Xarxa Feminista PV

Carta a una persona cis

Martes 19 de septiembre de 2023

¿Por qué te opones a que alguien consiga los derechos que tú ya tienes? ¿No ves que nuestra libertad es la tuya?

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Una protesta del colectivo trans. A. Pérez Meca/ Europa Press

María de la Mostaza 18 de septiembre de 2023 elDiario.es

(Nota de la autora: Una persona cisexual, o cis, es la que vive conforme a su género asignado al nacer, aunque pueda estar en conflicto con los roles de género que se le imponen. Cis- es, sencillamente, el prefijo opuesto a trans- en latín).

Imagina por un momento que te ofreciesen la cantidad de dinero que quisieras a cambio de que dejases de ser de tu sexo. Un cambio total, inmediato y retroactivo (sin sufrir el estigma de ser trans).

¿Lo harías? ¿Por cuánto?

¿Y si en vez de pagarte, te pegaran por hacerlo? ¿Lo harías?

La transexualidad es un hecho. Millones de personas se enfrentan con las consecuencias de no vivir conforme a su género asignado, en todo el planeta, en todas las épocas de la Historia. El sistema de dos géneros que, como tantos otros, se ha intentado imponer mediante la violencia, no ha conseguido evitar que la transexualidad sea parte inseparable de la experiencia humana.

Hay culturas con sistemas de tres, cinco géneros en los que personas que entenderíamos desde la blanquitud como transexuales son consideradas mensajeras de lo sagrado (chamanes dos espíritus en culturas nativas americanas, sipiniq en la sociedad innuit o decenas de ejemplos en culturas africanas). También en territorio europeo las personas de género no conforme formábamos parte de la cultura de muchos pueblos antes de que la Iglesia (de la mano del imperialismo romano) impusiese que sólo hay un dios y que es varón.

Lo que quiero decir es que las personas trans no somos algo nuevo. Nuestra memoria y nuestras vidas han sido tratadas de erradicar desde hace mucho tiempo (hogueras, asesinatos, cárceles, violencia a todos los niveles, abandono durante el SIDA, marginación…) y como que ya basta, ¿no?

¿Sabías que una de las primeras bibliotecas que quemaron los nazis fue la del Instituto para la Ciencia Sexual de Berlín? Quemaron alrededor de 20.000 libros, 5.000 imágenes, el mayor archivo sobre homosexualidad y transexualidad de la época. Más de 10.000 entrevistas a personas LGBT. Persiguieron la homosexualidad masculina (la única que podían entender) y, por esta razón, enviaron a entre cinco y quince mil personas a los campos de concentración con un triángulo rosa cosido en el infame pijama. Al resto nos encerraron bajo las categorías Antisocial y Prisionero político, así que no tenemos datos específicos.

Es decir, vale: existimos, aunque nos maten. Pero es que además nos gustaría poder vivir dignamente. Nos gustaría salir a la calle sin el miedo que provoca que en la tele lleven dos años debatiendo si tienes derecho a ser quien eres. Nos gustaría poder ir a nadar a la piscina. Nos gustaría poder hacer pis, en paz, en el baño. En serio que sólo queremos mear.

Ahora mismo ser trans significa no tener acceso a trabajo (80% de paro), que no te alquilen una casa, violencia a todos los niveles, un 40% de posibilidades de intentar suicidarte en algún momento de tu vida... Vives, día a día, en un mundo que se empeña en odiarte; que te ve como un monstruo, como un problema.

¿Y por qué ese empeño? ¿Qué ganan dirigiendo hacia nosotres el descontento social? Pues lo mismo que cuando dicen que el problema es la inmigración: consiguen que odies a la gente que tienes por debajo para que no odies a los que tienes por arriba, que se están enriqueciendo a niveles nunca vistos hasta ahora, especialmente a partir de la “inflación/guerra de Ucrania”. Venga, otro dato: las 500 personas más ricas del planeta han facturado en el primer semestre de 2023, de media, 14 millones de dólares al día. ¿En serio quieres que me crea que esas 500 personas se merecen ganar 14 millones de dólares al día? Ese dinero son horas de descanso que la humanidad merece.

Pero… ¿Cómo?, ¿qué dices?, ¿que sigamos con “lo trans”? Ah, vale. Que tienes preocupaciones legítimas sobre algunas cosas… Pues, venga, contesto a tus preguntas a cambio de hacerte yo las mías:

Tu pregunta: ¿Qué es ser mujer?

Yo: ¡Vaya pregunta! Eso es algo que cada mujer debe responder por sí misma. Las mujeres somos todas diferentes, y esa infinita variedad de experiencias enriquece la profundidad de la palabra mujer.

Puedo quizás decirte qué es ser mujer para mí. En mí, tiene que ver con cuidar y que me cuiden, con poder ser vulnerable y fuerte a la vez, con sostener y alimentar la vida. De ningún modo pienso que esta experiencia sea la de todas las mujeres y soy consciente de que mi visión del asunto está marcada por una educación machista que quiere que las mujeres seamos cuidadoras gratis. También habito la contradicción de que me parece una manera maravillosa de estar en el mundo.

Lo que sí tienen en común las mujeres es que ocupan un lugar subordinado en nuestra sociedad. Sujeto convertido en objeto bajo estándares imposibles, que bajo el Patriarcado sufre constantes violencias. Somos consideradas ciudadanas de segunda, inmaduras emocionales, faltas de inteligencia, incapaces de tener autonomía personal… Somos violentadas a todos los niveles desde niñas. Midiendo el espacio que ocupamos y cómo de segura es esa calle. Nuestros gustos e intereses son considerados como poco relevantes. El desprecio hacia la mujer y hacia todo lo femenino es rampante en nuestra sociedad. Si no lo ves, te pido que abras los ojos.

