El palestino Salah M. Salah
logra el VI Premio Juan María Bandrés otorgado
por CEAR
A propuesta del Comité
de Solidaridad con la Causa Árabe y otras organizaciones
CSCAweb:
16 de diciembre de 2006
El Jurado
del VI Premio Juan María Bandrés a la Defensa del
Derecho de Asilo y la Solidaridad con los Refugiados que otorgan
CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado)
y la Fundación CEAR, ha acordado por unanimidad premiar
a Salah Mohammad Salah por su trayectoria de toda una vida en
defensa de los cuatro millones de refugiados palestinos. En el
transcurso del próximo año, Salah M. Salah viajará
a España para recoger el Premio, que consiste en la escultura
"Espiral del viento" cedida por Martín Chirino.
Nacido en Tiberias (Palestina)
en 1936, su familia se vio empujada al exilio tras la creación
del Estado de Israel en 1948. Salah participó por primera
vez en la actividad social de su comunidad cuando era todavía
un niño, asistiendo a la escuela primaria de la Asociación
de Iglesias Cristianas en Ain Al-Helueh, un lugar que se convirtió
en punto de encuentro para él y sus amigos, un lugar donde
conversar sobre su situación de refugiados.
Salah M. Salah ha dedicado
toda su vida a la lucha por los derechos de los refugiados palestinos
y por los derechos nacionales de su pueblo: ha sido miembro fundador
y activista de la Organización de la Juventud Árabe
Palestina (1959-1967), miembro fundador del Sindicato General
Palestino (1965-1972), miembro de la OLP en Líbano (1964-1967),
fundador del Frente Popular para la Liberación de Palestina
en 1967, miembro del Parlamento Palestino desde 1970 hasta hoy
y desde 1988 es el presidente del Comité Permanente sobre
Refugiados del Parlamento Palestino.
Salah M. Salah es una de las
personas que más ha trabajado por la defensa de los refugiados
palestinos: así, por ejemplo, en 1985 fue uno de los tres
negociadores en representación del Frente de Salvación
de Palestina y la OLP, designados por las facciones palestinas
para detener la guerra del partido libanés Amal contra
los refugiados palestinos asentados en el Líbano. Por
otra parte, fue fundador del Centro de Comunicación Social
(AJIAL) en 1999, que, entre otras funciones, sirve a la juventud
palestina refugiada en el Líbano para abordar asuntos
como el desempleo, la inmigración, la violencia, el desplazamiento
o la educación.
Salah M. Salah ha impartido
decenas de conferencias y ha escrito múltiples artículos
en defensa del derecho al retorno de los refugiados palestinos.
Esta causa le llevó a participar en un seminario en el
II Foro Social Mundial de las Migraciones celebrado en Rivas-Vaciamadrid
entre el 22 y el 24 de junio de este año, organizado principalmente
por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.
Este compromiso le ha costado
cinco atentados, tres encarcelamientos en Siria y 19 en Líbano.
En su Resolución 194,
la Asamblea General de Naciones Unidas reconoció que los
refugiados palestinos tienen derecho a regresar a sus hogares,
recuperar su propiedad o, en caso de renunciar a esto, percibir
una compensación económica. En estos momentos la
Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA, en
sus siglas inglesas) tiene censados a 4.250.000 refugiados palestinos,
repartidos en 59 campos, por lo que hay más población
palestina fuera de su patria que en la Palestina histórica.

Biografia de Salah Mohammad Salah (Premio CEAR)
Marwan Kanafani
CSCAweb:
27-12-06 - Traducción de Natalia Litvina
Salah Mohammad Salah nació
en 1936 en Tiberias, Palestina, en 1936. El y su familia se vieron
empujados al exilio con la creación del Estado de Israel
en 1948. Aquella fue una situación inimaginable para la
mayoría de la gente: miles de personas huyendo a Líbano,
llegando primero a Ybail y finalmente a Ain El-Helueh. Entonces,
no había sino vacío en el sur de Líbano.
