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La Poderío: Periodismo y feminismo andaluz

Domingo 19 de junio de 2022

Por Juan Guillermo Archila Mesa

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Uno de los proyectos ganadores de los X Premios AMECO "Prensa-Mujer"

Madrid, 16 jun 22. – AmecoPress

En la X edición de los premios AMECO ‘Prensa-Mujer’, la Red La Poderío y su revista digital, ha sido reconocida por su labor periodística con perspectiva de género. Desde el periodismo de investigación y la reivindicación de las mujeres que viven en Andalucía, el equipo de La Poderío (@lapoderiofem) visibiliza las historias de personas "reales" y en las que los medios de comunicación tradicionales no ponen la mirada.

El proyecto nace con la intención de empoderar a las mujeres desde el discurso y el periodismo: un periodismo feminista y también territorial. El equipo, formado por nueve mujeres, ha ido generando vínculos de amistad y aprendiendo por el camino, convencidas de que la comunicación es una herramienta para aportar positivamente al cambio y concienciar del actuar sistemático del heteropatriarcado, que criminaliza y discrimina a las mujeres. Más que resistir, construyen.

¿Qué es La Poderío?

Empezamos por el principio, La Poderío es una Red de feminismo andaluz que surgió en 2017. Nos constituimos como red de comunicadoras, feministas andaluzas y nuestra herramienta en esta red es la revista. El nombre de La poderío viene de un post que leímos sobre el poderío y el empoderamiento de la mujer, en español y en andaluz, nos gustó mucho, así que decidimos también feminizar la palabra poderío. La revista está constituida, inicialmente, por nueve integrantes: Auxi, María, Lola, Rocío, Ruth, Antonia, Laura, Amal y yo, Lucía, pero actualmente, activas somos siete.

¿Por qué crearon La Poderío? ¿Cómo surgió la idea?

Lucía: Bueno, también empiezo por el principio. Pues, yo, Lucía, trabajaba como corresponsal y además colaboraba en otra revista feminista prima, que tenemos de referente: Pikara Magazine. Un día leyendo la contraportada de un periódico, ponían: "no llores como una mujer lo que no supiste hacer como un hombre" junto a la foto de Pedro Sánchez. Era un momento también importante en la historia del gobierno español y por eso esta contraportada. Nos enfadamos muchísimo porque dentro de los medios de comunicación no nos sentíamos representadas ni como mujeres ni como mujeres que habitaban el sur de España, que habitaban en Andalucía. Todas no somos andaluzas, hay compañeras que son de Valladolid, de Canarias, de Rifeña, pero todas tenemos algo en común y es qué habitamos este mismo Sur. Por esto, decidimos utilizar esta herramienta y estrategia informativa y crear la revista. Conocí a Lola en una charla, le comenté la idea y dijo: cuenta conmigo para lo que sea. Y así fue, conté con ella, y se fundó uno de los proyectos más bonitos de mi vida, que es La poderío. A partir de ahí también fuimos uniéndonos más compañeras, pero sobre todo más amigas. Es importante también señalar que este proyecto no sería posible sin la unión de amigas, de compañeras, es algo que también lo hace especial y lo hace único.

Rocío: Esto último para mí es muy importante y es que La Poderío cuando nace, nace como el proyecto a raíz de la idea de Lucía, pero no nace como un proyecto de amigas. No solo no éramos amigas, sino que tampoco nos conocíamos. Venimos de sitios distintos, hemos estudiado en sitios distintos, tenemos experiencias vitales distintas y a mí me parece que es importante porque nosotras hemos ido haciéndonos amigas conforme el proyecto ha ido avanzando. También hemos aprendido del feminismo y a ser también muy sororas entre nosotras: a querer hacer otro tipo de comunicación con otras pautas, desde el respeto, desde el apoyo mutuo. Quiero decir que para mí es importante resaltar que La Poderío nace como un proyecto de compañeras, de compañeras comunicadoras y compañeras comunicadoras feministas. El feminismo aquí es muy importante porque es el primer trabajo en el que estamos haciendo comunicación.

Aunque también es muy doloroso y es muy complicado, por las denuncias y los temas que escribimos, pero ese apoyo mutuo y esa sororidad también la hemos hecho gracias al feminismo. Y me parece que es muy importante saber encontrarse también en estos espacios, respetando mucho los tiempos, respetando mucho las situaciones de cada una. Lucía, efectivamente, fue la que inició todo esto y yo no conocía a muchas de las compañeras que tengo en La Poderío y que me ha parecido un encuentro maravilloso.

Apostamos por un periodismo que tenga esa perspectiva de género, pero también con un acento territorial muy marcado

¿Por qué enfatizar su periodismo en Andalucía y por qué hablar de un feminismo andaluz?

