Mundo Árabe


* Marlin Dick es periodista del diario libanés Daily Star

Mundo Árabe Líbano


Líbano:
¿El fin de los Acuerdos de Taef?

Marlin Dick*

MERIP, Nota Informativa núm. 105, 20 de agosto de 2002
Traducción: Beatriz Morales, CSCAweb (www.nodo50.org/csca)

"El impulso que parecía haber tomado la construcción de la soberanía -moderando la influencia siria en los políticos libaneses- se ha detenido. La oposición libanesa está siendo marginada a causa del 11 de septiembre o simplemente por factores internos"

Los políticos y los medios de comunicación libaneses consideran el 7 de agosto de 2001 como la fecha en que el gobierno libanés empezó a tomar medidas enérgicas contra las libertades públicas. Aquella tarde, una cadena de televisión favorable a la oposición emitió en directo imágenes de miembros del ejército libanés asaltando las oficinas de las figuras políticas cristianas Tawfiq Hindi y Nadin Lteif. Estos últimos, junto con otras muchas personas, fueron acusados de "colaborar con Israel", de dedicarse a actividades políticas prohibidas y de proferir gritos contra el "Estado policial". Las detenciones se produjeron cuando parecía que se estaba formando una poco común alianza confesional de elementos cristianos con el fin de desafiar al gobierno, especialmente por su constante consentimiento de la "presencia" de más de 30.000 soldados sirios en Líbano.

El 3 de agosto de 2001, el patriarca maronita [1], cardenal Nasrallah Sfeir, inició una histórica visita al sur del Monte Líbano, bastión de la comunidad drusa. La primera incursión de Sfeir en la residencia del dirigente druso [2] Walid Yumblatt -que tuvo un recibimiento público digno de admiración- llevó a los observadores a describir la visita como una "reconciliación" entre las comunidades drusa y maronita. Las milicias drusa y maronita fueron enconadas rivales en uno de los más sangrientos episodios de la guerra civil libanesa, la Guerra de la Montaña de 1983-84 [3]. Los asombrados televidentes vieron a jóvenes hombro con hombro y ondeando las banderas de las Fuerzas Cristianas Libanesas y del Partido Socialista Progresista de Yumblatt. Cuando dos días después la caravana de Sfeir volvía a casa, a ambos lados de la carretera había miles de cristianos libaneses despidiéndolo. Como se siguió emitiendo en directo, se vio a montones de personas gritando "¡fuera Siria !" o burlándose de Emile Lahoud, el pro-sirio presidente de Líbano. Más de cien personas fueron detenidas bajo la acusación de insultar a un país árabe hermano, alterar el orden público o gritar consignas provocativas.

El 9 de agosto tuvo lugar una concentración ante el Palacio de Justicia de Beirut para protestar pacíficamente por las detenciones. Ante las cámaras, miembros de la seguridad vestidos de paisano pegaron y sacaron a rastras a los jóvenes manifestantes de ambos sexos, que fueron arrestados por "atacar al personal de seguridad" y provocar escándalo público. El 19 de agosto, una multitud de figuras políticas, entre las que se encontraban Yumblatt, reconocidos políticos musulmanes, grupos de izquierda y representantes del bloque parlamentario del primer ministro, Rafiq Hariri, se reunía para denunciar el comportamiento de las autoridades.

Sin embargo, un año después de los acontecimientos de agosto esas incipientes coaliciones eran incapaces de reunirse de nuevo, y tampoco lo deseaban. Yumblatt no asistió ni a la concentración ni a la conferencia de prensa posterior. En cambio, almorzó en el palacio presidencial y elogió como había "tratado" Lahoud las repercusiones de los arrestos del 7 de agosto. El impulso que parecía haber tomado la construcción de la soberanía -moderando la influencia siria en los políticos libaneses- se ha detenido. La oposición libanesa está siendo marginada a causa del 11 de septiembre o simplemente por factores internos.