El comité internacional de la Cruz Roja entregó
débiles tiendas de tela a Salah y su familia, y se le
dijo a todo el mundo que allí permanecerían hasta
nuevo aviso. A menudo estos refugios baratos cedían a
las inclemencias de la dura climatología del invierno
en el sur de Líbano, dejando a sus ocupantes al descubierto
sin mas protección que una manta. La falta de infraestructuras
para los miles de refugiados que llegaban de Palestina convirtió
Ain El-Helueh en un caldo de cultivo para la enfermedad.
El padre de Salah fue torturado
y asesinado en 1939 en la revolución palestina contra
los británicos. Siendo el mayor de diez hermanos, Salah
fue empujado a la madurez a la tierna edad de doce años.
Los compatriotas palestinos junto a los que sufría sería
la gente por la que lucharía en el futuro.
Salah participó por
primera vez en la actividad social de su comunidad cuando era
todavía niño, asistiendo a la escuela primaria
de la Asociación de Iglesias Cristianas en Ain Al-Helueh.
Este lugar se convirtió en punto de encuentro para el
y sus amigos, un lugar donde conversar sobre su situación
de refugiados.
Salah escribe: "Aquella
fue mi primera vez, con un grupo de estudiantes asistiendo a
clase en la única escuela del campo de Ain Al-Helueh,
donde vivía con mi familia. Éramos chavales atolondrados
que no sabíamos hacer otra cosa que quejarnos y criticar
todo lo relacionado con la situación: dura, muy dura y
complicada."
Salah recuerda una conversación clave que mantuvo con
su madre en este periodo. Cuando la mujer pasaba al lado del
grupo de chicos, que reunidos bajo un árbol cerca de la
tienda familiar discutían su desilusión respecto
a su status de refugiados, les habló, diciéndoles
que si querían volver a su tierra natal deberían
luchar por el derecho a retornar a Palestina. Fue este un momento
único entre una madre y un hijo palestinos. Normalmente,
a los hijos se les anima a adquirir una educación, descubrir
y desarrollar una vocación y crear una familia. Sin embargo,
en aquel momento, Salah descubrió que la causa a la que
dedicaría su vida sería luchar por el derecho al
retorno de los refugiados palestinos.
En 1952 se unió al Movimiento
Nacionalista Árabe. Su principal actividad entonces fue
distribuir el boletín Al-Tha'ar a los palestinos que vivían
en los campos. Los artículos se centraban en la situación
en Palestina y los crecientes desafíos que tanto el como
sus amigos enfrentaban en Líbano, un país que aceptó
de mala gana a 115.000 refugiados palestinos.
Resulta esencial comprender
que en este periodo, todas las actividades relativas a la cuestión
palestina estaban perdidas. Salah y sus amigos se arriesgaron
a ser detenidos, golpeados y torturados en caso de ser descubiertos
en su esfuerzo de despertar la consciencia sobre la situación.
En la mayoría de ocasiones, se veían obligados
a abandonar los campos para poderse organizar. Cualquier indicio
de compromiso político les conduciría al arresto.
Los esfuerzos de organización
política "subversiva" de Salah dieron un paso
adelante en 1959, cuando el y sus amigos formaron el Grupo Juvenil
Árabe Palestino (GJAP). Con 23 años, Salah había
crecido rápidamente y desarrollaba su papel de organizador
y líder natural. Respecto a las metas del GJAP, Salah
escribe: "nos centrábamos en dos objetivos principales:
el derecho al retorno a Palestina basado en la resolución
194 de la ONU y la cuestión del rechazo y la oposición
a ser instalados y convertidos en ciudadanos de los países
de acogida, así como la emigración a otros destinos,
una política que la UNRWA perseguía. Mi tarea fue
organizar y participar en estas actividades". Esto sucedió
en una etapa en la que los palestinos eran tratados de manera
especialmente dura en Líbano. !958 vio una "revolución"
que derrocó al presidente libanés Kamil Chamoun,
poniendo en su lugar al general Shihab. La ley Marshall se impuso
indefinidamente y los campos se convirtieron pronto en prisiones.
Dos era el número máximo de personas que podían
caminar juntas; tres podía ser considerado manifestación.
