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PALESTINA

Crónicas desde Palestina

Crónica 2

Lidón Soriano

CSCAweb:20/08/07

Estoy con la brigada de KI en Ramallah. Los últimos días han sido intensos en recorridos, información y emociones. Mientras hemos estado en Jerusalén  hemos podido comprobar como la política de segregación, marginación y expulsión de la población palestina sigue aplicándose de forma cruel e implacable.

Hemos podido comprobar como el plan “Jerusalén 2020” que persigue dejar a los palestinos en tan solo el 12% de esta ciudad, sigue implementándose por medio de las políticas de expropiación de tierras, derribo de casas, negación de la ciudadanía a los palestinos de Jerusalén a quienes solo conceden el estatus de “residentes”, la construcción de colonias en suelo palestino a las que eufemísticamente llaman barrios, la represión de toda forma de protesta,…

Estuvimos con una familia a la que le habían demolido la casa hacia un mes, la casa en la que habían invertido su dinero y su tiempo y que albergaba las tristezas y alegrías de 20 años de convivencia y que daba cobijo al matrimonio y a sus 9 hijos. La verdad es que hay una abismal diferencia cuando a la información sobre el papel, cuando a los datos, que muchas veces resultan fríos y distantes les pones caras, les pones sonrisas, les pones miradas.

El motivo de la demolición, como casi siempre, construir sin licencia. La razón de no contar con licencia, la negación de Israel a concederla como una estrategia mas de limpieza étnica de la población palestina.

Intentare resumir el proceso de petición del permiso para construir o rehabilitar una casa. Primero hay que pedir el permiso, pero tan solo la tramitación de la petición cuesta una cifra desorbitada, aproximadamente unos 30.000 dólares americanos. Esta primera fase ya hay muchas familias palestinas que sumergidas en la pobreza por los problemas estructurales derivados de la ocupación, no pueden afrontar. Esta petición de licencia tiene una duración de un año, durante el mismo, puede que la administración israelí directamente no te conteste o puede que te pida algún otro tramite burocrático que saben de antemano que no vas a poder conseguir.

Resultado: pasa el año, la familia no obtiene el permiso y ademas pierde los 30.000 dolares de fianza.

Esta practica no es puntual, sencillamente, es la norma.

La familia por tanto  construye o rehabilita su casa, y a pesar de que ello tiene lugar en su propia tierra, en la tierra de sus ancestros, la administración Israelí a través del ayuntamiento o del ministerio del interior proceden de forma implacable a derribar la casa.

El matrimonio llevaba un mes durmiendo en una tienda de campaña justo al lado de la casa, los hijos repartidos en casas de tíos y abuelos, el corazón metido en un puño.

Con la ayuda de una ONG se están construyendo una pequeña casa sobre las ruinas de la anterior, pequeña, pero acogedora. La tenían casi acabada y pensaban entrar a vivir en un par de días, pero la tarde anterior a visitarles nosotros nos dijeron que había estado un grupo de funcionarios del ayuntamiento hacienda fotos de la casa. Este procedimiento indica que en breve, las escavadoras y los bulldozers volverán a demoler la nueva construcción y con ella las nuevas esperanzas de esta familia de poder recuperar una vida en paz..

La mujer se negaba a aceptarlo, pero con entereza y conteniendo las lagrimas nos decía en un perfecto ingles que les podrían demoler de nuevo la casa, pero que ellos nunca se irían de allí, y si se la tiraban, la volverían a levantar.

Creo que a mas de uno se nos hizo un nudo en la garganta en ese momento, nudo que fue aflojándose con el calor del te y el jugo de la sandia que nos ofrecieron después en el patio de la casa de la abuela y que nos convirtió por unos momentos en personas realmente afortunadas por poder compartir con ellos  esa experiencia de resistencia y dignidad.

El tercer día nos vinimos a Ramallah.

El trayecto es otra sencilla pero contundente muestra de la vida bajo ocupación.

Tomamos el camino de Aram, que constituía hasta hace un año una de las 6 vías milenarias que cruzaban Palestina, esta en dirección norte a sur, pero el sionismo ávido de dejar su huella en la historia, aunque sea una huella deleznable, corto el agosto pasado la vía por la que han circulado millones y millones de personas a lo largo de la historia.

Desde entonces el autobús, tenia que ir bordeando casas y atravesar pequeñas callejuelas hasta poder llegar al checkpoint de Qalandia.

En esta ocasión, el camino que había utilizado últimamente el autobús estaba cortado por obras. Obras que, contraviniendo la opinión consultiva del Tribunal de la Haya del 9 de Julio de 2004 continúan construyendo un megalómano  monumento al racismo, a la degradación moral de sus constructores y a la obscena pasividad del resto de la humanidad: el muro.

Calor, retención, polvo, no se puede circular ni hacia delante, ni hacia detrás, la callejuela es tan estrecha que no se puede dar la vuelta, retraso, desesperación de aquellos que tienen una cita, con el medico, con el abogado, con la familia. Finalmente haciendo rally y desobedeciendo las indicaciones de los trabajadores de la obra, el autobús sigue adelante y consigue franquear incluso al jeep militar, que con toda indolencia esta observando la jugada.

Pasamos el checkpoint y entramos en otro atasco, la carretera principal de Ramallah destruida repetidamente por el ejercito israelí durante los años de Intifada esta en obras, los cuatro carriles se convierten en dos.

Vuelve el calor, el polvo, la desesperación. Y así todos, absolutamente todos los días, sin poder planear tu vida con mas antelación que el día que tienes por delante y siempre que no tengas que desplazarte de tu ciudad, claro. Esto es la ocupación, así es la vida bajo ocupación. Y desgraciadamente esto solo es un pequeño y cotidiano ejemplo de esta realidad ocupada, de esta gente ocupada, en esta tierra ocupada.