Lahoud 'versus' Hariri

Las presiones para reformar el moribundo sistema político-económico libanés y establecer relaciones con Siria aumentaron tras la retirada de Israel, en mayo de 2000, de casi todo el territorio que ocupaba en el sur de Líbano, y la muerte dos semanas después del presidente sirio, Hafez al-Asad. La retirada israelí provocó el llamamiento a enviar al ejército libanés a la frontera, principalmente por parte de políticos cristianos. El llamamiento más significativo en septiembre de 2000 procedió del Consejo de obispos maronitas del país, encabezados por Sfeir. Lahoud y otros políticos veteranos rechazaron los llamamientos, argumentando que el ejército no sería utilizado para garantizar la seguridad israelí. La resistencia guerrillera continuaría con las Granjas Shebaa, una franja de terreno en la frontera de los Altos de Golán, todavía ocupados por Israel. Los obispos instaron también a la retirada siria de Líbano, lo que movió a las autoridades a declarar que la presencia siria es "necesaria, temporal y legítima".

Mientras tanto, Yumblatt continuó con el acercamiento a las comunidades cristianas iniciado unos años antes, dedicando a la presencia siria algunas criticas mordaces aisladas. Durante las elecciones parlamentarias del verano de 2000, Yumblatt casi arrasó en los barrios en los que había presentado candidatos -drusos y cristianos- contra figuras incondicionalmente pro-sirias. La visita de Sfeir a la residencia de Yumblatt coronó una serie de intentos de reconciliación que, a juzgar por el virulento contraataque de las autoridades, tuvieron gran éxito.

Mientras la batalla entre el Estado y la oposición se apoderaba de los titulares, la ofensiva del 7 de agosto también puso de relieve la lucha entre Lahoud y Hariri, que divergen profundamente sobre una variedad de cuestiones políticas y no se llevan bien personalmente. El asalto tuvo lugar mientras Hariri y el ministro de Defensa, Jalil Hrawi, estaban fuera del país y por lo tanto, sin conocimiento del gobierno. Según los términos de la nueva Constitución adoptada en 1989, el gobierno ejerce la autoridad ejecutiva.

'Qornet Shehwan'

En abril de 2001, varias docenas de políticos cristianos formaron el Qornet Shehwan, una coalición de oposición que tomaba su nombre del monasterio maronita en el que los miembros fundadores se habían estado reuniendo. La coalición agrupaba diputados independientes, un ex -embajador en Washington y representantes de grupos de derecha como las Fuerzas Libanesas [4] y el Movimiento Patriótico Libre del general Michel Aoun. Haciéndose eco de Sfeir y de los obispos, Qornet Shehwan apoyó el envío del ejército a la frontera y el mantenimiento de unas excelentes relaciones con Siria siempre y cuando la relación recuperara el equilibrio. Pero la aparición de Qornet Shehwan llega en un momento en que la disputa Lahoud-Hariri está marginando a la oposición.

Durante su primer periodo como primer ministro (1992-1998), Hariri tuvo que hacer frente a una significativa oposición a la política neoliberal de su gobierno. Cuando Lahoud tomó posesión de su cargo en 1998 nombró a Salim Hoss al frente del primer gobierno. Pero Hariri volvió triunfante tras unos excelentes resultados en las elecciones parlamentarias de 2000. Los libaneses experimentaron rápidamente el estilo francés de la cohabitación, al tiempo que se requerían más esfuerzos, a veces con orientación siria, para distender las discrepancias entre Lahoud y Hariri. Con la carga añadida de una economía vacilante y una fuerte presión para reducir el servicio de la deuda externa, ni Lahoud ni Hariri podían atender a las demandas de la oposición para aventajar al rival.

Mientras tanto, los grupos de oposición como Qornet Shehwan no han logrado implicar a Lahoud, Hariri o a los sirios en algo que pareciera un diálogo. En cambio están contentos propugnando objetivos difíciles de conseguir, como limpiar el poder judicial, descentralizar los poderes del gobierno y llevar a cabo reformas económicas y políticas a gran escala. Durante casi un año, los acontecimientos del 11 de septiembre han permitido a las autoridades invocar al coco de la "crítica situación regional" para mantener a la oposición al margen. Yumblatt ha visto por donde soplan los vientos. En su último "discurso electoral" describe un segundo acuerdo Sykes-Picot que dividirá la región, destacando las amenazas de EEUU contra Iraq, Líbano y Siria; no es este el momento, insinúa el líder druso, para resolver problemas decisivos como el equilibrio entre Beirut y Damasco.

