Triálogos A4: las nuevas fronteras de la desigualdad
Y para terminar aunque llevamos todo el tiempo teniéndolo presente: el cambio tecnológico. La incorporación de las nuevas tecnologías a los medios y modos de producción de bienes y servicios y a las maneras de comunicarse e informase determinan, desde hace años, relaciones sociales, políticas, económicas y personales.
Por una parte, se pueden considerar como nuevas posibilidades de democratización del acceso a la información, la diversificación de fuentes de información, la mayor capacidad de establecer comunicaciones de carácter horizontal, por otra está la otra cara de la moneda: la reproducción de las desigualdades en el acceso y en la participación de las posibilidades que ofrecen en otros campos de la participación.
De nuevo el limite apenas perceptible (¿virtual?) entre quien se queda fuera o dentro del ciberespacio.
CLAVES PARA EL DIALOGO
Intervención de Montserrat Boix
- Sociedad de la información, sociedad del conocimiento. Evolución del concepto.
Más que la evolución del concepto creo que es importante hablar de evolución de derechos. Destacaría el derecho a la información, a la comunicación y al acceso al conocimiento libre como claves para el derecho de ciudadanía que se está construyendo. Claves especialmente importantes en lo que se refiere a las mujeres.
También resulta importante destacar cómo se ha modificado el valor de la información y la relación entre el acceso al poder y la información. La evolución de los medios de comunicación y la influencia de la Internet y las llamadas nuevas tecnologías en esta evolución. Con la sobredosis de información que existe en la actualidad, en estos momentos la clave para la ciudadanía es tener capacidad de discriminar esta información y transformarla en conocimiento.
Otra de las características de la sociedad de la información/conocimiento que se está generando es el fraccionamiento de la información. Deberemos reflexionar sobre sus consecuencias y buscar nuevas maneras de acceso global.
Considerar como referencia el concepto de sociedad de la información implica mantener una posición tecnocéntrica de la realidad (Sally Burch. Sociedad de la Información Sociedad del Conocimiento) en la que prevalece la cantidad sobre la calidad, el automatismo y la acumulación frente a la capacidad de análisis y la maduración en contenidos y procesos. La sociedad del conocimiento incluye -en palabras de Abdul Waheed Khan (subdirector general de la UNESCO para la Comunicación y la Información citado en el texto de Sally Burch)- una dimensión de transformación social, cultural, económica, política e institucional, así como una perspectiva más plural y desarrolladora. El concepto de “sociedades del conocimiento” -dice Waheed Khan- es preferible al de la “sociedad de la información” ya que expresa mejor la complejidad y el dinamismo de los cambios que se están dando. (...) el conocimiento en cuestión no sólo es importante para el crecimiento económico sino también para empoderar y desarrollar todos los sectores de la sociedad”.
- La construcción política e ideológica de la sociedad de la información y el conocimiento.
Se está construyendo una sociedad de la información, la comunicación y el conocimiento a la medida y a base de los intereses de las empresas y no de los intereses de la ciudadanía. Personas que ocupaban cargos en empresas tecnológicas privadas están desarrollando ahora las políticas públicas con la misma perspectiva abiertamente y sin pudor.
O aprendemos las claves vitales de lo que significa para todas y todos la sociedad del conocimiento y nos posicionamos y luchamos por nuestras posiciones, o estaremos cada vez más a merced de las multinacionales del sector tecnológico.
Destacar mi apuesta por el conocimiento abierto y libre como única solución sostenible y ética del desarrollo de la sociedad del conocimiento sobre la que estamos reflexionando.
Y hablando de construcción, denunciar que en esta construcción se está dejando fuera a las mujeres. Se está considerando a las mujeres como usuarias de tecnología, pero no están en la toma de decisiones políticas ni en el desarrollo de las herramientas. Es una alerta que se plantea incluso para quienes están reflexionando sobre la sociedad de la información y el conocimiento abierto y libre. Desgraciadamente es un hecho común en los ambientes más diferentes.
- La tecnología ¿un factor neutro?
Sin duda no lo es. Y por ello es necesario que el estado adopte posiciones claras para proteger los derechos de la ciudadanía en este terreno.
Es especialmente importante en relación a la brecha digital territorial. A la discriminación que existe entre quienes viven en ciudades y quienes viven en zonas rurales. En España el Congreso de diputados acaba de aprobar la LISI (Ley de Impulso a la Sociedad de la Información). En la parte positiva está el reconocimiento del derecho universal de conexión a banda ancha. En la parte negativa el que no se ha reconocido la neutralidad de la red.
