8. Distintos servicios de información tuvieron bajo control
a los principales cabecillas del 11M desde octubre de 2002

Para ello, la Unidad Central de Información Exterior (UCIE) dependiente de la Policía Nacional, se valió del marroquí Abdelkader el Farsaui, alias “Cartagena”, quien, desde esa fecha hasta febrero de 2004, presentó doce “notas informativas” que permitieron ir siguiendo los pasos de la organización  “Al Haraka Salafiya Al Yihadia” (Movimiento Salafista de la Yihad Combatiente), en la que militaban Serhane ben Abdelmajid Farhet (“El Tunecino”) y Rabei Osman (“El egipcio”), presuntamente inmolados en el departamento situado en la calle Martín Gaite, de Leganés.

En la “nota 1” la Unidad Central de Información Exterior de la Policía Nacional (U.C.I.E.), recogió los términos del acuerdo con Cartagena, donde se dice que, a cambio de “cuanta información queramos” sobre los asistentes a la mezquita Takouma en el barrio madrileño de Villaverde —de la que en ese momento el tal “Cartagena” era Iman— se le recompensaría con trescientos € mensuales.

En la nota Nº 2, “Cartagena” informó sobre una reunión a la que fue invitado por los miembros de Al Haraka Salafiya, “porque estaban muy impresionados con sus sermones”. La reunión se hizo en casa del marroquí Mohamed Larbi Ben Selam, y a ella asistieron, además de éste, su primo, Abdelkrim Ouazani, que es el inquilino del piso donde se hizo la reunión, y el líder del grupo, llamado Mustafa, “El Tunecino”:

<<En esa reunión, según Cartagena, los presentes llegaron a la conclusión de que tenían que hacer la yihad, que era un deber como la oración y el ayuno.>> (Antonio Rubio: “El Mundo” 31/05/05 Pp..30)

Aquella reunión acabó en la madrugada del día 20 de octubre de 2002. Sobre las actividades del grupo Al Haraka Salafiya el confidente dijo que su cabeza visible era el marroquí Mustapha Maimouni, pero que estaba dirigido por El Tunecino, “persona muy cauta…(que) utiliza un móvil en un círculo muy estrecho de personas de su confianza…”. “Cartagena” facilitó a la UCIE el tipo de móviles que utilizaban y la mezquita a la que suelen acudir habitualmente en Estrecho, “la más radical de Madrid” 

En esa misma nota “Cartagena” informó que, pasados unos días, le llamó una persona en relación a la cinta que le había facilitado Mohamed Larbi Ben Selam. Esa persona era Mohamed, “El Egipcio”, y le dijo que estaba interesado en conocerle, citándole para ello en la mezquita:

<<Tras el encuentro, Cartagena facilitó (a la UCIE) los teléfonos móviles de El Egipcio (653.263.295) y de Mohamed Larbi Ben Sellam (646.095.746)>> Op. Cit. Lo entre paréntesis nuestro)

“Cartagena” dijo, también que, tras diversos exámenes, fue aceptado como miembro del grupo, y que ese mismo domingo 20, apareció por la mezquita Mohamed Larbi , quien le hizo entrega de una cinta magnetofónica de parte de Mohamed “El Egipcio”, conteniendo sermones del líder ilamista radical Abu Qutada, residente en Londres, diciéndole que sabía que él —“Cartagena”— había participado el sábado “en una reunión muy interesante”, y que lo sabía porque uno de los asistentes, “El Tunecino”, es amigo suyo. Larbi comunicó a “Cartagena” el interés de Rabei Osman, “El Egipcio”, sobre su persona, y que pronto le volvería a llamar:

<<ya que le había causado una agradable impresión su preparación religiosa y su forma de entender cómo se debe plasmar la misma en la vida diaria>> (Ibíd).

Por último, el imán de Takuta, en Villaverde, recordó a la UCIE que entre las mezquitas de Madrid, “es de interés saber que la de Abu Baker, conocida como la de Estrecho, es la utilizada generalmente por los grupos más extremistas”.

