Tan solo queda el golpe de
Estado
Adel Samara*
kanaanonline.org,
4 de diciembre de 2006 / CSCAweb: 18-12-06
Traducido por Jamal Halawa
"Las
negociaciones por un gobierno de unidad nacional se paralizaron,
aumentándose las acusaciones y las trifulcas. Se vuelve
a hablar de la "guerra civil" en un país donde
no hay confesiones, etnias, nacionalidades y carece de una experiencia
sectaria hasta el día de hoy."
En el momento en que empezaban
a aparecer los primeros resultados de las elecciones al Consejo
Legislativo de la autonomía palestina, el cuarteto proclamaba
el estado de emergencia sobre las mismas, me refiero, a las elecciones
impuestas por este cuarteto sobre la autonomía palestina.
Pues el cuarteto, que es en realidad una parte unilateral con
dos vértices, y donde el occidente formado por EEUU y
la UE, fue quien impuso a Yaser Arafat aceptar el establecimiento
del cargo de un primer ministro. Y yendo las cosas como ellos
querían, se creó el cargo de primer ministro y
fue ocupado por una persona aceptada por ellos y que fue Mahmud
Abbas, quien más adelante, se convertiría en el
presidente de la ANP. Sin embargo, el cuarteto se vio envuelto
en una doble crisis: por los resultados de las elecciones al
Consejo Legislativo de la autonomía por una parte, y por
el cargo de primer ministro que había creado por la otra,
y que ha acabado en manos de Hamas.
Las dos semillas que habían
sembrado, no dieron el mismo fruto que querían sus plantadores.
Es como si el cuarteto dijese a los palestinos que habitan los
territorios de la autonomía, lo que en su día le
dijo el amo a su esclavo: "te casaré con esta moza,
pero tienes que procrear con ella a unos gemelos idénticos
a mítal como yo quiero." Luego, parece que el esclavo
no entendió bien el entresijo y, procreó como él
sabe. El cuarteto, con su grandeza, recurrió entonces
a lo que está por muy debajo de su estatura, sí,
después de este patinazo no tenía la capacidad
para aceptar el resultado, ni podía hacer público
su declaración de guerra en contra de Hamas. Entonces,
había que sacar lo que llaman la Comunidad Internacional
de debajo de las axilas de los neocons de EEUU. Esta misma
comunidad, que ya había fallecido después de la
invasión de Iraq en 1991 y la invasión de Afganistán
e Iraq en el 2003, ahora reclama a Hamas reconocer a Israel y
a atender las condiciones de la Comunidad Internacional. Esta
reclamación es, tal vez, la más peligrosa de la
historia de la causa palestina, puesto que el hecho de reconocer
a Israel es en realidad una supresión del derecho al retorno.
Y que esta malvada comunidad, al hacer efectiva dicha reclamación,
está proclamando la liquidación de la causa palestina
sin tapujos, no obstante, son muchos los que corean la misma
reclamación.
Pero, ¿es una condición
que un país tenga que reconocer a otro reconocido por
la Comunidad Internacional? ¿Es que esta misma comunidad,
no le denegaba el reconocimiento a la China Popular para favorecer
el reconocimiento a la China Nacional? ¿Qué hizo
la Comunidad Internacional con el reconocimiento de Turquía
a la República del Chipre turco?.
Y para que el movimiento Hamas
tenga acceso al purificador proceso de paz que tan solo pudo
dar a luz a un auténtico disgusto, habría que someterlo
a unas presiones que pudieran conducir a la fractura de su espina
dorsal en los dos casos posibles: reconociendo a Israel, con
lo que significa su renuncia a su posición inicial incluida
dentro de su programa electoral, o no hacerlo, y entonces, enfrentarse
a unas infinitas consecuencias. Y ahí, empezó a
fraguarse un prolongado golpe de estado. Comenzó con un
discurso retórico sobre la posición de la Comunidad
Internacional, frente al islám politizado. Observemos
aquí, que dentro del cuarteto (exceptuando a NNUU que
es una parte sin poder ejecutivo) no existe ningún país
árabe, islámico, socialista o tercermundista, entonces,
es un cuarteto con fundamentos dictatoriales, o como mínimo,
un ente minoritario.
