Crónicas desde Palestina

Crónica 8

Lidón Soriano

CSCAweb:20/08/07

La capacidad del estado israelí para crear nuevas estrategias de control, humillación e invisibilización de la población palestina no dejan de sorprenderme.

En el oeste del la ciudad de Belén hay cinco pueblecitos que han tenido la desgracia de quedar rodeados por colonias, colonias enormes que siguen creciendo como un cáncer en territorio palestino. Por si eso no fuera poco, toda la extensión de terreno, los pueblos palestinos mas las colonias israelíes, están siendo rodeadas por el muro y por carreteras, que en breve serán de uso exclusivo para colonos y militares. Con la diferencia de que los colonos podrán moverse libremente por el territorio entrando y saliendo cuando quieran por sus modernas carreteras, mientras que los cerca de 20.000 palestinos que viven en la zona, en poco mas de un año quedaran enclaustrados, encerrados por estructuras de diferente construcción, material y forma pero que tienen el mismo objetivo: impedir o dificultar al máximo la vida de los y las palestinas, para que al final su existencia sea tan precaria que decidan de motu propio marcharse. Creo que este caso es un claro exponente de la sutileza israelí en la implementación de los planes de limpieza étnica ideados desde principios del siglo XX por los padres de la patria de Israel: Herzl, Jabotinsky, Ben Gurion, Weitz,…

Por si esto no fuera suficiente y siguiendo la máxima que también a principios del siglo XX un ideólogo sionista, Israel Zangwill, estableció de:”una tierra sin pueblo (haciendo referencia a Palestina) para un pueblo sin tierra (haciendo referencia al “pueblo judío”)”,el sionismo continua con su obsesión de borrar todo rastro de vida palestina sobre la Palestina histórica. Para ello siguen aplicando la política de expulsión y sustitución que ya en 1969 Moshe Dayan, quien fue jefe del Estado mayor del ejercito israelí, ministro de defensa y de asuntos exteriores expuso claramente en el instituto Technión de Haifa asegurando que : “Los pueblos judíos fueron construidos en el lugar de los pueblos árabes….No hay un solo lugar construido en este país que no haya tenido población árabe con anterioridad”

Actualmente el estado de Israel esta dejando una vieja y obsoleta red de carreteras que unirán los pueblos palestinos de Wadi Fukin, Battir, Husan y Nahhalin con Al Khader y en ese punto todas las carreteras confluirán en una sola que, desapareciendo de la faz de la tierra se sumergirá varios metros por debajo del suelo para unir a los habitantes de estos pueblecitos con la ciudad de Belén , cruzando la carretera de colonos llamada “road nº 60” por debajo y “liberando” así a todo israelí de la penosa visión de esos seres subdesarrollados e incómodos denominados palestinos y a quienes incluso la ex primer ministra Golda Meir negó la existencia al proclamar: “No ha habido nada conocido como  palestinos, ellos nunca existieron”(15, junio, 69), o “¿Cómo vamos a devolver los territorios ocupados,si no existe nadie a quien devolvérselos”(8,marzo,69)
Sin comentarios.

Tanto la brigada de Julio como la de agosto hemos tenido la suerte de reunimos con el alcalde de Belén, Victor Batarshev, un hombre amable y culto, de tendencia progresista e ideología socialista, que no sabe de donde sacar fondos para pagar los sueldos de sus trabajadores puesto que desde su victoria electoral en las municipales de 2005, antes incluso de la victoria de Hamás en las legislativas, fue boicoteado por representar un municipio con la mayoría de asientos ganados democráticamente por Hamás y el Frente Popular. Como el dice en el ayuntamiento de Belén no se habla de diferencias políticas, sino de como dar servicios a la población, castigada por tantos años de terrible y asfixiante ocupación. El boicot internacional no tuvo en cuenta siquiera que Belén es uno de los lugares mas sagrados para el cristianismo y que según sus estudiosos alberga la iglesia mas antigua y el lugar donde nació Jesucristo. De hecho el alcalde nos contó que cuando estuvo en el Vaticano y le pidió al Papa ayuda por ser Belén un lugar sagrado tan importante, el Papa tras meditar un rato le contesto que lo sentía mucho y que rezaría por ellos.
Parece ser que el sionismo es mas poderoso que el mismísimo Dios de los cristianos.