En la nota Nº 3 —recogida por la UCIE el 3 de noviembre de 2002— lo más trascendental del informe de “Cartagena” es la afirmación de uno de los miembros más importantes del grupo, Mohamed Larbi Ben Sellam:

<<…En cuanto a Mohamed Larbi Ben Sellam, persona de confianza de El Egipcio, comentó que no entiende por qué la mayoría tiene la obsesión de ir a países como Afganistán para hacer la yihad, ya que estas operaciones son posibles en otros países, como Marruecos y España>> (Ibíd)

En esta anota aportó mucha más información sobre “El Egipcio” y “El Tunecino”. También aparece un vehículo que será clave en toda la trama del 11-M, el Volkswagen M-0025-WP, propiedad de Idriss Chebli.[1] , que le había cedido “El Egipcio” y después aparecería abandonado en Leganés [ver “El Mundo” del 12 abril de 2003.:

<<Idris es el propietario del vehículo que usa habitualmente Mustapha (“El Egipcio”), se lo presta durante toda la semana a excepción de sábados y domingos, es un coche de matrícula de Madrid M-0025 pero no sabe las dos letras, y probablemente sea un Volkswagen Golf >> http://www.belt.es/noticias/2005/junio/01/11-M.asp (Lo entre paréntesis nuestro)

Cartagena informó también sobre nuevos miembros del movimiento “Al Haraka Salafiya”. Se trata de un marroquí al que todos llaman Faisal. Según “Cartagena”, este individuo posee un negocio de rótulos en Villaverde Bajo, y es la persona encargada de conseguir fondos para el grupo mediante la falsificación de documentos, actividad que hace en su establecimiento. Tras Mustapha, motor y dirigente del grupo, se encuentra un marroquí, Idris que vive con otro marroquí, Rachid El Merrakchi.

Facilitó el domicilio donde se llevaban a cabo las reuniones:

<<“Está sito en Madrid, calle Moncada número 116 piso 5º D”. Y el teléfono móvil del propietario: “Mohamed el Ouzzani usa el terminal móvil con número 600.360.443”.>> (Op. cit.)

Asimismo, dice la nota que “Cartagena” situó y fue proporcionando información sobre los miembros que, después, serán piezas clave en los atentados del 11-M. respecto de Serham, “El Tunecino”, miembro del grupo, sabe que es amigo del joven marroquí Mohamed Larbi Ben Sellam, persona que es utilizada por Mohamed, “El Egipcio”, para contactar con otras personas o hacerles llegar las cintas de audio y vídeo que desea que oigan y visionen para después darles su opinión.

En la nota cuatro, fechada el 27 de noviembre de 2002, el informante señala a la UCIE, de la comisaría General de Información, la importancia del locutorio de Lavapies y los contactos que tiene con la mujer de Najib Chaib.

La UCIE sitúa a este sujeto en la célula de Al Qaeda que Imad Eddin Barakat Yarkas, “Abu Dahdah”, había montado en España. Chaib nació en julio de 1966, en la ciudad marroquí de Nador —a unos 12 kilómetros de Melilla—, tenía pasaporte español y residía en Madrid junto con otros miembros de la red y antiguos muyahidin que habían luchado en Bosnia. Tras la detención de Najib Chaib en enero de 2002 en Hospitalet de Llobregat (Barcelona), los agentes de policía encontraron en su domicilio de la calle de Martín de los Heros, de Madrid, toda una serie de planos y guías para elaborar bombas. Entre el material incautado por la policía se encontraron varios croquis, todos ellos realizados a mano, donde se explicaban con todo lujo de detalles los pasos a seguir para fabricar detonadores, así como los sistemas necesarios, tanto manuales como por radiofrecuencia, para hacer explotar bombas.

