Cumbre del G-8
El pago de la deuda externa
de Iraq, prioritario en la agenda de Évian
30 de mayo de 2003. Nota informativa CSCAweb
(www.nodo50.org/csca)
En el marco del proceso
de administración colonial del segundo país del
mundo más rico en petróleo, la concesión
estadounidense al FMI y al Club de París para que establezcan
los mecanismos de pago de la deuda externa iraquí a cambio
de 'legitimar' su ocupación y su dominio, se inserta plenamente
en el objetivo esencial de imponer una economía capitalista
y globalizada en Iraq.
La
próxima Cumbre del G-8 a celebrarse en Évian (Francia)
los próximos 1 al 3 de junio ratificará el acuerdo
previo alcanzado por los ministros de Economía del G-8
en su reunión celebrada en Francia (Deauville) los pasados
16 y 17 de mayo. En dicho encuentro, que tuvo lugar solo unos
días antes de la votación en el CS de NNUU de la
Resolución 1.483 (el 22 de mayo) por la que se legitima
la administración estadounidense del futuro económico
de Iraq y la reestructuración de su deuda externa a través
de los organismos financieros internacionales, se alcanzó
un primer acuerdo para establecer, en línea de lo que
días más tarde se aprobaría en dicha Resolución,
una moratoria sobre el pago de la deuda exterior de Iraq para
2004 [1] .
Este acuerdo del G-8, que materializó ya entonces la
disposición estadounidense a promover la reestructuración
de la deuda iraquí como compromiso para garantizar el
respaldo del CS a su propuesta de Resolución, supuso activar
los mecanismos para tal reestructuración mediante la intervención
de los organismos económicos internacionales y, con ello,
la cesión de una limitada pero beneficiosa rentabilidad
financiera a los gobiernos díscolos del CS a cambio de
su voto favorable en el CS. Esta decisión que está
recogida en la Resolución 1483 [2] se había
negociado y perfilado semanas antes, en Washington, el 10 y 11
de abril, en la reunión preparatoria de la Cumbre del
G-8 de junio [3] cuando todavía la invasión
de Iraq no se había dado por concluida y Francia, Alemania
y Rusia seguían condenando públicamente la guerra
ilegal contra Iraq.
Ya en esa fecha, la estimación de la deuda externa
iraquí se calculó en un total de 120 mil millones
de dólares si bien las autoridades monetarias competentes,
el FMI y el Banco Mundial, no han podido acreditar todavía
el monto total del endeudamiento. Ello forzó la intervención
inmediata del FMI y del Club de París -organismos ahora
reconocidos en la Resolución 1.483 como supervisores,
junto a EEUU como potencia ocupante, de la gestión de
la deuda iraquí- para establecer una contabilidad precisa
antes de finales de 2003. A la estimación calculada para
la deuda exterior iraquí previa a 1991 -año en
que se iniciaron las sanciones económicas contra el país
y en el que el Estado de Iraq dejó de hacer frente a sus
obligaciones financieras acumuladas previamente-, EEUU, el CS
y los organismos financieros internacionales establecen, además,
otras deudas en concepto de intereses (47 mil millones de dólares),
la 'deuda de guerra'-según estableció el propio
marco de las sanciones en 1991 y a cuyo pago se sigue obligando
a Iraq en la nueva Resolución 1.483 alcanzando un monto
total de 199 mil millones de dólares- y la deuda acumulada
por la financiación de contratos pendientes firmados por
Iraq con terceros Estados en la última década (unos
57 mil millones de dólares) [4]. Los acreedores
mayoritarios de esta deuda por contratos son Rusia (con más
de 8 mil millones), China, Japón, Francia, Alemania e
India, además de países árabes. Con el fin
de garantizar el pago de dicha deuda por parte de Iraq, la Resolución
1.483 ha incluido la intervención directa y activa, en
colaboración con la autoridad colonial de ocupación,
de las entidades financieras internacionales como el Club de
París y el G-8, además del FMI y del Banco Mundial.
Condenar a Iraq a la dependencia
y al endeudamiento
Las obligaciones financieras de Iraq exclusivamente en concepto
de deuda exterior superan 14 veces la estimación de su
Producto Interior Bruto (PIB), que asciende a 27 mil millones.
Calculada según la relación deuda/PIB, la carga
financiera de Iraq es tres veces mayor que la de Turquía
(con una población que triplica la de Iraq) [5]
y sobrepasa más de 25 veces la deuda de Brasil o de Argentina,
lo que, al obligarle al pago de dicha deuda, convertirá
a Iraq en el Estado en desarrollo más endeudado del mundo
[6].