Pero no, tampoco a nivel social hay una experiencia homogénea de ser mujer, ya que todas estamos atravesadas por diversos sistemas de opresión y privilegio: raza, clase, discapacidad, orientación sexual…

Mi pregunta: ¿Por qué siempre me hablas de mujeres trans y nunca de hombres trans? ¿Por qué tu imagen del terror es una mujer trans en un baño de mujeres? ¿Es quizás porque piensas que a) la violencia sí tiene género después de todo y b) el género y, por tanto, la peligrosidad de la persona, el lugar que ocupa el mundo, su capacidad de cuidar, de escuchar, de bailar… se definen cuando un doctor le mide los genitales, recién nacide, y decide en qué cajita meterle?

Pero es que, si te fijas, es normal tu obsesión con las mujeres trans. Hay toda una ideología de odio específica contra nosotras. ¿Cuántas veces has visto usar lo transfemenino como chiste? ¿Por qué en torno al 97% de los asesinatos a personas trans son a mujeres trans? ¿Por qué la mitad de estas mujeres eran trabajadoras sexuales racializadas?¿Por qué en el año 2022, en medio de una oleada mundial de legislación anti-trans, la categoría mujer transexual ha crecido un 710% en el principal buscador de pornografía online? ¿Por qué te damos tanto miedo? Voy a pedirte que pienses un rato en ese miedo y que hables con él.

Tus preguntas: ¿Qué pasa con los tratamientos? ¿Son irreversibles? ¡Están mutilando a niñes!

Yo: ¡Noo! A ver, veamos los datos. Para empezar: los tratamientos de reafirmación de género (hormonas, cirugías) tienen un porcentaje de insatisfacción menor al 1% (los balones gástricos, 20%; el matrimonio, 85,5%). De ese 1% de personas insatisfechas, muchas expresan no sentir arrepentimiento, porque piensan que ese proceso les ha ayudado a entender mejor su relación con el género. Creo que estamos hablando de unos porcentajes que no merecen tanta preocupación.

Tú: Ah, pero ¿y les niñes? ¡aún son muy jóvenes para decidir!

Yo: Para les menores en cuestionamiento existen los tratamientos con bloqueadores de la pubertad, que ponen en pausa un desarrollo hormonal que por el momento no desean. Se trata de medicamentos seguros y reversibles en los que, si se interrumpe el tratamiento, la pubertad se desarrolla sin complicaciones, pero que regalan unos años sin tener que tomar una decisión. Sin acceso a bloqueadores, se enfrentan con un desarrollo físico que no desean y que sí es irreversible.

Bueno... irreversible no, pero deshacer ese desarrollo después de la pubertad no es nada fácil: mucho dinero e intervenciones quirúrgicas, con su consiguiente peaje en las vidas de las personas trans. Y si le adolescente finalmente decidiese que sí quiere hacer un tratamiento de sustitución hormonal y en el improbabilísimo caso (1%) de que después se arrepintiera, se enfrentaría a la misma situación que cualquier persona trans que tiene que transitar después de la adolescencia. Pero os aseguro: la vida es mucho más fácil si sólo tienes que vivir una pubertad, y 99% es más que 1%.

Los tratamientos de reafirmación de género reducen en un 73% el riesgo de suicidio en la población trans. Si un antidepresivo tuviese esos números, se consideraría un milagro.

Mis preguntas: Y todo esto, ¿cómo resuena en ti? ¿Qué te están diciendo a ti, como ser humano, con este odio hacia nosotres? ¿Cómo te castigan si te sales de la línea? ¿Qué partes de ti has tenido que amputar para encajar en la cajita que te asignaron? ¿Te duele? ¿Facilita ese dolor que sientes para que odies nuestra libertad? Quiero decirte que queremos escuchar ese dolor, el binarismo de género nos oprime a todes y la liberación trans es para toda la humanidad. Nos señalan porque si todes nos saliésemos de esas cajitas, ¿quién sabe de qué otras cajitas podríamos salir después?

Tu pregunta: Pero eso del no binarismo no lo entiendo, ¡si según la biología sólo hay dos sexos!

Mi respuesta: Mmm no. Primero: según la biología, el sexo se determina mediante multitud de factores en millones de combinaciones posibles, entre los que contempla el “sexo sentido/mental” de la persona. La población intersexual (la que sus factores físicos no encajan en ninguno de los dos sexos) es casi el 2% de la población mundial (similar al de personas pelirrojas). Uno de cada cincuenta bebés no encaja en ese sistema, a esos sí que les practican cirugías irreversibles y sin consentimiento, pero esos no importan, ¿no? ¿Será porque esas intervenciones sí refuerzan el binarismo de género?

Aparte, lo de ser no binarie es otra cosa, tiene que ver con no identificarse con ninguno de los géneros completamente e identificarse como un tercer género o la suma o ausencia de ambos. Tiene que ver con eliminar el binarismo de género, pero también el binarismo entre nosotres y vosotres.

Mis preguntas: ¿No te das cuenta de que después de las personas trans, limitarán la autonomía del resto de la población? ¿Que borrarán a madres de los Libros de Familia por ser dos mujeres, como está pasando en Italia? ¿Que el aborto estará prohibido, como antes, sólo para las pobres? ¿Y después de eso, a por qué grupo irán?

¿Por qué te opones a que alguien consiga los derechos que tú ya tienes? ¿No ves que nuestra libertad es la tuya?

¿O es precisamente eso lo que te aterra?

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