El presunto homicida, de 63 años, fue arrestado en su casa, donde se halló el cuerpo de su hermana, de 71, acuchillado en el cuello. La familia, indignada por la desatención de la Xunta con el arrestado, con problemas psiquiátricos
Ana J. Pastor 04/ABR./24 Atlántico
María del Carmen Docampo E., de 71 años, moría ayer de forma violenta acuchillada en el cuello presuntamente por su hermano, Juan, de 63 años, en la vivienda del hombre en el número 64 de la rúa dos Curros, en Lavadores, a la que había acudido para atenderlo. Los hechos se conocían sobre las 13:20 horas, cuando un particular daba aviso al 112 solicitando ayuda para un familiar que estaba tendido en el suelo. La mujer había sido acuchillada en el cuello y yacía sin vida en la planta baja de la casa con fallado en la que reside su hermano. Desde emergencias fueron movilizados sanitarios, Policía Local y Policía Nacional. Los efectivos solo pudieron certificar su fallecimiento.
En el interior de la vivienda, además del cadáver, se encontraba el hermano, que fue arrestado como presunto autor de los hechos y trasladado hasta las dependencias de la Comisaría en López Mora, a la espera de prestar declaración.
Se trata de una persona con problemas psiquiátricos, tutelado por la Funga (Fundación Pública Galega para a Tutela das Persoas Adultas), que, según explicaron familiares y vecinos, protagonizaba incidentes con frecuencia debido a su enfermedad.
Miembros de una familia numerosa de siete hermanos, María del Carmen era la que se encargaba de cuidarlo, “le visitaba, le llevaba comida, o lo que necesitara”, explicó un allegado, a pesar de que ella misma era una persona dependiente, pues tenía problemas de movilidad.
Ayer por la mañana, la víctima se desplazó desde su casa, en Cambeses, para ayudar a Juan, que supuestamente habría tenido una reacción violenta con ella debido, según las primeras hipótesis, a un deterioro de su salud mental.
Aunque algunos vecinos aseguraban que últimamente estaba más tranquilo, lo cierto es que la familia mostraba su indignación por la “desatención de la Xunta”, “era una persona que tenía que estar ingresada". Sus reacciones, también asociadas a una adicción, eran imprevisibles, “pero nadie hacía caso. Llevábamos días llamando sin respuesta”, comentaban a las puertas del inmueble.
La comisión judicial, formada por el titular del Juzgado de Instrucción 2 de Vigo (en funciones de guardia), el letrado judicial, la forense y la fiscal se trasladaron hasta el lugar de los hechos, autorizando el levantamiento del cadáver pasadas las tres de la tarde y su traslado para la realización de la autopsia. Mientras, agentes de la Policía Científica inspeccionaban el escenario del crimen, del que recogieron una bolsa de la compra, que supuestamente habría llevado la víctima hasta la casa, así como el bastón que utilizaría para caminar.
Por su parte, la Policía Judicial inició una investigación, interrogando a los allegados, varios de ellos vecinos, así como a los familiares directos, el marido y los hijos de la víctima que se acercaron también hasta la casa, donde se vivieron escenas de enorme dolor, por una “auténtica tragedia para todos”.
“Estamos destrozados, no hay medios en salud mental"
Familiares del detenido y víctima se mostraban ayer “totalmente destrozados” por una tragedia que a su juicio podía haberse evitado, pero “faltan medios en salud mental”, explicaba un allegado. Juan, el presunto homicida, vivía desde hacía años en esa vivienda él solo, aunque tiene un hijo, este reside actualmente en Ferrol.
Además de la tutela de la Funga, obtenía ayuda de servicios sociales en concreto Xantar na Casa, de atención alimentaria a personas mayores y de especial fragilidad, y, aunque estaba a tratamiento, “no era suficiente”.