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5 de diciembre de 2017
María Márquez Guerrero Universidad de Sevilla 04-12-2017 Público
La primera vez que leí el soneto XIII de Garcilaso se despertaron en mí emociones intensas y contrarias: junto a la maravilla ante la belleza de una lengua que fluye envolviéndote y retorciéndose, como los brazos y los pies de Dafne, (...)