Al día siguiente nos desplazamos atravesando varios controles militares a Hebrón, la única ciudad que cuenta con población colona en el interior del casco urbano, concretamente en el interior de la ciudad vieja junto a la mezquita de la tumba de los patriarcas, también conocida como la mezquita de Ibrahim o Abraham, según la tendencia religiosa. Estos colonos llegaron en 1968 y con el pretexto de celebrar la Pascua judía se asentaron en el Park Hotel. Desde allí y con la ayuda del estado Israelí, que si bien al principio puso trabas al final como siempre claudicó, los colonos fueron trasladados, por Moshe Dayan a un campamento militar creando dos años mas tarde la colonia de Kiryat Arba. En 1978, 10 mujeres colonas junto a 40 niños durante la noche ocuparon y se hicieron fuertes en el antiguo hospital Beit Hadassa, con el paso del tiempo, mas colonos se les unieron hasta que en 1984 el gobierno israelí aprobó la construcción de la colonia de Tel Rumeida, creando estructuras mas estables sobre todo a partir de 1998, año en el que el gobierno israelí aprobó una partida de 3 millones de dólares para mejorar las infraestructuras de la colonia. La colonia esta fuertemente custodiada por soldados quienes además son despreciados por los colonos al considerarles poco menos que traidores, denunciando que los soldados no les dejan atacar cuanto ellos quisieran a los palestinos que viven en la zona para ir expulsándoles de sus casas y ampliando sus dominios.

Los colonos de Hebrón están considerados los mas violentos entre la población colona. La mayoría proceden de Brooklyn, como el doctor Baruch Goldstein, claro ejemplo de esta violencia brutal, quien el 25 de febrero de 1994 entro en la mezquita y comenzó  a disparar sin ningún miramiento asesinando a 29 de los fieles que estaban en aquel momento orando en el interior e hiriendo a 150 mas, creando un caos horrendo, descrito por los testigos como un infierno de incredulidad, gritos, dolor y sangre.

Tras la masacre la ciudad fue dividida en base a los “Acuerdos de Hebrón” en H1 y H2. La Autoridad Palestina gobierna las dos áreas, mientras que Israel controla la seguridad y el orden público en la H2 donde viven la mayoría de los colonos..

H1 es una área de 18 kilómetros cuadrados (80% de la ciudad) con casi 115.000 palestinos; H2 tiene 4,3 kilómetros cuadrados donde unos 35.000 palestinos viven debajo de 750 colonos. Desde el principio de la Segunda Intifada, Israel tomó el control del área H1..

A día de hoy los aproximadamente 500 colonos de Tel Rumeida se dedican a hacer la vida imposible a los casi 10.000 palestinos que viven en los alrededores, principalmente a aquellos que viven bajo las casas que los colonos han ido ocupando tirándoles basura a sus calles y casas, por lo que los palestinos tienen que protegerse colocando redes que protegen las estrechas calles palestinas, aunque no son suficiente para impedir que las heces y los orines les caigan encima cuando algún colono tiene a bien divertirse un rato humillando a los habitantes de la ciudad. Como consecuencia, la gente de Hebrón y de los pueblos los pueblos de alrededor han dejado de ir a comprar a los comercios de la ciudad vieja y muchas de las tiendas han tenido que cerrar. Sus dueños han tenido que marcharse dejando todo cuanto tenían para empezar de cero en otro lado, sin derecho a indemnización o compensación alguna.

Paseando por la ciudad vieja nos invitaron a entrar en una casa para que sintiéramos el significado de la ocupación en la ciudad de Hebrón. Al llegar al tejado vimos como a unos 30 metros de distancia había una torre de control militar con toda su parafernalia de redes de camuflaje, ametralladoras y como no, soldados que nos miraban con cara de odio, mientras nos gritaban algo que ni entendíamos, ni queríamos entender. La mujer que nos acompañó nos contó que los soldados habían asesinado a dos de los hijos de la casa, pero que la familia no tenia a donde ir y no podía mudarse. Parecen cifras, solo palabras, pero somos capaces de tan siquiera imaginar el asesinato impune de dos de nuestros hijos, de dos de nuestros hermanos y encima, seguir teniendo a sus asesinos a escasos 30 metros?? Solo pensarlo me entran nauseas.

Para colmo, el ejercito les prohíbe cerrar las puertas de la casa para poder, desde la garita o bien cuando hacen una incursión, controlar todo cuanto pasa en la casa de un rápido vistazo. Quizá temen que la familia pueda fabricar y lanzarles un falafel bomba o aceitunas en racimo.

Desde esa casa se ve toda la zona del mercado donde tuvieron lugar los acontecimientos de la ultima semana cuando unos colonos intentaron ocupar unas casas palestinas y los soldados fueron a expulsarles con la consiguiente trifulca que en realidad no es otra cosa que un teatrillo barato, que repondrá su función en breve y probable y desgraciadamente esta vez quizá con otro final. Digo esto, porque este es el tipo de acciones que los colonos suelen hacer, primero unos intentos de ocupación de propiedades palestinas, el estado envía al ejercito y fuerza el desalojo, pero a la tercera o cuarta vez, ya aprueba la ocupación y solucionado. Al fin y al cabo los colonos, igual que en sus día los Kibutzniks no hacen otra cosa que cumplir los planes israelíes de colonización de la tierra palestina, así que, el gobierno israelí se comporta en un primer momento de cara  a la galería intentando aparentar que cumple la ley y después de varios intentos, dan el visto bueno. La vieja historia del poli bueno y el poli malo.

