El Martinete - Número 16

Septiembre de 2003

 
Algunas cuestiones sobre sindicalismo
 

 

Hasta ahora, El Martinete había renunciado conscientemente a tratar asuntos de la resistencia económica de los trabajadores al capital, esto es, cuestiones sindicales. Entendemos que, si bien se trata de una de las vías de incorporación de los obreros políticamente atrasados a la lucha de clases, es también la expresión de la misma en la que más poderosamente se manifiesta la mentalidad burguesa de la masa asalariada y, por lo tanto, en la que más fuerte resulta la sumisión de ésta a la aristocracia obrera vendida al imperialismo (los genuinos piquetes de huelga, los actos de solidaridad obrera como el Campamento de los trabajadores de Sintel, etc., son excepcionales en el momento presente). Hoy, en cambio, la reactivación del proceso de la Revolución Proletaria Mundial exige que desplacemos nuestra enfoque, nuestra línea de masas, hacia los sectores de vanguardia de la clase, los más conscientes. Sin embargo, entre estos partidarios de la revolución social, predominan quienes, en la práctica, subordinan las metas finales a su vinculación inmediata con los movimientos reivindicativos de las amplias masas. Luego, están los que han comprendido que esto equivale a renunciar a los principios revolucionarios y concluyen erróneamente que el problema radica en la posición que ocupa el proletariado de los países imperialistas dominantes que lo volvería necesariamente reaccionario (tercermundismo cuya raíz filosófica se hunde en el materialismo vulgar). Así pues, hemos comprendido la necesidad de prestar cierta atención a esos sectores mayoritarios de la vanguardia proletaria que todavía no comprenden que, ante todo, hay que resolver teóricamente los problemas esenciales y universales de la revolución que nos ha legado toda la experiencia anterior de nuestro movimiento, así como el progreso material y espiritual de la sociedad. Prestarles atención, en el sentido de luchar por convencerlos de esta prioridad y de que aquí también hay explotación, opresión y condiciones objetivas suficientes para la revolución socialista, pero faltan las subjetivas, precisamente las que dependen de nosotros.

 

A continuación, presentamos dos artículos. El primero es un sencillo estudio sobre la progresiva pérdida de poder adquisitivo de los funcionarios del Estado español, basado en un texto que circula por la red informática, corregido en cuanto a su estrechez de miras políticas y en cuanto a errores de cálculo. Vale la pena comentar al respecto que una parte considerable de los funcionarios son, por su situación económica y su papel en la división social del trabajo, parte integrante de nuestra clase (exceptuando los niveles superiores y medios, así como los que componen las fuerzas represivas: ejército, policías, judicatura, prisiones, etc.). Pero, al mismo tiempo, se trata de un sector que goza de mejores condiciones que la mayoría de los obreros y que alimenta la máquina burocrática de los sindicatos oficiales del capital, por lo que debe englobarse dentro de la aristocracia obrera. Pues bien, a pesar de esto último, sufre bajo el régimen burgués una merma de su capacidad económica. Qué no ocurrirá por consiguiente con las masas mayoritarias de nuestra clase que carecen de empleo y/o migran continuamente de una empresa a otra, de un sector a otro, sin consolidar derechos de antigüedad, que agotan sus fuerzas en jornadas extensas o intensas de trabajo, que por su origen ven usurpados sus derechos de ciudadanía para reclamar el amparo de la ya muy parca legislación laboral y sufren la persecución de las autoridades, etc., etc. Los oportunistas sindicales ya no sólo promueven la resignación ante la explotación brutal que sufren esas masas profundas del proletariado, sino que silencian incluso las cifras más esclarecedoras acerca del deterioro económico de sus sectores menos perjudicados. Y los críticos que se mantienen en el terreno sindical resultan incapaces de reunir fuerzas suficientes para derrotar a esos traidores. ¿Cuál es la causa profunda de esta desgracia y cómo remediarla? Eso es lo que intenta responder el segundo de los artículos.

Análisis sobre la evolución del sueldo de los funcionarios

Acerca del sindicalismo, sus limitaciones y cómo superarlas