Ello explica por qué cuando la invasión ilegal
de EEUU y Gran Bretaña se hizo inevitable sin que la Administración
Bush y los gobiernos de Francia, Alemania y Rusia alcanzasen
un acuerdo para apoyar la guerra contra Iraq, las instancias
financieras internacionales (Banco Mundial y FMI) y los organismos
económicos creados por los países más desarrollados
del mundo como el Club de París y el G-8 -en los cuales
los representantes de Francia, Alemania y Rusia ostentan un destacado
papel, junto con Japón- determinaran fijar una posición
negociada al respecto de la deuda externa iraquí para
la inmediata posguerra. Las previsiones, ahora ya confirmadas,
de que EEUU no permitiría intervenir económicamente
en Iraq a aquellos Estados que se opusieran a su invasión
en el CS, particularmente a Francia, Rusia, Alemania y China,
implicaron utilizar el mantenimiento y pago de la deuda externa
iraquí -cuyo grueso está contraído precisamente
con esos Estados- como mecanismo de presión para el imprescindible
acomodo del CS con la ocupación militar y la administración
estadounidense de Iraq.
Así, incluso antes de que se lanzase la guerra ilegal
y mientras franceses, alemanes y rusos mantenían formal
y públicamente una oposición frontal a la invasión
de Iraq, la deuda externa iraquí se convirtió en
una baza esencial -la otra ha sido el mantenimiento de los contratos
previamente firmados por Iraq con esos mismos países-
para negociar en el futuro inmediato un mínimo beneficio
en la explotación financiera del futuro de Iraq, cuando
llegase el momento de someter al CS la legitimación
de la ocupación y de la administración estadounidense
del país. Ello proporciona a Francia, Alemania, Rusia
y China una limitada pero beneficiosa participación en
el futuro financiero de Iraq al haber establecido finalmente
la Resolución 1.483 la obligación de Iraq de pagar
su deuda.
Por ello, la Resolución 1.483 aprobada el pasado 22
de mayo por el CS de NNUU que legitima de facto la ocupación
militar de Iraq por parte de EEUU y ratifica su determinación
de administrar en exclusividad el futuro político, económico
y social del país en un nuevo marco neocolonial, adopta
los mismos mecanismos previamente pactados el pasado 10 de abril
en Washington por los miembros del G-8 y del FMI, y que incluyen
la intervención de las instancias financieras del FMI,
del Banco Mundial y del Club de París para obligar a Iraq
al pago de su deuda externa.
Ello explica asimismo por qué la Administración
Bush ha debido operar en esta cuestión desatendiendo las
recomendaciones de sus asesores económicos y de las entidades
privadas que constituyen los más firmes resortes ideológicos
de la política económica neoliberal estadounidense,
al respecto de la cancelación de la deuda externa de Iraq.
Esta medida, recomendada con anterioridad por los expertos estadounidenses,
se preconizaba como esencial para que garantizase a EEUU la exclusión
total de terceras potencias económicas de cualquier sector
estratégico de la economía iraquí. Dado
que la financiación del pago de la deuda externa de los
países empobrecidos genera una capitalización extremadamente
beneficiosa a los Estados acreedores y al FMI, y que en el caso
de un Iraq gestionado por EEUU supondrá retrotraer importantes
sumas al mercado financiero de Europa (Francia, Alemania y, por
extensión, Rusia) en detrimento del estadounidense, dichos
asesores económicos y entidades privadas neoconservadoras
y liberales estadounidenses -que intervinieron activamente en
las semanas previas a la aprobación de la Resolución
1.483- desaconsejaron, en un principio, la reestructuración
de una deuda [7] que se ha convertido finalmente en "el
mal menor" que la Administración Bush ha tenido que
pagar en la compra venta de los votos del CS para lograr el reconocimiento
internacional a su ocupación y administración de
Iraq.
Reconvertir Iraq y la región
árabe a la economía capitalista
No obstante, la decisión final de reestructurar el
pago de la deuda de Iraq desde los organismos financieros internacionales
y bajo la supervisión de la autoridad de ocupación,
se inserta, igualmente, en el explícito proyecto de reconversión
del sistema económico iraquí -público y
social- al liberalismo capitalista más exacerbado; proyecto
que promueve la Administración estadounidense en el marco
de su ocupación militar a través de la privatización
de la industria nacional del petróleo, de la "reconstrucción"
del país y de la inmediata creación de un nuevo
sistema financiero y bancario ya anunciado por el administrador
civil de EEUU en Iraq, Paul Brenem.
