Portada del sitio > Notícies > El ejército entra en la universidad por 6.000 euros
Viernes 1ro de marzo de 2013, por
El Ejército de Tierra entra en la Universidad. Pero en son de paz: deja fuera las armas y pasa con los libros de historia. Las dos instituciones antagónicas e irreconciliables, aunque irremediablemente condenadas a entenderse, firman un tratado sin precedentes en la universidad española, por el que el Estado mayor y la Universidad Complutense crean la Cátedra de Historia Militar.
El desencuentro perpetuo se ha salvado con 6.000 euros, que es la aportación que el Instituto de Historia y de Cultura Militar ha entregado a dicha universidad para poner en marcha un centro desde el que se realizarán actividades vinculadas al estudio de la historia militar, a saber: conferencias, congresos, seminarios o ciclos de cine. Una vez salvado el escollo de Hacienda, que ha supervisado la entrega de la contribución económica, la firma del convenio precisa el inicio de las actividades el próximo octubre, con un congreso internacional en el que entre los ponentes habrá historiadores y militares.
El ejército subvenciona y la Complutense aporta el personal (un director, un secretario y el consejo asesor) y las instalaciones. La dirección de la cátedra correrá a cargo del historiador del siglo XVI y especialista en historia militar, Enrique Martínez, pero su labor estará supervisada por una comisión mixta formada por dos historiadores y dos militares, el general José Prieto y el coronel Jesús Martínez de Merlo, pertenecientes al Instituto de Historia y de Cultura Militar. Martínez desconoce las credenciales de los dos militares, porque son cargos puestos por el Estado Mayor, pero entre los cuatro deberán trazar las líneas generales de las que se desarrollarán en la comisión asesora.
En busca de la juventud
El coronel Martínez de Merlo tiene experiencia como docente en la universidad para mayores en la Complutense, donde ha dirigido el monográfico ‘Historia militar de España: ejército y sociedad’. Los objetivos del curso que señala el coronel a sus alumnos son: “Mostrar cómo el ejército es una institución vertebral del Estado, mostrar cómo su evolución corre pareja con la de la sociedad que lo sustenta, evolucionando más rápidamente que otras instituciones estatales y dar una nueva visión del pasado de España y, en relación con ella, del mundo”. Las intenciones de la nueva cátedra son similares.
Enrique Martínez explica que con la firma de este convenio culmina un proceso que persigue desde hace muchos años, para alcanzar la colaboración entre la Universidad y las fuerzas armadas. “Al ejército le interesa la Universidad porque quiere llegar a la juventud”, explica Martínez a este periódico. “La colaboración es esencial desde el punto del léxico y de los conocimientos, porque la historia militar tiene un componente técnico que a los civiles se nos escapa, sobre todo, ahora que se ha suprimido el servicio militar obligatorio”, asegura.
Más allá del rescate de la terminología propia, Martínez insiste en la idea de cruzar dos áreas que necesitan debatir y contrastar para llegar a consensos sobre la historia. “La cátedra será un foro de muy diversas tendencias y la incorporación militar a este debate nunca había sucedido”, afirma el historiador. De hecho, la presencia militar en la historia ha tenido en los últimos años un auge extraordinario con la aparición del Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia, donde la presencia de militares es sobresaliente.
Según explica el director de la cátedra, el Diccionario ha sido un “desafortunado ejercicio”. “La selección de algunos autores para determinadas biografías podría haber sido mucho más afortunada”, explica. La inauguración de la cátedra podría ser la oportunidad de saldar viejas cuitas entre militares e historiadores y, de paso, aclarar heridas recientes. A esto también ayudaría que se abrieran definitivamente los archivos pendientes de luz en poder del ejército.
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