El verano del Patriarca

Aunque la Intifada y la guerra de Washington "contra el terrorismo" mitigaron la inclinación del Estado a responder a la oposición, la marejada avanzó a pesar de todo. La elección parlamentaria para cubrir el escaño vacante del difunto diputado de la oposición Albert Mojeiber, proporcionó a la oposición la posibilidad de mostrar su fuerza en las urnas. Qornet Shehwan dividió sus votos entre algunos que apoyaban al dueño de una televisión, Gabriel Murr y otros que apoyaban al abogado activista Ghassan Mojeiber, sobrino del difunto diputado. Mientras tanto, los partidarios del régimen apoyaron a la sobrina de Murr, Mirna.

Finalmente, Gabriel Murr fue declarado vencedor de una muy reñida carrera tras la retirada de su sobrina a instancias del Estado. Las Fuerzas Libanesas y los partidarios de Aoun participaron en las elecciones, lo cual es significativo -habían boicoteado las tres primeras vueltas de las elecciones parlamentarias después de la guerra. No se conoce todavía el sistema de distritos para las elecciones libanesas de 2005. Podría ser preparado con el fin de derrotar a las figuras de la oposición como en las vueltas anteriores. Aun con todo, las elecciones de junio han dejado su impronta, aunque sólo sea en los carteles de Aoun y de las personalidades de las Fuerzas Libanesas, Basir Gemayel [5] y Samir Geagea, exhibidos en los mítines electorales. Para Yumblatt y otras figuras de izquierda, aquellas caras recuerdan a la peor violencia sectaria de la guerra.

El sistema experimentó una segunda sacudida importante en junio, cuando figuras maronitas de Los Ángeles se reunieron en un Congreso Mundial Maronita. Las resoluciones del congreso hacían un llamamiento a la retirada siria de Líbano, pero no se detuvieron ahí. Los participantes también votaron apoyar la Ley de Responsabilidad de Siria, una legislación propuesta en el Congreso de EEUU que aprobaría una serie de sanciones contra Siria si la Casa Blanca no podía probar que Siria no apoya a Hizballah, importa petróleo iraquí, desarrolla armas de destrucción masiva o mantiene tropas en Líbano. Dicha Ley ha sido apoyada igualmente por el Comité Americano-Israelí de Asuntos Públicos (AIPAC, en sus siglas en inglés) y el Comité Estadounidense por un Líbano Libre, cuyo círculo dorado de "partidarios principales" incluye al ex funcionario del departamento de defensa, Richard Perle, a la ex embajadora ante Naciones Unidas, Jeane Kirkpatrick, y al comentarista pro-israelí Damiel Pipes, entre otros. Aunque la Ley aún está pendiente [de aprobación] en el Congreso, la administración Bush y la USA Engage, una coalición de empresarios con intereses comerciales, se oponen firmemente a ella.

El congreso de maronitas expatriados provocó una tormenta de protestas de los medios políticos de Líbano. Algunos de los que participaron trataron de restar importancia a las medidas arguyendo que no podían derrotar al núcleo de electores anti-Siria en la diáspora. Damasco percibe que su aproximación a los cristianos libaneses durante la primera mitad de 2002, mediante el repliegue militar y la primera visita a Líbano del presidente Bashar al-Asad, fueron recompensadas con posiciones "extremistas". A mediados del verano Damasco estaba lo suficiente irritado como para contraatacar en varios frentes. Más particularmente, varias docenas de diputados maronitas han empezado a explorar la posibilidad de formar un "grupo consultivo" que sería un contrapeso de Qornet Sheswan. Recientemente, Asad ha dado la bienvenida a quien quiera ir a Damasco a discutir las relaciones bilaterales, arrastrando a una corriente de políticos cristianos a hacer la caminata. Pero la comunidad cristiana del Líbano posterior a la guerra tiene un líder político: el patriarca maronita. Sfeir sigue apelando a la soberanía completa y a la independencia, situándose a sí mismo por encima de la discusión. No respaldó del todo las resoluciones de Los Ángeles y sigue apelando a mantener las mejores relaciones posibles con Damasco siempre y cuando sean entre iguales. Según Sfeir,el régimen de Asad aún no ha emitido propuestas de paz equiparables -reducir el número de trabajadores sirios en Líbano, por ejemplo, o liberar al prisionero Geagea.

¿El fin de Taef?