En efecto, el pasado 25 de mayo Brenem informó de que
el Banco Nacional Iraquí y un grupo de bancos privados
de nueva creación comenzarán a operar en pocas
semanas en el país proporcionando "sustanciosos créditos
comerciales a la exportación a Iraq". Igualmente,
una vez aprobada la Resolución 1.483 que estipula el levantamiento
del embargo, EEUU comenzará a poner a la venta a gran
escala el crudo iraquí. "El sistema de créditos
lubricará el comercio internacional con Iraq que servirá
para demostrar simbólicamente al mundo que Iraq está
de nuevo abierto a los negocios" [8]. Tras el anuncio
de apertura de las líneas de créditos bancarios
para vender bienes a Iraq, Bremer ha declarado que las empresas
estadounidenses y británicas serán las primeras
en beneficiarse de dichos créditos a la exportación
para satisfacer las necesidades de infraestructura de los ministerios,
fábricas gubernamentales y compañías privadas
iraquíes. Los contratos de venta alcanzan todo tipo de
sectores, desde los de tecnología punta y la industria
del petróleo, a los transportes y las telecomunicaciones,
pasando por los de la construcción y los servicios básicos.
Sentadas las bases para la promoción del liberalismo
en Iraq, EEUU pretende extender el sistema capitalista globalizado
a toda la región árabe mediante el establecimiento
de un Área de Libre Comercio EEUU/países árabes
antes de 2010 y una vez que los reajustes de las economías
nacionales árabes al liberalismo se consoliden [9].
Como expresaba el ya citado "Executive Morandum" de
la estadounidense y neoconservadora Heritage Foundation,
cuando recomendaba la cancelación de la deuda antes de
concluir la invasión militar del país, "Iraq
tiene el potencial de convertirse en una fuente inagotable en
Oriente Medio y un ejemplo a seguir por otros. Con las segundas
reservas más importantes del mundo en crudo (112 mil millones
de barriles) y vastas reservas de gas natural (110 mil millones
de pies cúbicos), la economía iraquí puede
transformarse si adopta principios sólidos como mantener
bajas las tarifas y los impuestos, privatizar los monopolios
del Estado y mantener el respeto a la ley. Estos principios reforzarán
la libertad económica y crearán las condiciones
para un efervescente capitalismo".
En el marco del proceso de administración colonial
del segundo país del mundo más rico en petróleo,
la concesión estadounidense al FMI y al Club de París
para que establezcan los mecanismos de pago de la deuda externa
iraquí a cambio de legitimar su ocupación y su
dominio, se inserta plenamente en el objetivo esencial de imponer
una economía capitalista y globalizada en Iraq en la peor
semblanza de lo que fue en el pasado, y vuelve a ser en la actualidad,
la práctica de la usurpación colonialista.
Notas:
1.- Ridolfo,
Kathleen: International Firms vie for Iraqi Reconstrucction"
Ref/Rl Newsline, Vol. 7, n. 98, Part III, 27 May 2003
2.- Véase en CSCAweb: El Consejo de Seguridad 'legitima'
la ocupación de Iraq y ratifica la administración
colonial de EEUU sobre el país
3.- Toussaint, Eric: "Iraq, War, Debt and the G-8":
www.belgium.indymedia.org
4.- Según el Center for Strategic and International
Studies (CSIS), que calcula que el total de la deuda externa
de Iraq alcanza los 127.000 millones de dólares de los
cuales 47 mil millones se acumulan en concepto de intereses (basados
en las cifras del Banco Mundial de 2001). La carga financiera
global de Iraq, según los datos del CSIS alcanza a los
383 mil millones de dólares. Citado en Nile Gardiner,
N. y Miles, M.: "Forgetting the Iraqi Debt": www.heritage.org
5.- Toussaint, Eric: op. cit.
6.- Nile Gardiner, N. y Miles, M., op. cit.
7.- "Las naciones europeas no deben esperar tener voz ni
voto (directamente o a través de NNUU) en el desarrollo
político y económico de Iraq a cambio del olvido
de la deuda, ni se debe dar a sus compañías de
manera automática un papel en la reconstrucción
del Iraq de posguerra". Nile Gardiner, N. y Miles, M., op.
cit.
8.- The New York Times, 26 de mayo de 2003.
9.- El presidente Bush se refirió a esta cuestión
en su conferencia pública en la Universidad de Carolina
del Sur el 9 de mayo de 2003. The New York Times, 10 de
mayo de 2003.
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