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Sarah Polley declara el dolor universal de las mujeres y reivindica el matriarcado en ’Ellas hablan’

Viernes 17 de febrero de 2023

Nominada al Oscar a mejor película y mejor guion adaptado, la película es el encuentro con la rabia y la tristeza milenarias de las mujeres y una revelación de la fe en la no violencia y el diálogo.

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Las actrices Jessie Buckley, Kate Hallett, Michelle McLeod, Liv McNeil, Rooney Mara, Claire Foy, Sheila McCarthy y Judith Ivey en la película ’Ellas Hablan’. — Universal Pictures

MADRID 15/02/2023 BEGOÑA PIÑA Público

"He hecho unos cálculos sencillos: entre 2005 y 2009 más de trescientas mujeres y niñas de Molotschna fueron anestesiadas y agredidas en sus propias camas. Se producía, de media, una agresión cada tres o cuatro días", escribe August Epp, cronista de una reunión de urgencia que mantuvieron aquellas mujeres a las que se refiere. Es ficción –la novela de Miriam Toews Ellas hablan, ahora también película- y es realidad, en esos años, en una colonia menonita de Bolivia, las mujeres fueron drogadas con anestésico para animales y violadas brutalmente.

Ellas hablan "es tanto una reacción a través de la ficción a estos hechos reales como un acto de imaginación femenina", escribe Toews en su libro (mejor libro del año 2018 según The New York Times), ahora adaptado al cine por la cineastas canadiense Sarah Polley. Idea de la actriz y productora Frances McDormand, que la compartió con la productora Dede Gardner, la película es una declaración del dolor universal de las mujeres y una emocionante manifestación de lo que significa ser mujer hoy en el mundo.

Nominada al Oscar a la mejor película y mejor guion adaptado y ganadora de premios para todo el reparto y para el guion, Ellas hablan cuenta la reunión que tiene un grupo de mujeres de una colonia religiosa, agredidas sexualmente de forma salvaje durante años, en el momento en que algunos hombres de la comunidad han sido detenidos y el resto ha ido a la ciudad a pagar sus fianzas para liberarlos.

Tienen muy poco tiempo para decidir qué van a hacer. No saben leer ni escribir, no las han permitido nunca ir a la escuela, y los hombres las han dicho que decidan: o les perdonan o serán expulsadas de la colonia y, por tanto, del reino de Dios. Las opciones para ellas son otras. Las mujeres votan poniendo cruces sobre dibujos que representan sus alternativas: no hacer nada –solo una de ellas opta por ello-, quedarse y luchar o marcharse.

Nunca más así

Rooney Mara, Claire Foy, Jessie Buckley, Judith Ivey, Sheila McCarthy, Michelle McLeod, Kate Hallett, Liv McNeil y August Winter son estas mujeres. Con ellas, su ira, su miedo, el dolor y la angustia, pero también una gran determinación, ya nunca más van a vivir así. Frances McDormand, la ’madrina’ de la película es Scarface Janz, temerosa y rendida, la persona que recuerda al mundo que hay mujeres que tienen tanto miedo que prefieren no hacer nada. Y un hombre, el británico Ben Whishaw, interpretando a August Epp, al que echaron de la colonia de niño por las ideas y el comportamiento de su madre, que ha vuelto como maestro. Ahora escribe las actas de esta histórica reunión.

Ellas hablan es un manifiesto femenino y feminista, una revelación de la fe en la no violencia y el diálogo, en la convivencia y la empatía. Ona, Agata, Miep, Autje, Salome… todas las mujeres concentradas en este granero aislado en mitad del campo son diferentes, tienen ideologías enfrentadas, vínculos con la religión distintos, pero todas las mujeres son una. "Creo que la resiliencia de este grupo como colectivo es algo que nunca había visto –dice Sarah Polley en sus notas de dirección-. Lo que han sido capaces de afrontar como grupo unido es portentoso".

Iluminar el matriarcado

Aunque la acción se desarrolla en 2010, la película habla a todos hoy. Una de cada cinco mujeres españolas ha sido agredida sexualmente (Informe CIS). Una de cada veinte mujeres en el mundo de entre 16 y 59 años ha sido víctima de un delito sexual grave (Informe CESW, 2013). En nuestro país el incremento de los delitos sexuales (conocidos) entre 2012 y 2022 ha sido del 88,9% (de 9.008 a 17.016). La plaga letal se extiende.

Las mujeres ya nunca más viviremos así, deciden estas mujeres, decidimos todas. ¿Qué debemos hacer? La escritora Miriam Toews, la cineasta Sarah Polley y todo el equipo de esta película se preguntan si existe la posibilidad de perdón a siglos de violencia machista, si la respuesta es la venganza, se plantean qué será de los hombres que participan del feroz patriarcado cuando ellas se vayan. Pero, sobre todo, las mujeres planean, reforzadas por el inmenso poder de la comunidad femenina, un futuro sano, pacífico, próspero y amable para ellas y para sus hijos. Un buen futuro en un mundo mucho mejor.

"Nos hallamos en una época muy confusa y exigente de reconocimiento y reconciliación entre géneros. Creo que el exámen que el libro de Toews hace de este asunto es acertado, interesante, serio y sorprendentemente entretenido", ha escrito Frances McDormand, que subraya que con esta película "no se trata de derrotar el patriarcado. Se trata de iluminar un matriarcado que lleva ahí desde tiempos inmemoriales".

"Convertir el dolor en combustible"

Y ’matriarcado’ es, probablemente, una muy buena palabra para definir el rodaje de la película, "un equipo de producción matriarcal. Lo importante era la colectividad. Nadie se daba golpes en el pecho", recuerda McDormand, impulsora de un trabajo excepcional. Ellas hablan es una auténtica anomalía, un rodaje con mayoría de mujeres donde se discutió cómo ser mujer en el mundo de hoy.

Ser mujer en un mundo de violencia machista es "convertir nuestro dolor en combustible" –dice uno de los personajes-, romper el silencio y nombrar lo que nunca se ha dicho antes, dejar atrás la oscuridad, "siempre avanzando, nunca luchando". "Cuando tratas de imaginar qué se puede hacer, si es que acaso se puede hacer algo, mi respuesta siempre es: no rendirse- ha dicho la compositora de la banda sonora, Hildur Guðnadóttir-. Porque, en última instancia, como en la película, es al unirnos cuando somos más fuertes".

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