Ocupación.

Lo primero que me ha llamado la atención al entrar en la ciudad ha sido la gran cantidad de soldados, policías y personal uniformado       que andan hacienda alarde de su armamento o están apostados en cualquier esquina de Ramallah, desde Al Bireh, hasta Almanara y por supuesto en la Muqata.

Recuerdo la primera vez que entre en Ramallah en 2002, pocos soldados y casi ningún policía y por supuesto excepto los soldados de la Muqata que vestían uniformes raídos ejemplo de las brutales incursiones militares del ejercito israelí en aquella época, totalmente desarmados. Ahora la situación es completamente diferente, las armas están presentes en las calles y en la realidad de Ramallah.

De acuerdo a la Resolución de la ONU 42/159 que reconoce el derecho de todo pueblo a defenderse de una ocupación, esas armas, de ser utilizadas, deberían serlo contra el verdadero enemigo, el estado sionista de Israel y no servir para azuzar o mantener disputas y discrepancias internas. Aunque la vía por la que han llegado a manos de la Autoridad Palestina no me dejan mucho margen a la esperanza, confío en la razonabilidad de este fuerte y luchador pueblo.

Israel esta viviendo un momento de gloria al haber conseguido un gobierno títere que además cuando desee podrá eliminar sin mayor problema.

De momento la confrontación interna entre los palestinos si bien no se siente en las calles y en la vida diaria en general, si que deja algunas pequeñas muestras que si bien no son representativas, si son significativas. Ayer precisamente pudimos presenciar uno de estos tristes actos de confrontación en la Universidad de Birzeit.

Estábamos visitando como cada año la Universidad, una de las mas grandes y progresistas de los territorios ocupados en 1967 (TTOO 67) y me atrevería a decir de toda la región, cuando de repente escuchamos a un estudiante convocar por megafonía a los compañeros y compañeras a una concentración de protesta por la nueva detención, por parte de las fuerzas de la Autoridad Palestina, del presidente del consejo de estudiantes afiliado a Hamás. Parece que la causa fue la critica publica que el estudiante hizo ante el discurso de un político de Fatah en el acto de graduación del viernes pasado.

A la concentración de protesta no solo se acercaron los estudiantes solidarios, sino también los que se oponían a esa concentración, afiliados en este caso a Al Fatah. A medida que nos acercábamos veíamos como los ánimos se iban calentando, de repente gritos, desbandada de algunos los estudiantes, los implicados de ambos bandos llegan a las manos, mientras otros se dedican a separarlos como pueden. Vuelve la calma, pero a los pocos minutos vuelven a enzarzarse con mayor crudeza. El ambiente es tenso y la administración central de la Universidad se esta planteando la posibilidad de cerrar la Universidad por unos días.

Las garras de la censura y la represión, acechan la Universidad y eso es a la vez triste y peligroso, pero mas terrible me resulta ver que esa represión no viene directamente del gobierno israelí, que seria comprensible dentro de sus parámetros de ocupante, sino a través de las propias fuerzas de la Autoridad Palestina (AP).

Sin embargo, insisto, no es este el ambiente generalizado que estamos viviendo, es cierto que hay cierta polarización en la sociedad, pero no es palpable en el día  a día salvo por estos pequeños enfrentamientos que resultan significativos por el contexto en el que se están produciendo, pero en el que están involucrados personas puntuales o pequeños grupos.

Esta misma mañana nos hemos entrevistado con el viceministro de asuntos exteriores, el Sr. Ahmed Subah, quien nos ha dado su punto de vista, obviamente acusando a Hamás de la situación de confrontación interna que se esta viviendo actualmente en los TTOO 67 . El Sr. Subah nos ha dicho que la idea de la AP en estos momentos de crisis, es prolongar el gobierno de emergencia, si Hamás como es de esperar vuelve a boicotear las sesiones del parlamento legislativo, (acto que, por otra parte, también han llevado a cabo cuando les ha interesado los parlamentarios de Fatah), aunque para ello, según nos dijo una parlamentaria del FPLP,  se necesitaría el acuerdo  de 2/3 partes del parlamento. Su objetivo final, volver a convocar nuevas elecciones presidenciales y legislativas, para dar la voz al pueblo. Esperemos, que si esto sucede, en esta ocasión todas las fuerzas palestinas y por supuesto la comunidad internacional acepten y respeten el resultado de las elecciones.

La nota de esperanza la encontramos en los y las compañeras relacionadas con los movimientos sociales democráticos y progresistas con las que hemos estado. El documento consensuado por el FPLP y AL Mubadara del 10 de Julio en el que llaman al cese del enfrentamiento interno, instando a Hamás a dejar la vía militar como forma de solución del problema y a Abbas a dejar sus contactos con Olmert y volver a la mesa de dialogo con las fuerzas palestinas, ha sido un bálsamo para las heridas del corazón y un ejercicio de sensatez en estos duros momentos de confusión, tristeza y enfrentamiento.

Una vez mas la fuerza de las buenas gentes en estas tierras nos animan a pensar que la situación se reconducirá y que las fuerzas sociales volverán a recuperar el papel fundamental que tenían antes de los fatídicos acuerdos de Oslo, centrando los esfuerzos en lo realmente importante, la lucha contra la ocupación y la lucha por los legítimos derechos del pueblo palestino.

Salud, Amor y Fuerza. Lidón Soriano.
12-07-07, Palestina.

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