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Un coronel israelí afirma: "No hay civiles en zonas de guerra"

Uno de los testigos, presentado ante el tribunal como Yossi, era coronel del cuerpo de ingenieros y responsable de redactar los manuales de operaciones, entre otros equipos militares, para las excavadoras. En su testimonio repetidamente insistió en que no hay civiles en zona de guerra.

Rachel Corrie Foundation. Nota de prensa. 6 septiembre 2010
Traducción: Juan Pablo Crespo

Haifa, Israel – Varios testigos del Estado testificaron el lunes 6 de septiembre de 2010 en el tribunal del distrito de Haifa en el curso del proceso civil interpuesto por la familia de Rachel Corrie contra el Estado de Israel por el vil asesinato cometido contra ella en Rafah, Gaza.

Rachel Corrie, una defensora norteamericana de los derechos humanos, natural de Olympia (Washington), fue aplastada hasta la muerte por una excavadora del ejército tipo Caterpillar D9R, el 16 de marzo de 2003 durante un acto no violento en contra de las demoliciones de casas palestinas.

Uno de los testigos, presentado ante el tribunal como Yossi, era coronel del cuerpo de ingenieros y responsable de redactar los manuales de operaciones, entre otros equipos militares, para las excavadoras. También dirigió una simulación de lo que el conductor de la excavadora habría sido capaz de ver. En su testimonio:

• Repetidamente insistió en que no hay civiles en zona de guerra. Esta afirmación no se corresponde con la realidad de los Territorios Palestinos Ocupados, así como con lo establecido en el derecho internacional humanitario que contempla el amparo de la población civil en situaciones de conflicto armado.  
• Yossi contradijo su propio testimonio dado a los investigadores militares en marzo de 2003, en el que decía que el transporte blindado de personal (APC en inglés) presente en el incidente estaba para tratar de proteger tanto a los soldados como a los civiles. Hoy ha dicho que el APC estaba allí solo para la seguridad de los conductores. 
• En su declaración jurada, escribió que dirigió una recreación del incidente. Sin embargo, hoy declaró que no recreó la escena, sino que más bien filmó una excavadora del mismo modelo con un operario y otro soldado para hacerse una idea de lo que el operario pudo haber visto en el incidente. También dijo que no había visto el video de vigilancia militar para hacer su simulación.   
• Yossi afirmó que el manual de instrucciones para las operaciones de ésta   maquinaria en conflictos de baja intensidad no se aplica a situaciones de conflicto real sino sólo para entrenamiento y actividades administrativas.
• Yossi declaró que el conductor de la excavadora y el mando tienen exactamente el mismo campo de visión y que el mando se sentaba al mismo nivel del conductor. Esto contradice los testigos expertos gubernamentales que afirman que el mando tenía mejor campo de visión porque se sienta más alto.

Otro testigo del Estado, el mayor Yoram Manchori, testificó como experto en ángulos de visión de excavadoras. Fue el responsable de compra de equipo pesado de ingeniería y prepararlo para uso militar. En mayo de 2010, creó una simulación animada sobre el campo de visión que podrían tener el conductor de la excavadora y el mando.    

• Manchori recalcó que utilizó para la simulación una excavadora idéntica a la que asesinó a Rachel. Sin embargo, la excavadora que recreó tenía las ventanas protegidas con múltiples barras, mientras que la excavadora que aplastó a Rachel no las tenía. Al informarle de esta apreciación dijo que las barras no repercutían en la visibilidad.

• La recreación de su simulación la hizo sobre un terreno que era muy diferente al que ocurrieron los hechos.

• Decidió recrear el lugar de simulación de las excavadoras en base a información facilitada por testigos oculares después, una vez transcurridos cerca de 7 años, del incidente. Ni contrastó esa información con lo relatado por testigos oculares en la época del asesinato, ni tampoco se valió del video de vigilancia militar tomado que grabó el incidente.    

• Manchori testificó que el precio de una excavadora Caterpillar D9R es actualmente de 700.000 dólares y el coste suplementario de prepararla para usos militares es de 200 a 250.000 dólares, datos no revelados previamente. A la vista de esto, ahora se sabe que el coste de acoplar una cámara, aspecto tan a menudo mencionado como prohibitivamente caro, supondría menos del 10% del precio de la excavadora.

• Manchori testificó que después de la muerte de Rachel los militares israelíes instalaron cámaras en una excavadora pero debido al alto coste, limitado incremento en el campo de visión y otros problemas, su instalación fue interrumpida.

• Manchori afirmó que, previamente al asesinato de Corrie, los militares israelíes examinaron el campo de vision de la excavadora D9R y que él personalmente había envíado tres planos de los resultados a los investigadores militares en marzo de 2003. En la session de hoy el abogado de los Corrie pidio obtener una copia de este informe por considerarlo necesario para analizar las declaraciones que, sobre la visibilidad de la excavadora, se hicieron durante la investigación del asesinato de Rachel por la policía militar. El Estado alegó que dicho informe estaba clasificado y no debería ser autorizado como prueba, aunque el Tribunal Supremo israelí ya dictaminara que este informe era relevante para el caso, el juez Gershon defendió la posición del Estado.

En relación con las múltiples referencias sobre que no hay civiles en zonas de guerra, Cindy Corrie, la madre de Rachel dijo: “Esto fue sorprendente para nuestra familia y otras personas en la sala. Rafah es una ciudad densamente poblada, de hecho, Rachel fue asesinada defendiendo el hogar de dos familias palestinas- un farmacéutico, un contable, sus esposas y niños pequeños. Resultaría extremadamente perturbador para su existencia ser tajantemente negado.”
Entre los asistentes a la sesión de hoy se encontraban representantes de la embajada de EEUU,  y representantes de las organizaciones Human Rights Watch y Adalah, una organización de juristas y derechos humanos.

El juicio tiene programado reanudarse en octubre, momento en se espera que testifiquen el conductor y el mando de la excavadora, y el responsable del equipo de la policía militar que investigó el asesinato de Rachel.

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