Lola: Los medios que hay son la rama de los medios con mayor incidencia y casi todos con base en Madrid o en Cataluña. Entonces, sencillamente, porque es necesario que nosotras conozcamos (y todas las andaluzas) lo que pasa en nuestra tierra y los periódicos y telediarios tradicionales no ayudan. No ayudan porque son de cadenas y grupos editoriales que no son andaluces. En las noticias, salvo la radiotelevisión andaluza que es la autonómica nuestra, por supuesto, no dan información de todo lo que pasa en Andalucía. Y si hablamos de información de las mujeres y de todo lo que está pasando en el feminismo andaluz, pues de eso no vamos a encontrar prácticamente nada. Entonces, teníamos que sacar todo lo que pasa en esta tierra y estamos sacando todo lo que pasa, pero también estamos aprendiendo de la grandeza que existe aquí. Un espacio enorme, con muchísima riqueza, con muchísimas cosas positivas y con unas mujeres sumamente valientes.

Ruth: Dos ejemplos positivos, al hilo de lo que decía Lola de la individualización de ciertos temas, que son muy nuestros y tienen un impacto específico en Andalucía. Hay dos ejemplos que creo que La Poderío podría citar, ya que nos hemos posicionado, precisamente, dotando a las lectoras y a las personas que aparecían también en los artículos como sujetos activos y no pasivos de la acción. El primero tiene que ver con la cobertura de las trabajadoras de los frutos rojos. Y el segundo, se relaciona con el derecho a la vivienda. Observar cuáles son las características específicas que tiene la falta de acceso a derechos básicos sobre estas personas, que sean ellas las que cuenten a lo largo del tiempo y su evolución, pone el foco mediático en un momento determinado en Huelva, en Málaga o en Almería.

Lucía: Yo solo quería añadir que, como ha dicho Lola y como dice Ruth, Andalucía es la comunidad autónoma de España más poblada, por lo tanto, también más diversa. Tiene un territorio muy extenso, donde nada tiene que ver la gente que vive en los pueblos con las de las capitales o con las de las provincias. Nuestro lenguaje, nuestro acento, son diferentes en Córdoba y Málaga y son vecinas, colindan la una con otra. Eso quiere decir que hay mucha diversidad cultural y mucha diversidad social. Hay muchas mujeres y gran parte del feminismo en Andalucía es un referente, que forma parte de nuestra historia y que no se conocía. Es importante conocer estas historias de mujeres para seguir construyendo nuestro legado: tanto lo que queremos ser como lo que ya no. Sin embargo, no solo era importante que en Andalucía tuviésemos consciencia de esa historia y de esa memoria propia, sino que también había que decirle al resto del mundo, al resto de España, quiénes somos, ya que, como sabemos, sobre Andalucía hay unos clichés, unos estereotipos que nos marcan de una forma u otra, nos señalan, y esos estereotipos no siempre son verdad o nunca son verdad. Necesitamos romper con esos estereotipos de Andalucía para arriba porque es momento de decir, también, quiénes somos y, sobre todo, que aquí estamos.

Ruth: voy a reiterar esa frase: romper esos estereotipos de Andalucía para arriba.

Lola: Bueno, quiero añadir es que a nosotras siempre se nos pregunta por qué enfatizamos nuestro periodismo con perspectiva territorial, y la verdad es que es muy curioso, porque nunca se le pregunta a una televisión generalista por qué hacen periodismo desde una perspectiva territorial madrileña, cuando las redacciones siempre están llenas de perspectivas centristas, de periodistas de Madrid, que tienen su sede en Madrid y si no son de Madrid. La perspectiva que aplican es esa. Entonces a nosotras siempre nos preguntan por qué tenemos que hacer perspectiva desde aquí, pues porque esta perspectiva no se aplica en ningún otro sitio, porque en los medios generalistas (privados y públicos), por ejemplo, en Televisión Española, que es televisión pública, no había ni una persona en la mesa de análisis que fuera andaluza. Y así, el resto de la semana sí que vemos a muchos periodistas de cierto renombre y con poderío en otras mesas. O sea, ¿por qué lo hacemos desde aquí? pues sencillamente porque desde otro sitio no se suple esa carencia que tenemos.

Para que saltara a la luz la información relacionada con la explotación y la violación que sufrían un montón de mujeres en las campañas de los frutos rojos de Huelva, lo tuvo que hacer un periódico alemán. No obstante, nosotras un par de veces hemos sacado información que tenía que ver con la explotación laboral de muchas mujeres marroquíes que venían aquí, a La Campana o a Huelva. Pero lo de frutos rojos tuvo que ser un periódico de otra parte de Europa el que viniera a destapar esa vergüenza. Eso es, efectivamente, porque existe una carencia en la cobertura informativa de lo que está pasando aquí en esta tierra, y nosotras, por cercanía, y también por vivencia, pues apostamos por un periodismo que tenga esa perspectiva de género, pero también con un acento territorial muy marcado.

