Elecciones sin democracia
Sam Bahour* y Todd May**
The
Electronic Intifada
CSCAweb (www.nodo50.org/csca) 10 de enero de 2005
Traducción para CSCAweb de Natalia Litvina
Los primeros
resultados de las elecciones realizadas en los Territorios Ocupados
dicen que ha ganado el candidato oficial, Abu Mazen. Este artículo
se escribió antes de los comicios y en él se analiza
el carácter nominal de las instituciones que supuestamente
gestionarán las vidas de los palestinos: "Las infraestructuras
palestinas han sido prácticamente destruidas durante 37
años de ocupación y, más recientemente,
por la invasión israelí iniciada en el 2002, con
las incursiones militares que la han seguido. Los palestinos
no controlan los recursos que yacen en sus tierras. Sus calles
están patrulladas por un ejército invasor y sus
movimientos están limitados mediante los humillantes check-points.
Aún no están reconocidas las fronteras de los territorios
de los que los legisladores no van a tener controlalguno. Resumiendo,
los que tengan el honor de ser elegidos para dirigir las instituciones
democráticas palestinas no tendrán nada que dirigir,
nada sobre lo que legislar ni recurso alguno con el que poder
dirigir. Así es la democracia que ofrecen hoy a los palestinos".
En los años 70, el gobierno
de apartheid de Sudáfrica buscó legitimarse permitiendo
elecciones en los Bantustanes, equivalentes a las actuales comunidades
palestinas cercadas en Cisjordania y la Franja de Gaza. El plan
era: si los representantes locales son elegidos por el pueblo,
incluso manteniendo unas aparentes infraestructuras de gobierno,
el resto del mundo dejaría de despotricar sobre la falta
de democracia y legalidad del régimen de apartheid
Tal estrategia presentaba dos
inconvenientes. En primer lugar, el mundo se dio cuenta de que
las ceremonías electorales no hacían la democracia.
En segundo lugar, el principal candidato que los negros sudafricanoas
elegirían para cualquier elección, Nelson Mandela,
seguía encarcelado. En su lugar, el gobierno blanco de
Sudáfrica ofertó sus propios candidatos-colaboracionistas
a los sudafricanos negros.
De todos modos, en el marco
de la llamada política del "compromiso constructivo"
la administración Reagan apoyaba tácitamente dicha
estrategia, aún cuando el Congreso se le opuso firmando
el Acta Anti-Apartheid en el año1986.
Qué poco ha cambiado.
A excepción de la falta de resistencia por parte del Congreso,
la situación en los territorios ocupados por Israel es
idéntica al apartheid sudafricano. Los palestinos están
obligados, por propia voluntad o por la fuerza, a aceptar a candidatos
"adecuados" a las elecciones, los cuales sólo
dispondrán del poder que el gobierno israelí permita,
siendo éste respaldado en todo momento por la administración
Bush.
Instituciones
nominales
Analicemos el carácter
nominal de las instituciones que supuestamente gestionarán
las vidas de los palestinos. Las infraestructuras palestinas
han sido prácticamente destruidas durante 37 años
de ocupación y, más recientemente, por la invasión
israelí iniciada en el 2002, con las incursiones militares
que la han seguido. Los palestinos no controlan los recursos
que yacen en sus tierras. Sus calles están patrulladas
por un ejército invasor y sus movimientos están
limitados mediante los humillantes check-points. Aún no
están reconocidas las fronteras de los territorios de
los que los legisladores no van a tener controlalguno. Resumiendo,
los que tengan el honor de ser elegidos para dirigir las instituciones
democráticas palestinas no tendrán nada que dirigir,
nada sobre lo que legislar ni recurso alguno con el que poder
dirigir. Así es la democracia que ofrecen hoy a los palestinos.
Pero hay más. No es
sólo que el último presidente elegido por el pueblo
palestino estuvo bajo un permanente arresto domiciliario hasta
su muerte, sino que dos miembros actuales del Consejo Legislativo
palestino, que supuestamente tendrían que ser inmunes
a la intejerencia israelí, permanecen hoy día en
cárceles israelíes por el hecho de ser líderes
políticos. Aparte de estos dos presos políticos,
alrededor de 7000 prisioneros palestinos, muchos de ellos líderes
de sus comunidades, permanecen detenidos por Israel.
Digan lo que digan, tanto el
apartheid de Sudáfrica como Israel sólo han reconocido
liderazgos cuando han podido verlos
Probablemente, Sudáfrica
detuvo el derramamiento de sangre en su país compensando
a los negros sudafricanos por la histórica injusticia
cometida contra ellos. Por otra parte, Israel no sólo
no parece ver a los futuros líderes palestinos, sino que
tampoco reconoce que un número cada vez mayor de sus propios
ciudadanos prefieren ser encarcelados a colaborar con la ocupación
israelí.
Los llamamientos a la democratización
entre los propios palestinos sólo sirven a los vastos
propósitos de las administraciones de Bush y Sharon. Semejantes
llamamientos insinúan que el problema real no deriva de
la ocupación de los territorios palestinos, sino del carácter
político de la población palestina. Si no estamos
preparados para la democracia, tal y como la define el invasor
y sus protectores, quizas, pensarán ellos, la ocupación
seguirá estando justificada.
De todos modos, el pueblo palestino
y así como la mayoría de la comunidad internacional
percibe la diferencia entre la verdadera y falsa democracia.
Si bien los palestinos han sido tan prudentes a la hora de ratificar
los cebos institucionales que recientemente se les han ofrecido;
si bien parecen reticentes ante la "generosidad " mostrada
por israelíes y americanos, quizás el problema
no esté solamente en los propios palestinos. A lo mejor
ocurre que lo que exigen los palestinos es una verdadera independencia
en país propio del que tengan un control efectivo. En
otras palabras, la democracia.
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