Una neutralidad -como ha denunciado la asociación de usuarias y usuarios de Linux Hispalinux- imprescindible para que la Internet sea efectivamente un derecho de ciudadanas y ciudadanos, porque un derecho -se abunda en la nota- necesita la tutela de los poderes del Estado. Se reclama una protección legal que garantice que el tráfico de datos recibido o generado por la ciudadanía no pueda ser impedido, desviado, priorizado o retrasado en función del tipo de contenido, del protocolo, del protocolo, del origen o destino de la información o de la aplicación utilizada para ello, ni de cualquier otra consideración ajena a la de su propia voluntad, habilita a que las empresas tecnológicas y operadoras puedan restringir servicios telemáticos sin ser ni juez ni autoridad competente, y sin que nadie pueda ejercer control alguno sobre tal actividad.
La estrategia empresarial en Estados Unidos está derivando a diferentes tarifas para diferentes accesos y diferentes servicios, lo que generaría sin duda una desigualdad gravísima entre unas y otras ciudadanas y ciudadanos.
- De cómo todo lo local se convierte inmediatamente en global: universalidad y simultaneidad en el acceso a la red.
Es una de las caras más interesantes de la globalización... las posibilidades de acceso a lo global y a lo local al mismo tiempo. Ha generado un nuevo concepto: lo glocal. Está implicando ya una transformación esencial de nuestras vidas. Desde lo económico a lo social. Sobre el papel, de manera teórica, todas y todos tenemos las mismas posibilidades no sólo desde la perspectiva de ser receptoras y receptores sino desde con la posibilidad de emitir.
Tendremos sin embargo que enfrentarnos a las brechas digitales: por edad, por razones económicas y sociales, por educación, por lugar geográfico de acceso, por género, etc.
- Cambio tecnológico y cambio social ¿una evolución en paralelo?
Sin duda no es un proceso paralelo. Son hasta el momento las empresas y los intereses tecnológicos económicos quienes están liderando el proceso y no la ciudadanía. Aunque existen movimientos muy potentes que están logrando modificar el mapa. Por ejemplo el movimiento a favor del Software Libre y el Conocimiento Libre.
Especialmente interesantes son las experiencias en este sentido que ya empiezan a asumirse desde las administraciones públicas o desde los sectores educativos.
Nos enfrentamos sin embargo, todavía a niveles extremadamente altos de analfabetismo digital. Las políticas públicas de los próximos años deberían invertir muchas de sus energías en enfrentarse a ello. Nos comportamos todavía como “emigrantes digitales”. Es muy importante poner atención a este proceso e invertir energías porque esto ya no tiene vuelta atrás. Todas y todos tendremos que implicarnos y aprender a manejarnos con las nuevas herramientas aprovechando al máximo las posibilidades de desarrollo social y económico que implican.
- ¿Cuáles son, realmente, las nuevas oportunidades que nos ofrecen las redes que vehiculan la sociedad de la información?
Se trata de nuevas posibilidades personales y sociales. Individuales y comunitarias. Afecta a todos los aspectos de nuestras vidas. Desde la educación, la cultura, el ocio al sector servicios... ¿de verdad es necesario enunciarlo detalladamente? En todo caso yo destacaría que no debemos olvidar, sin embargo de que se trata sólo de herramientas; cada vez más próximas y manejables. Finalmente todo va a depender de la actitud personal e intransferible de cada cual para poder aprovechar las ventajas.
- El cambio tecnológico como factor de exclusión/inclusión social.
Se generan sin duda nuevos mapas de exclusión/inclusión social que requerirán nuevas respuestas. Me preocupa especialmente la falta de reflexión profunda y seria desde los espacios sociales. Desde la ignorancia a menudo se cae en posiciones tecnófobas sin entrar en un debate profundo sobre claves sociales y soluciones políticas al nuevo momento que estamos empezando a vivir.
- Grupos sociales más vulnerables a los efectos de la brecha digital.
Tal como he comentado anteriormente resulta fundamental la responsabilidad de los estados para salvaguardar las garantías frente a los intereses de las grandes corporaciones tecnológicas. La sociedad civil también debe organizarse y reaccionar.