¿Cómo ven la realidad de las mujeres en Andalucía?

Es muy diversa porque precisamente por lo que hemos contestado en la pregunta anterior, Andalucía es un territorio enorme y muy diverso. No es lo mismo la Andalucía del este que la del oeste; la de los pueblos, que la de las ciudades; la del mar que la del campo. Tenemos de todo esto. Andalucía es un mini continente y hay mujeres para todo ello. La característica de la mujer andaluza es que ha sido siempre muy valiente, tanto en el campo, en las ciudades o en los sitios costeros.

El problema es que en estos últimos años la realidad de las mujeres de Andalucía ha ido para atrás. Pongamos como ejemplo las trabas que se les ha puesto a las asociaciones de las mujeres. En Andalucía tenemos que tener en cuenta que el número de asociaciones de mujeres es inmenso. Granada, por ejemplo, que tiene 178 municipios y prácticamente en cada uno de ellos hay una asociación de mujeres o incluso dos. Si eso lo multiplicamos por 8, veremos que la capacidad de iniciativas es inmensa. Con la pandemia también se vio: quienes salieron a la calle, quienes se enfrentaron al COVID haciendo mascarillas, ollas, asistiendo a las mujeres que lo estaban pasando mal, fueron las mujeres. Ahora, creo que hemos dado un paso atrás respecto a las administraciones porque han ido poniendo trabas a las mujeres y al feminismo andaluz.

Sin embargo, siempre que han puesto trabas al feminismo andaluz han tenido, también, una contestación total y absoluta. Si mataban a una mujer, automáticamente salían las mujeres a la calle esa misma tarde. La participación desde Andalucía en el Tren de la Libertad fue enorme. El apoyo a Juana Rivas y a todas las Juanas Rivas que hay, no solamente en nuestro territorio. Son muchos los ejemplos de contestación inmensa de las mujeres, de las políticas, las campesinas, las rurales, las pescadoras, todas las mujeres de la tierra andaluza. Con las mujeres en el Al-Ándalus vino una identidad importante y nosotras somos producto de eso.

Lucía: Además, Andalucía también es una de las comunidades donde más personas migradas tenemos, que más salen de Andalucía a otro territorio. Simplemente porque en Andalucía no es fácil encontrar un trabajo; no es fácil mantener un estado de bienestar. Todo se centraliza siempre desde la institucionalidad de Madrid y queda olvidada esta comunidad. Entonces, son muchas las mujeres que migran y que cuando van a otros territorios no se encuentran representadas. Yo creo que La Poderío también ha dado una respuesta y ha sido partícipe de algo, de un sentimiento, de un sentir y pensar que tienen muchas mujeres que habitan tanto en Andalucía como fuera de ella. Esto es algo que veníamos pensando hace mucho tiempo y que le hemos dado forma con este feminismo andaluz: cómo hablar de nuestras referencias, hablar de nuestra idiosincrasia, hablar nosotras mismas desde nuestro propio territorio. Y eso era una respuesta que creo que La Poderío ha sabido canalizar. Además, yo también participé y fui parte desde un inicio de algo que estamos hablando ahora, como el neoandalucismo.

No es algo solamente que viene desde el feminismo, sino también desde los movimientos culturales que empezamos a reivindicar, pues nuestra forma de hacer música y nuestra forma de hacer artesanía son características a Andalucía. Creo que estamos presentes también en este momento histórico y estamos dando respuesta a ello.

¿Tocan todos los temas o hay temas que prefieren evitar?

Lola: Creo que el rol del periodismo tiene que ser necesariamente incómodo. Una de las fortalezas que tiene La Poderío es que en ningún momento nos autocensuramos, al menos esa es la idea que tengo yo. Desde los distintos prismas y las distintas perspectivas que tienen siete componentes ahora y nueve antes, cada una intenta aportar al proyecto, siempre consolidando una línea editorial y aprendiendo las unas de las otras. No sería vegetariana sin La Poderío.

Como decía Lucía, Andalucía es muy diversa, son 8 millones y medio de personas y tenemos que tener en cuenta todas las realidades. Entonces, no hay ningún proceso de evitar temas, pero sí de hacer que esos temas sean comprensibles para la mayor parte de la población. Una población que ha sido, de nuevo, invisibilizada en medios hegemónicos y que no le preocupaba a absolutamente nadie, más allá de la gente que ostentaba el poder. Esto nos ha hecho tener sinergias dentro y tener sinergias fuera.

Quiero recalcar el espacio de La Corrala, que es un espacio abierto a todas las mujeres que quieran escribir dentro de La Poderío para incorporar temas. Así que el punto de vista de La Poderío está abierta a esa sinergia en La Corrala o en la colaboración con otros medios, como puede ser El Salto o Colecciones andaluzas, entre otros espacios que ya venían construyendo conectividad.

