IZQUIERDA  Y  ESPERANTO
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MALDEKSTRO  KAJ  ESPERANTO

SOBRE  LOS  TRABAJADORES  ESPAÑOLES

(bajo  la  dictadura  franquista  en  el  añ0  1958)

Kapikua (Severiano Arnáiz)

Artículo publicado en “Sennaciulo”, 1958.

Se leen muchas cosas en los periódicos españoles, y se oyen en las reuniones oficiales internacionales, y sobre todo en las burdas demostraciones y discursos españoles, sobre la buena suerte que tienen los trabajadores españoles gracias al sistema de gobierno actual. Se oye frecuentemente, y casi sin cesar, que los trabajadores españoles gozan actualmente de los salarios más altos que se conocieron en la historia de los trabajadores españoles. También se oye, o se lee, que el coste de vida en España es, por comparación, más bajo que en muchos otros países. Pero los que dicen esas tonterías no son los trabajadores españoles, a los que se hace callar. Si los trabajadores españoles, que dan de comer a sus familias con sólo su jornal diario, pudiesen hablar con libertad, dirían que, efectivamente, ahora reciben un jornal más alto que en esos tiempos, pero también dirían, incluso si no supieran de política, que antes de la guerra española, el trabajador más modesto, por ejemplo un albañil no cualificado, ganaba al día 9,20 pesetas; y los alimentos más necesarios costaban entonces:

1 kilo de pan, 0,65 pesetas; 1 kg de carbón, 0.25 pesetas; 1 kg de azúcar, 1,65 pesetas; 1 kg de patatas, 0,25 pesetas; 1 kg de arroz, 1 peseta; 1 litro de leche, 0,70 pesetas; 1 litro de aceite, 1,60 pesetas. Ahora, veamos la ropa: 1 camisa, 7,50 pesetas; un traje bueno, 150 pesetas; 1 par de zapatos, 22 pesetas; un corte de pelo, 0,25 pesetas; un periódico, 0,10 pesetas.

En la actualidad, el mismo trabajador gana al día 36 pesetas, y los artículos, que han subido de precio, cuestan: 1 kg de pan, 7,50 pesetas; 1 kg de carbón, 2,75 pesetas; 1 kg de azúcar, 11 pesetas; 1 kg de patatas, 2,20 pesetas; 1 kg de arroz, 11 pesetas; 1 litro de leche, 4 pesetas; 1 litro de aceite, 16 pesetas; 1 camisa, 150 pesetas; un traje bueno, 1.500 pesetas, 1 par de zapatos, 140 pesetas; 1 corte de pelo, 8 pesetas; un periódico, 1,50 pesetas.

En consecuencia, para vivir con el mismo nivel que antes de la guerra española, ese trabajador, que no nació por voluntad ni deseo propio, sino por el capricho momentáneo de otras personas, ahora, según la ley de Dios, pero también según los Derechos Humanos, de los que tanto se presume ahora, necesita un jornal diario de 92 pesetas, que no recibe, es decir, diez veces su jornal anterior, pero sólo recibe un jornal de 36 pesetas, es decir, cuatro veces su jornal anterior. Por eso, comparando el poder adquisitivo de ese trabajador, antes de la guerra española, con el actual, resulta muy fácil comprender que su jornal anterior valía diez unidades, y el salario actual del que tanto se presume, equivale ahora a cuatro unidades. De todo eso se llega a la conclusión de que ese trabajador al que se hace callar sufre un hambre un 150% más aguda que antes de la guerra española. Y si alguien opina que este artículo es apasionado o falso, que aprenda español, que visite España, pero no sólo las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, sino también los pueblos pequeños, sobre todo en la región de Andalucía, de donde emigran en masa los trabajadores a las grandes ciudades por un hambre terrible… y allí oirá y verá escenas que le pondrán los pelos de punta. Pero, al parecer, eso no tiene importancia, mientras por las calles de las capitales más importantes del país rueden los automóviles de gran lujo, en los que viajan personas que quizás no hayan trabajado nunca, ni saben lo que es trabajar. Este es el resultado del llamado Movimiento Nacional.

Kapikua

Escrito en 1958 por nuestro camarada Severiano Arnáiz, que debió firmar con seudónimo desde Madrid
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