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Una vez producido el desalojo de los colonos israelíes, el régimen israelí tiene vía libre para experimentar con nuevos modos de control, ataque y opresión sobre la población civil palestina

El Director General de Recepción y Emergencias del Ministerio de Salud Palestino, doctor Mauia Hassanin, declaró que cuatro pacientes palestinos murieron el 18 de diciembre a causa de las "bombas sónicas" y bombardeos sobre el Sur de Gaza.

El doctor Hassinin afirmó que varias personas que llevaban sufriendo dolencias como presión en la sangre, diabetes, problemas de corazón.. etc, murieron el domingo inmediatamente después de que aviones israelíes lanzaran varias bombas sónicas a baja altura.

Al menos 77 personas, especialmente menores y ancianos, acudieron al hospital tras el ataque, presas de náuseas y un estado de confusión; algunos de ellos fueron transferidos a un centro especializado en el sistema nervioso para recibir tratamiento. Algunos de los casos más graves presentaban hemorragias internas en el cerebro, y cinco mujeres embarazadas perdieron sus bebés a consecuencia directa del ataque, una nueva táctica conocida por provocar partos y generar traumas.

Otras consecuencias de los ataques fueron los daños sobre viviendas, edificios y negocios, así como el corte de electricidad como resultado del disparo de un cohete contra un generador eléctrico en Beit Hanoun, al norte de Gaza.

El ejército israelí también disparó a los equipos médicos y policías que intentaron ayudar a los heridos. El doctor Hassani hizo un llamamiento internacional par pedir ayuda al pueblo palestino en tanto se le está negando de la ayuda humanitaria básica.