La mujer árabe entre
lo estereotipado y la necesidad de un cambio radical
Amal Ramsis*
CSCAweb,
3 de octubre de 2005
"No
se pueden ver el velo ni la mutilación sino como un reflejo
de toda la discriminación que sufren las mujeres en todos
los aspectos de vida, primero como mujeres y segundo como miembros
de estas clases sociales que se confrontan cada vez mas con la
explotación sistemática por parte de la clase capitalista
y sus alianzas internacionales".
Durante muchos años
y hasta el momento, y a pesar de todos los cambios políticos
y sociales en el mundo árabe, se concentra el argumento
sobre la situación de la mujer árabe en dos cuestiones
esenciales; el velo de un lado y la mutilación genital
femenina de otro lado. Y cuando decimos "se concentra",
nos referimos a un sector mayoritario del movimiento feminista
occidental y a algunos movimientos feministas dentro de los países
árabes. Se presentan estas dos cuestiones en el mayor
de los casos- como el pilar más importante en el que se
apoye toda la discriminación contra las mujeres, y por
lo tanto hay que alimentar y dirigir todas las fuerzas hacia
el cambio deseado; quitarse el velo y poner fin a la mutilación
genital femenina, algo en lo que hasta el momento no podemos
decir que se haya podido alcanzar algún paso radical;
al contrario, parece que cada vez más la situación
refiriéndonos a estas dos cuestiones- está
yendo hacia atrás.
Si hablamos sobre la situación
de la mujer palestina, se concentra el argumento en la fuerza
que tiene los movimientos islamistas sobre las mujeres como un
factor único y responsable del crecimiento de las mujeres
que llevan velo, y por lo tanto la discriminación contra
ellas; si intentamos acercarnos a la situación de la mujer
iraquí, nos la presentan bajo un velo negro dentro de
unos calles desiertas y sin ninguna fuerza, y si hablamos sobre
la mujer egipcia, se habla de los porcentajes de la mutilación
genital femenina como el problema más grave con la que
tenemos que enfrentarnos; lo mismo se plantea si hablamos sobre
la mujer argelina, la mujer marroquí...etc. Pero con la
dominación de estos argumentos, siempre empezamos y terminamos
discutiendo sobre las prioridades de la lucha contra la discriminación,
sobre el primer lugar a donde hay que dirigirse, con qué
empezamos y en qué cuestión tenemos que concentrar
nuestras fuerzas. Pero quizá ahora tengamos que dejar
estas preguntas a un lado, quizá no es cuestión
de qué primer paso o a dónde hay que dirigirse,
quizá ya tengamos que ver el tema desde otro punto de
vista y de allí descubrimos qué credibilidad pueden
tener este tipo de argumentos.
Entre países árabes
ocupados como Palestina e Iraq- y otros países donde
la pobreza y la falta de derechos esenciales sociales y económicos
necesarios para sobrevivir han llegado a unos niveles desconocidos,
no se pueden ver el velo ni la mutilación sino como un
reflejo de toda la discriminación que sufren las mujeres
en todos los aspectos de vida, primero como mujer y segundo como
miembro de estas clases sociales que se confrontan cada vez mas
con la explotación sistemática por parte de la
clase capitalista y sus alianzas internacionales.
Quizá la palabra "reflejo"
moleste a un sector mayoritario del movimiento feminista, pero
si vemos la cuestión de la mujer desde su origen económico
y social, en este caso hay que buscar las causas de todo tipo
de refugio hacia la religión en el caso del velo-
y al refugio en las tradiciones y costumbres de toda la vida
como en el caso de la mutilación genital femenina-
y dejar de observar los fenómenos lejos de su origen.
En la mayoría de los
países árabes, no sólo las leyes laborales
tienen como primera víctima a la mujer trabajadora en
cualquier sector industrial y administrativo en relación
con la desigualdad de sueldos, sistemas de jubilación
anticipada para mujeres, falta de ningún tipo de servicios
o facilidades maternales, etc..- sino que en algunos sectores
no hay ninguna ley que proteja a las trabajadoras, como en el
sector de la agricultura o el trabajo doméstico. Y si
añadimos todo lo que tiene que ver con las leyes de familia
en cualquier país árabe, donde se tienen como único
objetivo; proteger los beneficios de la familia como una unidad
económica y por lo tanto dar todo el poder a los hombres
quienes desde el punto de vista religioso- son los capaces
de mantener y defender esa unidad; nos encontramos con una situación
donde la lucha de las mujeres no se puede limitar dentro de sus
reflejos sociales como la mutilación o el velo- sino
que es una lucha para cambiar toda la situación de esas
clases y de sus primeras víctimas, que son las mujeres;
las mujeres tienen que dirigir toda su fuerza para organizar
su lucha colectiva para ganar y adquirir los derechos esenciales
económicos, sociales y políticos que les garantizarán
tener la independencia y la capacidad necesaria para afrontarse
ella misma sin ningún tipo de mediadores- con todas
las tradiciones que se utilizaban contra ella y descubrir hasta
que punto se mantenían esas tradiciones, la religión
y la familia para mantenerla siempre al margen de cualquier actividad
y papel social y económico.
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