Los acuerdos de Taef de 1989 o "Documento de Acuerdo Nacional" fue negociado por miembros del Parlamento en un balneario de montaña cerca de la costa saudí del Mar Rojo. [6]

Taef volvió a sintonizar el sistema político libanés, tomando prerrogativas presidenciales y confiriéndoselas al gobierno en su totalidad, e hizo también un llamamiento a la retirada siria del Valle de la Bekaa en la frontera con Siria. El documento, un proyecto para el sistema político libanés, no abolió la práctica según la cual se reservan puestos del gobierno para determinados grupos confesionales, pero pidió la formación de un comité para discutir sobre una paulatina desconfesionalización de la política. El documento ya tiene 13 años y las provisiones fundamentales aún no se han llevado a cabo.

Las figuras relevantes piden con frecuencia que se ejecuten los Acuerdos de Taef pero las posturas de Lahoud y Hariri son significativas. Lahoud raramente llama al documento por su nombre; su lema favorito es construir un "Estado de Derecho e Institucional". Hariri desestimó recientemente todo el debate de Taef afirmando que el documento ya se ha aplicado en un "97%". Mientras dos veteranos políticos libaneses permanecen aparentemente fríos respecto a Taef resultó irónico ver surgir el problema durante una concentración organizada el 7 de agosto por partidarios de Aoun. Algunos oradores reclamaron olvidar Taef y confiar en las resoluciones internacionales para forzar la retirada de Siria. Yumblatt ya ha denunciado que la concentración era una versión local de la conferencia de Los Ángeles e incluso un miembro de Qornet Shehwan como el diputado Nassib Lahoud que estaba presente, se vio obligado a distanciarse de cierta retórica de la concentración. Pero está claro que los Acuerdos de Taef están pasando por un mal momento en Líbano.


Notas de CSCAweb:

1. Cristianos orientales
2. Los drusos son un grupo confesional musulmán derivado del chiísmo.
3. Organizaciones confesionales maronitas fueron aliados de Israel durante la invasión de 1982 y la posterior ocupación de parte de Líbano. Los drusos del Partido Socialista de Yumblat se encuadran en el campo nacionalistas aliado de los palestinos.
4. Las Fuerzas Libaneses, organización de extrema derecha, fueron las responsables de las matanzas de Sabra y Chatila en septiembre de 1982.
5. El asesinato de Gemayel en 1982 fue el precursor de las masacres de los refugiados palestinos por parte de las milicias de las Fuerzas Libanesas en Sabra y Chatila. Tras dos meses de combates y asedio, en el verano de 1982, el mediador norteamericano Philip Habib logra el compromiso de la OLP de desalojar Beirut-Oeste a cambio de garantizar la protección internacional para la población palestina de los campos de refugiados situados en la periferia sur de la ciudad, los de Sabra y Chatila. Los combatientes palestinos abandonan la capital libanesa el 1 de septiembre, y el 10 de septiembre lo hace la fuerza multinacional desplegada. Tras el asesinato -nunca esclarecido- el día 15 del recién elegido nuevo presidente libanés Bachir Gemayel (dirigente del Partido Kataeb o Falange, formación de la extrema derecha maronita aliada de Israel), el ejército israelí ocupa Beirut-Oeste en contra de lo pactado con EEUU.
6. Los Acuerdos de Taef fueron firmados en octubre de 1989, a iniciativa de una comisión tripartita de la liga Árabe -compuesta por Argelia, Arabia Saudí y Marruecos- para poner fin a la guerra civil libanesa. Los Acuerdos preveían, para el bien de la reconciliación nacional en Líbano, la modificación de la Carta Nacional -impuesta por Francia y que desde la independencia de Líbano había forjado un reparto de poder por grupos confesionales favorables a los cristiano-maronitas- a fin de garantizar el equilibrio político interno, si bien respetaba con ello su carácter esencialmente antidemocrático y los privilegios de las élites político-económicas. Los Acuerdos de Taef prevén una reducción de los poderes del presidente de la República (maronita) en beneficio del Consejo de ministros y, sobre todo, del primer ministro (musulmán suní) y del presidente del Parlamento (musulmán chií). Los acuerdos prevén igualmente que el Parlamento se componga a partes iguales por representantes cristianos y musulmanes. En Taef se asumió asimismo la continuación de la presencia de las tropas sirias en el país y el compromiso de poner fin a la ocupación israelí del sur de Líbano.



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