Ante el Nuevo Oriente Medio
Agustín Velloso*
"A
la hora de combatir el proyecto del Nuevo Oriente Medio, hay
que considerar entre las mejores opciones la financiación
de las guerrillas para que se doten de suficientes armas de este
tipo: los RPG (en inglés: rocket propelled grenade).
Han hecho mucho más por los árabes y por mucho
menos que cualquier resolución de la ONU, acuerdo de paz,
ayuda a la democratización, plan de reconstrucción
y colaboración de ongs que se pueda imaginar".
En poco tiempo se cumplirán
diez años de la Declaración de Principios publicada
en junio de 1997 por los promotores del Proyecto por el Nuevo
Siglo Americano: el gobernador de Florida, Jeb Bush, el intelectual
Francis Fukuyama, el vicepresidente Dick Cheney, el ministro
de defensa Donald Rumsfeld, sus colaboradores Paul Wolfowitz,
Norman Podhoretz, Elliott Abrams y Lewis Libby, entre otros,
y el embajador en Irak Zalmay Khalizad.
En la Declaración se
afirma que "Estados Unidos tiene un papel fundamental en
el mantenimiento de la paz y la seguridad en Oriente Medio",
lo cual resulta imposible de creer si se tiene en cuenta que
Estados Unidos y su principal aliado, Israel, son los países
más armados del mundo, los principales exportadores de
armas, los que más veces han atacado e invadido y ayudado
a invadir otros países, los que emplean armamento prohibido
por las convenciones internacionales, los que más lo usan
sobre poblaciones civiles y los que más violan el derecho
internacional.
Ésta y otras afirmaciones
se entienden perfectamente si se sigue leyendo la Declaración:
"si eludimos nuestras responsabilidades, invitamos a que
se ataquen nuestros intereses fundamentales". Lo que importa,
por tanto, es esto último: los intereses. Es decir, so
capa del bien común, se trata de hacerse ricos, que es
desde luego lo que son los firmantes de la declaración.
Se ve que la primera parte ha sido escrita por los Fukuyamas
en los departamentos universitarios, mientras que en los salones
de dirección de las empresas petroleras los Cheneys han
escrito la segunda.
Por su parte los Rumsfelds
han llevado a la realidad la parte del proyecto que les corresponde:
"tenemos que aumentar nuestro presupuesto de defensa y tenemos
que promover en el extranjero la causa de la libertad política
y económica". Lo que finalmente queda de todo lo
anterior en la actualidad es la apropiación de la riqueza
ajena y el control del poder a gran escala por su parte. A los
demás les han dado a cambio muerte, destrucción
y dolor sin par. En definitiva, nada nuevo bajo el sol.
El penúltimo capítulo
del proyecto ha sido escrito en Líbano, donde a diferencia
de lo ocurrido en Palestina, Irak y Afganistán, el descalabro
ha sido tan rápido y tan fuerte, que junto al horror producido
por los atacantes se puede observar también una esperanza
y un orgullo enormes en los atacados. Esto no es ninguna garantía
para un porvenir libre del imperialismo y la disparidad de fuerzas
entre unos y otros sigue siendo descomunal; sin embargo, el dolor
por las víctimas se ve atenuado por el triunfo claro de
la resistencia. Sin duda en los demás países citados
se resiste también, pero a un precio pírrico y
con menos esperanza.
Ahora la discusión está
en si el golpe asestado a los poderosos va a dar lugar a un replanteamiento
del proyecto o, al contrario, va a acelerar su consecución.
Con otras palabras, el próximo de la lista de países
liberados y democratizados será Irán y pronto.
Hay intelectuales importantes que son pesimistas al respecto
y autores especializados que también lo son. Con algo
de sentido común se puede coincidir sin problema con ambos
grupos.
