Femenino.net.art: feminización de la cultura y red Internet forma parte de la tesis doctoral "Arte, Internet y Colectividad: nuevas prácticas artísticas de la red y nuevas formas de Colectividad y Acción Social".
Teniendo en cuenta que lo femenino ha sido uno de los "otros" visibilizados en las últimas décadas, origen y sentido de relevantes cambios sociales, nos encontramos con la dificultad que supone "definirse" para la mujer o para cualquier "otro" que haya estado excluido del juego social. A partir de esta dificultad indagamos en el doble juego de deconstrucción de su imagen pasada y la afirmación de un "querer ser" (darse forma a sí mismo), sólo posible como proceso (siempre inacabado). De esta manera vemos cómo se favorecen ’identidades’ que rehuyen el esencialismo y se definen en lo provisional. Teniendo en cuenta que muchas manifestaciones de la provisionalidad y multiplicidad en nuestra cultura, incluida la adopción de personalidades online, están contribuyendo a un replanteamiento general de las tradicionales concepciones unitarias de la identidad, las experiencias en la red Internet nos ayudan a elaborar estas nuevas visiones del "yo".
En Internet el mundo (nosotros) sólo existe en nuestros representantes (temporales), en el e-mail, en el chat, en la WWW,.... en la interacción concluida. El mundo en Internet es "un chapoteo, una polvareda", una estela que se autodestruye cuando finaliza la comunicación. En Internet aquella idea de Deleuze en relación al pensamiento Leibniziano que sugiere una percepción por texturas y no por estructuras, tendría un referente. Las texturas son las que conforman múltiples posibles formas de ser y hacer en la red, son las que liberan el inconsciente (como quien se disfraza para dar rienda suelta a sus facetas más escondidas y liberadoras). Texturas y pliegues que se convierten en autónomos y desbordan al cuerpo, bien para destruirlo, reestrablecerlo o elevarlo, pero siempre para darle la vuelta y moldear su interior.
Para indagar en todo ello hemos ideado una estructura conceptual que engloba dos apartados que atenderán a los siguientes criterios de organización: en un primero esbozaremos un análisis desde enfoques históricos y sociológicos de la relación mantenida entre mujer, arte y tecnología en los últimos cincuenta años.
1. CONSTRUCCIONES SOBRE EL GÉNERO, LA TECNOLOGÍA, EL TRABAJO Y EL ARTE EN LO RELATIVO A LA MUJER
En un segundo nos acercaremos a las prácticas y recorridos artísticos y políticos online y especularemos sobre el papel de las mujeres en los nuevos espacios tecnológicos y artísticos de la red Internet, así como sobre las posibilidades de dar por cumplidas las esperanzas emancipatorias, deconstructivistas y feminizadoras de la mujer en la red.
2. EL PODER DE LO SUBVERSIVO EN LA FEMINIZACIÓN DE LOS NUEVOS ESPACIOS ARTÍSTICOS Y TECNOLÓGICOS
Para ello nos acercaremos a las distintas visiones que sobre el ciberfeminismo se están gestando y analizaremos proyectos de net.art que tratan de manera explícita el tema del género y en los que colisionan "arte, feminismo e Internet" y aquellos que, si bien no introducen explícitamente cuestiones feministas en sus obras, investigan líneas propias del metalenguaje de la red, indagando sobre los límites que separan lo real de lo virtual, los nuevos lenguajes que cuestionan las formas convencionales de narratividad, y la re-creación de subjetividades ficticias y virtuales en un nuevo espacio epistemológico y existencial del ser.
En estos dos apartados apuntaremos distintos conceptos sobre la feminización para llegar al que surge subversivamente de lo ’no dicho’ y proclama su espacio de acción en las nuevas estructuras tecnológicas donde se están construyendo los sistemas de comunicación del futuro. Para ello acudimos al pensamiento de Derrida y de Kristeva para los que la mujer es la sede privilegiada desde la cual es posible desmontar el pensamiento occidental falocéntrico. También encontramos importantes referencias en las propuestas de escritura femenina de Cixous según la cual se pretendía desarticular (deconstruir) el discurso dominante, bajo una primacía, no de la mirada sino de lo simultáneo, lo que fluye, lo que se opone a todo tipo de figura o idea rígidamente construido. Esta propuesta, que nosotros vinculamos a las escrituras online, plantean una estrategia de destrucción del modo de funcionamiento del discurso tradicional, una relación de una "economía femenina" cercana al cuerpo, a lo que fluye, al ritmo, y opuesta a la economía masculina apoyada en lo filosófico, lo simbólico y lo discursivo. Esta sería una escritura que hablaría de lo inconsciente, lo reprimido, lo excluido, de los miedos y deseos no materializados. Escritura que se relacionaría con "lo otro viviente", lo "otro salvado" lo "otro ya no amenazado por la destrucción", proponiendo una feminidad que sería el "verdadero objetivo de ambos sexos".
