En defensa de las mujeres que, «legítimamente, han decidido emplear su derecho a interrumpir voluntariamente su embarazo no deseado dentro de los supuestos que establece la ley», algo más de un centenar de personas se manifestaron ayer en la plaza de la montañeta de Alicante, así como en otros puntos de España.
La movilización tenía como objetivo protestar ante las recientes detenciones y actuaciones judiciales contra clínicas abortivas y mujeres que han abortado, «lo que supone un acoso hacia estas personas y una criminalización al tratar a estas mujeres como delincuentes», aseguraba ayer la portavoz de la plataforma feminista de Alicante -entidad que convocaba el acto-, Angustias Bertomeu.
Los congregados, con la lectura de un manifiesto, denunciaban públicamente la situación de estas mujeres y profesionales de clínicas, así como la «manipulación de la ultraderecha y de la cúpula de la Iglesia», a la vez que solicitaban al Gobierno que «el derecho a abortar se garantice en la red sanitaria pública, que se complete la legislación actual para eliminar al aborto del código penal y que se abra un proceso de negociación con mujeres y centros sanitarios».
«Asimismo, queremos dejar constancia de que, ante la facilidad de aprovechar el momento por parte de los partidos de la derecha ante la proximidad de las elecciones, esta movilización no es contra el PSOE ni el Gobierno», señaló Bertomeu.
Tras la lectura, los manifestantes emprendieron una recogida de firmas en las que los rubricantes se autoinculpaban de haber interrumpido su embarazo. El destino de los papeles era el juzgado de guardia y su fin consistía en bloquear el proceso de detenciones a mujeres que han abortado mediante un aumento incontrolado de las denuncias.
Esta misma acción fue llevada a cabo ayer por la mañana por el candidato de Esquerra Unida por Alicante a las Cortes Generales, Miguel Ángel Pavón, y otros militantes del partido, quienes acudieron a los juzgados de Benalúa para autoinculparse, «en caso de ser mujer, por haber interrumpido voluntariamente el embarazo de forma consciente y responsable, y, en caso de ser hombre, por haber acompañado a una mujer a interrumpir voluntariamente su embarazo, en solidaridad con las mujeres a las que se está dificultando su derecho a dicha interrupción».
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