Palestina


*Lev Grinberg es sociólogo y politólogo, director del 'Humphrey Institute for Social Research' en la Universidad Ben Gurion (Israel).

Enlaces relacionados:

Lev Grinberg: El terrorismo de Estado israelí

Discurso íntegro de George W. Bush sobre Oriente Medio

Palestina


La guerra 'busharoniana'

Lev Grinberg*

Texto inédito en castellano cedido por el autor para CSCAweb
Traducción CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

"El axioma por el que se rige Bush es que EEUU debe atacar Iraq; la pregunta era si Bush quería un Sharon debilitado y enfrentado a EEUU, o un Sharon fuerte al lado de EEUU. El discurso de Bush es indicativo de que la Administración se ha decidido por una coordinación plena con Sharon"

El discurso del presidente Bush [1] ha agravado la crisis de los pacifistas en Israel y en todo Oriente Medio. Desde 1977, se habían acostumbrado a que los presidentes estadounidenses jugasen el papel de "mediadores imparciales", presionando a Israel para que mantuviese unos niveles moderados de violencia y negociara con sus vecinos. Jimmy Carter medió entre Begin y Sadat; Ronald Reagan consiguió que Israel y la OLP firmaran un pacto de alto el fuego en 1981, y detuvo a Sharon antes de que éste ocupara Beirut en 1982. George Bush padre obligó a Isaac Shamir a participar en la Conferencia de Paz de Madrid después de la Guerra del Golfo, y Bill Clinton hizo de padrino de Rabin y Arafat. No sólo resulta todo esto bastante confuso para los pacifistas israelíes, sino que también coloca en una extraña posición al liderazgo palestino y al resto de los Estados árabes. En marzo, la Liga Árabe aceptó una propuesta de paz valiente encabezada por Arabia Saudí, y ahora el presidente Bush la ha descartado por completo.

George Bush no ha presentado un plan de paz; en lugar de eso, leyendo entre líneas podemos ver con qué aliados cuenta en sus planes bélicos. Durante el pasado medio año, Bush se ha mantenido al lado de Sharon, incitándole a seguir adelante con su agresiva política. La pregunta, obviamente, es la siguiente: ¿por qué ha dejado Bush de jugar el papel de "mediador imparcial" entre Israel y sus vecinos? La explicación que voy a sugerir es muy sencilla: Bush planea atacar Iraq, y en los últimos meses ha llegado a la conclusión de que, para librar esta guerra, Sharon es un aliado mucho más fiable y útil que los Estados árabes moderados. A Bush no le preocupa demasiado la paz entre Israel y Palestina, como tampoco le importan los millones de palestinos que viven cercados en condiciones intolerables e inhumanas; tampoco le importan realmente las víctimas israelíes que han fallecido a manos de los desesperados atacantes suicidas. El eslogan preferido de la Administración Bush fue en los primeros meses de su gobierno, "que se desangren...", hasta que tal postura dejó de ser políticamente correcta tras el 11-S. Y aún así, mientras la Administración Bush sigue adelante con sus planes para atacar Iraq, es nuestra sangre (la de palestinos e israelíes) la que se sigue derramando...

¿Por qué está claro que a Bush le preocupan sobre todo sus planes bélicos? Es una cuestión de planificación. En su discurso, Bush sugiere un plazo de tres años para establecer el Estado palestino, dando prioridad mientras tanto al reemplazo de Arafat y la puesta en marcha de una nueva Administración palestina democrática, incorrupta, transparente, y eficaz en un plazo de un año y medio. Lo cual significa que el establecimiento del Estado palestino se producirá solamente después de que tenga lugar la guerra contra Iraq, si es que llega a establecerse. Bush quiere un Israel fuerte y con la capacidad de contener a sus vecinos cuando se produzca el ataque contra Iraq; en primer lugar, porque Sadam Husein podría bombardear Tel Aviv como ya hizo en 1991, y entonces Sharon participaría sin duda alguna en la guerra. En segundo lugar, porque "los enemigos de EEUU" en todo el mundo árabe podrían despertar en el transcurso de la guerra. Israel jugaría entonces un papel de contención y, llegado el caso, combatiría a los enemigos de EEUU en su "zona de influencia": es decir, en los Territorios Ocupados, Líbano, Siria, y Jordania.