EEUU, inició la imposición
de un muro financiero en contra de los palestinos en Cisjordania
y Gaza, combinó a Israel para que secuestre el cobro de
impuestos palestinos y comenzó a enviar transferencias
de fondos al presidente de la ANP, quien a su vez, y en lugar
rechazarlas en un acto de lealtad a la democracia que le aupó
a la presidencia, las aceptó. Es como si el presidente
dijera: "si queréis que la gente vote a quien quiere
y decir lo que quiere, entonces, ahí tenéis el
resultado." Tal vez, se le ha pasado al Sr. Presidente,
que solo por el hecho de aceptar lo que está haciendo
el cuarteto, le está otorgando un reconocimiento tácito,
en un sentido que, hace parecer que los palestinos son inferiores
para poder disfrutar del derecho a votar y a expresar su opinión,
y que los adultos y genios occidentales, tendrían que
decidir por los palestinos en que tienen que pensar y como tienen
que hacer las cosas.
Más adelante, siguieron
los ingredientes de un golpe de estado democrático globalizado:
bien sea a través de la detención del envío
de ayudas por parte de los estados árabes a los territorios
ocupados, así como los demás estados, o bien sea
a través de la detención del pago de las nóminas
a los funcionarios por parte de los bancos internacionales y
locales, excusándose detrás de los temores a las
sanciones norteamericanas, independiente de si la imposición
de sanciones fuese legal o no.
Los estados y el capital se
sobrecogieron, después llegó la huelga que paralizó
el sector de la enseñanza, cultura y sanidad en Cisjordania
y Gaza, lo cual, demostró que en Palestina se carece de
una tradición sindical, puesto que la huelga, en esta
ocasión, fue promovida desde el liderazgo político
de la clase alta de la autonomía, es decir, de la burguesía
burocrática, y los funcionarios obedecieron. La huelga
fue promovida desde el poder, cuando quien debe evitar que los
funcionarios fueran a una huelga, en primer lugar, es el poder.
Estas cosas, demuestran que todo, tanto en Cisjordania como en
Gaza, está invertido, deformado o similar a la verdad.
Pero existe otra verdad más dolorosa todavía, y
que pertenece al sistema económico en Cisjordania y Gaza,
y es: "la economía política de la corrupción".
Según este sistema, no podrías vivir si no eres
un corrupto o uno que se calla ante la corrupción. Y puesto
que la mayoría absoluta de los funcionarios de la ANP
son de Fatah, la huelga parecía "general", ya
que era la huelga de un partido más que la de un sindicato
o de una sociedad. Lo curioso, es que quienes con más
ahínco incitaban a la huelga, eran quienes percibían
más de un salario y no acudían a sus puestos de
trabajo, y eran aquellos que, poseían listas de funcionarios
difuntos o que residen en EEUU.
Después, se creó
un comité de apoyo a la huelga que es un comité
formado por agentes de aparatos de seguridad que impuso, utilizando
la fuerza, una huelga solidaria el día 29.11.2006 en la
ciudad de Ramalá, así como en Albireh y en la sede
central de agua de Ramalá, es decir, era más bien
un toque de queda que una huelga. El día 02.12.2006, los
ciudadanos fueron sorprendidos con una marcha de la Fuerza 17
(Fatah) efectuada por unos mil soldados con sus armas y en un
inédito desfile militar. Como si pretendieran decir: "aquí
estamos nosotros". Luego, la cuestión se culminó
con las maratonianas negociaciones para formar el gobierno de
unidad nacional. He aquí, las distintas facciones de la
OLP se posicionaron al lado de la presidencia y en contra del
gobierno de Hamas, cuando lo correcto hubiese sido, para dichas
facciones, particularmente las fuerzas democráticas (nuevo
nombre para las fuerzas izquierdistas), tomar posiciones equidistantes
entre Fatah y Hamas. Ello, hizo que apareciera la disputa como
si fuese entre la OLP y Hamas. En este contexto, escribí
muchos artículos y documentos, entre los más destacados,
aquel que llevó la firma de 300 personalidades entre políticos
e intelectuales, pidiendo a Hamas su dimisión y la entrega
del poder a un gobierno de independientes equipado por una red
de seguridad para un periodo de un año, idea ésta,
que fue rechazada por Hamas. En realidad, significaba el avalar
un gobierno abierto que podría ser excelente, pero si
así no fuese, podría excederse sin interpelación
alguna.
Las negociaciones por un gobierno
de unidad nacional se paralizaron, aumentándose las acusaciones
y las trifulcas. Se vuelve a hablar de la "guerra civil"
en un país donde no hay confesiones, etnias, nacionalidades
y carece de una experiencia sectaria hasta el día de hoy.
¿Qué significan
estas señales complejas? ¿Exigen a Hamas abandonar
el gobierno voluntariamente? Sí, esto es así, pero,
y si Hamas volviera a ganar la confianza del pueblo, ¿se
trasladaría el golpe de estado desde la acumulación
cuantitativa al cambio cualitativo? Esto es lo que Israel y EEUU
desean sin duda alguna, además de muchos de los gobernantes
árabes, ¿lo harían los palestinos?
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