Después de Gaza,
la 'Solución final' de Sharon
James Petras
25 de julio de 2002
Traducción: Beatriz Morales, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)
'El propósito más
amplio del ataque terrorista de Sharon es minar el creciente
consenso programático entre los Estados árabes
(que hasta incluye a Arabia Saudí, Egipto y Jordania)
y los movimientos de resistencia palestinos. El violento ataque
de Sharon está planeado para provocar una respuesta militar
de los palestinos, una medida que no apoyarán los conservadores
Estados árabes. En el contexto de las represalias palestinas,
Sharon puede contar con el apoyo del presidente Bush a pesar
de la leve crítica de Washington a la masacre israelí'
El asalto israelí a un bloque de viviendas que mató
e hirió a más de 200 personas, incluyendo la muerte
de 10 niños tiene un significado más profundo.
A pesar de algunas disculpas rituales e hipócritas por
parte de algunos funcionarios israelíes por el asesinato
de los palestinos, la triunfalista opinión de Sharon acerca
de los asesinatos puso de manifiesto los verdaderos sentimientos
del Estado de Israel. Sharon aplaudió el ataque como "uno
de nuestros principales éxitos", mientras que los
palestinos transportaban ataúdes que contenían
los restos de las 14 víctimas y el cuerpecito de un bebé.
Sharon y sus comandantes defienden el lanzamiento de una bomba
de una tonelada sobre un barrio densamente poblado salvo
para causar una matanza y muchos heridos, y lo consiguieron.
Hay varias razones estratégicas por las cuales Sharon
decidió bombardear a civiles palestinos en Gaza en ese
momento -con el pretexto de la presencia del dirigente de Hamas,
Al Salah Shehade. En primer lugar, Sharon y el régimen
israelí trataban de boicotear una propuesta de alto el
fuego firmada por todas las organizaciones de resistencia palestina
(incluyendo a Hamas, Jihad Islámica, etc.) y respaldada
por la mayoría de los Estados árabes, incluso Arabia
Saudí. La propuesta incluía un compromiso unilateral
de acabar con los atentados suicidas contra civiles israelíes.
Sharon decidió bombardear a civiles palestinos precisamente
en ese momento para no tener que afrontar la perspectiva de negociación
-un acuerdo recíproco de alto el fuego y retirada del
ejército israelí de los Territorios Ocupados. Unas
negociaciones que avanzaran en este dirección minarían
la estrategia de Sharon de expulsar a los palestinos de Palestina
por medio de la destrucción y ocupación de sus
casas, y de la infraestructura social y económica. Para
Sharon, como para muchos dirigentes israelíes anteriores
a él, la guerra y el terror son preferibles a desmantelar
los asentamientos y a reconocer un Estado palestino.
Cuando Sharon habla de éxito quiere decir que
prevé que las matanzas y mutilaciones de civiles en Gaza
provocarán represalias por parte de los palestinos. No
es accidental que Sharon eligiera la ciudad de Gaza, una de las
ciudades mejor organizadas y con mayor conciencia social de los
territorios ocupados. Sharon está contando con las represalias
militares de la resistencia palestina para presentar una vez
más a Israel como la víctima del terrorismo
y recibir una cobertura favorable en los media norteamericanos.
En otras palabras, Sharon está dispuesto a sacrificar
a unas cuantas víctimas judías a las represalias
palestinas para sabotear cualquier oportunidad para las negociaciones
y cualquier acuerdo. El éxito israelí se mide por
la habilidad para mantener la espiral de violencia en Palestina.
Minar el consenso árabe
El propósito más amplio del ataque terrorista
de Sharon es minar el creciente consenso programático
entre los Estados árabes (que hasta incluye a Arabia Saudí,
Egipto y Jordania) y los movimientos de resistencia palestinos.
El violento ataque de Sharon está planeado para provocar
una respuesta militar de los palestinos, una medida que no apoyarán
los conservadores Estados árabes. En el contexto de las
represalias palestinas, Sharon puede contar con el apoyo del
presidente Bush a pesar de la leve crítica de Washington
a la masacre israelí.