Los toques de queda se reforzaron y se exigieron permisos para
viajar a o desde los campos de refugiados, donde las luces en
las casas debían apagarse a las 10 de la noche, bajo riesgo
de arresto. Los vecinos a los que se les descubriera cualquier
tipo de medio de comunicación (televisión, revistas
o periódicos) que tratasen la cuestión palestina
serían detenidos. Salah y sus amigos se dieron cuenta
de que si querían crear organizaciones que ocultaran la
verdadera naturaleza de su intencionalidad política, deberían
ser capaces de justificar por sí solas su actividad.
Antes de 1948, los sindicatos
palestinos se organizaron en beneficio de los trabajadores. Tras
el establecimiento del Estado de Israel y la susbsecuente ocupación,
se dio un un proceso de reogarnización en la forma del
Sindicato General Palestino (SGP). En 1965, Salah se integró
en el SGP por mediación de Ahmad Yamani, un palestino
de Líbano. El ascenso de Salah fue rápido. En 1966
se convertía en miembro del comité ejecutivo y
fue elegido de la sección libanesa del SGP. En 1968,
se trasladó a El Cairo, convirtiéndose en miembro
de la Secretaría General. Este fue el principio del destacado
perfil regional de Salah en la creciente causa nacionalista palestina.
El elemento central de la lucha
de Salah Salah y sus asociados era el derecho al retorno de los
refugiados palestinos. Fue en este tiempo que la cuestión
se convirtió en objeto de especial seguimiento por parte
de las potencias regionales y occidentales. Las administraciones
árabes, norteamericana y europeas presionaban a los palestinos
a través de la ONU para que aceptaran su status de refugiados
como permanente. La comunidad internacional comenzó a
acercarse, ofreciendo como resolución del conflicto palestino-israelí
el asentamiento de los refugiados palestinos en la diáspora.
Los palestinos eran gente desesperada viviendo en condiciones
desesperantes. Los palestinos se arrojarían en brazos
de la posibilidad de vivir en Líbano, Siria o Jordania
o eso pensó la comunidad internacional. Si los palestinos
de la diáspora pudieran ser absorbidos por los países
de acogida, esto le evitaría a Israel la presión
de concederles el retorno a su tierra. Además, los campos
de refugiados dejarían de ser un adefesio estético
o humanitario, y se frenaría el ímpetu palestino
por crear un movimiento de resistencia como la OLP. Esta era
la base sobre la que los gobiernos estadounidense, europeos y
árabes pretendían resolver la situación.
La realidad era bastante diferente. Los palestinos estaban desesperados;
las condiciones de vida en los campos eran , y lo siguen siendo,
atroces, y la cultura palestina estaba al borde de la extinción.
Pero bajo ninguna circunstancia cesarían en su empeño
por volver a Palestina. La adhesión permanente a la causa
de los refugiados conformaba el nucleo de la creación
de la OLP. Si abandonaban a los refugiados, abandonaban Palestina.
Esta cuestión sigue siendo el punto más incomprendido
punto de objeción por parte de los pensadores de las políticas
occidentales. Se trata de una cuestión sobre la que Salah
Salah basaría la mayoría de sus esfuerzos.
En 1964, Salah Salah fue elegido
por el Comité Ejecutivo de la OLP para unirse al equipo
que establecería la sección de la organización
en Líbano. Su principal tarea fue desarrollar la estructura
logística y una base activista, además de organizar
actividades de acción directa en los campos, escuelas
y universidades. Participó en "la promoción
de asociaciones de estudiantes, mujeres, trabajadores y de refugiados
palestinos en Líbano, que exigieran sus derechos civiles,
políticos y sociales. También nos opusimos a las
injustas políticas de la URNWA y de las autoridades libanesas".
En 1967, Salah se convirtió
en miembro activo del recién formado Frente Popular para
la Liberación de Plalestina (FPLP). El FPLP se distinguía
de la OLP por adherirse a la ideología socialista como
forma de organizar al pueblo palestino. Salah fue pieza clave
en este proceso. Su experiencia en dinamizar la comunidad lo
convirtió en un elemento imprescindible en traer a escena
una nueva dialéctica social, una que incorporaba cuestiones
populares como el concepto de trabajo, la distribución
de la renta, y la representación socio-política.