Mas tarde estuvimos con una organización de agricultores que nos estuvieron explicando sobre el terreno los problemas que tienen que afrontar los agricultores. Uno de ellos es la falta de agua. En base a los acuerdos de Oslo los acuíferos quedaron bajo control israelí permitiendo tener a los colonos un consumo diario hasta 40 mayor que a un palestino, que solo puede consumir unos 5 litros por día, incluyendo en esa cantidad el agua para ducharse, cocinar, limpiar, etc. Los colonos disfrutan de jardines regados a diario, piscinas y zonas ajardinadas, mientras los palestinos solo pueden regar en invierno y hasta se les impide construir pequeñas balsas para recoger el agua de lluvia y poder utilizarla en verano, así que las cosechas dependen, paradójicamente, en la tierra de los inventores de los sistemas de regadío, de la providencia y la bondad y generosidad de las nubes.

Otro gran problema con el que se encuentran los agricultores es la confiscación de tierras. Estuvimos visitando a una familia cuya casa había quedado justo entre dos colonias, la de Harsina y la de Kiryat Arba. El señor de la casa, Abu Lad, nos recibió con un abrigo raído y un pantalón que se rasgaba con solo mirarlo, pero su porte era el de un caballero andante, alto, delgado y aunque tenia 60 años estaba mas fuerte y ágil que cualquiera de nosotros. Pero lo que mas me impacto fue su fuerza al hablar, al gesticular, su serenidad en la mirada y sobre todo su determinación a resistir en su tierra o morir.

Nos comento que el gobierno le había ofrecido dinero para marcharse, pero el no quería, aquella era la tierra de sus padres y de sus abuelos y además si se marchaba dejaba el resto del valle a merced de los sionistas, pues de alguna forma su casa y su, cada vez mas, menguante terreno, hacían las veces de primera línea de frente contra la ocupación en esa parte de Hebrón. Nos señaló desde el tejado los últimos olivos que le habían robado y nos enseño fotos de colonos rezando tras el vil suceso como intentando limpiar las tierras de espíritus gentiles. El robo se realizo sencillamente moviendo el vallado de separación entre la colonia y la casa, varios metros al interior del terreno de la tierra de Abu Lad haciéndose con unos 40 olivos que había plantado y cuidado su familia año tras año, negándoles siquiera la posibilidad de protestar. ¿Ante quien?

Si Abu Lad, enseña a la policía israelí fotos, le dicen que necesitan video, si les enseña videos le dicen que no se ve claramente. Todo son pegas para asegurar la impunidad de los criminales. Tan sencillo como eso. Esa es la ley de la ocupación, esa es la ley del colono, esa es la ley del racismo, esa es la ley del sionismo.

Abu Lad, nos subió al tejado de su casa, allí pudimos ver las piedras que se dedican a tirarles los niños colonos, pues la colonia queda en la parte mas alta de la colina y su casa en la ladera. Su hijo mayor de un total de 13 nos enseño la herida de bala que hace unos meses le había causado un colono cuando el estaba tranquilamente sentado en la terraza de su casa, atravesándole el pectoral y rozándole el pulmón. Por supuesto nos ofrecieron de todo, ciruelas, uvas, te y lo mas importante, su tiempo, su historia, su fuerza y su amor a la tierra.

Este ha sido para mi uno de los momento mas duros y me fue difícil retener las lagrimas, porque en ese hombre, en su determinación, en su resistencia contra el mas brutal e insistente  de los acosos, percibía la personalización de la lucha palestina contra ese monstruo sionista que como una apisonadora intenta acabar con todo rastro de humanidad y de historia palestina en esta tierra de los olivos y el zhatar, de la luz y las sombras, del respeto y la convivencia. Personalizaba la lucha de los pueblos pequeños contra las tiranías, contra la dictadura del capital que todo lo arrasa, intentando homogeneizar la vida, el pensamiento, las relaciones, los sueños de todos los seres humanos, acabando con las enriquecedoras diferencias y las particularidades de cada uno de los pueblos que luchan legítimamente por su soberanía e identidad social, política y cultural.

Allí dejamos a nuestro Don Quijote, con su porte señorial, irradiando dignidad por todos los poros de su piel, agradeciéndonos con su mirada limpia nuestra visita y solidaridad. Su figura y su dignidad dulcificaban sus facciones y convertían su raído abrigo en una capa de  raso y oropel, convirtiéndole en un ser mezcla de caballero andante y Che Guevara, que sin decirnos nada nos estaba gritando: "no os preocupéis, resistiré! tierra y libertad!, patria o muerte!, venceremos!"

Salud, amor y fuerza, Lidón Soriano.
14-08-07. Palestina.