En la nota siete, redactada en Madrid el 17 de febrero de 2003, la Policía recoge la sensación de inquietud e inseguridad que el informante Cartagena captó en torno al grupo de Mustapha, “El Egipcio”, además de localizar a dos marroquíes, Jamal Zougam y Mohamed Chaoui, que serán piezas fundamentales en el llamado “comando Lavapies”. También se reflejan las relaciones y contactos de la abogada Yamila Pardo Candelas, que conversa con los radicales islamistas. Pardo Candelas es cuñada del dirigente socialista Joaquín Almunia:

<<El grupo liderado por Mustapha (“El Egipcio”), se encuentra desde hace un mes aproximadamente sin actividad alguna, dejando incluso de llevar a cabo los encuentros de los viernes, a causa de la sensación de poder estar bajo el control policial a raíz de las numerosas operaciones policiales que se están efectuando en Europa, sintiéndose en estos momentos aún más obligados a adoptar medidas de autoprotección tras las últimas detenciones del pasado mes de enero en Cataluña [se refieren a la detención del comando Dixán, al que se le encontraron diferentes productos con los que presuntamente podrían fabricar bombas].>> (Ibíd. Lo entre paréntesis nuestro)

El futuro comando Lavapies va a la mezquita de Alonso Cano:

<<Ha confirmado que en los mencionados rezos del viernes también asisten a esa mezquita dos individuos marroquíes, que trabajan ambos en la tienda que tiene en Lavapies el también marroquí Mohamed Chaoui. En ese momento se le muestran varias fotografías en las que reconoce a ambos individuos, que el pasado lunes coincidieron con él en la fiesta del cordero, que llegaron en un vehículo marca Mitshubisi, 0720 BLX. A dicho vehículo le figura como titular Jamal Zougam, NIE 0842451-F, n/05/10/1973 en Tánger (Marruecos), con antecedentes por lesiones en la ciudad de León, tiene fotografía de reseña.>> (Ibíd)

“Cartagena” también hace labores sociales y acompaña a las mujeres de los detenidos a los despachos de los abogados:

<<Se desplazaron al despacho de una segunda abogada llamada Djamila [sic], dice que se convirtió al Islam, tiene el despacho por Gran Vía, por último se puso en contacto con un tercer abogado La abogada Yamila [sic] Pardo Candelas, le dijo que estará en contacto con él, ya que ella se mostró interesada para que le ayudara con el idioma árabe. El teléfono móvil de Camila es el ….y tiene el despacho en ….>> (Ibíd)

“Cartagena” también informa sobre las actividades de un tal Usama:

<<Tras su detención, Usama, que tenía muchos coches con falsos documentos, le encargó a un amigo llamado Abdelfettah, que se hiciera cargo de estos, consiguiendo sacarlos del país. Este Abdelfettah está casado con una francesa que se llama Nora>>. (Ibíd)

La octava nota informa sobre el tráfico de coches y aporta datos personales sobre los imanes de la mezquita de Fuenlabrada y a M30, así como sobre la actividad en el locutorio de Lavapies.

En la novena nota a la UCIE, fechada en Madrid el 09 de junio de 2003, “Cartagena” ofrece datos precisos sobre la personalidad y la jerarquía que “El Tunecino2 ocupa en el grupo:

<<Dentro del grupo cree que Mustapha no es el líder, Mustapha sigue a los hermanos argelinos Nasereddine y Azeddin. El se inclina como líder por Sarham El Tunecino, casado con una hermana de Mustapha Maimouni, a cuya boda asistió como testigo. Del que dice: muy culto, tiene una licenciatura por una universidad española, cree que en Física.>> (Ibíd)  

También aporta información sobre otro grupo los “Takfirieen”, del movimiento “Takfir Wal Hijra”, de quienes dice que:

<<…odian que en Marruecos existan bares, hoteles y mujeres vestidas al estilo occidental, por eso cree que detrás del atentado de Casablanca [16 de mayo de 2003] están los jóvenes takfirieen.>> (Ibíd)

Sobre Larbi Ben Sellan —el emisario de “El Egipcio”, “Cartagena” dice que regresó definitivamente a Marruecos, y que cuando se produjo el atentado en Casablanca pensó en él recordando lo que solía decir en cuanto a que la Yihad no estaba sólo en Afganistán sino en su propio país, Marruecos, “donde no había seguridad, o había escasa”.

La UCIE también reporta en esta nota que “Cartagena” se separó de su mujer y vive con otra de la que ya espera un hijo; informa a su controlador policial que quiere trasladarse a Salobreña (Granada) o Roquetas (Almería). “Reclama dinero y la UCIE le entrega 150 euros.”