En los 70, los palestinos se
estaban haciendo cada vez más vulnerables a los ataques.
Los autores de alguna de la violencia más brutal contra
refugiados inocentes en Líbano incluyen al ejército
libanés y a las Kataeb (milicias paramilitares cristianas
o falanges). En 1972, Salah Salah fue elegido por el Consejo
Nacional Palestino como miembro del Comité Ejecutivo de
la OLP. En 1973 fue elegido como negociador para parar los ataques
del ejército libanés contra los palestinos de los
campos alrededor de Beirut. Tras una intensa negociación
de dos días, la delegación alcanzó finalmente
el llamado "Acuerdo Malkart", entre la OLP y los delegados
del ejército, por el cual cesarían los ataques
libaneses sobre los campos.
En 1975, ya convertido en líder de la OLP, Salah participó
en la "delegación de la OLP para abrir el debate
con las Kataeb y buscar una mejora o al menos una normalización
de las relaciones entre palestinos y falangistas". Esto
ocurrió meses antes de la masacre de Ain El-Rommani, donde
civiles palestinos que viajaban en autobús del campo de
Tel Al-Zaatar a Beirut fueron objeto de una emboscada por parte
de las milicias cristianas. Este hecho fue un catalizador para
la guerra civil de Líbano.
En 1982, Israel había
invadido Líbano y seguía en su avance hacia Beirut
con la excusa de combatir a la OLP. Tras bombardeos incesantes
sobre civiles inocentes y operaciones que eran más matanzas
que combates, los israelíes fueron presionados para dejar
que la OLP abandonara Líbano pacíficamente. Después
de que los combatientes palestinos (los fedayines) dejaran el
país, los palestinos quedaron sin protección. El
Comité Ejecutivo nombró a cinco delegados, entre
ellos Salah Salah, que quedaron al cuidado de las familias palestinas.
En septiembre de 1982, las
fuerzas libanesas falangistas masacraron a cientos de palestinos
inocentes en los campos de refugiados de Sabra y Chatila, con
la complicidad del ejército israelí, liderado por
Ariel Sharon. Esto ocurrió a pesar del acuerdo establecido
entre la OLP, las autoridades libanesas e Israel, garantizado
por el enviado de EEUU, Philip Habib, quien estableció
que los palestinos estarían seguros y a salvo.
De 1985 a 1987, la milicia
shií del sur de Líbano, Amal, lanzó una
guerra contra los palestinos en Beirut. Bekaa y Tiro. Estos ataques
intentaban erradicar por completo a la OLP. Se emplearon tácticas
brutales como la tortura el secuestro, los arrestos arbitrarios,
detenciones y demoliciones de viviendas. Salah fue uno de los
tres negociadores, en representación de las facciones
palestinas, que ayudaron a dar fin a estos ataques. Al final
de la guerra de Amal, el liderazgo de la OLP quiso reafirmar
su posición como única representante del pueblo
palestino. Sin embargo, tal maniobra precisaba de cierta inteligencia.
Existía una prohibición sobre la prensa nacional,
para que no hubiera ningún tipo de cobertura sobre la
OLP. Por tanto se creo la Junta de Acción Nacional Palestina,
como "tapadera" de la presencia de la OLP en Líbano-
Salah Salah fue nombrado por el Comité Ejecutivo de la
OLP presidente de esta plataforma, que incluía a todas
las facciones de la OLP, hasta que fue detenido por los sirios
en 1988. Fue liberado en 1989 bajo la condición de que
no volviera a Líbano. Por ello, Salah fue a Túnez,
donde se situaban los nuevos cuarteles de la OLP, para convertirse
en miembro de la junta política directiva.
Con los israelíes continuando
la ocupación del sur de Líbano, y la guerra civil
cada vez mas polarizada en facciones, los palestinos de los campos
fueron abandonados. Salah continuó trabajando por estos
refugiados olvidados. En 1988, antes de su arresto, el Consejo
Nacional Palestino le eligió Director del Comité
Permanente de Refugiados, un puesto que ocupa hasta la fecha.
