En respuesta a:
29 de mayo de 2018
A los diecinueve o a los veintiuno muchas de nosotras fuimos portadoras de un letrero luminoso que alumbraba nuestra ingenuidad y nuestra capacidad de asombro, y, a ciegas, nos lanzamos a jugar a un juego desconocido
Mientras lo hacíamos, algunas –demasiadas- fuimos agredidas sexualmente porque (...)