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Como ya lo habíamos advertido desde antes del año 2012 en numerosos Informes de Derechos Humanos, comunicados, denuncias y de la misma manera en que el Sistema de Alertas Tempranas lo ha remite pertinentemente: el paramilitarismo en la región aún permanece intacto y constituyen un peligro para la vida, la integridad de los habitantes de la región, un peligro para la verdadera Paz estable y duradera.

A pesar del monitoreo permanente en materia de Derechos Humanos que se realiza desde nuestro comité, el Estado ha negado la presencia de estos grupos y ha omitido acciones que busquen desmontar las estructuras paramilitares en la región.  Fue tal vez tras la caída de alías “Giovani” en enero del año 2012, bajo la consigna de paro armado, cuando se revela lo que todo el mundo sabía: la gran capacidad operativa de lo que ahora se denomina El Clan Úsuga en grandes regiones y departamentos de Colombia; lo más preocupante fue el tratamiento dado por de la fuerza pública y las instituciones estatales, quienes responden con actos de omisión  y ocultamiento del todo el accionar criminal de dicho grupo; más tarde con la captura de Alías “Tierra” se incauta una agenda en la que es clara la nómina paralela existente hacia algunos agentes de Estado que colaboraban con ese grupo paramilitar.

ANTECEDENTES:

27 de agosto 2013, paramilitares con sede de operaciones en la vereda Playa Larga, Sabaleta, Nuevo Antioquia (Turbo), llegan a Rodoxali y luego se desplazan hasta la vereda La Hoz, bajo la lema de amenazar a los campesinos, por ello varias familias se ven obligadas a desplazarse forzadamente. Se sabía de la presencia del ejército nacional, pero no hubo acciones tratar de proteger a las comunidades campesinas que siguen siendo el blanco de los criminales.

Los asesinatos cometidos por los paramilitares: el señor José Pacheco por método de asfixia mecánica (6 de agosto 2013), Nelson Cartagena García- Líder de la  Junta de la Acción Comunal de la vereda Aguas Frías (01 de agosto de 2013), el 15 de Mayo 2014 es asesinada la señora María de la Cruz Guerra de 68 años de edad, y el más reciente asesinato: Ernesto Guzmán el día 21 de septiembre de 2015 que de nuevo las instituciones del Estado intentan desviar la atención sobre los móviles y los victimarios de estos asesinatos.

En noviembre del año 2015 la presencia paramilitar, con lista en mano anunciaron el asesinato de varios líderes comunales y habitantes de la Vereda La Esperanza y otras cercanas, por ello varias familias decidieron desplazarse hacia la escuela del sector. Además amenazaron con volver a los tiempos del año 1996 y 1997 donde fueron más crudos los actos barbáricos contra la población. Toda esta información la hemos dado a conocer oportunamente a las autoridades del Estado, pero aún continúa la desidia para tratar de prevenir y proteger a los campesinos de San José de Apartadó.

HECHOS:

Desde el pasado 20 de marzo hay una fuerte presencia paramilitar en las veredas la Esperanza, La Hoz, Rodoxalí, El Porvenir, además se vienen presentando intensos combates entre los paramilitares mal llamados Gaitanistas o Clan Úsuga y al parecer la guerrilla de las Farc-Ep. Los combates dejan a la población civil en peligro inminente y generan el miedo, la zozobra constante. La presencia de estos grupos es permanente en la zona, ya se han presentado algunos daños a propiedades, amenazas de muerte hacia algunos líderes comunales, hostigamientos verbales, torturas por parte de los paramilitares contra algunos moradores. Es necesario mencionar y recordar que la presencia armada de estos grupos siempre ha sido denunciada por parte de nuestro comité sin que hasta el momento las autoridades intervengan contundentemente para proteger a la población.