Acabar con Arafat, atacar Iraq

¿Cómo ha llegado a producirse este entendimiento entre Bush y Sharon? Se ha ido desarrollando de un modo uniforme y tranquilo desde el 11-S. Inmediatamente después del ataque contra las Torres Gemelas, Sharon intentó subirse al carro de la "guerra contra el terrorismo" con declaraciones en las que aseguraba que "Arafat es nuestro Bin Laden", postura que se topó con el firme rechazo de la Administración estadounidense, fundamentalmente porque ya estaban preparando el ataque contra Afganistán y no deseaban poner en peligro la esperada colaboración de los Estados árabes pro-estadounidenses.

Sin embargo, en el transcurso de la guerra en Afganistán, a la Administración Bush le decepcionó la postura de Egipto y Arabia Saudí. Tras el fin de la guerra y la caída del régimen talibán, Sharon fue invitado a Washington "para coordinar los próximos pasos que habrían de darse en la guerra contra el terrorismo"; esta vez, contra Iraq. En la reunión que mantuvo con el presidente Bush el 3 de diciembre, Sharon recibió "luz verde" para atacar a Arafat. El 4 de diciembre, los helicópteros de Arafat fueron bombardeados y el propio Arafat permaneció "detenido" en Ramala durante cinco meses. Incluso cuando Arafat declaró un alto el fuego el 16 de diciembre, EEUU lo ignoró; cuando Israel rompió el alto el fuego asesinando a Raad Carmi el 14 de enero (para evitar las negociaciones políticas que se avecinaban), Bush siguió apoyando a Sharon. Desde el pasado 3 de diciembre, el Presidente de EEUU ha definido las acciones israelíes contra los palestinos como acciones de autodefensa; Arafat es siempre el culpable. Sharon ha socavado sistemáticamente la autoridad de Arafat, ha destruido las fuerzas que le eran leales, sus infraestructuras, y ha llegado a sabotear los ordenadores de la Autoridad Palestina. Cuando el Consejo de Seguridad de NNUU decidió enviar un comité investigador que examinase los crímenes de guerra perpetrados en Yenín en abril de 2002, la Administración estadounidense colaboró con el gobierno israelí con el objeto de impedir que el comité entrase en Israel. En las condiciones actuales, bajo un régimen de ocupación militar y sin una fuerza de protección internacional, es difícil imaginar cómo los palestinos podrán establecer instituciones democráticas y eficaces.

La Administración Bush ha hecho suya y aumentado la gran mentira de Sharon de que el problema es Arafat, no los 35 años de ocupación, y que el establecimiento del Estado palestino se produciría más adelante (el cuándo, el dónde y el cómo siguen siendo cuestiones que se dejan para el futuro...). Bush decidió apoyar la estrategia de Sharon debido a sus propios intereses políticos. El axioma por el que se rige Bush es que EEUU debe atacar Iraq; la pregunta era si Bush quería un Sharon debilitado y enfrentado a EEUU, o un Sharon fuerte al lado de EEUU. El discurso de Bush es indicativo de que la Administración se ha decidido por una coordinación plena con Sharon. Bush ha comprendido que una solución global del conflicto palestino-israelí requiere dos cosas: en primer lugar, tiempo; en segundo lugar, enfrentarse al gobierno israelí. Dado que Bush no está dispuesto a posponer durante tres años la ofensiva contra Iraq, y que tampoco le interesa enfrentarse a Israel antes de que empiece la guerra, Sharon se ha convertido en su aliado. Sharon sabe que en una guerra "todo es posible". Está muy satisfecho con el "Plan para Oriente Medio" de Bush, que básicamente equivale a una guerra global dirigida por el equipo Busharon, en el que Bush jugará el papel de sheriff global que impondrá un nuevo orden en los Estados islámicos. Sharon ha sido nominado como "sheriff regional" y se le permitirá imponer un orden nuevo en su "zona de influencia" particular.

De hecho, cuesta creer que estos sean los planes del "líder del planeta", pero el comportamiento de Bush no deja muchos resquicios para dudar de ello. Bush está llevando a Sharon a una guerra global que, vista nuestra experiencia con Sharon en Israel, se espera desastrosa. Sabemos que en tiempos de guerra la sociedad civil, la democracia y la libertad de expresión son marginadas; así que ha llegado la hora de empezar a criticar la guerra que se avecina, antes de que empiece. Ignorar la dura realidad nunca ha servido de mucho.


Nota de CSCAweb:
1. El discurso completo del presidente Bush del 25 de mayo puede leerse traducido en CSCAweb: Discurso íntegro de George W. Bush sobre Oriente Medio



.