En esta propuesta de feminización de la cultura podemos encontrar coincidencias en la crítica filosófica del esencialismo de Derrida. Tal vez, paradójimente, pues aunque la idea de esencia es rechazada por la teoría posestructuralista, (recordemos que para Derrida el esencialismo era cómplice de la metafísica occidental y plantear la oposición hombre-mujer suponía plantear un falso universalismo -seguir prisionero de la metafísica con su ilusión de presencia, ser identidades estables-) el programa de "ecriture femenine" que se basa en los mismos fundamentos, sí se mueve ocasionalmente hacia posturas esencialistas.
No podemos pensar ninguna realidad auténtica que no contemple la importante dimensión que todo (cualquier) real excluye. Es lo excluido (lo "otro") lo que marca las economías del deseo, así como de los cambios sociales y políticos, lo que marca la tensión mantenida del progreso.
En una sociedad en red, en una época donde no tiene sentido hablar de arte, artista, objeto y sujeto en los mismos términos que hace una década, la diferenciación biológica y sexual basada en la confrontación dual resulta insuficiente y se torna poco concreta. Las identidades fijas y condicionadas, reforzadas por una imagen del género como herramienta de subordinación, propiciatorias de una actuación políticamente diferencial (y por supuesto no neutral), dejan paso a identidades múltiples, re-hechas, re-articuladas, que intervienen su anterior lógica binaria y la subvierten.
Estrategias de (auto)creación basadas en el injerto, en la re-contextualización de fragmentos, en el copy-paste, convierten el interfaz, como campo maquínico de mediación intersubjetiva, en un nuevo espacio epistemológico del ser. Cuerpos articulados con escrituras digitales que interrumpen los discursos de la dualidad cuestionando la inmóvil "mismidad" del sujeto en las múltiples morfologías del interfaz, condicionando su inscripción social al efímero de su duración, a su genuina temporalidad y total contingencia.
En el ciberespacio somos cuerpos (géneros) hechos a través de la máquina, con palabras e imágenes, con fusiones y códigos que nos inscriben social y culturalmente mediante una tecno-anatomía. El ratón es a la vida digital (social -en red-) un inmediato y efectivo bisturí que, mediante código y palabras, modela sujetos online cual ciber-cirugía orlaniana.
Históricamente el género ha sido un instrumento de jerarquización proveedor de formas falsas y concretas a los cuerpos. Ahora, en una época donde se cuestiona todo lo aceptado como inamovible, el género se convierte en algo así como un "espectáculo diario" compuesto de imágenes que se dibujan en la pulsión del cambio posible, imágenes en permanente construcción.
En este nuevo espacio hablar de lo femenino nos remite a hablar de "la feminización" de la red Internet, de la acción desjerarquizadora de la misma, en términos de resistencia, deconstructivos. Términos que no supondrían, por tanto, recuperar los atributos tradicionales de la mujer, sino deconstruir el ser "feminizado" (revelador de una estructura de poder-sometimiento) y ejercitar la voluntad de "querer ser" en un espacio concebido sin jerarquías, un espacio al que se le presupone (sobre todo en sus inicios) una menor carga de prejuicios sobre las formas posibles de ser en el mundo. Esta feminización, tal como sugiere Derrida, debe "por un gesto doble, una ciencia doble, una escritura doble, practicar una inversión de la oposición clásica y un desplazamiento general del sistema".
Si recordamos la construcción de la conciencia feminista anterior y posterior a los setenta tiene en la naturaleza de la identidad femenina un punto de inflexión en su tratamiento y consideración. A principios de esta década (los setenta) las artistas empezaron a ser verdaderamente conscientes de la artificialidad y del poder represivo de la "construcción social del género". Uno de sus objetivos sería descubrir en una imagen de sí mismas (gravemente deteriorada por el pasado, la historia y la imposición social de un papel a cumplir) una auténtica voz que pudieran utilizar como sustento para una nueva construcción de su identidad.
De esta manera, concebir una feminización de las prácticas artísticas de la red implica, más allá de suponer solamente la presencia femenina en dichas prácticas, indagar si su presencia y su labor incita una deconstrucción de los modelos de enfrentamiento dual en torno al género.
· Deconstrucción mediante dispositivos digitales, protocolos, lenguajes hipertextuales, correo electrónico, código ... todos ellos piezas clave en la producción de l@s net.artistas a lo largo de la última década. Dispositivos donde la "matriz" como comienzo, origen, principio de sentido -también digital- es una de las metáforas de acción y teorización recurrente y de mayor carga simbólica. Con esta analogía nos adelantamos a la dualidad bajo la que hemos construido nuestra estructura social y moral, cuya raíz descubrimos en el código binario de nuestro sexo y en el código digital de la máquina.
