Un equipo del IDUST-IAC detecta en el
sur de Iraq trazas de isótopo de uranio enriquecido U-236 en los
restos de los proyectiles lanzados durante la guerra de 1991
Comité de Solidaridad con la Causa Árabe
(8 de marzo, 2001) |
 |
Un reciente análisis realizado en el sur de Iraq por un equipo
de la organización norteamericana International Depleted Uranium
Study Team (IDUST) aporta nuevas evidencias de que los proyectiles revestidos
con uranio empobrecidos lanzados durante la intervención multinacional
contra Iraq de enero-febrero de 1991 contienen al menos trazas de uranio
enriquecido. El IDUST es una organización promovida por el International
Action Center (IAC) que preside el ex Fiscal General de EEUU, Ramsey
Clark. Tanto Clark como el director ejecutivo de IDUST, Damacio López,
participaron en la investigación, cuyos primeros resultados se avanzan
ahora, hasta el momento en que las pruebas de laboratorio confirmen estos
indicios.
En enero de 2001, el equipo de IDUST-IAC realizó 20 mediciones
de contaminación radiactiva del aire en el sur de Iraq, a unos 150
kilómetros al sur de Basora, a lo largo de la carretera desmilitarizada
que conduce a Arabia Saudí, utilizando para ello un contador de mano
de la empresa alemana Muller Lehrtechnick, modelo MR 9511 ABX-Alert.
Las mediciones se efectuaron en los orificios de entrada y salida de las
perforaciones causadas por los impactos de proyectiles norteamericano sobre
tanques y vehículos militares iraquíes localizados en dos
áreas de estudio diferenciadas. Las mediciones oscilaron entre 60-120
y 500-1.945 pulsaciones por minuto según el área. Asimismo,
se efectuaron mediciones sobre proyectiles de 30 mm no explosionados, que
registraron en su entorno las más altas dosis de radiación
(de 2.100 a 2.450 pulsaciones por minuto). Finalmente, se tomaron mediciones
de control en seis localizaciones alejadas de los objetivos atacados, registrándose
en éstas de 7 a 21 pulsaciones por minuto.
Alta y baja contaminación radiactiva
Estos resultados indican la existencia tanto de baja como de alta contaminación
radiactiva. La de bajo nivel correspondería a los residuos radiactivos
contaminados con uranio empobrecido (isótopo U-238), mientras que
la alta radiación se debería a residuos de uranio enriquecido
(isótopo U-236), que inicialmente no debería hallarse en los
proyectiles manufacturados con uranio empobrecido. Sin embargo, los análisis
de la munición usada por la OTAN en Kosovo ya habían identificado
trazas de plutonio (que es altamente cancerígeno) y de este isótopo
de uranio 236, más radiactivo. En rueda de prensa durante su visita
a Madrid a invitación de la Campaña Estatal por el Levantamiento
de las Sanciones a Iraq (CELSI), el pasado 17 de enero, Ray Bristow, un
veterano británico que padece distintas afecciones desde su servicio
en el Golfo en 1991, registra concentración de uranio en orina 100
veces superior a la normal, incluido el isótopo de uranio ahora detectado
en Kosovo e Iraq, y ello a pesar de que permaneció todo el tiempo
en Arabia Saudí y solamente durante dos meses. Sin embargo, al menos
desde la década de los 60 el Departamento de Energía de EEUU
tiene conocimiento de que el uranio empobrecido contiene cantidades no determinadas
de plutonio y otros productos transuránicos derivados del reciclaje
del combustible nuclear, proceso que también genera como desecho
uranio empobrecido. Un informe del Departamento de Energía de 1985
halló niveles de plutonio en uranio empobrecido cientos de veces
superiores a los permitidos.
Durante la Operación Tormenta del Desierto, en sus 110.000 ataques
aéreos contra Iraq, los aviones de EEUU lanzaron 940.000 proyectiles
con uranio empobrecido, y en la ofensiva terrestre sus tanques dispararon
otros 4.000 proyectiles también revestidos de uranio: en total sin
contabilizar los desechos de los ataques que ha sufrido el país desde
1991 se calcula que en Iraq hay esparcidas 320 toneladas de residuos
contaminados, principalmente en el sur del país. Durante la intervención
de la OTAN de 1999 contra Yugoslavia, la fuerza área norteamericana
lanzó unos 30.000 proyectiles de uranio empobrecido, lo que supone
algo más de 10 toneladas de residuos. Gran Bretaña empleó
asimismo munición de uranio empobrecido. EEUU ya había utilizado
este tipo de munición en 1995-96 en Bosnia. Cuando un proyectil impacta
contra un objetivo entre el 10 y el 70% de su revestimiento de uranio empobrecido
arde y se oxida, volatilizándose en micropartículas que se
mantienen en suspensión en el aire durante un período de tiempo
prolongado y que pueden ser trasladadas con el viento a kilómetros
de distancia, o que, una vez depositadas en el suelo, vuelven al aire si
se circula por la zona atacada o se manipulan los objetos contaminados.
El impacto de un obús de 120 mm M829A2 revestido de uranio empobrecido
contra un objetivo produce de 1 a 3 kilos de polvo con uranio empobrecido. [Véase también:
"Del Síndrome
del Golfo al de los Balcanes"] |