El bombardeo de Gaza por parte de Sharon también está
pensado como una prueba de lealtad de las principales organizaciones
de judíos pro-israelíes y de fundamentalistas cristianos
en EEUU [1]. Ni una sola de las principales organizaciones
judías que apoyan a Israel ha pronunciado critica alguna
al ataque de Sharon. Y lo mismo respecto a los fundamentalistas
cristianos de ultraderecha. Sharon puede contar con su apoyo
incondicional para desencadenar otra oleada de terror tras las
inevitables represalias palestinas.
Sharon prospera en un ambiente de guerra y tensión
permanentes, en el que puede ejercer su voluntad totalitaria.
El bombardeo de Gaza alimentó su ofensiva para invadir
y destruir las comunidades palestinas en Gaza, igual que antes
había destruido Jenín, y ocupado y aterrorizado
Cisjordania. Sharon actúa con impunidad a pesar de críticas
ocasionales del parlamento o de dimisiones de miembros del gobierno,
porque sabe de antemano que, sean cuales sean las críticas
que reciba de la Casa Blanca, puede contar con el apoyo de Bush
para su estrategia de limpieza étnica. En el momento en
que Sharon estaba celebrando su gran victoria, el portavoz de
la Casa Blanca, Ari Fleisher declaraba "el presidente [Bush]
es y siempre será un gran amigo de Israel. El presidente
comprende perfectamente lo que Israel (sic) ha estado
pasando. El presidente es el primero en defender el derecho de
Israel a defenderse a sí mismo". El bombardero F-16
de ejecutó el bombardeo era un reciente regalo de Washington
a Tel Aviv, sabiendo de antemano su probable uso para masacrar
palestinos.
Sharon es y siempre ha sido un extremista militarista -un
dirigente israelí con un odio violento hacia los palestinos
y, en especial, hacia sus movimientos de resistencia y sus dirigentes.
Por medio de sus ataques políticos y militares a los palestinos
ha provocado represalias, que ha utilizado para suscitar un intenso
apoyo entre un amplio sector de la sociedad israelí y
organizaciones judías de fuera de Israel. Su comportamiento
de psicópata encuentra hoy un terreno favorable en la
"Guerra contra el terrorismo" de la Administración
Bush. La reciente masacre por parte de las fuerzas aéreas
norteamericanas de centenares de campesinos afganos y su justificación
en Washington resuena con la aprobación de Sharon del
bombardeo de la ciudad de Gaza. La expansión militar de
Washington, sus nuevas bases militares en Asia central, los Balcanes
y América del sur son versiones más amplias de
la militarización de Sharon de los territorios ocupados.
La división que hace Washington del mundo entre Imperio
o terroristas se refleja en la división que hace Sharon
entre Gran Israel y terroristas. Y el lobby israelí
en EEUU unía Israel y EEUU contra los terroristas
-Palestina y el resto del rebelde Tercer Mundo.
Nadie se cree que el bombardeo de Gaza fuera un "fallo
de los sistemas de inteligencia" o un error -porque
incluso Sharon declara públicamente que fue planeado y
ejecutado bajo sus órdenes. La afirmación de Sharon
de que el propósito era ejecutar a un dirigente de Hamas
carece de credibilidad . Su propósito era más estratégico:
establecer el escenario para un masivo asalto militar a Gaza
(tras las represalias palestinas) y llevar a los palestinos al
desierto del Sinaí y unir el Gran Israel. La postura negociadora
de [el ministro israelí de Exteriores] Simon Peres es
complementaria de la solución militar de Sharon. Devolver
lo fondos confiscados apoya a Arafat y a su entorno mientras
que Sharon destruye la resistencia palestina y aterroriza a la
comunidad. Como ha aprendido muchas veces a lo largo de esa Intifada,
la resistencia palestina sólo puede confiar en sí
misma en su lucha contra la Solución final de Sharon.
¿Acaso es sorprendente que en una situación en
la que todos los intentos de paz evocan una mayor violencia de
Estado y con el estéril desierto a sus espaldas y en medio
de las desoladas ruinas de sus comunidades, jóvenes palestinos
desarraigados respondan al terror con terror?
Nota de CSCAweb:
1. Sobre la alianza entre
Israel y la extrema derecha protestante de EEUU, véase
en CSCAweb: Phyllis
Bennis y Jaled Mansur: La alianza entre Israel y la extrema derecha
protestante
|