerca y palpar las ventajas y la concepción diferente del mundo que llevan en su andar las misiones. Se estarían confrontando entonces dos proyectos educativos, el de las universidades autónomas, que forma profesionales individualistas para trabajarle a las empresas privadas que reproducen el capitalismo y la miseria y por el otro el de las misiones que deberá formar profesionales con una nueva moral para cubrir las reales necesidades de nuestra sociedad.

Hasta este momento se piensan aperturar en esta aldea 7 programas, los cuales son: Comunicación social, Ciencias jurídicas, Ingeniería mecánica, Ingeniería en sistemas, educación, enfermería, gestión social; los cuales combinados a una organización revolucionaria: la del consejo comunal de la educación superior dará apertura a esta aldea, que además contará con: una radio comunitaria, tres bibliotecas, un auditorio, y diferentes laboratorios para desarrollar en la practica los distintos programas.

La misión Vuelvan caras también estará presente en estos espacios para que así se combinen el trabajo físico y el intelectual. Estas son las dimensiones que adquiere esta toma, “el pueblo debe luchar unido y organizado” y avanzar seguros de su destino hacia el socialismo.