Decir, sin embargo, que no sólo existen brechas por razones evidentes de acceso y conexión. El cambio de mentalidades es clave para dar el paso. Y ese cambio de mentalidades está resultando en muchos casos una de las asignaturas pendientes más difíciles de superar.
Desigualdades de género en la sociedad de la información.
La brecha digital de género es una de las más graves y de las de mayor incidencia ya que las mujeres no son/somos un colectivo sino la mitad de los habitantes de este planeta. Somos una mitad del planeta que -hay que recordarlo también- posee apenas el 2 o 3 por ciento de las propiedades del mismo. Todo ello abunda sin duda en esta brecha especialmente preocupante.
Una educación que nos ha llevado a tener una relación diferente y a veces más difícil con la ciencia y la tecnología.
A veces lo difícil es tener simplemente una educación. Si mantenemos la mirada planetaria deberemos recordar que muchas niñas en numerosos países todavía no tienen siquiera derecho a la formación elemental básica.
En nuestro país, demasiado a menudo ocurre todavía que cuando se piensa en mujeres y tecnología se hace desde la perspectiva de mujeres usuarias y no de mujeres actoras y generadoras de herramientas y contenidos. También el diseño de las políticas de la Sociedad de la Información a pesar de la apuesta por la paridad del gobierno estatal está en manos masculinas.
Todo por hacer. En todos los gobiernos, más o menos progresistas. El terreno tecnológico sigue siendo absolutamente masculino.
- ¿Quién genera y posee la información y el conocimiento en la sociedades actuales? ¿de que manera se difunde y distribuye?
En la historia de la tecnología, escrita en masculino, ha prevalecido una concepción excluyente. Desde el feminismo se ha denunciado sistemáticamente la utilización del conocimiento para excluir a los otros y específicamente a “las otras”, estrategia utilizada especialmente en el desarrollo de la tecnología, elaborada desde el imperativo masculino.
Laura Tremosa en su libro "La mujer ante el desafío tecnológico" denuncia cómo el conseguir un mayor poder bélico y económico ha servido de motor del desarrollo tecnológico. En esta dinámica las nuevas técnicas desarrolladas fueron alejándose progresivamente de la búsqueda del bienestar aunque hayan proporcionado un beneficio indirecto y cómo el saber tecnológico dejó de ser elemento más de cultura popular para ser patrimonio de unos pocos y por tanto fuente de poder.
Tras la Edad Media época en la que hombres y mujeres tenían oficios similares y momento en el que las mujeres tenían acceso al conocimiento -cuenta Tremosa- la tecnología se vuelve académica y por tanto inaccesible para las mujeres a las que se les impide la entrada en la universidad. La división sexual hace que las mujeres queden relegadas a ser las especialistas de reproducción y la división entre el trabajo manual y el intelectual aleja a las pocas mujeres que tenían acceso a la cultura del desarrollo técnico resultado de la articulación de los conocimientos prácticos con los científicos.
En este proceso, el lenguaje juega un importante papel como barrera en el acceso a la tecnología. Tremosa concluye... “el lenguaje es una de las trampas que mejor sirven para ejercer el poder de unos pocos sobre todos.”
Un lenguaje excesivamente técnico además de sexista. El diseño de una tecnología inclusiva para una sociedad del conocimiento abierta y participativa debe facilitar la comprensión de los conceptos además de eliminar la discriminación de las mujeres que se realiza con la utilización de lenguaje sexista.
Soy de las que han leído con especial interés un libro que ya resulta “todo un clásico”: "La ética del Hacker y el espíritu de la era de la información” del filósofo Peka Himanen. Himanen contrapone el control del conocimiento piramidal histórico de la iglesia con un supuesto desarrollo del conocimiento “más democrático” -dice Himanen- de la universidad.
Sin duda es una mirada demasiado complaciente de Himanen a la Universidad ya que yo diría que en estos momentos es uno de los espacios de mayor control y jerarquía en la relación con el conocimiento.
Afortunadamente las nuevas tecnologías abren caminos y están facilitando un acceso al conocimiento más democrático. También está facilitando la creación colectiva de conocimiento.
Pero el camino es largo y la situación está todavía muy abierta y complejo. Nueva licencias como la del copyleft están generando un nuevos espacios especialmente interesantes en los que la ciudadanía tiene sin duda que tomar partido para construir esa Sociedad del Conocimiento ética y sostenible sin discriminaciones para todas y todos.
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