En 1991, se firmaron en Arabia Saudí los acuerdos de Taif,
finalizando la guerra civil libanesa. Salah se reunió
con dos delegaciones ministeriales, lideradas por el ministro
libanés de asuntos exteriores Farris Boueiz y el presidente
del Departamento Político palestino, Farouk El-Kaddoumi,
en El Cairo. Salah se le dio permiso para volver a Líbano
y entablar negociaciones. Se ofrecieron varias soluciones para
tres problemas concretos: el desmantelamiento de los campamentos
militares palestinos, el desarme palestino de armamento pesado
y medio (dejando las armas ligeras para mantener su propia seguridad)
y la garantía de los derechos sociales y civiles de los
palestinos residentes en Lïbano. Una vez que los palestinos
aceptaron entregar el armamento referido y desmantelar sus bases,
nuevas negociaciones se celebraron en Beirut para resolver la
cuestión de los derechos de los palestinos. Sin embargo,
tras la celebración de un referéndum que detallaba
los derechos que disfrutarían, los delegados libaneses
comunicaron a los palestinos que precisaban de una mayor preparación
por parte libanesa. Tras varios intentos de Salah y sus colegas
para concretar el estatuto final, los delegados libaneses se
retiraron de las negociaciones, quedando hasta hoy sin resolver
la cuestión de los derechos de los palestinos.
Cualquier palestino le debe
algo a Salah Salah, pero su principal contribución ha
sido para con los refugiados de Líbano. En 1999, Salah
fundó el Centro de Comunicación Social "Ayial",
con el objetivo de proporcionar a los jóvenes palestinos
de Lïbano, entre los 14 y 30 años, centros comunitarios,
campos de verano y formación laboral que les prepare para
una vida independiente.
La reputación de Salah
Salah como líder y académico en relación
a la cuestión de los refugiados palestinos le ha ganado
una considerable atención pública. Las invitaciones
para participar en conferencias internacionales sobre los refugiados
palestinos inundan su ofician. En 1995, pasó a ser miembro
de la Conferencia Árabe Nacionalista (CAN), un foro de
debate anual en varios países del mundo árabe.
La CAN aglutina a más de 500 académicos, intelectuales
y políticos árabes, que discuten sobre la cuestión
de los refugiados y sobre los cambios políticos en la
región. En 1999, Salah fue elegido por la CAN como miembro
de la Secretaría General de la Conferencia, un puesto
que ha ocupado durante 3 años. Durante este periodo, los
participantes discutieron sobre todo el espectro de las causas
árabes, no sólo de las relacionadas con los refugiados.
En 2004, Salah participó
en la Conferencia Internacional para un Estado Democrático
en Palestina e Israel. Celebrada en Lausana, Suiza, a esta conferencia
asistieron delegados israelíes que simpatizaban con la
idea de resolver la causa del conflicto creando un único
Estado para israelíes y palestinos. También en
2004, se celebró otra conferencia en París, centrada
en la misma cuestión. Salah se refiere a esta conferencia
así: "discutimos el procurar una solución
con la creación de un único Estado democrático,
en el que vivan juntos palestinos y judíos". Tras
esta conferencia, Salah fue elegido como uno de los tres miembros
de un secretariado que siga desarrollando esta idea.
Salah Salah terminará
2005 con dos conferencias: la Conferencia Preparatoria para los
Refugiados Palestinos y las Comunidades en la Diáspora
y la Conferencia sobre Derechos Civiles y Sociales hasta la Consecución
del Derecho al Retornos, que se centrarán sobre los principales
puntos de la continuada lucha de Salah por representar a los
refugiados palestinos olvidados.
Cumplidos los 69 años,
Salah sigue luchando incansablemente por los derechos de los
refugiados palestinos en Lïbano, desarrollando innumerables
apariciones en televisión, firmando docenas de artículos,
y participando en conferencias por toda Europa. Ha sido galardonado
en varias ocasiones, en honor a su compromiso de por vida con
la causa palestina. Entre los reconocimientos recibidos , figuran
las placas honoríficas entregadas por el Foro Nacionalista
Árabe, por el Secretario General del FPLP George Habash,
la Asociación Juvenil Palestina de Gaza, la Unión
de Mujeres de Jordania, e incluso un reconocimiento de la embajada
de Cuba, firmado por Fidel Castro, por su contribución
en la Asociación de Amistad Palestino-Cubana.