· Deconstrucción mediante nuevos lenguajes. Palabras que se dimensionalizan, sistemas conceptuales que abandonan nociones como linealidad, centro, margen o jerarquía y las reemplazan por otras apoyadas en multilinealidad, enlaces, nodos y redes de relaciones.
· Deconstrucción mediante dispositivos de comunicación global en red, mediante activismo informatizado. No sin motivo las prácticas artísticas más relevantes que desde los años sesenta se han manifestado y consolidado mediante debates estéticos, en lo relativo a la producción femenina, han estado protagonizadas por "mujeres con conciencia de serlo", es decir por artistas que han desarrollado su trabajo desde perspectivas críticas y feministas, desde discursos de la resistencia. En este sentido, Maria Damon nos habla de las "ciberfems de la utopía futurista": un tipo de posfeministas que basan sus acciones en la consideración de la red Internet como espacio óptimo para sacar partido a la incorporeidad del sujeto y la posibilidad de su realización para sí y para el contexto al que se vincula mediante la tecnología. Sadie Plant ejemplifica en sus teorías la importancia de este vínculo "ciber-fems" constatando a través del mismo algunas de las más agudas reivindicaciones de las mujeres en relación a la tecnología, así como la necesidad de tenerla presente en la construcción contemporánea del género, por cuanto su emancipación se verá facilitada en la gestación del ciberespacio como nuevo espacio de acción.
Las producciones de las net.artistas habitantes de esta "frontera", generada a partir de los diversos mundos posibles en torno a la red, tendrían en este contexto una doble lectura. Por una parte, las prácticas que evidencian un tratamiento explícito del género y que se posicionan desde una perspectiva crítica y feminista. Por otra, las producciones que introducen estas cuestiones de manera implícita en la investigación de líneas propias del metalenguaje de la red, en los nuevos lenguajes que cuestionan las formas convencionales de narratividad, y en la re-creación de subjetividades ficticias en el nuevo espacio epistemológico y existencial del ser.
Por otra parte, no podemos olvidar que la feminización que promueven estas prácticas no es exclusiva de la mujer, y entre las producciones y actitudes de artistas como VNSMatrix, Anne de Haan, Shu Lee Cheang, Victoria Vesna o Kathy Rae Huffman, y entre las proclamas "The vagina is the boss on the Internet" o "The clitoris is a direct line to the matrix", encontramos también exponentes -más sutiles- en los Keikos Suzukis y las Sociedades Anónimas del ciberespacio, en cuyos gestos descubrimos también el carácter diferencial y deconstructivo de Internet.
Y es que aquí, en la frontera de los mundos posibles, no es difícil imaginar un futuro cuyas producciones artísticas tengan detrás de sí, no artistas, ni hombres, ni mujeres, sólo productores y sociedades anónimas con nostalgia, o tal vez no, de su cuerpo.
En la red lo "no dicho" adquiere otra dimensión, parece como si lindásemos su frontera (su abismo), como si acercarnos a "esa ausencia" fuera ahora más fácil. Un mundo por construir siempre es lo más sugerente, un espacio en blanco para quien ha visto rellenar y usurpar su espacio a otros, es, cuando menos, una oportunidad para adueñarse de sus actos, de su vida. Y aun cuando esta sensación es efímera, y podemos decir que dura ’un instante’, ’un infraleve’, lo que dura la ilusión del espacio virgen antes de ser mancillado por la ausencia de imaginación y la repetición de los mismos parangones sociales y los mismos temores a la diferencia, el deseo sigue perviviendo, y en relación a la red, el deseo es el motor de la construcción de un lugar de "lo individual" y de "lo común" para todos.
Resumen bibliografía:
CIXOUS, H. (1995): "La risa de la medusa". Ensayos sobre la escritura. Barcelona, Anthropos.
DELEUZE, G. (1989): "El Pliegue". Barcelona, Paidós.
DERRIDA, J. (1989): "Márgenes de la filosofía". Madrid, Cátedra.
DERRIDA, J. (1997): "Estados de la mentira, mentira de Estado. Prolegómenos para una historia de la mentira", conferencia en la Residencia de Estudiantes, Madrid, 22 abril de 1997.
HARAWAY, D. (1995): "Ciencia, cyborg y mujeres. La reinvención de la naturaleza". Madrid, Cátedra.
KRISTEVA, J. (1974): "La revolution du langage poetique". París.
KRISTEVA, J. (1980): "Pouvoirs de l’horreur. Essai sur l’abjetion". Cast, París, Seuil.
POLLOCK, G. (1990): "Vision and Difference. Feminity, Feminism and the Histories of Art". Routledge, Nueva York.
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http://www.mecad.org/htm/docu_i/doc_txt.htm
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