Además de informar desde una perspectiva determinada, el modo de ejercer el periodismo, la relación en el equipo de redacción, la forma de relacionarse y tratar a las fuentes, ¿son una forma de resiliencia?

Ruth: Yo no sé si somos una forma de resiliencia, a mí la palabra resiliencia no me gusta porque parece que siempre estamos en actitud pasiva. Yo creo que La Poderío está en una actitud ofensiva. Ofensiva en el sentido de que nosotras lo que estamos haciendo es construyendo, no estamos esperando a verlas venir y a partir de ahí buscamos las dinámicas. Estamos construyendo o estamos intentando construir formas de hacer cosas que no sean dolorosas.

De hecho, ahora que está tan de moda hablar del recentismo, creo que La Poderío se ha planteado esas cuestiones desde hace tiempo. Nosotras tenemos obviamente nuestras pautas y nuestras dinámicas de publicación, pero si queremos hacer otra forma de construir comunicación y periodismo no lo vamos a hacer con las herramientas que nos están dando desde otro sitio. Lo que queremos hacer es feminismo y ese feminismo incorporarlo también a las formas de hacer periodismo. Eso es complicado, quizás, ahí sí hay una parte como de resistencia a no caer en esta vorágine de publicar, publicar y publicar. Obviamente, muchas veces la actualidad pasa un poco por encima porque hay cosas que son muy importantes y que queremos cubrir, pero a veces simplemente no llegamos. Aunque es verdad que nosotras, a la hora de organizarnos y a la hora de publicar, no lo hacemos como forma de resistir; es mas una forma de construir y crear otra forma de hacer periodismo y comunicación.

¿Cuáles son los planes futuros?

Lucía: Nos queremos jubilar en La Poderío, al menos yo siempre digo que me quiero jubilar aquí. La razón es porque creemos que este proyecto tiene mucha vida, ya que una cosa que no hemos dicho, es que esta revista es un proyecto autogestionado, en el que cada una tiene su trabajo y luego, dedicamos nuestro tiempo libre/trabajo a La Poderío. Al final, nos quedamos sin tiempo libre. Es un trabajo todo lo que hacemos por La Poderío: desde las compañeras de las redes sociales, la web, con los artículos que escribimos, que editamos, responder esta entrevista, todo es un trabajo. Por lo tanto, sí que nos gustaría que llegase el momento de que podamos monetizar el proyecto y que podamos dedicarnos a ello sin que nos conlleve a dejarlo a nuestro tiempo libre. Si eso fuese posible, nuestro futuro sería una redacción preciosa, maravillosa, de rosa fucsia en las paredes con el logo de La Poderío, una máquina de café y nosotras haciendo periodismo feminista andaluz.

Además, nuestro periodismo tampoco es un periodismo de actualidad, de cuento 5 párrafos y ya, sino que detrás de cada artículo hay un trabajo increíble; hay un trabajo de documentación, de entrevista, de análisis. También hay un arduo trabajo de cuidado de las fuentes, que en muchas ocasiones se le devuelve la entrevista antes de publicar para que la lea y la puntualice, en aras de tener un trabajo de cuidado. Finalmente, nosotras lo volvemos a editar. O sea, todo es un proceso muy complejo, pero muy necesario dentro del periodismo que queremos hacer. Ya que uno de los propósitos es que no queremos parecernos en nada a los medios generalistas que ya hay.

¿Están contentas con el Premio que les ha concedido AMECO? ¿Qué supone para ustedes?

Lola: Pues claro que estamos contentas, no solo por el premio en sí, sino por el reconocimiento, porque sabemos que detrás de ese premio hay alguien que nos ha leído y que ha visto que es interesante lo que publicamos. Entonces, para nosotras es una satisfacción, al igual que cuando nos encontramos a alguien que vamos a entrevistar y dice conocernos. Para nosotros eso es una alegría tremenda.

Que venga de parte de Ameco es un lujazo, porque Ameco creó la primera agencia de noticias con perspectiva de género que ha existido en el Estado (@AmecoPress). Siempre han sido unas combativas tremendas. Y estamos hablando de los años 90 del siglo pasado, cuando se constituyó Ameco y sabemos el trabajo y el poder de estas mujeres que han querido y han seguido manteniendo lo que es una agencia de noticias con lo que significa: dar cobertura precisamente a todas esas cosas que hemos dicho antes, que no se ven y que no salen en los demás medios. Es muy importante la labor que hace Ameco. Agradecemos tremendamente el que se hayan fijado en nosotras y nos haya leído.

Foto: archivo AmecoPress. — - Pie de foto: 1) La Poderío

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