Salah Salah continúa
caracterizando las tres caras de la lucha de los refugiados palestinos
en Líbano.
En primer lugar, están desplazados de Palestina. En segundo
lugar, son discriminados y atacados por el país que los
acoge, y se les prohibe trabajar en numerosos campos, poseer
propiedades y alcanzar la autonomía personal. Y en tercer
lugar, desde que la firma de los acuerdos de Oslo en 1993 desmanteló
a la OLP como única representante del pueblo palestinos,
se han quedado sin referente en la defensa de sus derechos y
en el disfrute de seguridad.
El destacado perfil de Salah
le han ganado intentos de asesinato y arrestos:
1972: un carta bomba llega
a su apartado de correos en Beirut.
1974: su hogar en el campo de Ain Al-Helueh es atacado con lanzagranadas
1976: un francotirador falla el disparo cuando Salah salía
de su casa en Beirut
1982: nuevo ataque con lanzagranadas contra su hogar en Beirut.
1987: un grupo de asaltantes atacan con armas ligeras su coche
en Sidón.
Salah ha sido encarcelado tres
veces en Siria y 19 en Líbano. Sin embargo, Salah no ha
cesado en su actividad, y siempre ha considerado a su familia
como su principal fuente de inspiración. Su mujer, Samira,
ha trabajado a su lado desde los días del Movimiento Árabe
Nacionalista. Cuando se encontraron por primera vez en Siria
en 1961, mientras Salah trabajaba con el padre de Samira, a él
no le ocurrió pensar que aquella joven fuera a convertirse
en su futuro amor. En 1963, Salah fue detenido en Siria, y la
víspera de su sentencia huyó a Líbano. No
fue hasta 1970, cuando Salah volvió a Siria, que ambos
se casaron. Samira se unió al FPLP y pasó a ser
miembro del Comité Central en 1971. Ha sido miembro de
la Secretaría General de la Unión General de Mujeres
Palestinas y miembro del Consejo Nacional Palestino. Trabaja
con Salah Salah en la Asociación de Amistad Palestino-Cubana
y el Comité Permanente para los Refugiados Palestinos.
En la actualidad es la directora del Departamento de Asuntos
de Refugiados de la OLP en Líbano.
Salah y Samira tienen dos hijos,
Rahib y Rima, y dos hijas Roula y Rasha, quienes también
ayudaron a establecer el centro Ayial en 1999. En 1995, Rasha
escribió un libro en francés, "El segundo
año en Tiberias", que es parte de la bibliografía
de referencia para las ONGs francesas solidarias con Palestina.
Antes de instalarse en Alemania con su marido, Roula aseguró
el capital inicial para fundar el centro Ayial en Beirut, con
fondos de la Asociación Frereich Ebert de Alemania, quienes
pagaron los talleres, ordenadores y equipamiento de oficina.
En 2000, Rasha puso en relación al centro Ayial con el
Comité Católico Francés contra el Hambre
y para el Desarrollo (CCFHD), quien dotó de fondos para
un nuevo centro en el campo de Naher El-Barrid , en Trípoli.
En 2005, el CCFHD financió la contratación de
dos personas a tiempo completo, permitiendo a Salah utilizar
su equipo para proyectos más intensivos.
En el 2006, tras la invasión
de el Líbano y los bombardeos israelíes y la obtención
de refugio de libaneses en los campos de refugiados palestinos,
sin distinción de credo u opción política,
ha desarrollado un proyecto para aprovechar esta circunstancia
de convivencia para intensificar los lazos libaneses-palestinos
y romper reticencias y actitudes de rechazo que existen en la
sociedad libanesa ante los refugiados palestinos.
Salah Salah afirma que "mi
principal éxito ha sido que mi familia siga comprometida
con la causa palestina".
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