En la nota 10 se reporta que “Cartagena” se traslada a Salobreña, donde encontró trabajo creando una asociación que agrupa a un gran número de marroquíes y algunas familias conversas españolas, concretamente cuatro médicos, uno venido de Madrid y otro que reside en Motril, procedente de Málaga:

<<Pide ayuda económica para radicarse en Almería, dado que de esa provincia es la familia de su actual compañera y sabe que ahí hay una colonia musulmana que podría ser interesante para nuestra relación. La UCIE “le hace entrega de 150 euros”>> (Ibíd)

Según la nota once, “Cartagena” confirma que Ben Sellam se queda a vivir en Maruecos, ya que allí abrió un pequeño negocio, se ha casado y celebrará su boda en setiembre, a la que “Cartagena” fue invitado.

Continúa informando que en la calle Madridejos vive un marroquí —amigo íntimo de Abu Dahdah— llamado Yassin,  con documento de identidad italiano falso, que vende CD’s religiosos  en la mezquita de a M30 y dice que su amigo le está preparando un viaje a Pakistán.

También informa que, habiendo estado en el pueblo murciano de Tecla, observó que allí existe un grupo llamado “Justicia y caridad”, que trabajan con la consigna de conseguir la nacionalidad española, comprar casas y bienes, casarse con españolas y generar hijos:

<<…todo con el fin de ir dominando al pueblo de alguna manera…>> (Ibíd)

Sigue diciendo que en Almuñecar ha contactado con un ingeniero nuclear de nacionalidad egipcia, llamado Jaafar Midhat, que, según él, ha trabajado 35 años en USA como ingeniero inspector en fábricas nucleares. “En España negocia con coches que trae de Alemania”.

Finalmente, “Cartagena” sopla que, de Idriss, “el famoso y poderoso de la mezquita de Villaverde Bajo…”:

<<…todo del mundo sospecha que trabaja para algún servicio, bien marroquí o español, toda vez que viaja a menudo a Marruecos y no tiene medios para sufragar el gasto que conllevan tantos viajes, ya que no tiene un trabajo estable.>> (Ibíd)

En la nota doce la UCIE alude a que “Cartagena” ya está instalado en Roquetas de Mar (Almería), que está buscando trabajo, que se ha introducido en la mezquita, —“donde va a ser propuesto como iman”— y que ya es “la persona que dirige los rezos y da los sermones”, pero no consigue trabajo para su confidente:

<<Todavía está sin resolver el asunto de su trabajo, ya que las perspectivas que existían de poder introducirle en la radio local, aprovechando su titulación en periodismo, ha resultado infructuosa; actualmente se está tratando de conseguirle un puesto como asistente social en el ayuntamiento, circunstancia que le permitiría acercarse más a las personas de interés, así como la de aumentar su prestigio entre la colonia musulmana>> (Ibíd)

De estas notas del Confidente llamado “Cartagena”, no hallamos otros datos de importancia sobre los que merezca la pena hacer referencia.

Más recientemente, en su edición del 24 de agosto de 2005, “El Mundo” difundió haber sabido que, el 12 de marzo de 2001, al otro día de cometidos los atentados…:

<<…se produjeron dos hechos coincidentes que llevaron la investigación del 11M al absurdo más absoluto. (Op. Cit.)

Uno de esos hechos fue que la policía comenzó…:

<<…una frenética búsqueda de los teléfonos de Jamal Ahmidan —El Chino— y de su colega Otman Gnaoui.>> (Ibíd)

El segundo de esos hechos, es que, ese mismo día, el Comisario General de Información, Jesús de la Morena, pidió al Juez de Alcalá de Henares…:

 <<que cesen las observaciones y grabaciones de los teléfonos de ese individuo —El Chino  y de su colega Otman El Gnaoui (otro de los marroquíes que participó con él en el traslado de los explosivos)>> (Ibíd. Lo entre paréntesis es nuestro)

 Está claro que el interés de la policía no estaba centrado precisamente en los teléfonos de Jamal Ahmidan, sino en su persona, en averiguar su paradero a través de sus conversaciones telefónicas.

