ECOLOGISTAS EN ACCION DE CASTILLA-LA MANCHA considera muy criticable, sorprendente e ilógico el voto positivo dado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha al proyecto de Plan Hidrológico Nacional aprobado en la reunión de ayer del Consejo Nacional del Agua. Con esta decisión la Junta de Comunidades apoya un proyecto que resulta desde todos los puntos de vista insolidario, desarrollista y de fuerte impacto medioambiental, y que no va a resolver ninguno de los principales problemas que afectan negativamente a la gestión del agua en el conjunto del territorio castellano-manchego.

Resulta sorprendente el apoyo de la Junta al PHN por dos razones fundamentales. La primera es que, a pesar de haber sufrido y criticado en numerosas ocasiones el funcionamiento y consecuencias del trasvase Tajo-Segura, haya sido capaz de admitir sin rubor que ese modelo insostenible de gestión del agua se traslade ahora al Ebro. La otra desagradable sorpresa resulta del hecho de que existe una notable diferencia entre las peticiones que presentó en su día como alegación la Junta de Castilla-La Mancha al borrador del PHN y los grandilocuentemente llamados “resultados históricos para la región” obtenidos en realidad.

En efecto, del análisis del documento del PHN aprobado ayer, hay que constatar que Castilla-La Mancha apenas ha conseguido consolidar algunos derechos que ya estaban recogidos en la legislación vigente (reserva estratégica en los embalses de Entrepeñas y Buendía y respeto a los Planes Hidrológicos de las Cuencas) y una serie de compromisos vagos e inconcretos, sin previsión de objetivos, para recuperar la calidad de aguas del río Tajo y para desarrollar sosteniblemente la Cuenca del Alto Guadiana. Todas ellas medidas o actuaciones ya conocidas y planteadas desde hace muchos años y, que si no han sido puestas en práctica en su día, tampoco parece que sea muy probable que se acometan ahora. Mucho menos, si tenemos en consideración el hecho de que la prioridad del Gobierno de Aznar en materia hidrológica es casi exclusivamente dar satisfacción a las demandas de los regantes del sureste español.

Por el contrario, en el PHN no se incluye nada de la solicitud de la Junta de reducir a la mitad los volúmenes de agua a trasvasar por el Tajo- Segura, ni de la recuperación de los caudales ecológicos en el Tajo, y que la misma Junta cifra en un mínimo de 12 metros cúbicos por segundo en Aranjuez, ni de la protección de los acuíferos de La Mancha y Albacete, ni de la protección y defensa de los ecosistemas ligados al agua, ni de la reforma de la Administración Hidráulica. Ejemplos todos ellos que ilustran el giro de 180º que en apenas dos meses ha dado la Junta en su postura respecto al PHN.

Desde ECOLOGISTAS EN ACCIÓN DE CASTILLA-LA MANCHA se considera que la Junta, con el presidente Sr. Bono a la cabeza, ha hecho un flaco favor a la defensa de los intereses medioambientales y de gestión del agua en nuestra Región y que debiera explicar con detalle los beneficios reales que va a suponer el PHN para Castilla-La Mancha y los motivos que les han movido a no defender en su integridad las alegaciones presentadas en su día.

Con esta decisión sobre el PHN, a la que hay que sumar la adoptada en su día con relación al AVE Madrid-Levante, el Sr. Bono demuestra su alejamiento definitivo de la defensa de un modelo de desarrollo sostenible, integrador y respetuoso con el medio ambiente para Castilla-La Mancha y su pérdida definitiva de sensibilidad ambiental a la hora de tomar decisiones.