Se ha visto que da igual que
las mentiras hayan sido expuestas, que cadáveres y más
cadáveres se vean en la televisión a diario, que
la ineptitud y la corrupción se manifiesten inacabables
y crecientes. Resulta asombrosa la pasividad y complicidad de
los que pueden hacer algo para detener el fatal curso de los
acontecimientos -algo casi antinatural podría decirse.
Salta a la vista la apatía de las masas occidentales ante
el dolor de los árabes y musulmanes, concentrados sin
embargo en la hipoteca o el consumo sin fin.
Su falta de compasión
hacia el otro y de interés por el destino de la humanidad
son la garantía que tienen sus dirigentes y líderes
para actuar con impunidad. Total ¿qué les piden
a cambio de dejarles las manos libres? Nuevas hipotecas y más
megas en sus teléfonos móviles, una ganga. Por
ello apenas hay peligro de que sean llevados algún día
ante un tribunal penal internacional por crímenes contra
la humanidad y crímenes de guerra. También por
ello la responsabilidad del desastre causado no es únicamente
del minoritario grupo de poderosos citados, sino que también
lo es de todos los que les han votado, patrocinado, animado y
justificado, cada uno en su medida.
Despreciar públicamente
a Bush, Blair y sus aliados, así como realizar otras acciones
que manifiestan una voluntad contraria a sus políticas,
no resulta suficiente. Además, si el socialismo y la socialdemocracia
aparentan llevar una política internacional diferente
de la derecha, en realidad se trata únicamente de los
mismos perros con distintos collares. Unos y otros trabajan con
el mismo objetivo: conseguir dinero y poder, de los que cada
uno recibe según lo que invierte en el empeño.
El resultado es que se sacan las tropas de Irak y se trasladan
a Afganistán y Líbano, es decir, nuestro soldado
no se sienta junto al que dispara desde el tanque o arroja bombas
desde el caza, sino que lo hace a distancia en el convoy de avituallamiento.
Mientras, el comandante en jefe, en retaguardia, ocupa su sillón
de piel.
De lo logrado por la resistencia
en Líbano se deriva un puñado de contundentes lecciones
que son tragadas como aceite de ricino en los centros de poder,
comentadas con preocupación y resentimiento por los medios
de comunicación al servicio de aquéllos y celebradas
con fruición por los enemigos del imperialismo.
Es natural alegrarse de la
victoria de la resistencia porque es una victoria del débil
ante el poderoso invasor y sus aliados. Es inevitable sentir
emoción ante la lucha llevada a cabo por Hizbollah. Resulta
esperanzador comprobar que una milicia sacrificada, valiente
y bien dirigida, en nombre de un pueblo y apoyada por éste,
es capaz de poner en jaque a un ejército que no respeta
nada, altamente pertrechado y bien financiado, al tiempo que
torpedea seriamente los planes de sus patrocinadores. ¿Qué
queda ahora de aquél? Lo que era: un grupo de matones
muy valientes con niños y adolescentes armados con piedras.
¿Qué le espera al proyecto estadounidense en Oriente
Medio? Un nuevo Vietnam.
Hay similitudes entre la resistencia
de éste y la de Líbano, entre ellas el empleo de
un arma de origen soviético tan simple, robusta y eficaz
-como la guerrilla que la emplea- que ridiculiza los alardes
tecnológicos occidentales. Cuesta infinitamente menos
que los famosos misiles estadounidenses y su empleo contra los
mejores tanques Merkava israelíes ha dejado a éstos
literalmente con el culo al aire.
A la hora de combatir el proyecto
del Nuevo Oriente Medio, hay que considerar entre las mejores
opciones la financiación de las guerrillas para que se
doten de suficientes armas de este tipo: los RPG (en inglés:
rocket propelled grenade). Han hecho mucho más
por los árabes y por mucho menos que cualquier resolución
de la ONU, acuerdo de paz, ayuda a la democratización,
plan de reconstrucción y colaboración de ongs que
se pueda imaginar.
|