Como hemos indicado más arriba, a partir de las huellas dejadas por este individuo en una de las tarjetas —halladas por la policía durante su inspección de la finca de Morata—, con el mismo número de la contenida en la mochila-bomba —que “casualmente” no explotó y fue “casualmente encontrada” ese mismo día 12 de marzo en la comisaría de Puente Vallecas— la policía pudo identificarle, así como a uno de los fabricantes de los artefactos explosivos y, presumiblemente, también, copartícipe directo en la ejecución de los atentados.

Como hemos visto, éste fue el mismo delincuente común que el 28 de febrero de 2004, viajó desde Asturias a Madrid pasando incomprensiblemente por Burgos, portando en su coche 200 Kg. de dinamita Goma 2 Eco, que presuntamente le proveyó otro delincuente común y confidente de la policía, el ex minero asturiano José Emilio Suárez Trashorras.

Sorprende saber, ahora, que el día posterior a los atentados, por solicitud de la Comisaría General de Información, no sólo se abandonó toda investigación judicial sobre las llamadas telefónicas de Jamal Ahmidan y Otman El Ganaoui, sino que:

 <<…la “Unidad Central Contra a Droga y el Crimen Organizado” (U.D.yC.O), tenía la transcripción de las conversaciones que “El Chino” y El Ganaoui mantuvieron en los días claves del traslado de los explosivos desde Avilés y en los días anteriores al 12 de marzo; incluso en la víspera y en el 11M.>> (Ibíd)

Por la escucha de estas conversaciones grabadas, el Estado español pudo saber que la noche del 5 de marzo, Otman El Gnaoui estuvo detenido por la policía durante unas horas. Y “El Mundo” concluye:

<<En otras palabras, uno de los implicados en la matanza no solamente estaba controlado por la Policía —que conocía entre otros datos el contenido de sus conversaciones telefónicas— , sino que tenía una descripción exacta del viaje que realiza hasta Burgos, por encargo de “El Chino”, para recoger los explosivos que se utilizaron en la matanza.>> (Ibíd)

Fijémonos que aquí, en el curso de la redacción de dos párrafos sucesivos, “El Mundo” da a entender que un mismo trasiego del explosivo utilizado el 11M pudo tener dos puntos de partida distintos: uno desde Asturias y cuyos proveedores serían los de la célula delictiva de Avilés. El otro, procedente de Burgos, más precisamente de una localidad de esta provincia, donde, como hemos visto; está ubicada la fábrica propiedad de capital mayoritario francés: “Explosivos de Burgos”. ¿Ha sido un “error de transcripción” por parte de los redactores subalternos del periódico, como según ha dicho Juan Jesús Sánchez Manzano que ocurrió con el informe que firmó para describir la composición del explosivo contenido en las mochilas-bomba? 

Este interrogante —ignorado por gran parte de los habitantes de España gracias al apagón informativo de todas las emisoras de radio y televisión sobre este asunto, así como de casi todos los medios de la prensa escrita, incluidos todos los más importantes salvo uno que es, “El Mundo”— fue contestado críptica o enigmáticamente por el director de este periódico y su redactor Jefe durante las “III Jornadas Periodísticas de Son Servera”, el 26 de agosto de 2005 en esa localidad de Palma de Mallorca, bajo el siguiente título: <<Ramírez: “Cada vez hay más indicios de que el 11M se gestó en los aparatos del Estado”>>. Ni más ni menos que lo del 11S, con la diferencia de que en este último los instrumentos humanos fueron sustituidos por instrumentos tecnológicos. Ver: http://www.nodo50.org/gpm/11s/03.htm

éste y el resto de nuestros documentos en otros formatos
grupo de propaganda marxista
http://www.nodo50.org/gpm
e-mail: gpm@nodo50.org


[1] Está imputado por haber preparado la reunión que, en julio de 2001, mantuvieron en Tarragona Mohamed Atta, uno de los presuntos  “pilotos suicidas” que, presuntamente, atentaron contra las “Torres Gemelas” de N.York el 11S, junto con  Ramzi Bin Al Shibh y Mohamed Belfatmi, también implicados en la masacre. El acusado sólo ha admitido conocer a éste último.